Hijo de Stan: Los Años Terroríficos de Roy. "Son of Stan". El Editor Principal de Marvel charla sobre los títulos macabros de los Setenta. Entrevista realizada por Jon B. Cooke y trancrita por Brian K. Morris para Comic Book Artist nº 13. Traducida por Frog2000. Parte 1, parte 2.
CBA: ¿Estabas orgulloso de la versión del Monstruo de Frankenstein que hicieron Gary y Mike?
Roy: Oh,
claro. Les pasé instrucciones para que la hicieran de esa forma. Quería adaptar la novela en los primeros números y luego continuar desde ese punto, y creo que hicieron un gran trabajo. Me gustaría haberla escrito yo mismo, pero no puedes hacerlo todo.
CBA:
[Risas.] Por lo que se la cediste a Gary.
Roy: Si, no sé si alguna vez estuve a punto de quedármela, pero sin duda me hubiese gustado.
CBA: ¿Fuiste tú quien eligió a Mike Ploog para el trabajo?
Roy: Es probable. Mike siguió haciendo todo tipo de criaturas peludas, el Hombre Cosa, el Hombre Lobo... [risas], quizá porque él es uno de esos tíos grandes, fornidos y con barba, ¡no lo sé! [Risas.] Se suponía que al principio Mike y yo íbamos a hacer un western titulado "Tin Star," incluso empezó a diseñarlo. La serie trataba sobre un chico con amnesia que estaba buscando conocer su pasado y lo único que tenía era una estrella de plata de los Marshals que se había encontrado en el bolsillo y que estaba atravesada por un agujero de bala. ¡Podríamos haber tomado cualquier camino! [Risas.] Creo que me pasé como quince minutos trabajando en esa serie antes de que Stan me dijese: "¡No quiero que trabajes en ningún western!" [risas.] También le dijo a Mike que se pusiera con otra cosa.
CBA: ¿Quién iba a hacer en principio La Tumba de Drácula? Es obvio que pasó por las manos de varios guionistas.
Roy: Era una serie bastante bien aceptada, pero no éramos capaces de conseguir un buen guionista para ella. Gerry era un buen currante, pero estaba demasiado ocupado como para permanecer mucho tiempo. Contactamos con Gardner Fox, que no era un guionista del estilo de Marvel, sino alguien importante y magnífico en su propio estilo. Pero el final de su carrera era inminente y de todas formas no le interesaba. Por supuesto, Archie habría sido genial, pero tampoco le interesaba quedarse en la serie.
CBA: ¿Así que La Tumba de Drácula fue como una especie de hueso que le arrojásteis a Marv?
Roy: Marv
era la elección más lógica. Había escrito cómics de terror y sabía como hacerlo. No es que Archie o Gerry no fueran capaces. Incluso Gardner había tenido sus buenas rachas, y parte de lo que había escrito era... yo estaba intentando insuflar una especie de hálito a lo Lovecraft en la serie, así que hasta cierto punto la estaba enfocando de una forma equivocada. Pero tuve más suerte con el tercer o cuarto guionista. A veces sólo se necesita un poco de tiempo antes de que tarde o temprano aparezca alguien y todo termine por encajar. Lo mismo ocurrió con Jim Starlin en Capitán Marvel y así sucesivamente. De repente algo hace clic. Otras veces, las combinaciones de dibujante, guionista y personaje parece que van a desembocar en algo muy potente pero no funciona tan bien...
CBA: Pero sí que lo hizo en La Tumba de Drácula.
