martes, 4 de agosto de 2020

ENTREVISTA CON SKIP WILLIAMSON EN THE COMICS JOURNAL (2 DE 5)

Entrevista de Grass Green en The Comics Journal nº 104 (1986). Traducida por Félix Frog2000. Parte 1.

GRASS GREEN: Sí, claro. Y además has trabajado para Abbie Hoffman, ¿no?

SKIP WILLIAMSON: ¿Abbie? Creo que siempre he sido más político que la mayoría de los otros autores underground. O anti-político. Sinceramente, creo que si votas por esos bastardos, lo único que estás haciendo es alentarlos. Son todos un montón de ladrones y delincuentes. No hay gobierno como el del propio ser humano. Soy un anarquista filosófico, una úlcera social para los que nos privan de libertad, siempre lo he sido. Por eso, durante las grandes convulsiones de finales de los 60, me junté sin problema con un cierto núcleo de gente. Los que más me atraían eran los yippies, porque al menos tenían sentido del humor. Terminé editando un cómic para recaudar fondos para pagar el juicio de los Ocho de Chicago. Me junté con Abbie Hoffman y Jerry Rubin y todos esos tíos, y publiqué el cómic "Conspiracy Capers". Así fueron las cosas. Mira, en realidad tengo bastantes reticencias incluso a la hora de admitir ese tipo de conexión, porque me alinea con un grupo de gente en el mismo sentido que me alinearía con, por ejemplo, el Partido Republicano.

GREEN: Sí, con algún grupo político.

WILLIAMSON: Porque sigue siendo un grupo político, y no necesito que me metan en ninguna categoría o me relacionen con ningún grupo específico. Me gustaba mucho la energía de los yippies, pero ¿dónde están ahora todos ellos? Jerry Rubin es agente de bolsa, Eldrige Cleaver es un nazi, y Abbie Hoffman un liberal.

GREEN: Todos pasaron por esa fase y luego se metieron en el stablishment contra el que estaban luchando en un principio.

WILLIAMSON: Creo que eso es lo que les sucedió a los radicales. En un país del Tercer Mundo, los pondrían en fila contra la pared y los fusilarían. Durante ese período, en México se celebraron manifestaciones estudiantiles en Ciudad de México, y dispararon a más de 200 estudiantes. Pero, ¿qué es lo que pasó aquí? Este es el país blanco anglosajón por antonomasia, ¿no? Y todos estos jóvenes blancos de las universidades salieron a las calles diciendo: "Oye, ya no nos gusta este país, vamos a derribarlo todo". Todo lo que las autoridades tuvieron que hacer fue matar a cuatro en Kent State, y los chavales cambiaron rápidamente de opinión. Y eso es lo que pasó, esa fue la diferencia.

GREEN: En todos estos países donde la gente no tiene tanto y no tiene demasiado que perder, les resulta más fácil inmolarse en su misión. Pero los estadounidenses tienen demasiado por lo que vivir: "Disparaste a mi amigo... bueno... sí, es una mierda, pero así son las cosas".

WILLIAMSON: Sí: "Igual dejo de tirar ladrillos a la policía y me pongo a ganar algo de dinero. La revolución ha terminado y hemos ganado". Esa fue la actitud de mucha gente.

GREEN: Estoy dando un gran salto hacia delante, pero: ¿cómo conseguiste tu trabajo en Playboy? Sé que ya llevas mucho tiempo con ellos, pero ¿no temblaste de miedo la primera vez?

WILLIAMSON: No.

GREEN: ¿Tenías esa clase de confianza?

WILLIAMSON: En nuestra primera época como dibujantes, tanto Jay como yo queríamos lograr publicar en la revista Playboy. Fue durante el apogeo de Playboy, a principios de los sesenta. Era la revista de moda de la época. Publicaban a Ray Bradbury, Jack Kerouac, Lenny Bruce. Lo admirábamos y queríamos formar parte de ese magazine. En realidad, me publicaron en Playboy mucho antes de comenzar a trabajar para la revista como asalariado. De hecho, en 1969 o 1970, cuando Playboy hizo un artículo sobre los cómics underground, dibujé la ilustración de apertura. Fue mi primera ilustración para el "Big Bunny". Y a partir de entonces me siguieron pidiendo dibujos de forma regular.

