Entrevista de Robin McConnell con Geof Darrow para el programa de radio Inkstuds, 2011. Traducción: Frog2000. Parte 1.
Robin McConnell: Cuando empiezas a dibujar, ¿se produce algún tipo de automatismo en el sentido de que sigues y sigues dibujando y llenando espacio, para ver simplemente lo que surge?
Geof Darrow: La verdad es que no lo sé. Todo empieza de una forma bastante sensata y un poco simple, y hasta que no he acabado de dibujar algo y pienso: "Oh, esto no tiene tan mala pinta", suelo estar muy nervioso. "Oh, esto no es más que otro de esos horribles dibujos". Puede que en ese punto todavía me parezca algo pésimo, pero luego me digo: "Oh, pero tiene algo de interés". Y también suelo pensar cosas en plan: "¡Oh! Ese tío... esa mujer lleva una bolsa de la compra. ¡Qué pasa si le pongo un cerdo, si lo meto dentro de la bolsa! ¡Ese tipo de ahí se está fumando un bebé! ¡Ese bebé es una cachimba viviente!”, y otras cosas por el estilo. Se parece un poco a lo que has comentado antes, gran parte de las cosas surge de mis ideas. No lo planeo, ni tampoco me digo: "Oh, voy a dibujar..." Así fue en Hard Boiled, muchas de esas cosas simplemente aparecieron de repente. ¡No estaban planeadas! [Risas.]
¿Alguna vez, con las páginas de Hard Boiled en la mano, llegaste a mirar el resultado final y te dijiste: "¿De dónde proviene eso?"
No. Lo que pasa es que no recuerdo gran cosa de lo que he ido dibujando. Muchas veces me digo: "¡Oh, Jesús! ¿Por qué habré dibujado eso? ¿Por qué he dibujado esas cosas? Mira, ¡guau!... ¡Madre mía! Mira esa cosita de ahí. ¿Por qué la habré dibujado?
Así que conociste a Miller a través de Moebius.
Si, si, si. Fue uno de esos momentos típicos de Moebius en el que justo me acababa de llamar. Él vivía en Los Ángeles entonces, y yo estaba por allí. Así que hablé con Frank por teléfono, porque como que... no sé cómo conseguí su... estaba viviendo en Los Ángeles y Moebius también vivía en la ciudad, y yo me iba a mudar a Francia... pero no, no. Yo estaba allí entonces. Me quedé en verano, porque creo que después volví a París y luego viajé hasta San Diego, y él estaba allí y me llamó Moebius y me dijo: “Frank Miller viene para mi casa. ¿Te gustaría conocerlo?” Dije: “¡Sí!”Así que salí y llegué hasta la puerta de su casa, y entonces vinieron Frank y Lynn Varley, y por supuesto, Moebius no apareció, así que solo estábamos Frank y yo sin él. Y Moebius dijo [sic]: "¿Por qué no?" "De esta forma os habéis podido conocer". Estuve charlando con Frank, y él no sabía lo que yo solía hacer. No se lo dije. Lo mismo pasó cuando conocí a Moebius. Nunca le dije que yo era dibujante, porque pensaba que igual se sentía incómodo, porque a mí no me gustaría conocer a un chico que igual me empieza a enseñar sus cosas y bla, bla, bla, así que no se lo dije. Pero Moebius me preguntó, me dijo: "¿A qué te dedicas?" "Dibujo". "Oh, ¿puedo ver lo que haces?" Y fue entonces cuando se lo enseñé. Lo mismo ocurrió con Frank. Recuerdo que una noche llamé a Frank, yo acababa de regresar a París, y se acababa de editar "El Regreso del Caballero Oscuro", así que llamé para decirle que me parecía genial. Y me dijo: "¡No, espera un minuto, si tú eres el que has dibujado esto!" Y yo le dije: "¡Eso es! ¡Sí!" Y me contestó: "¡No me había dado cuenta de que eras dibujante!" Y así fue como... y más tarde, cuando volví a Los Ángeles, empezamos a salir bastante para comer, y me dijo: "¿Dibujarías alguna vez las cosas de otro?" Le contesté: "Sí, supongo. Depende de..." Y me dijo:" Bueno, ¿qué hay de alguna cosa que haga yo? "Y le dije:" ¡Claro!" "Entonces, ¿qué te gustaría hacer?" Le dije: "Bueno, ¡quiero hacer algo con mucha acción!" Y me dijo: "Me parece bien". Así es como... lo primero en lo que pensamos fue en algo que John Romita Jr. haría más tarde, aquella historia de Daredevil.
