Enero de 2012, artículo de su página web,
traducido por Frog2000.
Puede que resulte demasiado obvio, pero déjame hablar sobre el tema un minuto, porque creo
que se suele malentender bastante a menudo.
Un guión es un conjunto de instrucciones para el dibujante
(o dibujantes), el rotulista, el editor, el colorista (si fuese necesario) y el portadista (si fuese necesario.) Dichas instrucciones deben ocuparse de las
mecánicas de la historia con la mayor claridad posible. Como ocurre con los guiones cinematográficos, su presentación de una forma determinada no es necesaria. El
requerimiento básico es que el guión sea lo más claro posible para todo el mundo.
Este conjunto de instrucciones debe abordar la historia de modo que haga que todos se sientan cómodos con ellas y sepan que son necesarias. Algunos guionistas producen resmas
y resmas de descripciones de viñetas porque requieren un control preciso del dibujo por
parte del artista, el rotulista y el colorista para que entre todos consigan que
su visión de la historia sea factible. Algunos guionistas reducen su
descripción hasta el tamaño de un telegrama porque tan sólo precisan que se
cumplan los requisitos más básicos en cada viñeta con el fin de lograr sus
objetivos.
Sin embargo, los logros producidos a través de ambos métodos y todo
lo que se encuentra en medio son responsabilidad exclusiva del dibujante. Suena triste,
¿verdad?
Incluso aunque el dibujante y tú hayáis acordado previamente
el contenido, las escenas y lo que ocurre en ellas, la anotación clara y
específica de las mecánicas del cómic será tu responsabilidad. Tú eres quien le
dice al dibujante lo que tiene que hacer. El truco es conseguir que al dibujante le guste hacerlo.
Cuando empiezas es muy posible que te encuentres escribiendo
"a ciegas": no sabes quién va a ser el artista. Este es el motivo por
el que personas como Alan Moore hicieron evolucionar ese estilo hiper-descriptivo del que hacen gala,
para poder conseguir el resultado final que estaban buscando independientemente de con quien fuesen a colaborar. Es posible que tú prefieras
hacer las cosas de esa forma. En su lugar, podría recomendarte que recibieses algunas
clases de dibujo y que hablases con algunos ilustradores ( puede implicar
tener que utilizar el lenguaje de signos y algunos sonidos roncos). Te aconsejo que investigues el dibujo, incluso que dibujes tú mismo
tal y como lo suelo hacer yo, aunque parezca que tenga una aleta en lugar de mano. Entender lo vibrante que
puede ser el dibujo es muy importante. También es importante escribir algo que llegue incluso a deleitar al dibujante. (E incluso al
rotulista, aunque eso será ser mucho más difícil, porque muchos de ellos tienen
la misma actitud que un sepulturero demente.)
En muchos sentidos estás escribiendo una carta de amor destinada a conquistar al dibujante para
que ofrezca su mejor trabajo posible. Las páginas de un dibujante aburrido o sin interés darán la misma sensación que el asiento de un inodoro rasposo, y eso no será su culpa, sino la tuya.
(A menos que el artista esté loco. Todos lo están, pero coges la idea, ¿verdad?)
Warren Ellis
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