Tinta Invisible, correo de LOS INVISIBLES 7 (1º Volumen), por Grant Morrison, traducido por Frog2000. Nota: solo he indicado el título de los libros que aparecen en el artículo que he logrado encontrar, pero es posible que muchos de ellos tengan edición en castellano y no haya sido capaz de descubrirla. Si son amables, indíquenlo en comentarios y lo iré actualizando.
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Grant Morrison.
Así que este era el controvertido séptimo número... tampoco ha sido para tanto, ¿no es cierto?
Siempre me ha sorprendido el número de cartas que demandan listados con mi material de lectura o de referencia para la serie. Me resisto a complacer esas demandas, porque lo único que facilitan no es más que la oportunidad de alardear de mis intereses actuales y mostrar lo inteligente y culto que pretendo ser. Sin embargo, ya que este arco argumental en particular ha supuesto una pesada y aburrida investigación, y ya que tan sólo me han llegado cuatro cartas y que mucha gente ha expresado genuina curiosidad sobre cuáles son los prolegómenos de este material, he decidido romper con mi preciada regla. Aquí está, para el que le interese, el estimado listado de libros que me he leído, releído y consultado para el arco titulado "Arcadia".
"The Holy Blood and the Holy Grail" [El Enigma Sagrado, Martínez Roca], de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln. "Poetical Works" [Poesía, Yunque], Percy Bysshe Shelley, "Shelley, The Pursuit", Richard Holmes, "Bloody Poetry", Howard Brenton, "Ariel" [ídem, Círculo de Lectores], de Andre Maurois, "The Illuminoids", de Neal Wilgus, "Aztec and Maya Myths" [Mitos Aztecas y Mayas, Akal], Karl Taube. "Words of Fire, Deeds of Blood", de Olivier Bernier, "The Guillotine and the terror" [La guillotina y la figuración del terror, Labor], de Daniel Arasse. The Marquis de Sade, de Robert del Quiaro, "The Passionate Philosopher, A de Sade Reader", seleccionado y traducido por Margaret Crossland, "Dark Eros", de Thomas Moore [parcialmente publicado en "Ser Hombre", Kairós], "The Sadeian Woman" [La mujer sadiana, Edhasa], Angela Carter, "Sexual Anarchy", de Elaine Showalter, "When The Whip Comes Down", de Jeremy Reed, "Mary Shelley", de Muriel Spark, "Secret and Suppressed", editado por Jim Keith, "The Voudoun Gnostic Workbook", por Michael Bertiaux, "The 120 of Sodom" [Los 120 días de Sodoma, la ed. que tengo yo es la de Reino de Cordelia], Marqués de Sade, "Coleridge, Early Visions", Richard Holmes, "Monstrous Cults", Stephen Sennitt, "The Electric Kool-Aid Acid Test" [Ponche de ácido lisérgico, Anagrama], Tom Wolfe, On the Bus, Ken Babbs y Paul Perry, Cyberia [Ciberia, Mondadori] de Douglas Rushkoff.
Y esto es todo. Ha llegado la hora de dejar que algunos lectores cojan la palabra.
Grant.
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David Wright,
Odessa, Tejas
"Hello, the Universal":
"donkey rides a penny a glass!" "The docker´s delight!" "Sha-la-la-la-lee!" [todo son referencias a temas de los Small Faces] ¿De qué va todo esto? La verdad es que no lo sé, pero me gusta. Desde que los brits invadieron nuestros costas con esa enloquecida Beatlemanía y el rollo de los cuatro fabulosos en el pasado, de alguna forma me he transformado en un anglófilo. (Hola, "Whovianos". Si, sé quienes sois.) Me gustaría poder decir que he disfrutado mucho con las vistas, olores y experiencias en mi camino hacia la iluminación en el polvoriento Nepal bajo un cielo de hachís afgano bañado por el sol, y con el vodka volcánico y el expreso del paradisíaco Tahití, pero no es cierto. No, estoy en un pintoresco rincón desayunando, comiéndome una banana madura y bebiendo café negro con una cucharada de leche que poco tiene que ver con la mítica isla de Katmandú, aquí, al oeste de alguna-parte-villa, Texas, deseando rascarme el sobaco, pero esa puede que sea otra historia. He estado viajando desde el sillón mediante impulsos electrónicos o químicos, transportado por la pulpa de árboles que te llevan hacia la tinta tecnológica del ordenador... y me he encontrado con los Invisibles. Hasta ahora el viaje ha ido bien. Sin turbulencias. Supongo que todo tendrá que ver con el hecho de que me encontrase el tercer número de los Invisibles en una tienda de libros usados, lo leyese y luego lo rompiese en pedazos, aunque luego procedí a buscar el segundo y el primero. De nuevo me los leí con tensa anticipación, luego los rompí, y ahora me encuentro a la caza de los legendarios números negativos. De todas formas, habiendo consumido los tres primeros ya puedo decir que me resultan bastante intrigantes, un arco argumental complejo que sin embargo se está empezando a estructurar, y que exhibe mucho estilo con una pizca de... perspicacia. Hasta ahora todo va bien. También estuvo muy bien ver a Grant en la San Diego Con del ´94 y que me firmase mis tebeos de Doom Patrol... aunque habría disfrutado más si hubiésemos intercambiado una palabra o dos, tal vez un amigable "hola" (tío, ¿eres capaz de decir algo así?) O un apretón de manos secreto, pero dadas las circunstancias, lo entiendo. Macho, esa Convención es una mezcla de caos embriagador, casi me recordó a algo parecido a un argumento de Doom Patrol. De dar miedo. Mantente alerta.