Oh, no me parece mal, porque creo que la estuvieron elaborando durante bastante tiempo, ¿no?
Bueno, a Frank se le ocurrió la idea, y quiso saber si yo estaría interesado. Al principio le dije que sí, porque me habría encantado dibujar Daredevil. Pero la cuestión es que nunca llevaba disfraz, así que me dije: si voy a hacer un superhéroe, me gustaría que fuese disfrazado. [Risas.] Y él no lo estaba, así que pensé que mejor no. Luego, otra de las cosas que iba a hacer era algo ideado por Steve Gerber, algo así como Superman. No era Superman, sino un personaje que se le parecía, y aunque todo estaba listo, por alguna razón Steve nunca llegó a... simplemente se volvió imposible. Luego a Frank se le ocurrió esto. Se le ocurrió Hard Boiled. Y ahí lo tienes.
¿Y fue entonces cuando todo empezó a marchar cuesta abajo? [Risas.]
Si. Ya sabes, lo curioso de Hard Boiled es que no se suponía que iba a ser... me refiero a que empecé a dibujarlo, pero se suponía que no iba a ser un robot. [Robin se ríe.] Pero dibujé todas esas cosas y él me dijo: “¡Dios mío! ¿Cómo puede seguir vivo después de eso? ¿Cómo puede seguir estando...? ¿A quién le importa? Si solo es un cómic. Quiero decir, no importaba. Dame un cristal... Me refiero a que en los primeros dibujos que hice del personaje tenía un cristal sobresaliendo de su cuerpo, y está totalmente atrapado en mitad de un tiroteo infernal, porque en aquel entonces solía ver las películas de John Woo. Siempre me gustaron las películas chinas. Cuando te alcanzan en las películas estadounidenses en el estómago, se acabó el juego. Estás muerto. Pero en las películas chinas, lo único que ocurre es que la cantidad de plomo que entra en tu cuerpo al recibir los disparos te ralentiza. Los personajes siguen adelante empapados en sangre. "¡Oh, ya nos veremos la próxima semana, Joe!" Y eso es lo que quería incorporar al proyecto. ¿Por qué no? Es como una película china de John Woo. Disparan al protagonista y... pero Frank y yo tuvimos que convertirlo en un cyborg y luego se convirtió en un robot porque todavía seguía sin haber manera. [Risas.] Sí, eso es.
¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en el proyecto? Porque sé que el tercer número salió después del segundo sin problemas...
Oh, estaba trabajando en Europa y la gente me decía lo tarde que iba. Y les dije que no. Nunca les dije que iba a terminar en una fecha concreta. Lo haría cuando lo hiciese. Tal como estaba planeado, fue mucho más curro de lo que planeaba dibujar: Frank me dijo: “¡Deberías parar! ¡O igual esto nunca sale a la luz!” Cerca del final hay una gran masacre: todos esos tipos empiezan a morir. Pensé en dibujarlo todo. Iba a enseñar cómo el protagonista se las arreglaba para matar a millones de personas, pero supongo que nunca lo habría logrado terminar.
¿Eran densos los guiones que te proporcionaba Frank Miller? ¿Tenías mucho margen de maniobra?