Roy: Claro. No es que La Tumba de Drácula fuese siempre la serie que mejor vendía del mundo, pero era estable. Sufrió altibajos y tuvo sus momentos. Por lo menos era buena y sus ventas eran sólidas, ¡pero te aseguro que antes de marcharme llevaba mucho tiempo sin ejercer de editor, y nunca me había leído esa maldita cosa! [risas.] Le había echado un ojo y ya está. Sabía lo que estaban haciendo Marv y Gene, y recuerdo a Blade y a otros personajes, pero nunca le presté mucha atención, porque había descubierto que de todos modos no estaba realmente interesado en ser editor jefe. El título se vendía bien, se estaba vendiendo, y Marv estaba haciendo un buen trabajo, así que ¿por qué prestarle atención? Prefería centrarme en otras series que no vendían tan bien.
CBA: ¿Érais conscientes del nivel de consistencia que mantenía el título?
Roy: En general solía mirarlo y siempre me parecía bueno. Podía ver que Marv siempre le daba un enfoque adulto. Incluso aunque no me lo leyese necesariamente de forma minuciosa, lo que fuese que me leía, siempre me gustaba.
CBA: Era una serie consistente y tenía buen aspecto, con un punto de vista adulto. Marvel le dejaba cierto nivel de autonomía.
Roy: Por lo general, los guionistas de Marvel realizaban labores de editor sin remuneración, y en gran medida, ¡eso empezaba por mí! Eso no quiere decir que no hubiese siempre alguien por encima: Stan estaba encima mío, y yo estaba sobre ellos. Pero mientras las cosas marchasen bien y no se forzasen demasiado, el guionista podía salirse con la suya. Puede que no recibieses sueldo alguno por ser un editor de facto, pero tenías cierta cantidad de libertad que no tendrías en cualquier otra empresa, y la gente lo sabía. [Al contratar a alguien] yo no excluía automáticamente a los dibujantes, pero prefería que también fuesen guionistas. Tal vez algún dibujante me pudiese convencer de que era capaz de guionizar, quizá lo hiciesen un par... A veces incluso puede que el equipo viviese en la misma casa, como ocurrió con Starlin y Englehart cuando hicieron "Maestro de Kung Fu", ¡y encima los dos se pusieron de acuerdo para trabajar en la misma serie! [risas.] Era como una especie de escuela de la edición de cómics al estilo Franklin D. Roosevelt.
CBA: ¿Dirías que tu política era delegar en los demás?
Roy: Sentía que no tenía el mismo poder que había tenido Stan cuando era editor en jefe, porque él estaba allí también, y yo tampoco estaba buscando parecerme a él. No es que me sintiese amenazado, ¿quién iba a tener una relación mejor con Stan que yo mismo? La relación era muy buena la mayor parte del tiempo, así que nunca me sentí inseguro. Por lo tanto, no me preocupaba por los que lo estaban haciendo bien, porque en lo que a mí respecta no tenía por qué estar preocupado. Quizá ciertas personas como Steranko podrían haberme causado problemas (he puesto a Steranko solo como ejemplo), porque Stan les permitía hacer cosas que no nos dejaba hacer al resto, como algunos lujosos títulos "Eisnerescos"que Bill Everett y yo habíamos planeado hacer, pero que Stan vetó finalmente. Steranko simplemente siguió adelante e hizo lo que quiso, porque era guionista y dibujante. Me sentía lo suficientemente seguro de mi posición como para intentar conseguir a los mejores guionistas que pudiese. Tal vez si hubiese conseguido a alguien demasiado bueno me hubiese empezado a preocupar. Pero estos chicos eran todos muy buenos, ¡y yo quería que lo fuesen!
CBA: ¿Fue idea tuya sacar a "La Legión de los Monstruos" en Marvel Premiere?
Roy: Creo que apareció justo después de mi etapa. Suena a algo que yo habría podido hacer, [risas] pero no es el caso.
CBA: ¿Recuerdas la producción de "It"? ¿Era de Frank Giacoia?
