Por Warren Ellis para Wired, 2009. Traducido por Frog2000.
Creo que todos estamos de acuerdo en que en cuanto Melvyn Bragg se retire, deberían ofrecerme "The South Bank Show" [The South Bank Show fue un programa de TV de ITV Studios donde se ofrecían reportajes sobre la alta cultura y el arte popular indistintamente]. Si no por otro motivo, creo que por lo menos debería ser porque ha llegado la hora de que las artes mediáticas más serias den cobertura a los elementos de la industria cinematográfica japonesa que producen trabajos tan inventivos, bellamente diseñados y temáticamente musculosos como "El Pulpo Invade La Vagina", "El Pescado Que Crujió Y Ha Sufrido Heridas" y "La Anguila Y La Locha Que Atacan Por Culpa De Su Lascivia Parecen Algo Insanas".
Te aseguro que no te gustaría buscar todo lo que he enunciado para saber cómo es. Ese es el motivo por el que uno necesita la penetrante mirada artística del South Bank Show para descubrir y presentar esos artículos a la consideración de sus comprometidos espectadores. Francamente, soy la única opción real que podría reemplazar a Bragg cuando se retire, y he estado pensando en que Wired me debería patrocinar una campaña con ese fin. También quiero una de esas estatuas que Niyazov construyó sobre sí mismo. Ya sabes, la de 12 metros de altura, una de oro que gira para ponerse cara al sol. Pero ya nos pondremos más adelante con eso.
Dada mi relativa juventud y mi cuestionable bibliografía (y el hecho de que el editor de Wired, David Rowan, se eche a llorar cada vez que escucha mi nombre), entiendo que este trabajo podría no ponérseme inmediatamente al alcance. Mientras tanto, el siguiente que debería hacerse con las riendas debería ser Paul Morley. De hecho, ese curro siempre debería haber sido de Paul Morley, y si ITV desea cerrar la marca "South Bank Show" tras la partida del Señor Bragg, entonces simplemente se deberían inventar un nuevo nombre para la versión de Morley.
Es evidente que deberían asalariar a Morley hasta que accediese a comisariar y presentar un gran batiburrillo sobre las artes en televisión. Porque se ha convertido -o tal vez, se haya mantenido- como uno de los pocos neófitos reales y más agresivos de la vida cultural británica. Demonios, en un mundo perfecto estaría trabajando como director general de la BBC. Me siento inclinado a argumentar que Morley es el último guardián de los valores "Reithianos" [aquí Warren Ellis se está refiriendo a John Reith, uno de los primeros directores de la BBC]. Su libro "Words and Music" es el monolítico tratado equivalente de las grandes series retóricas de televisión del pasado de la talla de "Civilisation", "The Ascent of Man" y "Connections". Está muy cerca de ser una fusión de las tres, con un poco del Cosmos de Carl Sagan en la mezcla, pero dejándola fermentar durante mil años en un coche que se ha estrellado en el jardín de JG Ballard. A veces me digo que Morley lo escribió porque sabía que nunca conseguiría convertirlo en programa de televisión. En su lugar -y esto es muy importante- se terminó convirtiendo en la versión final narrativa y ampliada del epopéyico e innovador "mash-up" titulado Raiding The 20th Century. Estrictamente, el Raiding de Kev es una historia sonora de la música con técnica "cut-up", y por lo tanto, una historia de la música del Siglo XX. Kev se dio cuenta de que al contar sus historias, Morley también estaba contando la historia de Kev. Y por eso habló con Morley y produjo la versión ampliada a principios de 2005, llevando a cabo una cosa que en realidad no existía antes. Morley como neófilo: la versión "mash-up" en MP3 libre del libro.
Lo que me lleva hasta lo que Morley está haciendo ahora en lugar del "The South Bank Show". Teniendo en cuenta que el material impreso está aparentemente muerto, o al menos no se paga demasiado bien, Morley está ofreciendo su propio programa a través de los buenos oficios del Observer Music Monthly. Enterrado en la web presencial del OMM, una vez al mes se puede ver una presentación multimedia realizada por Morley. No es sólo una columna sobre música, sino el vídeo de las entrevistas que ha realizado como apoyo al tema del mes o de un tema en concreto, los archivos de música, las actuaciones filmadas, y lo más inquietante, un archivo Flash que rellena la pantalla con un inmenso Morley que aparece como enmarañado maestro de ceremonias de discoteca. Por eso es capaz de tratar cualquier tema de una forma que los periodistas de música normalmente no sabrían. Incluso sigue siendo periodismo musical, porque parece una performance musical y artística.
Y esto en una época en la que las revistas de música se están muriendo ignoradas y los periodistas musicales están señalando a los blogs como los asesinos de la prensa escrita. Ha tenido que llegar un tipo de unos cincuenta años para inventarse los parámetros culturales de la música pop de antes de que nacieran los niños de Pitchfork e ilustrar exactamente cómo se puede hacer periodismo musical en la red: mediante la combinación de cosas impresas y televisión y música y performance, para crear una nueva bestia. Y todos los demás: los blogs y los actores y la televisión y la tinta impresa, parecen un poco más lentos y estúpidos en comparación.
Así que, sí, Paul Morley puede mantenerme caliente el asiento en The South Bank Show. Pero tal vez ha demostrado que no lo necesitaba tanto como el programa lo necesitaba a él.