Bueno, ya sabes, como que dibujé algunas secuencias que no estaban en el guión porque me dijo: "Bueno, el protagonista hace esto..." y siempre me parecía un problema, porque... es como la persecución del segundo número con el coche de policía. No sé si te acuerdas. Todo eso lo terminé por dibujar. Quiero decir, no aparecía en el guión. El guión indicaba: "Se sube a ese coche y se estrella contra el supermercado". Luego dibujé todas esas cosas porque solía... "Bueno, no hay suficiente acción. Tenemos que verlo haciendo algo". Empecé a dibujar tanto porque no le mostré nada a Frank hasta el final. Nunca vio nada hasta que terminé de dibujarlo todo, y eso le puso como loco, porque a él le gusta compartir las cosas, y a mí no me gusta hacerlo hasta que están acabadas. Porque siempre tengo miedo de que me digan: "¡Oh, esto apesta!" Y yo igual le contesto: "Pues sí, tienes razón". Y luego puede que empiece de nuevo. Entonces, lo mejor nada más empezar a hacer algo es dibujarlo todo y ahí lo tienes, te guste o lo odies, eso es todo, y si no te gusta, pues no lo imprimas y...
A todos nos gusta lo que haces.
Bueno, me agrada que me lo digas. Hace poco tuve una... [risas]. Hice algo para DC Comics que no publicaron. Hice una portada para Superman y me dijeron... el editor era un tío muy agradable, pero por lo que sea no publicaron la portada y me dije: "¡Vamos ya!"
¿Ha sido hace poco?
Oh, sí, sí. A mí me gustaba. Pensaba que era una portada divertida. Iba de esto: Superman está de viaje, como redescubriendo Estados Unidos. Le pidieron a un grupo de autores que hicieran lo mismo: Kevin Nowlan era uno de ellos, y me dijeron: puedes dibujar lo que quieras. Superman, eso es. Está redescubriendo América. Sencillamente, que no aparezca volando por Nueva York. Entonces me dije, pensé: "Bueno, puedo ponerlo sobrevolando el Monte Rushmore y todo eso...". Y entonces caí: "¡Ya sé!" Lo dibujé tomando el té con una señora en una habitación, una viejecita que le sirve té y pastas, y él está sentado en el sofá tomando el té con ella, y hay un montón de gatos alrededor y todas esas fotos familiares en la pared. ¡Me parecía gracioso! Es una especie de América. Pero no la aceptaron. Se suponía que lo iban a hacer, pero tuvieron que cambiarla, ¡pusieron algo centrado en Lois Lane y, bah! Yo me quedé en plan... y eso que el editor era un tipo muy agradable, me dijo: "Ya la usaremos algún día y bla, bla, bla". Pero no lo creo, porque estoy seguro de que alguien dirá: "Espera un minuto…"
[Risas.] "¡No está golpeando nada!"
El resto era más o menos lo que te imaginabas que iba a ser, el personaje volando entre las nubes, y todos los dibujos eran muy bonitos, pero creo que el mío además era divertido. Pero nunca va a ver la luz del día. (Nota: En realidad he descubierto que van a imprimir la portada después de publicar la entrevista.)
Oh, seguro que algún día la editan en un número como portada especial... Cuando estabas trabajando en Hard Boiled, ¿alguna vez llegaste a hacer los fondos y luego los personajes por separado?
No, siempre dibujo primero el personaje y luego me pongo con los fondos.
Porque me pregunto cómo hiciste la escena en la que los personajes aparecían en un depósito de chatarra...
Bueno, esa fue la excepción a la regla. Hice como ese estilo animado. Dibujé un depósito de chatarra y luego empecé a mover el fondo por detrás. ¡Pero volví a dibujarlo en cada ocasión! Y lo volví a entintar. Me volvió loco. Supongo que podría haberlo fotocopiado, pero sentí que debía entintarlo cada vez. Por lo tanto, tardé bastante. Pero es un caso raro. Por lo general dibujo los personajes y luego hago los fondos.
Me parece muy interesante. Por lo tanto, nunca copias las imágenes para poder reutilizarlas, fotocopiándolas o lo que sea.
No, odio decir que siempre he pensado que es trampa. Pero esa es mi opinión.