Roy: Sí, la entintó Marie. Compré los derechos de la historia y Gerry Conway me dio el número de teléfono de Ted, porque Gerry era miembro de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción de América. Les dejé a Jeanie, mi primera esposa, y a él sentados en el salón mientras entraba al dormitorio, que era donde estaba el teléfono, y les dije: "Tengo que llamar a Sturgeon para preguntarle si podemos adaptar su historia." Podíamos pagarle hasta 150 dólares. Pero una cosa es hablar con Glenn Lord sobre Robert E. Howard, y otra es llamar a Theodore Sturgeon. Yo no lo había leído mucho, pero sabía quién era y me encantaba esa historia. Así que quince minutos más tarde salí de la habitación para beber un vaso de agua, y Gerry me dijo: "¿Qué te ha dicho?" Le dije: "No sé, ¡todavía no he tenido el valor suficiente para llamarlo!" Me senté allí durante 15 minutos, ¡no era capaz de llamar! [Risas.] Pero al final entré de nuevo, lo llamé, y por supuesto, estuvo encantador, y en el momento en que la conversación había terminado ya me había dado plena autorización para hacer la historia, habíamos trabajado todos los detalles, y me había preguntado si le podía enviar los 150 dólares de inmediato, porque los necesitaba para pagar una pensión alimenticia. [Risas.] Más tarde nos estuvimos riendo del tema cuando coincidimos en la Convención de San Diego. Sencillamente, todo el mundo se portó genial excepto Arthur C. Clarke, y tampoco lo intentamos de nuevo con Bradbury porque sabíamos que no iba a funcionar. Otros que no conseguimos fueron a Asimov y Heinlein, ¡pero pudimos adaptar las historias de un montón de gente! Mediante Forry Ackerman llegamos hasta AE Van Vogt. Don y Maggie Thompson adaptaron una historia suya que me gustó mucho, creo que algunas de esas historias de "Space Beagle" influyeron en Star Trek. Un montón de ellos... Larry Niven, algunos otros... estaban muy contentos de ver su trabajo adaptado, porque de esa forma les ofrecíamos un nuevo público que puede que se empezase a comprar sus libros. Muchos lectores me han dicho que descubrieron a Conan a través de los cómics. Me encantan los cómics, pero siempre los he considerado, incluso ahora, una forma inferior de la literatura, y por eso creo que hasta cierto punto, esas historias pulp o de ciencia ficción adaptadas elevaban el medio.
CBA: Cuando se evalúan en la actualidad, nos podemos dar cuenta de que muchos de los títulos como "Monster of Frankenstein" o "Supernatural Thrillers" y otros parecidos, disponían de un gran inicio, pero sencillamente, quizá por negligencia, se iban marchitando con el paso de los números. ¿Tan enorme era vuestra carga de trabajo?
Roy: Si, no sé. Quizá si yo, y más tarde Marv y Len, los hubiésemos antepuesto a todo lo demás... pero la carga de trabajo era gigantesca, y por eso los descuidábamos un poco. El mejor material funcionaba bien, pero el resto se terminaba por hundir.
CBA: ¿Te gustaba la incursión que estaba haciendo Marvel en el terror?
Roy: Oh,
sí. En realidad no era lo mío, pero hicimos todo lo que pudimos.
CBA: Esos títulos se leen como si tu influencia se percibiese por todos lados.
Roy: Aunque yo no hablase mucho con los autores, sabían lo que estaba buscando, por lo menos sabían lo que quería Stan, porque llevaban años leyendo las series de Marvel. Se habían leído las cosas de Stan, se habían leído mis cosas, habían leído el material de los autores que habían llegado después de nosotros, sabían el tipo de cosas que queríamos, y lo combinaban con lo que habían aprendido en otras compañías. Al igual que yo había combinado lo que habían hecho Stan Lee, Gardner Fox y el resto, ellos combinaban lo que les gustaba de Marvel con Joe Orlando y la EC, y así sucesivamente. Me parecía bien, porque en ese punto la empresa había crecido y se había diversificado mucho, porque antes todo el mundo leía lo que Stan Lee escribía, o al menos co-escribía, y eso era todo. Era el momento de diversificarse un poco. Queríamos mantener un poco de esa magia Marvel, y al mismo tiempo tenía que existir espacio para otros estilos de dibujo y de guión. Es algo que también había ocurrido incluso en la época de Stan, porque Gene Colan, por ejemplo, no es que fuese un dibujante demasiado influenciado por Jack Kirby. Sencillamente, si eras capaz de demostrar que podías amalgamar adecuadamente parte de lo que Stan & Jack habían hecho para vender un título, te dejaban pista libre.