Postdata: Me gustaría promocionar uno de mis títulos favoritos del negocio del comic book: Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth, que actualmente lo está publicando DC. (¿Cómo habrán convencido a Marvel para comprar los derechos?) Siempre he pensado que estaba a la altura de "El Regreso del Caballero Oscuro" y "Watchmen". No te lo pierdas.
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Grant Morrison.
Imagino que es probable que los derechos de Moonshadow sigan siendo propiedad de sus creadores, David, y me disculpo por no haber hablado contigo en la San Diego Con. Normalmente suelo estar afectado por el jet lag y la resaca brutal, así que en esos eventos no hablo con la gente si no me hablan ellos primero. Cómo me gustaría ser capaz de disponer de la charla fácil y la humorada sin preocupaciones con que los fans de Neil Gaiman están tan familiarizados, pero lamentablemente estoy destinado a vivir y a morir como un hosco perro callejero que no es capaz de ofrecer palabras de consejo y aliento a mis lectores. Quizá la próxima vez...
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Spunkmeyer,
Filipinas.
Queridos hombres (y mujeres) Invisibles,
acabo de leer el tercer número de los Invisibles y el terror me ha asaltado en cuanto he dado la vuelta a la última página: ¡no había sección de correo! "¡Madre mía!" pensé, sin cartas, ¡ni una palabra más de la diarrea de Grant! Por eso me he decidido a escribir.
Culpa mía y de todo el jazz latino, porque quería escribir desde que el primer número aterrizó en los estantes, pero de alguna forma el tiempo transcurrió más rápido de lo habitual (por eso y porque sencillamente se me olvidó.)
Soy yo, Grant, Spunkmeyer, alguien que solía escribir cartas de forma continuada (y bastante rara) a la columna "Doom Sayers" durante tu etapa en Doom Patrol. Antes de seguir debería decirte que me divertí muchísimo con Zenith, así como también con Sebastian O ("Dios ha muerto", ciertamente).
"El Misterio Religioso" me pareció magnífico (y de nuevo, Dios también moría), con todas esas capas de profundidad y esa estructura, al igual que Arkham Asylum. Y la saga "Bad Gumbo" fue maravillosamente retorcida y de desarrollo inquietante para ser el primer vuelo en solitario de Mark [Millar] en la serie (un vuelo, debería añadir, que se está desarrollando especialmente bien.) Y ahora tenemos "Los Invisibles".
Ah... ¿qué más decir? En tres números he sido testigo de la sincronicidad "beatleniana", los terrores del conformismo moderno, el horripilante secreto de las ciudades, y el innegable enlace existente entre los Arcos Dorados y la codicia ("Si, en tu honor, aquí mismo tengo la evidencia. Si me haces el favor de mirar este mapa de Londres...") Y eso sólo es el principio.
Los actuales apuros de Dane están narrados con ese toque Morrison maravillosamente sesgado, y se pueden leer como si fuesen una colaboración entre Joseph Campbell y William Burroughs. Tal y como creo, Dane acaba de salir del vientre de la ballena, ha muerto y resucitado con la ayuda sobrenatural de Tom, y en el cuarto número debería empezar la Iniciación propiamente dicha, mientras arranca su viaje por La Carretera de la Adversidad. De nuevo, puede que me equivoque y que en el próximo número Dane se convierta en un habitual de Melrose Place. Porque con Grant nunca se sabe.