GREEN: Tengo ese número, y recuerdo que me dije: “¡Tío! otro paso adelante de Skip."

WILLIAMSON: De todos modos, eventualmente conseguí un trabajo en Playboy Press, que era la división de los libros. No la revista. Allí trabajé como diseñador, diseñando libros en rústica y cartoné, ese tipo de cosas. Así que por lo menos pude conocer a mucha gente. Luego estuve en otros sitios durante un buen período, y en algún momento de mi vida me cansé del trabajo que tenía y me reuní con un director artístico de la revista, Roy Moody, y le dije: "Oye, escucha, ¿tenéis disponible algún trabajo como director de arte? Y dio la casualidad de que sí... fue una cuestión de pura suerte, así como supongo que de talento, pero había disponible un puesto, y Art Paul me contrató. Y sigo aquí desde entonces.

GREEN: ¿Cuál era tu revista universitaria de humor favorita?

WILLIAMSON: "Texas Ranger". Bueno, en realidad la respuesta puede variar, pero si hablamos de humor universitario, mi primera influencia fue probablemente el "Texas Ranger", porque nací en Texas, y mi padre consiguió doctorarse en la Universidad de Texas. En ese entonces yo tenía 10 u 11 años. Seguro que el "Texas Ranger" estaba siempre en casa. En esa revista dibujaba un tío que se llama Gilbert Shelton, que en aquel momento era estudiante universitario. Me marché de Texas años más tarde, y Jay y yo empezamos a dibujar historietas para Bill Killeen y algunos chavales de Gainesville, Florida. Tenían una revista de humor que editaban fuera del campus llamada "Charlatan". Shelton también dibujaba para ellos.

GREEN: También estaba por allí.

WILLIAMSON: Más tarde, Jay se convirtió en el director artístico de "Aardvark, The Kicked-off Campus Humor Magazine" de la Universidad Roosevelt de Chicago.

GREEN: Bien, mi siguiente pregunta nos lleva a una de mis publicaciones favoritas de todos los tiempos. No recuerdo tanto tu trabajo en ella como el de Gilbert Shelton. Y esa es "Help!".

WILLIAMSON: "Help!" fue la primera revista en aceptar una de mis historietas, que se publicaría con tirada nacional. Harvey Kurtzman tuvo la visión de publicar los dibujos de Jay Lynch, Robert Crumb y Gilbert Shelton en "Help!", y ese fue el núcleo básico del comix underground. Creo que ejemplifica muy bien la influencia corruptora de Harvey Kurtzman. En ese momento éramos verdaderos neófitos. Cuando miro esos primeros dibujos me parecen muy malos. Pero por lo menos había un atisbo de humor. Hay que comenzar por algún sitio, y ese era de los mejores. "Help!" tenía una sección titulada "Galería pública". Te pagaban 5 dólares por chiste. En 1961 publiqué aquella primera historieta. Todavía estaba en el bachillerato. Era la época de las primeras luchas por los derechos civiles. La temática de la historieta trataba sobre dos cubos de basura en Nueva Orleans. En uno indicaba "basura negra" y en el otro "basura blanca". Salió en un número con Hugh Downs en la portada, el ocho. Creo que también se mencionó en el viejo show de Jack Paar. Jack Paar era el anfitrión de Tonight Show antes de Johnny Carson. Dick Gregory estaba a tope ese día. Mencionó el chiste y, tío, imagínate lo que fue para el ego de un chaval de instituto de Canton, Missouri. Eso me dio el impulso suficiente para seguir adelante. Por cierto, quizás te interese saber que la editora que aceptó el chiste era Gloria Steinem.