CBA: ¿Viste el revival de Journey Into Mystery como una oportunidad para que funcionase Tower of Shadows
o Chamber of Darkness?
Roy: Bueno, ¡por supuesto! Durante algunos números las cosas marcharon perfectamente, pero de nuevo... [risas.] Conseguí los derechos de las historias de Robert E. Howard, y también pillamos los de Robert
Bloch y Harlan [Ellison]. Pero desafortunadamente, Harlan se enfadó porque no le gustaba demasiado el trabajo que Syd Shores había hecho con una de sus historias, ¡y eso puso fin a la relación! [risas.] La cuestión era que no podíamos darle a todo el mundo una atención personalizada, pero de vez en cuando las cosas terminaban bien. Creo que las historias que hicieron Gil [Kane] y Frank Brunner estaban muy bien.
CBA:
"Yours Truly, Jack the Ripper" era un trabajo estupendo.
Roy: Sí, Ron Goulart era vecino de Gil Kane, por lo que Gil nos lo presentó y se puso a guionizar algunos cómics. Creo que Gil y él empezaron a colaborar en esa historia. Gil ejerció una enorme influencia sobre él, porque estuvieron dándole vueltas a esa historia de la misma forma que Gil y yo habíamos hecho en todas nuestras colaboraciones. Era una buena historia. Más tarde descubrí que hasta cierto punto era una variación del relato. Por ejemplo, mi frase favorita de la adaptación, justo al comienzo, era algo así como: "Me reuní de nuevo con él donde había muerto la niña," me imagino que igual fue por el guión de Goulart o por la influencia de Gil Kane, ¡pero esa frase no aparecía en la historia de Bloch! Por supuesto, yo quería que fuesen fieles a las historias originales, pero por otro lado, si no había leído la historia original, parecía como si la adaptación tuviese el aspecto adecuado, [risas.] En mi caso tuve que adaptar la historia en la que se basaba "The Day The Earth Stood Still" [Ultimatum a la Tierra, 1951], lo que me emocionó mucho. Pero cogí al personaje principal y lo convertí en un hombre y una mujer, para que de esa forma tuviesen alguien con quien hablar...
CBA: ¿Y de dónde proviene la idea de "Killdozer"? [Risas.]
Roy: Esa es de Theodore Sturgeon. Era una de sus historias más conocidas. También hicieron una adaptación en película para televisión, no sólo fue idea mía.
CBA: Supongo que la película de televisión os animó a adaptarla, ¿no?
Roy: ¡Oh,
no, no! Creo que nosotros la hicimos primero.
CBA: Si, pero de alguna forma estaban enlazadas , ¿no es cierto?
Roy: Bueno, puede que tengas razón.
CBA: Sonaba como una continuación de Duel [El diablo sobre ruedas, 1971], la exitosa película televisiva de Spielberg.
Roy: Quizá lo fuese. Pero la historia de Sturgeon es anterior, ¿fue Gerry quien la escribió?
CBA: Si, creo que sí.
Roy: Gerry sabía mucho sobre ciencia ficción, por lo que terminó haciendo Haunt of Horror, donde aparecían un montón de ejemplos del género. Me apoyé mucho en Gerry porque me encanta la ciencia ficción, pero tampoco la había leído demasiado. Fui uno de los miembros fundadores del "Science Fiction Book Club" allá por los cincuenta, pero Gerry escribía CF de forma profesional y era mucho más seguidor del género que Marv o Len, o el resto. A pesar de nuestros doce años de diferencia, Gerry y yo terminamos siendo buenos amigos. Me influyó un montón y yo a él, creo que la nuestra era una relación simbiótica y agradable.