Los breves destellos del resto de Invisibles son originales y no es necesario decirlo, también estoy a la expectativa de ver qué ocurre con la iniciación propiamente dicha de Dane (si algo como iniciación "propiamente dicha" les preocupa a los Invisibles), tal y como también espero con ansiedad el arco dibujado por el lápiz de Jill Thompson.
Oh, si, y "Kill Your Boyfriend" [Mata a tu novio] promete mucho.
Ah, ya es suficiente por ahora. Me quedaré cerca para poder ver cómo Tom y Dane saltan en caída libre.
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Grant Morrison
Resulta agradable volver a saber de ti, Spunkmeyer. Siempre es alentador cuando alguien avista cosas como el material de patrones arquetípicos de escritores como Joseph Campbell. Entonces, ¿alguna idea sobre la reciente herida en la mano de Dane?
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Mark Haden Frazer,
Oconomowoc
Queridos Grant y compañía:
la primera saga ha terminado. Y odio admitirlo, pero hasta ahora estoy un poco cabreado. Esperaba más que un cruce entre Ian Fleming y Robert Anton Wilson junto con una buena dosis de vulgar existencialismo salmpimentándolo todo. El peculiar humor de los anteriores trabajos de Grant ha sido en gran parte tristemente obviado en estas páginas, siendo reemplazado por pedazos de conspiración seudo-alienígena y por ver cuántas veces puede aparecer la palabra "joder" en cada página.
A pesar de todo, planeo seguir por aquí durante una temporada, porque se necesita tiempo para sentar las bases de una serie que tenga algo más que a dos chicos mandándose a la mierda el uno al otro, y tengo mucha fe en Grant. Ahora que se han presentado todos los personajes principales, y Dane ha sido aceptado en la Orden, quizá las cosas se empiecen a desarrollar y se muevan a toda velocidad. Eso espero.
Sin embargo, esto podría no bastar para atenuar mi principal queja sobre los Invisibles, que es que hasta ahora Dane, como personaje principal, apesta. Es plano y básico. Aparece siendo
una especie de pequeño gamberro auto-destructivo, irreflexivo, grosero y ofensivo que ciertamente no merece o agradece que se le enseñe cuáles son los arcanos conocimientos o, en otras palabras, otros aspectos ocultos de la realidad. Dane no es muy diferente de los otros chicos de su edad, algo que de lo que yo también fui (más o menos) culpable a su edad. Aún así, el avance y elevación del espíritu de Dane produce una aburrida lectura cuando se escuchan cosas como "¡Jodeeeer!" y "¡me encantan las jodidas explosiones, tío!" todo el tiempo.
Imagina salir de marcha con alguien parecido a Dane en la vida real, y verás lo rápido que su superficialidad te pone de los nervios. Esa es la idea que intento expresar. Si, es realista para la edad que tiene y para su clase social. Pero eso no significa que tenga que gustarnos. Y no lo hace.
Mientras tanto, quizá deberías centrarte en el resto del elenco. Parece que tiene un enorme potencial, así como todo el concepto de la serie. Mucha suerte, estaremos observando.
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Grant Morrison
Dos cartas en dos números. ¡con un Mark! Debería ser digno de aquellos premios "acronómicos" que tanto le gustaban a Stan Lee. Siento que te hayas cabreado, pero ya no hay marcha atrás. Me gusta que digas que seguirás por aquí, porque te encantará saber que Dane no siempre ocupará el centro del escenario. Sin embargo, a diferencia tuya estoy muy encariñado con el personaje, y sigo teniendo la intención de que esta serie trace su progreso hacia su... um, "iluminación". Es alguien superficial porque tiene que serlo para poder sobrevivir, pero seguro que los pequeños gamberros auto-destructivos, irreflexivos, groseros y ofensivos también se merecen que les ilustren y alcancen así la iluminación como cualquier otra persona. Tal vez incluso más. ¿Estás seguro de que esos "arcanos conocimientos" sólo son competencia de los niños sensibles, bien educados y de clase media que tienen preciados ejemplares de El Señor de los Anillos en versión de bolsillo en sus estanterías? (¡Hola, Tim!)