GREEN: Quería preguntarte lo que piensas sobre algunos autores. ¿Qué opinas sobre Robert Crumb?

WILLIAMSON: ¡Robert es el mejor! Si hablamos de dibujos e ideas, ha sido el progenitor de todo el movimiento, por lo que hay que respetar a ese tío. Creo que estos días está un poco más loco, pero todo forma parte de su encanto. Es un tío irascible.

GREEN: Bien, ¿qué sientes acerca de Shel Silverstein?

WILLIAMSON: Shel se ha convertido en amigo desde que empezó a trabajar en Playboy. Te cuento cómo lo conocí. Estaba en la ciudad trabajando en una colección de cartoons titulada "Diferentes bailarines" que se iba a publicar a gran tamaño. Y estaba bloqueado, sufría un bloqueo como dibujante y como guionista. Entonces Shel y yo nos encerramos en su habitación de hotel y resolvimos el problema. Shel era una de mis influencias, aunque él dice que no se puede detectar en mis dibujos. Lleva eones haciendo ese tipo de material. Es un tío que creo que realmente entiende que no tienes por qué limitarte a un solo estilo. Mejor quítate las anteojeras y no encarceles tu talento. Deja libre tu estilo para que se vaya agrandando.

GREEN: Me gustan sus apariciones en Playboy. ¿Y qué hay de Gahan Wilson?

WILLIAMSON: En algún momento, Gahan Wilson fue uno de los pensadores originales, admiro su trabajo.

GREEN: Sigue siendo muy divertido.

WILLIAMSON: Cuando estaba en la universidad y lo único que quería era convertirme en dibujante, le envié algunas de mis historietas. Se tomó la molestia de escribirme una carta de tres o cuatro páginas, explicando qué era lo que le gustaba y lo que no de mi obra. Y fue muy considerado por su parte, porque en ese momento estaba en su apogeo, y se tomó la molestia de contestar a un chico al que ni siquiera conocía. Por ese tipo de cosas, me parecía alguien muy sensible y muy buena persona. Es importante que los jóvenes talentos escuchen lo que tienen que decir los profesionales a quienes admiran y respetan, porque eso les dará el impulso suficiente para seguir adelante.

GREEN: ¿Qué opinas de Jack Davis?

WILLIAMSON: Tengo un original de Jack Davis. Una historieta a color que hizo para Playboy en 1963. Lo atesoro. Parte de su obra más reciente es más comercial, pero también está ganando mucho dinero. Ahora no trabaja con el detalle y la delicadeza que tenía cuando Kurtzman era su editor. Es uno de los artistas que trabajan con plazos muy ajustados. Le gusta hacer las cosas en las últimas 24 horas. Cuando yo era joven, solía rastrear las cosas de Davis todo el tiempo. Le prestaba mucha atención a lo que hacía.

GREEN: ¿Qué opinas de los superhéroes?

WILLIAMSON: Me interesa mucho más el humor. Sin embargo, también he utilizado como influencia a los superhéroes. Hice una tira titulada "Super Sammy Smoot combate hasta la muerte con el Imbécil Irracional". Y usé sus fórmulas. Los superhéroes no me llaman mucho, la verdad... Cuando estuve en Nueva York conocí a Neal Adams. Me recuerda a Jimmy Breslin. Se sienta y fuma sus puros y te dice lo que piensa de ti. Los superhéroes me influencian en el mismo sentido en que influenciaron a Harvey Kurtzman para guionizar su "Superduperman". 

GREEN: La sátira.

WILLIAMSON: Sí. Aunque admiro las habilidades técnicas de Jack Kirby o de Steranko.

GREEN: Bien, te iba a preguntar a continuación sobre Jack Kirby. Porque es mi favorito.