Estoy de acuerdo.
Me quedo en plan: "¡Oh, tío!" Porque siempre me fijo en los autores que lo hacen, pero yo no puedo, aunque sea el mismo fondo y solo cambien las figuras; volveré a entintar el fondo cada vez, así que si pusieras uno sobre el otro, no serían calcados, porque lo he cambiado un poco. Pero es mi forma de hacer las cosas. No creo que haya nada de malo. Es algo personal.
Supongo que si no lo haces se puede perder algo de calidad artística. No sé, siempre me he sentido engañado cuando he leído un cómic y te dabas cuenta de que una cabeza dibujada cambiaba solo un poco, tal vez ponían un ojo arqueado o...
Oh, bueno, también depende de lo que quieras hacer. Si es una cara que no sonríe y de repente... Algunos también juegan con eso, porque simplemente tienen que... es su estilo... bueno, en mi caso nunca... ellos dibujan la cara de un tío, y en la siguiente viñeta dibujan la misma cara, y en la siguiente la misma cara, y en la cuarta viñeta, el personaje levanta una ceja, como si estuvieran ofreciendo la sensación del paso del tiempo. En los cómics estadounidenses no funciona tan bien. Los japoneses lo hacen en sus manga, pero yo no... los estadounidenses no suelen hacerlo demasiado. O eso creo.
A veces, pero no demasiado. Me parece que es un recurso más moderno que clásico, o por lo menos es de los últimos 15 años, especialmente gracias a Photoshop.
Yo lo entintaría cada vez. Ya sabes, no sería capaz de fotocopiar el dibujo y ponerlo en la página. [Robin se ríe.]
Cine: Metrópolis y Blade Runner. Creo que ambas han tenido un gran impacto en tu trabajo, por lo menos en el plano estilístico.
Ah, no tanto como piensas, porque Metrópolis no me gusta demasiado. Ciertamente, Blade Runner me gusta un poco, pero sobre todo es por Moebius, porque Blade Runner sin Moebius simplemente no existiría. Estuve trabajando con Ridley Scott en algo y le encantaban sus cosas. Si vuelves a revisar The Long Tomorrow y El Incal, verás que eso es Blade Runner, y esa siempre ha sido mi gran influencia. Si te soy sincero, no me gustaba mucho Blade Runner. Me refiero a que me gustaba el estilo, pero siempre he pensado que era muy lenta. [Robin se ríe.] Y siempre he querido hacer algo con mucha acción. Estuve colaborando con Ridley Scott y estuvimos hablando de... me parece un tío increíble. Aprendí lo siguiente de él. Cada vez que me llamaba, me explicaba quién era. Nunca dio por sentado que ya lo sabía: “Oh, soy Ridley Scott. Soy director de cine y he dirigido..." ¡Me daba el currículum por teléfono! Y yo le decía: "Sé quién es usted, Sr. Scott". Y me respondía: "¿Sí?" Y yo pensaba: ¡Guau! ¡Eso es tener clase! Simplemente no lo daba por sentado... y es que empezaba diciendo: "He trabajado en esa película, se titula Blade Runner". ¡Lo sé! Empezábamos a hablar y él seguía con Blade Runner. Me decía: "¿Qué opinas de ella?" Yo le contestaba: "Ya sabes, creo que es una película muy bonita..." Y lo es, ahora la aprecio más que cuando se estrenó por primera vez. Vi Indiana Jones, y creo que iba más de patear traseros y coger números de teléfono. Es un tipo de película diferente, así que le dije: "¡Me encantaría que tuviese más acción!" Me dijo: "¡Exacto! ¡A mí también! ¡Pero no me dejaron! Quería incluir más acción, pero me dijeron: 'No, no, tienes que hacerlo de esta forma'". Y yo me quedé en plan: "¡Guau!" Luego me explicó las escenas de acción que iba a incluir y le dije: "Bueno, la verdad es que no sé si con eso sería más acelerada”. Es un tipo increíble. Las cosas que quería hacer eran... bueno, pero esa es otra historia. Claro.