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H. El Lobo,
Kansas City
Impresión Visible:
Los años más felices de mi vida fueron cuando no tenía nada. No poseía nada y nadie me poseía a mí. Ahora, 19 años después, me preguntó cómo hice para vender mi alma. No hubo ningún dramático pacto de sangre con un diablo presencial, tan sólo me fui deslizando en una gran comodidad. Anarquía suena a lujuria decadente. O al hedor del primitivismo. Poseo un montón de cosas agradables, frías o calóricas, aunque nada que te quisieras comer, provisiones sin fin de papel para el water (me apetece tener dinero para comprar cualquier cómic.) ¿Lo arriesgaría todo por la Libertad? No estoy seguro, y eso me preocupa. La pintada estará en la pared, pero he elegido no mirarla.
Así que, Grant, tu actitud arrogante te está consiguiendo algunas críticas. Ninguna gira por el mundo se puede llevar a cabo sin el sudor del proletariado. Y esta serie no se podría editar sin una super-estructura establecida detrás. Sin pan, no hay arte. Pero no te voy a culpar por ello. También pretendo todo lo que quieres tú. Me gustaría irme a las montañas a fumar hachís. Pero es que no me puedo olvidar de que la mayoría de nosotros estamos apegados a la mundana realidad. Si quieres alcanzarnos de alguna forma, creo que te estás engañando a ti mismo.
Sigue actuando como si fuese algo importante, aún sabiendo que resulta indiferente.
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Grant Morrison
Los años más felices de mi vida son ahora mismo, Sr. Lobo. He sido pobre durante 27 años y era una mierda. Tampoco creo que las almas se puedan vender. ¿Quién lo hace? ¿Quiénes las compran? ¿A qué precio? La mayor lujuria decadente de todas es descansar en la comodidad, flagelándote suavemente por haber vendido tu propia alma. De hecho, esta misma tarde lo voy a intentar. Sabiendo que ya sabes todo esto, de todas formas te lo tengo que decir para rellenar un poco más de espacio.
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Keith Leahy,
Pittsburgh
Queridos Grant, Stuart, Julie, o quien sea que se lea estas cartas.
He de admitir que esta es la primera carta que he escrito alguna vez a un comic book desde hace diez años que llevo coleccionándolos (aunque no ha sido porque Grant sea un gurú del comic book -o incluso aunque sea por eso, quizá porque no sentía que yo fuese alguien capaz de escribir un poema en inglés.) Lo primero que quiero decir es que me encanta que Grant trabaje de nuevo en un tebeo mensual, eché de menos su ingenio durante su descanso temporal (y eso que me divertí mucho con Sebastian O.) En medio del increíblemente aburrido curso de matemáticas en el instituto (si, estoy en el instituto), el concepto y las ideas de los Invisibles me parecen refrescantes. Además, también me gustaría decir que he ido siguiendo el trabajo de Grant a lo largo de todos estos años (Animal Man, Arkham Asylum, Doom Patrol, Kid Eternity), y me he divertido enormemente con cada una de sus obras. Aunque me perdí Los Vengadores (maldigo a mi tienda de cómics habitual -bueno, en realidad no, ya que eso puede acarrear karma negativo), y me pregunto si hay algo más de Grant que me he perdido. Lo que creo que logra que Grant sea tan grande es que sabe bien lo que está haciendo, o intenta hacer bien lo que sabe. Supongo que ambos argumentos son igual de válidos. Así que en su lugar intentaré interpretar los trabajos de Grant Morrison a través de los ojos de Beavis y Butt-Head, "Heh Heh Heh Heh Heh". Bueno, de todas formas creo que la obra de Grant es única, porque me gusta mucho más la segunda o tercera vez que la leo. Quizá soy un blandorro, o quizá he bebido demasiado Evian, pero después de las segundas lecturas, empiezo a descubrir otros significados en la obra de Grant. ¿Tendrán razón mis profesores cuando dicen que se entienden mejor las historias cuando se leen más de una vez? Eso creo. Por ejemplo, después de leer el cuarto número de los Invisibles, pensé en la canción de XTC que dice: "When the cities run with blood. And you drink our health in mud. All flesh be gone." (Es una estrofa de "Poor Skeleton Steps Out", de su disco "Oranges and lemons".) O quizá sólo lo pienso yo. De todas formas, sigue así, haciendo un trabajo tan bueno, (no espero menos.) Ahora escribiré mi poema en inglés.
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Grant Morrison.