WILLIAMSON: Puedo que mire su trabajo y me diga: "Tío, este chico sabe realmente cómo dibujar la musculatura". Me gusta mucho Rich Corben. Corben me envió un par de historietas que le pasé a la oficina de publicaciones. Shel Silverstein, Rich y yo estuvimos trabajando una vez en un proyecto para Playboy que no llegó muy lejos. De alguna forma se quedó sin terminar. Corben sentía que estaba perdiendo el control de la obra. Y tenía razón.

GREEN: He estado anotando mentalmente las diferencias que encuentro entre Jay y tú. Jay es más como un historiador, y mientras hablas con él parece un poco más reposado, y tú eres como yo, un conversador animado, te gusta mucho charlar.

WILLIAMSON: Jay tiene una perspectiva perceptivamente extraña del universo, y probablemente su mejor cualidad sea su astuta visión de cómo funcionan las cosas. Cuando hablas con él, se te ocurren muchas ideas.

GREEN: Sí. Una vez me dijo cómo se podría hacer el superhéroe superventas definitivo, y el tema ni siquiera le interesaba demasiado. Si alguna vez logro sentarme con él y hacer que hable extensamente sobre el tema, lo suficiente como para comprender la idea que se le ha ocurrido, todo cobrará sentido para mí. Pero en comparación conmigo, Jay dispone de una memoria fotográfica. Me empieza a contar un montón de cosas, y sencillamente deja aturdido mi débil cerebro, ¿sabes? Es un tío que encierra un montón de cosas en su cráneo.

WILLIAMSON: Sí, es cierto. Somos dos personalidades diferentes. Puede que sea una de las razones por las que trabajemos tan bien juntos.

GREEN: Lo de los opuestos, sí.

WILLIAMSON: No sé si es tanto que seamos opuestos, como que entre nosotros existen ciertas diferencias. Jay es más una especie de intelecto. Creo que él lee de una forma mucho más intelectual que yo, y absorbe los detalles y el conocimiento. Todo, desde lo arcano hasta lo político y lo frívolo, lo absorbe sin problemas. Si te lees "Phoebe and the Pigeon people", verás referencias que probablemente se le escaparán a la mayoría de la gente, pero ¿a quién le importa? Es genial, es maravilloso, es todo pensamiento y cartoon. Entonces, aunque solo llegues a un pequeño público y los hagas reír y pensar, ¿a quién le importa?

GREEN: Bueno, sus tiras aparecen de forma regular en el Chicago Reader, lo que da fe de que a alguien le gustarán, o de lo contrario no se las publicarían durante tanto tiempo en el mismo sitio.

WILLIAMSON: No me refería a que no tenga su público. A mucha gente le gusta. Es muy popular entre los estudiantes de arte del Instituto de Arte de Chicago, te lo aseguro. Y estoy seguro de que en más sitios también. Por supuesto, también ha editado recopilaciones de "Phoebe". Esa es una historia muy interesante. Estuvo dibujando una tira para el viejo Chicago Daily News titulada "Halsted Street": Historias de tormento y drama del carnicero porcino. En ese momento, el Daily News se encontraba en pleno declive y estaba a punto de cerrar, por lo que estaban intentando salvarlo. Se les ocurrió la idea de crear un suplemento titulado "Sidetracks", que era como un periódico clandestino que iba en el centro del diario. Salía una vez a la semana, todos los jueves, y dibujé una tira para ellos. Jay cogió la idea de "Phoebe" y se la presentó a los editores, pero sencillamente no la entendieron, ¿sabes? Le dijeron: “¿Pero por qué nos vienes con estas palomas con cabeza de persona? No entendemos lo que quieres decir. Tampoco yo duré mucho con ellos. Los editores pueden ser muy cabezas cuadradas. Finalmente ofendí a todo el mundo en el periódico cuando sugerí que deberían inflar a los niños hiperactivos, ponerlos en patines y llevarlos en un camión hasta los parkings Montessori. Esa historia no les gustó demasiado. Me dijeron: "No es divertida, y no queremos que sigas haciendo historietas para nosotros". Sin embargo, a mí me parecía una idea muy graciosa.

(Continuará)

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