Sin embargo, yo sigo queriendo mi estatua.
Creo que todos estamos de acuerdo en que en cuanto Melvyn Bragg se retire, deberían ofrecerme "The South Bank Show" [The South Bank Show fue un programa de TV de ITV Studios donde se ofrecían reportajes sobre la alta cultura y el arte popular indistintamente]. Si no por otro motivo, creo que por lo menos debería ser porque ha llegado la hora de que las artes mediáticas más serias den cobertura a los elementos de la industria cinematográfica japonesa que producen trabajos tan inventivos, bellamente diseñados y temáticamente musculosos como "El Pulpo Invade La Vagina", "El Pescado Que Crujió Y Ha Sufrido Heridas" y "La Anguila Y La Locha Que Atacan Por Culpa De Su Lascivia Parecen Algo Insanas".
Te aseguro que no te gustaría buscar todo lo que he enunciado para saber cómo es. Ese es el motivo por el que uno necesita la penetrante mirada artística del South Bank Show para descubrir y presentar esos artículos a la consideración de sus comprometidos espectadores. Francamente, soy la única opción real que podría reemplazar a Bragg cuando se retire, y he estado pensando en que Wired me debería patrocinar una campaña con ese fin. También quiero una de esas estatuas que Niyazov construyó sobre sí mismo. Ya sabes, la de 12 metros de altura, una de oro que gira para ponerse cara al sol. Pero ya nos pondremos más adelante con eso.
Dada mi relativa juventud y mi cuestionable bibliografía (y el hecho de que el editor de Wired, David Rowan, se eche a llorar cada vez que escucha mi nombre), entiendo que este trabajo podría no ponérseme inmediatamente al alcance. Mientras tanto, el siguiente que debería hacerse con las riendas debería ser Paul Morley. De hecho, ese curro siempre debería haber sido de Paul Morley, y si ITV desea cerrar la marca "South Bank Show" tras la partida del Señor Bragg, entonces simplemente se deberían inventar un nuevo nombre para la versión de Morley.
Es evidente que deberían asalariar a Morley hasta que accediese a comisariar y presentar un gran batiburrillo sobre las artes en televisión. Porque se ha convertido -o tal vez, se haya mantenido- como uno de los pocos neófitos reales y más agresivos de la vida cultural británica. Demonios, en un mundo perfecto estaría trabajando como director general de la BBC. Me siento inclinado a argumentar que Morley es el último guardián de los valores "Reithianos" [aquí Warren Ellis se está refiriendo a John Reith, uno de los primeros directores de la BBC]. Su libro "Words and Music" es el monolítico tratado equivalente de las grandes series retóricas de televisión del pasado de la talla de "Civilisation", "The Ascent of Man" y "Connections". Está muy cerca de ser una fusión de las tres, con un poco del Cosmos de Carl Sagan en la mezcla, pero dejándola fermentar durante mil años en un coche que se ha estrellado en el jardín de JG Ballard. A veces me digo que Morley lo escribió porque sabía que nunca conseguiría convertirlo en programa de televisión. En su lugar -y esto es muy importante- se terminó convirtiendo en la versión final narrativa y ampliada del epopéyico e innovador "mash-up" titulado Raiding The 20th Century. Estrictamente, el Raiding de Kev es una historia sonora de la música con técnica "cut-up", y por lo tanto, una historia de la música del Siglo XX. Kev se dio cuenta de que al contar sus historias, Morley también estaba contando la historia de Kev. Y por eso habló con Morley y produjo la versión ampliada a principios de 2005, llevando a cabo una cosa que en realidad no existía antes. Morley como neófilo: la versión "mash-up" en MP3 libre del libro.
Lo que me lleva hasta lo que Morley está haciendo ahora en lugar del "The South Bank Show". Teniendo en cuenta que el material impreso está aparentemente muerto, o al menos no se paga demasiado bien, Morley está ofreciendo su propio programa a través de los buenos oficios del Observer Music Monthly. Enterrado en la web presencial del OMM, una vez al mes se puede ver una presentación multimedia realizada por Morley. No es sólo una columna sobre música, sino el vídeo de las entrevistas que ha realizado como apoyo al tema del mes o de un tema en concreto, los archivos de música, las actuaciones filmadas, y lo más inquietante, un archivo Flash que rellena la pantalla con un inmenso Morley que aparece como enmarañado maestro de ceremonias de discoteca. Por eso es capaz de tratar cualquier tema de una forma que los periodistas de música normalmente no sabrían. Incluso sigue siendo periodismo musical, porque parece una performance musical y artística.
Y esto en una época en la que las revistas de música se están muriendo ignoradas y los periodistas musicales están señalando a los blogs como los asesinos de la prensa escrita. Ha tenido que llegar un tipo de unos cincuenta años para inventarse los parámetros culturales de la música pop de antes de que nacieran los niños de Pitchfork e ilustrar exactamente cómo se puede hacer periodismo musical en la red: mediante la combinación de cosas impresas y televisión y música y performance, para crear una nueva bestia. Y todos los demás: los blogs y los actores y la televisión y la tinta impresa, parecen un poco más lentos y estúpidos en comparación.
Así que, sí, Paul Morley puede mantenerme caliente el asiento en The South Bank Show. Pero tal vez ha demostrado que no lo necesitaba tanto como el programa lo necesitaba a él.
Sin embargo, yo sigo queriendo mi estatua.
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