Y cuando lo escribas, envíaselo a Sandman. En su sección de correo no aparece suficiente poesía. Probablemente habrá toneladas de cosas mías que te has perdido, pero no tengo espacio para listarlas aquí.
Algún alma buena debería enviarte un sumario.
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Grant Morrison.
Así que este era el controvertido séptimo número... tampoco ha sido para tanto, ¿no es cierto?
Siempre me ha sorprendido el número de cartas que demandan listados con mi material de lectura o de referencia para la serie. Me resisto a complacer esas demandas, porque lo único que facilitan no es más que la oportunidad de alardear de mis intereses actuales y mostrar lo inteligente y culto que pretendo ser. Sin embargo, ya que este arco argumental en particular ha supuesto una pesada y aburrida investigación, y ya que tan sólo me han llegado cuatro cartas y que mucha gente ha expresado genuina curiosidad sobre cuáles son los prolegómenos de este material, he decidido romper con mi preciada regla. Aquí está, para el que le interese, el estimado listado de libros que me he leído, releído y consultado para el arco titulado "Arcadia".
"The Holy Blood and the Holy Grail" [El Enigma Sagrado, Martínez Roca], de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln. "Poetical Works" [Poesía, Yunque], Percy Bysshe Shelley, "Shelley, The Pursuit", Richard Holmes, "Bloody Poetry", Howard Brenton, "Ariel" [ídem, Círculo de Lectores], de Andre Maurois, "The Illuminoids", de Neal Wilgus, "Aztec and Maya Myths" [Mitos Aztecas y Mayas, Akal], Karl Taube. "Words of Fire, Deeds of Blood", de Olivier Bernier, "The Guillotine and the terror" [La guillotina y la figuración del terror, Labor], de Daniel Arasse. The Marquis de Sade, de Robert del Quiaro, "The Passionate Philosopher, A de Sade Reader", seleccionado y traducido por Margaret Crossland, "Dark Eros", de Thomas Moore [parcialmente publicado en "Ser Hombre", Kairós], "The Sadeian Woman" [La mujer sadiana, Edhasa], Angela Carter, "Sexual Anarchy", de Elaine Showalter, "When The Whip Comes Down", de Jeremy Reed, "Mary Shelley", de Muriel Spark, "Secret and Suppressed", editado por Jim Keith, "The Voudoun Gnostic Workbook", por Michael Bertiaux, "The 120 of Sodom" [Los 120 días de Sodoma, la ed. que tengo yo es la de Reino de Cordelia], Marqués de Sade, "Coleridge, Early Visions", Richard Holmes, "Monstrous Cults", Stephen Sennitt, "The Electric Kool-Aid Acid Test" [Ponche de ácido lisérgico, Anagrama], Tom Wolfe, On the Bus, Ken Babbs y Paul Perry, Cyberia [Ciberia, Mondadori] de Douglas Rushkoff.
Y esto es todo. Ha llegado la hora de dejar que algunos lectores cojan la palabra.
Grant.
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David Wright,
Odessa, Tejas
"Hello, the Universal":
"donkey rides a penny a glass!" "The docker´s delight!" "Sha-la-la-la-lee!" [todo son referencias a temas de los Small Faces] ¿De qué va todo esto? La verdad es que no lo sé, pero me gusta. Desde que los brits invadieron nuestros costas con esa enloquecida Beatlemanía y el rollo de los cuatro fabulosos en el pasado, de alguna forma me he transformado en un anglófilo. (Hola, "Whovianos". Si, sé quienes sois.) Me gustaría poder decir que he disfrutado mucho con las vistas, olores y experiencias en mi camino hacia la iluminación en el polvoriento Nepal bajo un cielo de hachís afgano bañado por el sol, y con el vodka volcánico y el expreso del paradisíaco Tahití, pero no es cierto. No, estoy en un pintoresco rincón desayunando, comiéndome una banana madura y bebiendo café negro con una cucharada de leche que poco tiene que ver con la mítica isla de Katmandú, aquí, al oeste de alguna-parte-villa, Texas, deseando rascarme el sobaco, pero esa puede que sea otra historia. He estado viajando desde el sillón mediante impulsos electrónicos o químicos, transportado por la pulpa de árboles que te llevan hacia la tinta tecnológica del ordenador... y me he encontrado con los Invisibles. Hasta ahora el viaje ha ido bien. Sin turbulencias. Supongo que todo tendrá que ver con el hecho de que me encontrase el tercer número de los Invisibles en una tienda de libros usados, lo leyese y luego lo rompiese en pedazos, aunque luego procedí a buscar el segundo y el primero. De nuevo me los leí con tensa anticipación, luego los rompí, y ahora me encuentro a la caza de los legendarios números negativos. De todas formas, habiendo consumido los tres primeros ya puedo decir que me resultan bastante intrigantes, un arco argumental complejo que sin embargo se está empezando a estructurar, y que exhibe mucho estilo con una pizca de... perspicacia. Hasta ahora todo va bien. También estuvo muy bien ver a Grant en la San Diego Con del ´94 y que me firmase mis tebeos de Doom Patrol... aunque habría disfrutado más si hubiésemos intercambiado una palabra o dos, tal vez un amigable "hola" (tío, ¿eres capaz de decir algo así?) O un apretón de manos secreto, pero dadas las circunstancias, lo entiendo. Macho, esa Convención es una mezcla de caos embriagador, casi me recordó a algo parecido a un argumento de Doom Patrol. De dar miedo. Mantente alerta.