(Finalizará)
Robin McConnell: Cuando empiezas a dibujar, ¿se produce algún tipo de automatismo en el sentido de que sigues y sigues dibujando y llenando espacio, para ver simplemente lo que surge?
Geof Darrow: La verdad es que no lo sé. Todo empieza de una forma bastante sensata y un poco simple, y hasta que no he acabado de dibujar algo y pienso: "Oh, esto no tiene tan mala pinta", suelo estar muy nervioso. "Oh, esto no es más que otro de esos horribles dibujos". Puede que en ese punto todavía me parezca algo pésimo, pero luego me digo: "Oh, pero tiene algo de interés". Y también suelo pensar cosas en plan: "¡Oh! Ese tío... esa mujer lleva una bolsa de la compra. ¡Qué pasa si le pongo un cerdo, si lo meto dentro de la bolsa! ¡Ese tipo de ahí se está fumando un bebé! ¡Ese bebé es una cachimba viviente!”, y otras cosas por el estilo. Se parece un poco a lo que has comentado antes, gran parte de las cosas surge de mis ideas. No lo planeo, ni tampoco me digo: "Oh, voy a dibujar..." Así fue en Hard Boiled, muchas de esas cosas simplemente aparecieron de repente. ¡No estaban planeadas! [Risas.]
¿Alguna vez, con las páginas de Hard Boiled en la mano, llegaste a mirar el resultado final y te dijiste: "¿De dónde proviene eso?"
No. Lo que pasa es que no recuerdo gran cosa de lo que he ido dibujando. Muchas veces me digo: "¡Oh, Jesús! ¿Por qué habré dibujado eso? ¿Por qué he dibujado esas cosas? Mira, ¡guau!... ¡Madre mía! Mira esa cosita de ahí. ¿Por qué la habré dibujado?
Así que conociste a Miller a través de Moebius.
Si, si, si. Fue uno de esos momentos típicos de Moebius en el que justo me acababa de llamar. Él vivía en Los Ángeles entonces, y yo estaba por allí. Así que hablé con Frank por teléfono, porque como que... no sé cómo conseguí su... estaba viviendo en Los Ángeles y Moebius también vivía en la ciudad, y yo me iba a mudar a Francia... pero no, no. Yo estaba allí entonces. Me quedé en verano, porque creo que después volví a París y luego viajé hasta San Diego, y él estaba allí y me llamó Moebius y me dijo: “Frank Miller viene para mi casa. ¿Te gustaría conocerlo?” Dije: “¡Sí!”Así que salí y llegué hasta la puerta de su casa, y entonces vinieron Frank y Lynn Varley, y por supuesto, Moebius no apareció, así que solo estábamos Frank y yo sin él. Y Moebius dijo [sic]: "¿Por qué no?" "De esta forma os habéis podido conocer". Estuve charlando con Frank, y él no sabía lo que yo solía hacer. No se lo dije. Lo mismo pasó cuando conocí a Moebius. Nunca le dije que yo era dibujante, porque pensaba que igual se sentía incómodo, porque a mí no me gustaría conocer a un chico que igual me empieza a enseñar sus cosas y bla, bla, bla, así que no se lo dije. Pero Moebius me preguntó, me dijo: "¿A qué te dedicas?" "Dibujo". "Oh, ¿puedo ver lo que haces?" Y fue entonces cuando se lo enseñé. Lo mismo ocurrió con Frank. Recuerdo que una noche llamé a Frank, yo acababa de regresar a París, y se acababa de editar "El Regreso del Caballero Oscuro", así que llamé para decirle que me parecía genial. Y me dijo: "¡No, espera un minuto, si tú eres el que has dibujado esto!" Y yo le dije: "¡Eso es! ¡Sí!" Y me contestó: "¡No me había dado cuenta de que eras dibujante!" Y así fue como... y más tarde, cuando volví a Los Ángeles, empezamos a salir bastante para comer, y me dijo: "¿Dibujarías alguna vez las cosas de otro?" Le contesté: "Sí, supongo. Depende de..." Y me dijo:" Bueno, ¿qué hay de alguna cosa que haga yo? "Y le dije:" ¡Claro!" "Entonces, ¿qué te gustaría hacer?" Le dije: "Bueno, ¡quiero hacer algo con mucha acción!" Y me dijo: "Me parece bien". Así es como... lo primero en lo que pensamos fue en algo que John Romita Jr. haría más tarde, aquella historia de Daredevil.
