Alcanzando la divinidad a través de la tinta y el pincel, por Bill Randall. Artículo aparecido en The Comics Journal nº 246 (2002). Traducido por Frog2000. Parte 1.
Un artículo sobre Fénix (obra publicada por Planeta DeAgostini en 12 tomos.)
Cuando el Arte empieza a hacerse las mismas preguntas que la religión, suele ser habitual comparar al artista con Dios, el Creador. Incluso aunque en ningún momento Tezuka se llegase a comparar voluntariamente con Dios, a la chita callando compartió dicha perspectiva cuando empezó a profundizar en su propio Universo. Si alguien tuviera que resumir Fénix en una palabra, esa sería "amplitud". En sus páginas Tezuka oscila entre los pequeños dramas humanos y los sucesos de enorme amplitud geográfica, navegando a través de sus historias mediante el uso de viñetas enormes y planos generales donde podemos observar el derrumbamiento de cordilleras o la evolución de una raza de babosas sentientes. Algunas de sus maniobras narrativas más sobrecogedoras están formadas por las vivencias de unos personajes definidos de forma escrupulosa y de los procesos que conforman el mundo a su alrededor en tan solo unas pocas páginas. En "Historia del Futuro" intercala la vida demasiado longeva de Masato con páginas en las que se describe el paso del tiempo geológico. Más tarde en el mismo tomo, después de que la forma física de Masato se haya disuelto, se puede leer una secuencia de doce páginas donde no aparece ningún personaje, sino que en su lugar asistimos al proceso de la Evolución. Tezuka nunca narra sus historias utilizando páginas de diseño convencional ni tampoco parece que su propósito sea hacerlo usando la narrativa y los personajes tradicionales. Lo que hace es ir más allá.
LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
Anteriormente el lector inglés que quisiera leer el Fénix de Tezuka tan sólo podía encontrar disponible una corta historieta traducida en uno de los apéndices del libro "Manga! Manga!" de Frederik Schodt, o en un ensayo sobre la serie que aparecía en otro libro. Pero ahora existe un volumen de 300 páginas de la segunda entrega de Hi no Tori titulado "Phoenix: A Tale of the Future". Traducido por Dadakai, alias de Frederik Schodt y Jared Cook, esta edición en inglés replica perfectamente el tamaño y el diseño de la edición japonesa. Por lo general el rotulado y los retoques resultan imperceptibles, tal y como debería ser. Solo algunas veces los tonos de reproducción evidencian patrones ligeramente muarés, aunque la impresión está realizada sobre un agradable y grueso papel que luce de forma vistosa. La edición de Viz para lo que podríamos llamar otro escalón superior en la traducción de mangas posee la atención y el cuidado necesarios que requería la obra. No creo que próximamente volvamos a ver nada parecido y si me equivocase sería muy feliz.
Esta historia de Tezuka que ya puede leerse en idioma inglés es buena, pero lo que está por venir es incluso mejor. Las series televisivas de Astro Boy y Kimba, the White Lion siempre han sido tremendamente apreciadas en Estados Unidos, pero los cómics llevaban mucho tiempo sin traducirse hasta fecha reciente. El primer proyecto a gran escala de Tezuka traducido al inglés fue "Adolf: A Tale of the Twentieth Century". En lo que se refiere a pretensiones literarias "serias", dicha obra siempre ha ocupado un espacio único en su producción. La edición en inglés emula las trampas de la "ficción" y puede funcionar como una competente introducción para los que no se sientan plenamente cómodos con la apariencia de producto para niños del resto de la producción del autor y busquen cierta unidad estética en los cómics. El resto de traducciones, además de las que hacían aparición en la sección del autor incorporada en "Manga! Manga!" y en la edición inglesa editada por Japan Times de Crimen y Castigo, consisten en un par de tomos de Black Jack, y en la nueva edición de Astro Boy de Dark Horse. No es mucho, pero parece un buen comienzo.
Como ocurre con Los Cuentos de Canterbury, Fénix es bastante desigual. Sin embargo, quejarse de irregularidades en obras de esta escala parece improcedente, especialmente cuando la mayor parte de la obra es tan buena. Viz ha elegido el segundo volumen de la serie como punto de partida, y supongo que a continuación elegirá el resto de primeros volúmenes, porque son recordados como uno de los grandes logros de Tezuka. También asumo que no es un experimento de un solo tomo. Los mejores momentos de la serie aún están por llegar, por mucho que Una Historia del Futuro sea un estupendo primer volumen.
Este volumen de la serie ejemplifica perfectamente los objetivos de toda la obra y para los nuevos lectores funciona como un gran primer escalón. Más aún, en un movimiento muy astuto por parte de Viz, este es uno de los tomos donde se desarrolla una historia que supura ciencia ficción por los cuatro costados. La ciencia ficción es el género preferido por el fan habitual del anime y el manga, y la verdad es que los láseres y coches voladores abundan en el mundo futurista de Tezuka. Además, esta obra enlaza muy bien con la floja adaptación cinematográfica, absolutamente despreciable pero muy popular, de la versión de Metrópolis de Tezuka de la película de Fritz Lang. En cuanto a paisajes urbanos y personajes, las dos obras comparten diseños similares, y creo que ya va siendo hora de que se produzca una versión cinematográfica de la obra del autor a la altura de su genio. Afortunadamente en Estados Unidos existen los suficientes consumidores habituales de manga y anime como para asegurarnos de que la publicación de la serie de forma continuada será todo un éxito. Finalizar esta edición sería el equivalente a la traducción de la obra completa de Tintin al inglés, aunque si alguien me preguntase le contestaría que Fénix me parece un trabajo superior. Excepto por Tintin en el Tibet, claro. Y sí, Shakespeare también es capaz de hacer morder el polvo a Li Po.