Postdata: Me gustaría promocionar uno de mis títulos favoritos del negocio del comic book: Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth, que actualmente lo está publicando DC. (¿Cómo habrán convencido a Marvel para comprar los derechos?) Siempre he pensado que estaba a la altura de "El Regreso del Caballero Oscuro" y "Watchmen". No te lo pierdas.
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Grant Morrison.
Imagino que es probable que los derechos de Moonshadow sigan siendo propiedad de sus creadores, David, y me disculpo por no haber hablado contigo en la San Diego Con. Normalmente suelo estar afectado por el jet lag y la resaca brutal, así que en esos eventos no hablo con la gente si no me hablan ellos primero. Cómo me gustaría ser capaz de disponer de la charla fácil y la humorada sin preocupaciones con que los fans de Neil Gaiman están tan familiarizados, pero lamentablemente estoy destinado a vivir y a morir como un hosco perro callejero que no es capaz de ofrecer palabras de consejo y aliento a mis lectores. Quizá la próxima vez...
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Spunkmeyer,
Filipinas.
Queridos hombres (y mujeres) Invisibles,
acabo de leer el tercer número de los Invisibles y el terror me ha asaltado en cuanto he dado la vuelta a la última página: ¡no había sección de correo! "¡Madre mía!" pensé, sin cartas, ¡ni una palabra más de la diarrea de Grant! Por eso me he decidido a escribir.
Culpa mía y de todo el jazz latino, porque quería escribir desde que el primer número aterrizó en los estantes, pero de alguna forma el tiempo transcurrió más rápido de lo habitual (por eso y porque sencillamente se me olvidó.)
Soy yo, Grant, Spunkmeyer, alguien que solía escribir cartas de forma continuada (y bastante rara) a la columna "Doom Sayers" durante tu etapa en Doom Patrol. Antes de seguir debería decirte que me divertí muchísimo con Zenith, así como también con Sebastian O ("Dios ha muerto", ciertamente).
"El Misterio Religioso" me pareció magnífico (y de nuevo, Dios también moría), con todas esas capas de profundidad y esa estructura, al igual que Arkham Asylum. Y la saga "Bad Gumbo" fue maravillosamente retorcida y de desarrollo inquietante para ser el primer vuelo en solitario de Mark [Millar] en la serie (un vuelo, debería añadir, que se está desarrollando especialmente bien.) Y ahora tenemos "Los Invisibles".
Ah... ¿qué más decir? En tres números he sido testigo de la sincronicidad "beatleniana", los terrores del conformismo moderno, el horripilante secreto de las ciudades, y el innegable enlace existente entre los Arcos Dorados y la codicia ("Si, en tu honor, aquí mismo tengo la evidencia. Si me haces el favor de mirar este mapa de Londres...") Y eso sólo es el principio.
Los actuales apuros de Dane están narrados con ese toque Morrison maravillosamente sesgado, y se pueden leer como si fuesen una colaboración entre Joseph Campbell y William Burroughs. Tal y como creo, Dane acaba de salir del vientre de la ballena, ha muerto y resucitado con la ayuda sobrenatural de Tom, y en el cuarto número debería empezar la Iniciación propiamente dicha, mientras arranca su viaje por La Carretera de la Adversidad. De nuevo, puede que me equivoque y que en el próximo número Dane se convierta en un habitual de Melrose Place. Porque con Grant nunca se sabe.