Oh, no me parece mal, porque creo que la estuvieron elaborando durante bastante tiempo, ¿no?
Bueno, a Frank se le ocurrió la idea, y quiso saber si yo estaría interesado. Al principio le dije que sí, porque me habría encantado dibujar Daredevil. Pero la cuestión es que nunca llevaba disfraz, así que me dije: si voy a hacer un superhéroe, me gustaría que fuese disfrazado. [Risas.] Y él no lo estaba, así que pensé que mejor no. Luego, otra de las cosas que iba a hacer era algo ideado por Steve Gerber, algo así como Superman. No era Superman, sino un personaje que se le parecía, y aunque todo estaba listo, por alguna razón Steve nunca llegó a... simplemente se volvió imposible. Luego a Frank se le ocurrió esto. Se le ocurrió Hard Boiled. Y ahí lo tienes.
¿Y fue entonces cuando todo empezó a marchar cuesta abajo? [Risas.]
Si. Ya sabes, lo curioso de Hard Boiled es que no se suponía que iba a ser... me refiero a que empecé a dibujarlo, pero se suponía que no iba a ser un robot. [Robin se ríe.] Pero dibujé todas esas cosas y él me dijo: “¡Dios mío! ¿Cómo puede seguir vivo después de eso? ¿Cómo puede seguir estando...? ¿A quién le importa? Si solo es un cómic. Quiero decir, no importaba. Dame un cristal... Me refiero a que en los primeros dibujos que hice del personaje tenía un cristal sobresaliendo de su cuerpo, y está totalmente atrapado en mitad de un tiroteo infernal, porque en aquel entonces solía ver las películas de John Woo. Siempre me gustaron las películas chinas. Cuando te alcanzan en las películas estadounidenses en el estómago, se acabó el juego. Estás muerto. Pero en las películas chinas, lo único que ocurre es que la cantidad de plomo que entra en tu cuerpo al recibir los disparos te ralentiza. Los personajes siguen adelante empapados en sangre. "¡Oh, ya nos veremos la próxima semana, Joe!" Y eso es lo que quería incorporar al proyecto. ¿Por qué no? Es como una película china de John Woo. Disparan al protagonista y... pero Frank y yo tuvimos que convertirlo en un cyborg y luego se convirtió en un robot porque todavía seguía sin haber manera. [Risas.] Sí, eso es.
¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en el proyecto? Porque sé que el tercer número salió después del segundo sin problemas...
Oh, estaba trabajando en Europa y la gente me decía lo tarde que iba. Y les dije que no. Nunca les dije que iba a terminar en una fecha concreta. Lo haría cuando lo hiciese. Tal como estaba planeado, fue mucho más curro de lo que planeaba dibujar: Frank me dijo: “¡Deberías parar! ¡O igual esto nunca sale a la luz!” Cerca del final hay una gran masacre: todos esos tipos empiezan a morir. Pensé en dibujarlo todo. Iba a enseñar cómo el protagonista se las arreglaba para matar a millones de personas, pero supongo que nunca lo habría logrado terminar.
¿Eran densos los guiones que te proporcionaba Frank Miller? ¿Tenías mucho margen de maniobra?