CBA: En cuanto a "Worlds
Unknown", no me refiero al cómic en blanco y negro, sino en color, ¿no está basado en la misma idea que Supernatural Thrillers?
Roy: Claro. Queríamos hacer una historia por número y conseguir a gente que fuese de lo mejor, además Gil Kane quería adaptar la historia de Edmund Hamilton titulada "He That Hath Wings," así que le di rienda suelta. También yo escribí parte del material, y Gerry se puso con algunas cosas más... hicimos buenas historias. Más tarde, cuando se canceló la serie me parecía que podía ser de lo más natural editarla en blanco y negro. "Unknown Worlds of Science Fiction" no duró demasiado, tan sólo una docena de números, pero metimos un montón de material de inventario en un número final especial que sacamos más tarde, también aparecieron algunas cosas excelentes en esa colección. El único problema es que Marvel no ha reimpreso nada, porque nadie sabe dónde están los pequeños contratos que teníamos firmados con esa gente, ¡por lo que nadie está muy seguro de si podríamos volver a imprimir cualquiera de esas historias! En esa etapa editamos historias maravillosas como "It" y algunas más, pero no las pueden volver a publicar, incluso aunque exista mercado para ellas, ¡porque no sé si todavía tienen los derechos!
CBA: ¿Te gustaba el trabajo de Ralph Reese?
Roy: Oh, si. Llegó pero se marchó muy pronto. Era uno de los ayudantes de Wally Wood, y había estado trabajando para Topps. Creo que no le gustaba mucho trabajar en Marvel, pero quería hacer ese tipo de historias. Recuerdo reunirme una vez con Stan y con él, y Stan le empezó a decir a Ralph que tenía que convertirse en un "hombre de Marvel," y esto y lo otro, y él estaba mirando a Stan como si se hubiese vuelto loco, se encontraban en planos diferentes. Era como si estuviesen hablando en idiomas diferentes, y yo estaba justo en medio, ¡me daba cuenta de que la comunicación no era posible! [Risas.] Ralph hizo un buen trabajo, sólo que se notaba que nunca iba a terminar formando parte del equipo de Marvel, yo lo supe de inmediato. Stan tenía la esperanza de conseguir persuadirlo, pero Ralph no quería. Llegó, hizo algunas buenas historias, y eso fue todo.
CBA: Si, hizo "Roaches"...
Roy: Sí, y esa otra historia, "The Day After the Day the Martians Landed." Conseguimos los derechos para adaptar un montón de historias ganadoras del Hugo y el Nébula, algo genial. Al principio me hubiese gustado titular "Nebula" a la colección, pero puede que hubiese sido demasiado.
CBA:
[Risas.] Si, es demasiado nebuloso.
Roy: Me encantaba "Unknown Worlds of Science Fiction". Me puse muy contento cuando lo editamos. Cuando se terminó yo ya me había mudado a California. Es posible que si me hubiese quedado en Nueva York hubiese podido salvar la colección. Pero ya sabes, dejas un trabajo y se produce una especie de "síndrome del Rey Lear". Si tú eres el rey y le cedes el reino a dos o tres personas, tienes que saber que es posible que te lo devuelvan esquilmado. Seguirán quitándote parte de tu séquito de hombres y el número de caballos hasta que finalmente te dejen en nada, un pobre y viejo solitario llorando en el desierto. [Risas.] Yo nunca llegué tan lejos, o tal vez lo hice, pero es lo que ocurre cuando alguien empieza a soltar las riendas del poder. Igual piensas que puedes dejarles más libertad y seguir manteniendo cierta cantidad de energía, pero eso nunca va a ocurrir.