Los breves destellos del resto de Invisibles son originales y no es necesario decirlo, también estoy a la expectativa de ver qué ocurre con la iniciación propiamente dicha de Dane (si algo como iniciación "propiamente dicha" les preocupa a los Invisibles), tal y como también espero con ansiedad el arco dibujado por el lápiz de Jill Thompson.
Oh, si, y "Kill Your Boyfriend" [Mata a tu novio] promete mucho.
Ah, ya es suficiente por ahora. Me quedaré cerca para poder ver cómo Tom y Dane saltan en caída libre.
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Grant Morrison
Resulta agradable volver a saber de ti, Spunkmeyer. Siempre es alentador cuando alguien avista cosas como el material de patrones arquetípicos de escritores como Joseph Campbell. Entonces, ¿alguna idea sobre la reciente herida en la mano de Dane?
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Mark Haden Frazer,
Oconomowoc
Queridos Grant y compañía:
la primera saga ha terminado. Y odio admitirlo, pero hasta ahora estoy un poco cabreado. Esperaba más que un cruce entre Ian Fleming y Robert Anton Wilson junto con una buena dosis de vulgar existencialismo salmpimentándolo todo. El peculiar humor de los anteriores trabajos de Grant ha sido en gran parte tristemente obviado en estas páginas, siendo reemplazado por pedazos de conspiración seudo-alienígena y por ver cuántas veces puede aparecer la palabra "joder" en cada página.
A pesar de todo, planeo seguir por aquí durante una temporada, porque se necesita tiempo para sentar las bases de una serie que tenga algo más que a dos chicos mandándose a la mierda el uno al otro, y tengo mucha fe en Grant. Ahora que se han presentado todos los personajes principales, y Dane ha sido aceptado en la Orden, quizá las cosas se empiecen a desarrollar y se muevan a toda velocidad. Eso espero.
Sin embargo, esto podría no bastar para atenuar mi principal queja sobre los Invisibles, que es que hasta ahora Dane, como personaje principal, apesta. Es plano y básico. Aparece siendo
una especie de pequeño gamberro auto-destructivo, irreflexivo, grosero y ofensivo que ciertamente no merece o agradece que se le enseñe cuáles son los arcanos conocimientos o, en otras palabras, otros aspectos ocultos de la realidad. Dane no es muy diferente de los otros chicos de su edad, algo que de lo que yo también fui (más o menos) culpable a su edad. Aún así, el avance y elevación del espíritu de Dane produce una aburrida lectura cuando se escuchan cosas como "¡Jodeeeer!" y "¡me encantan las jodidas explosiones, tío!" todo el tiempo.
Imagina salir de marcha con alguien parecido a Dane en la vida real, y verás lo rápido que su superficialidad te pone de los nervios. Esa es la idea que intento expresar. Si, es realista para la edad que tiene y para su clase social. Pero eso no significa que tenga que gustarnos. Y no lo hace.
Mientras tanto, quizá deberías centrarte en el resto del elenco. Parece que tiene un enorme potencial, así como todo el concepto de la serie. Mucha suerte, estaremos observando.
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Grant Morrison
Dos cartas en dos números. ¡con un Mark! Debería ser digno de aquellos premios "acronómicos" que tanto le gustaban a Stan Lee. Siento que te hayas cabreado, pero ya no hay marcha atrás. Me gusta que digas que seguirás por aquí, porque te encantará saber que Dane no siempre ocupará el centro del escenario. Sin embargo, a diferencia tuya estoy muy encariñado con el personaje, y sigo teniendo la intención de que esta serie trace su progreso hacia su... um, "iluminación". Es alguien superficial porque tiene que serlo para poder sobrevivir, pero seguro que los pequeños gamberros auto-destructivos, irreflexivos, groseros y ofensivos también se merecen que les ilustren y alcancen así la iluminación como cualquier otra persona. Tal vez incluso más. ¿Estás seguro de que esos "arcanos conocimientos" sólo son competencia de los niños sensibles, bien educados y de clase media que tienen preciados ejemplares de El Señor de los Anillos en versión de bolsillo en sus estanterías? (¡Hola, Tim!)