Bueno, ya sabes, como que dibujé algunas secuencias que no estaban en el guión porque me dijo: "Bueno, el protagonista hace esto..." y siempre me parecía un problema, porque... es como la persecución del segundo número con el coche de policía. No sé si te acuerdas. Todo eso lo terminé por dibujar. Quiero decir, no aparecía en el guión. El guión indicaba: "Se sube a ese coche y se estrella contra el supermercado". Luego dibujé todas esas cosas porque solía... "Bueno, no hay suficiente acción. Tenemos que verlo haciendo algo". Empecé a dibujar tanto porque no le mostré nada a Frank hasta el final. Nunca vio nada hasta que terminé de dibujarlo todo, y eso le puso como loco, porque a él le gusta compartir las cosas, y a mí no me gusta hacerlo hasta que están acabadas. Porque siempre tengo miedo de que me digan: "¡Oh, esto apesta!" Y yo igual le contesto: "Pues sí, tienes razón". Y luego puede que empiece de nuevo. Entonces, lo mejor nada más empezar a hacer algo es dibujarlo todo y ahí lo tienes, te guste o lo odies, eso es todo, y si no te gusta, pues no lo imprimas y...
A todos nos gusta lo que haces.
Bueno, me agrada que me lo digas. Hace poco tuve una... [risas]. Hice algo para DC Comics que no publicaron. Hice una portada para Superman y me dijeron... el editor era un tío muy agradable, pero por lo que sea no publicaron la portada y me dije: "¡Vamos ya!"
¿Ha sido hace poco?
Oh, sí, sí. A mí me gustaba. Pensaba que era una portada divertida. Iba de esto: Superman está de viaje, como redescubriendo Estados Unidos. Le pidieron a un grupo de autores que hicieran lo mismo: Kevin Nowlan era uno de ellos, y me dijeron: puedes dibujar lo que quieras. Superman, eso es. Está redescubriendo América. Sencillamente, que no aparezca volando por Nueva York. Entonces me dije, pensé: "Bueno, puedo ponerlo sobrevolando el Monte Rushmore y todo eso...". Y entonces caí: "¡Ya sé!" Lo dibujé tomando el té con una señora en una habitación, una viejecita que le sirve té y pastas, y él está sentado en el sofá tomando el té con ella, y hay un montón de gatos alrededor y todas esas fotos familiares en la pared. ¡Me parecía gracioso! Es una especie de América. Pero no la aceptaron. Se suponía que lo iban a hacer, pero tuvieron que cambiarla, ¡pusieron algo centrado en Lois Lane y, bah! Yo me quedé en plan... y eso que el editor era un tipo muy agradable, me dijo: "Ya la usaremos algún día y bla, bla, bla". Pero no lo creo, porque estoy seguro de que alguien dirá: "Espera un minuto…"
[Risas.] "¡No está golpeando nada!"
El resto era más o menos lo que te imaginabas que iba a ser, el personaje volando entre las nubes, y todos los dibujos eran muy bonitos, pero creo que el mío además era divertido. Pero nunca va a ver la luz del día. (Nota: En realidad he descubierto que van a imprimir la portada después de publicar la entrevista.)
Oh, seguro que algún día la editan en un número como portada especial... Cuando estabas trabajando en Hard Boiled, ¿alguna vez llegaste a hacer los fondos y luego los personajes por separado?
No, siempre dibujo primero el personaje y luego me pongo con los fondos.
Porque me pregunto cómo hiciste la escena en la que los personajes aparecían en un depósito de chatarra...
Bueno, esa fue la excepción a la regla. Hice como ese estilo animado. Dibujé un depósito de chatarra y luego empecé a mover el fondo por detrás. ¡Pero volví a dibujarlo en cada ocasión! Y lo volví a entintar. Me volvió loco. Supongo que podría haberlo fotocopiado, pero sentí que debía entintarlo cada vez. Por lo tanto, tardé bastante. Pero es un caso raro. Por lo general dibujo los personajes y luego hago los fondos.
Me parece muy interesante. Por lo tanto, nunca copias las imágenes para poder reutilizarlas, fotocopiándolas o lo que sea.
No, odio decir que siempre he pensado que es trampa. Pero esa es mi opinión.
Estoy de acuerdo.