(Continuará)
Un artículo sobre Fénix (obra publicada por Planeta DeAgostini en 12 tomos.)
Cuando el Arte empieza a hacerse las mismas preguntas que la religión, suele ser habitual comparar al artista con Dios, el Creador. Incluso aunque en ningún momento Tezuka se llegase a comparar voluntariamente con Dios, a la chita callando compartió dicha perspectiva cuando empezó a profundizar en su propio Universo. Si alguien tuviera que resumir Fénix en una palabra, esa sería "amplitud". En sus páginas Tezuka oscila entre los pequeños dramas humanos y los sucesos de enorme amplitud geográfica, navegando a través de sus historias mediante el uso de viñetas enormes y planos generales donde podemos observar el derrumbamiento de cordilleras o la evolución de una raza de babosas sentientes. Algunas de sus maniobras narrativas más sobrecogedoras están formadas por las vivencias de unos personajes definidos de forma escrupulosa y de los procesos que conforman el mundo a su alrededor en tan solo unas pocas páginas. En "Historia del Futuro" intercala la vida demasiado longeva de Masato con páginas en las que se describe el paso del tiempo geológico. Más tarde en el mismo tomo, después de que la forma física de Masato se haya disuelto, se puede leer una secuencia de doce páginas donde no aparece ningún personaje, sino que en su lugar asistimos al proceso de la Evolución. Tezuka nunca narra sus historias utilizando páginas de diseño convencional ni tampoco parece que su propósito sea hacerlo usando la narrativa y los personajes tradicionales. Lo que hace es ir más allá.
LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
Anteriormente el lector inglés que quisiera leer el Fénix de Tezuka tan sólo podía encontrar disponible una corta historieta traducida en uno de los apéndices del libro "Manga! Manga!" de Frederik Schodt, o en un ensayo sobre la serie que aparecía en otro libro. Pero ahora existe un volumen de 300 páginas de la segunda entrega de Hi no Tori titulado "Phoenix: A Tale of the Future". Traducido por Dadakai, alias de Frederik Schodt y Jared Cook, esta edición en inglés replica perfectamente el tamaño y el diseño de la edición japonesa. Por lo general el rotulado y los retoques resultan imperceptibles, tal y como debería ser. Solo algunas veces los tonos de reproducción evidencian patrones ligeramente muarés, aunque la impresión está realizada sobre un agradable y grueso papel que luce de forma vistosa. La edición de Viz para lo que podríamos llamar otro escalón superior en la traducción de mangas posee la atención y el cuidado necesarios que requería la obra. No creo que próximamente volvamos a ver nada parecido y si me equivocase sería muy feliz.
Esta historia de Tezuka que ya puede leerse en idioma inglés es buena, pero lo que está por venir es incluso mejor. Las series televisivas de Astro Boy y Kimba, the White Lion siempre han sido tremendamente apreciadas en Estados Unidos, pero los cómics llevaban mucho tiempo sin traducirse hasta fecha reciente. El primer proyecto a gran escala de Tezuka traducido al inglés fue "Adolf: A Tale of the Twentieth Century". En lo que se refiere a pretensiones literarias "serias", dicha obra siempre ha ocupado un espacio único en su producción. La edición en inglés emula las trampas de la "ficción" y puede funcionar como una competente introducción para los que no se sientan plenamente cómodos con la apariencia de producto para niños del resto de la producción del autor y busquen cierta unidad estética en los cómics. El resto de traducciones, además de las que hacían aparición en la sección del autor incorporada en "Manga! Manga!" y en la edición inglesa editada por Japan Times de Crimen y Castigo, consisten en un par de tomos de Black Jack, y en la nueva edición de Astro Boy de Dark Horse. No es mucho, pero parece un buen comienzo.
Como ocurre con Los Cuentos de Canterbury, Fénix es bastante desigual. Sin embargo, quejarse de irregularidades en obras de esta escala parece improcedente, especialmente cuando la mayor parte de la obra es tan buena. Viz ha elegido el segundo volumen de la serie como punto de partida, y supongo que a continuación elegirá el resto de primeros volúmenes, porque son recordados como uno de los grandes logros de Tezuka. También asumo que no es un experimento de un solo tomo. Los mejores momentos de la serie aún están por llegar, por mucho que Una Historia del Futuro sea un estupendo primer volumen.
Este volumen de la serie ejemplifica perfectamente los objetivos de toda la obra y para los nuevos lectores funciona como un gran primer escalón. Más aún, en un movimiento muy astuto por parte de Viz, este es uno de los tomos donde se desarrolla una historia que supura ciencia ficción por los cuatro costados. La ciencia ficción es el género preferido por el fan habitual del anime y el manga, y la verdad es que los láseres y coches voladores abundan en el mundo futurista de Tezuka. Además, esta obra enlaza muy bien con la floja adaptación cinematográfica, absolutamente despreciable pero muy popular, de la versión de Metrópolis de Tezuka de la película de Fritz Lang. En cuanto a paisajes urbanos y personajes, las dos obras comparten diseños similares, y creo que ya va siendo hora de que se produzca una versión cinematográfica de la obra del autor a la altura de su genio. Afortunadamente en Estados Unidos existen los suficientes consumidores habituales de manga y anime como para asegurarnos de que la publicación de la serie de forma continuada será todo un éxito. Finalizar esta edición sería el equivalente a la traducción de la obra completa de Tintin al inglés, aunque si alguien me preguntase le contestaría que Fénix me parece un trabajo superior. Excepto por Tintin en el Tibet, claro. Y sí, Shakespeare también es capaz de hacer morder el polvo a Li Po.
(Continuará)
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