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H. El Lobo,
Kansas City
Impresión Visible:
Los años más felices de mi vida fueron cuando no tenía nada. No poseía nada y nadie me poseía a mí. Ahora, 19 años después, me preguntó cómo hice para vender mi alma. No hubo ningún dramático pacto de sangre con un diablo presencial, tan sólo me fui deslizando en una gran comodidad. Anarquía suena a lujuria decadente. O al hedor del primitivismo. Poseo un montón de cosas agradables, frías o calóricas, aunque nada que te quisieras comer, provisiones sin fin de papel para el water (me apetece tener dinero para comprar cualquier cómic.) ¿Lo arriesgaría todo por la Libertad? No estoy seguro, y eso me preocupa. La pintada estará en la pared, pero he elegido no mirarla.
Así que, Grant, tu actitud arrogante te está consiguiendo algunas críticas. Ninguna gira por el mundo se puede llevar a cabo sin el sudor del proletariado. Y esta serie no se podría editar sin una super-estructura establecida detrás. Sin pan, no hay arte. Pero no te voy a culpar por ello. También pretendo todo lo que quieres tú. Me gustaría irme a las montañas a fumar hachís. Pero es que no me puedo olvidar de que la mayoría de nosotros estamos apegados a la mundana realidad. Si quieres alcanzarnos de alguna forma, creo que te estás engañando a ti mismo.
Sigue actuando como si fuese algo importante, aún sabiendo que resulta indiferente.
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Grant Morrison
Los años más felices de mi vida son ahora mismo, Sr. Lobo. He sido pobre durante 27 años y era una mierda. Tampoco creo que las almas se puedan vender. ¿Quién lo hace? ¿Quiénes las compran? ¿A qué precio? La mayor lujuria decadente de todas es descansar en la comodidad, flagelándote suavemente por haber vendido tu propia alma. De hecho, esta misma tarde lo voy a intentar. Sabiendo que ya sabes todo esto, de todas formas te lo tengo que decir para rellenar un poco más de espacio.
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Keith Leahy,
Pittsburgh
Queridos Grant, Stuart, Julie, o quien sea que se lea estas cartas.
He de admitir que esta es la primera carta que he escrito alguna vez a un comic book desde hace diez años que llevo coleccionándolos (aunque no ha sido porque Grant sea un gurú del comic book -o incluso aunque sea por eso, quizá porque no sentía que yo fuese alguien capaz de escribir un poema en inglés.) Lo primero que quiero decir es que me encanta que Grant trabaje de nuevo en un tebeo mensual, eché de menos su ingenio durante su descanso temporal (y eso que me divertí mucho con Sebastian O.) En medio del increíblemente aburrido curso de matemáticas en el instituto (si, estoy en el instituto), el concepto y las ideas de los Invisibles me parecen refrescantes. Además, también me gustaría decir que he ido siguiendo el trabajo de Grant a lo largo de todos estos años (Animal Man, Arkham Asylum, Doom Patrol, Kid Eternity), y me he divertido enormemente con cada una de sus obras. Aunque me perdí Los Vengadores (maldigo a mi tienda de cómics habitual -bueno, en realidad no, ya que eso puede acarrear karma negativo), y me pregunto si hay algo más de Grant que me he perdido. Lo que creo que logra que Grant sea tan grande es que sabe bien lo que está haciendo, o intenta hacer bien lo que sabe. Supongo que ambos argumentos son igual de válidos. Así que en su lugar intentaré interpretar los trabajos de Grant Morrison a través de los ojos de Beavis y Butt-Head, "Heh Heh Heh Heh Heh". Bueno, de todas formas creo que la obra de Grant es única, porque me gusta mucho más la segunda o tercera vez que la leo. Quizá soy un blandorro, o quizá he bebido demasiado Evian, pero después de las segundas lecturas, empiezo a descubrir otros significados en la obra de Grant. ¿Tendrán razón mis profesores cuando dicen que se entienden mejor las historias cuando se leen más de una vez? Eso creo. Por ejemplo, después de leer el cuarto número de los Invisibles, pensé en la canción de XTC que dice: "When the cities run with blood. And you drink our health in mud. All flesh be gone." (Es una estrofa de "Poor Skeleton Steps Out", de su disco "Oranges and lemons".) O quizá sólo lo pienso yo. De todas formas, sigue así, haciendo un trabajo tan bueno, (no espero menos.) Ahora escribiré mi poema en inglés.
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Grant Morrison.
Y cuando lo escribas, envíaselo a Sandman. En su sección de correo no aparece suficiente poesía. Probablemente habrá toneladas de cosas mías que te has perdido, pero no tengo espacio para listarlas aquí.
Algún alma buena debería enviarte un sumario.
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