Me quedo en plan: "¡Oh, tío!" Porque siempre me fijo en los autores que lo hacen, pero yo no puedo, aunque sea el mismo fondo y solo cambien las figuras; volveré a entintar el fondo cada vez, así que si pusieras uno sobre el otro, no serían calcados, porque lo he cambiado un poco. Pero es mi forma de hacer las cosas. No creo que haya nada de malo. Es algo personal.
Supongo que si no lo haces se puede perder algo de calidad artística. No sé, siempre me he sentido engañado cuando he leído un cómic y te dabas cuenta de que una cabeza dibujada cambiaba solo un poco, tal vez ponían un ojo arqueado o...
Oh, bueno, también depende de lo que quieras hacer. Si es una cara que no sonríe y de repente... Algunos también juegan con eso, porque simplemente tienen que... es su estilo... bueno, en mi caso nunca... ellos dibujan la cara de un tío, y en la siguiente viñeta dibujan la misma cara, y en la siguiente la misma cara, y en la cuarta viñeta, el personaje levanta una ceja, como si estuvieran ofreciendo la sensación del paso del tiempo. En los cómics estadounidenses no funciona tan bien. Los japoneses lo hacen en sus manga, pero yo no... los estadounidenses no suelen hacerlo demasiado. O eso creo.
A veces, pero no demasiado. Me parece que es un recurso más moderno que clásico, o por lo menos es de los últimos 15 años, especialmente gracias a Photoshop.
Yo lo entintaría cada vez. Ya sabes, no sería capaz de fotocopiar el dibujo y ponerlo en la página. [Robin se ríe.]
Cine: Metrópolis y Blade Runner. Creo que ambas han tenido un gran impacto en tu trabajo, por lo menos en el plano estilístico.
Ah, no tanto como piensas, porque Metrópolis no me gusta demasiado. Ciertamente, Blade Runner me gusta un poco, pero sobre todo es por Moebius, porque Blade Runner sin Moebius simplemente no existiría. Estuve trabajando con Ridley Scott en algo y le encantaban sus cosas. Si vuelves a revisar The Long Tomorrow y El Incal, verás que eso es Blade Runner, y esa siempre ha sido mi gran influencia. Si te soy sincero, no me gustaba mucho Blade Runner. Me refiero a que me gustaba el estilo, pero siempre he pensado que era muy lenta. [Robin se ríe.] Y siempre he querido hacer algo con mucha acción. Estuve colaborando con Ridley Scott y estuvimos hablando de... me parece un tío increíble. Aprendí lo siguiente de él. Cada vez que me llamaba, me explicaba quién era. Nunca dio por sentado que ya lo sabía: “Oh, soy Ridley Scott. Soy director de cine y he dirigido..." ¡Me daba el currículum por teléfono! Y yo le decía: "Sé quién es usted, Sr. Scott". Y me respondía: "¿Sí?" Y yo pensaba: ¡Guau! ¡Eso es tener clase! Simplemente no lo daba por sentado... y es que empezaba diciendo: "He trabajado en esa película, se titula Blade Runner". ¡Lo sé! Empezábamos a hablar y él seguía con Blade Runner. Me decía: "¿Qué opinas de ella?" Yo le contestaba: "Ya sabes, creo que es una película muy bonita..." Y lo es, ahora la aprecio más que cuando se estrenó por primera vez. Vi Indiana Jones, y creo que iba más de patear traseros y coger números de teléfono. Es un tipo de película diferente, así que le dije: "¡Me encantaría que tuviese más acción!" Me dijo: "¡Exacto! ¡A mí también! ¡Pero no me dejaron! Quería incluir más acción, pero me dijeron: 'No, no, tienes que hacerlo de esta forma'". Y yo me quedé en plan: "¡Guau!" Luego me explicó las escenas de acción que iba a incluir y le dije: "Bueno, la verdad es que no sé si con eso sería más acelerada”. Es un tipo increíble. Las cosas que quería hacer eran... bueno, pero esa es otra historia. Claro.
(Finalizará)
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