Reflexión de Warren Ellis aparecida en su web Morning, Computer en 2016. Traducida por Frog2000.
Llevo meses sin viajar a ningún sitio. Y te voy a decir cómo me siento. De vez en cuando tengo que desplazarme ocasional y apresuradamente hasta Londres por negocios. Eso es todo. El aeropuerto más cercano ha clausurado algunos de los vuelos a lugares que me encantan, el trabajo se ha vuelto muy estresante, estoy cansado, y eso es todo lo que puedo decir. Ni siquiera es que esté escribiendo esto por la mañana, porque me he quedado dormido y me han despertado la alarma y un gato que aparentemente estaba intentando vaciarme y usarme como un búnker de combate. Tengo preparado todo un kit de viaje con el que podría trabajar en ruta y que se ha quedado tirado a un lado porque me siento cansado y aplastado por el peso del invierno.
Así que he decidido que en realidad es primavera. Pero no lo es. El tiempo es frío y gris, húmedo y jodido. Pero a veces tienes que que querer salir de la cama. Aceptar que va a haber ocasiones en las que vas a fastidiarla y que querrás volver a recostarte sobre la almohada. Pero tienes que esforzarte un poco más por levantarte y pasar más días atravesando la faz de la tierra en lugar de cruzar solamente la alfombra desde el dormitorio hasta el baño. O pasando los días pensando en un catéter. O comprobar que las sillas elevadoras podrían instalarse horizontalmente para poder ser transportado hasta el baño en una especie de monorraíl.
Y puede que haya estado planificando lleva todo esto a cabo. O puede que no. O igual (o igual no) la próxima semana una abuela me pille comprobando la sillita salva-escaleras que le ha regalado su nieto.
Llevo meses sin viajar a ningún sitio. Y te voy a decir cómo me siento. De vez en cuando tengo que desplazarme ocasional y apresuradamente hasta Londres por negocios. Eso es todo. El aeropuerto más cercano ha clausurado algunos de los vuelos a lugares que me encantan, el trabajo se ha vuelto muy estresante, estoy cansado, y eso es todo lo que puedo decir. Ni siquiera es que esté escribiendo esto por la mañana, porque me he quedado dormido y me han despertado la alarma y un gato que aparentemente estaba intentando vaciarme y usarme como un búnker de combate. Tengo preparado todo un kit de viaje con el que podría trabajar en ruta y que se ha quedado tirado a un lado porque me siento cansado y aplastado por el peso del invierno.
Así que he decidido que en realidad es primavera. Pero no lo es. El tiempo es frío y gris, húmedo y jodido. Pero a veces tienes que que querer salir de la cama. Aceptar que va a haber ocasiones en las que vas a fastidiarla y que querrás volver a recostarte sobre la almohada. Pero tienes que esforzarte un poco más por levantarte y pasar más días atravesando la faz de la tierra en lugar de cruzar solamente la alfombra desde el dormitorio hasta el baño. O pasando los días pensando en un catéter. O comprobar que las sillas elevadoras podrían instalarse horizontalmente para poder ser transportado hasta el baño en una especie de monorraíl.
Y puede que haya estado planificando lleva todo esto a cabo. O puede que no. O igual (o igual no) la próxima semana una abuela me pille comprobando la sillita salva-escaleras que le ha regalado su nieto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario