lunes, 31 de octubre de 2011
SUPERSUCKERS/THE LOYALTIES SPLIT 7"
Supersuckers / The Loyalties – Split 7"
(Devils Jukebox Records, 2009)
A1-Supersuckers – The Trick AndTthe Tactic
B1-The Loyalties – Alone With Her Tonight
AQUI.
domingo, 30 de octubre de 2011
SUPERSUCKERS - LA MANO CORNUDA
Supersuckers – La Mano Cornuda
(Sub Pop Records, 1994)
1-Creepy Jackalope Eye
2-Seventeen Poles
3-High Ya!
4-On The Couch
5-Clueless
6-Sugie
7-Mudhead
8-Gold Top
9-How To Maximize Your Kill Count
10-I Was Born Without A Spine
11-Glad, Damn Glad
12-She's My Bitch
13-The Schmooze
14-Untitled
AQUI.
sábado, 29 de octubre de 2011
SUPERSUCKERS - THE SMOKE OF HELL
Supersuckers – The Smoke Of Hell
(Sub Pop Records, 1992)
1-Coattail Rider
2-Luck
3-I Say Fuck
4-Alone And Stinking
5-Caliente
6-Tasty Greens
7-Hell City, Hell
8-Hot Rod Rally
9-Drink And Complain
10-Mighty Joe Young
11-Ron's Got The Cocaine
12-Sweet 'n' Sour Jesus
13-Retarded Bill
14-Thinkin' 'bout Revenge
AQUI.
viernes, 28 de octubre de 2011
CONVERSACIONES EN THE COMICS JOURNAL 300: HOWARD CHAYKIN & HO CHE ANDERSON 2 (de 3)
Conversaciones en The Comics Journal 300: Howard Chaykin & Ho Che Anderson 2 (de 3) Por Gary Groth, 2009. Traducido por Frog2000. Parte 1.
Anderson: De acuerdo, está bien, está bien. Te lo he preguntado porque sencillamente creo que es una creación de tu propiedad, deberías poder sentarte y trabajar con ella cuando te plazca.
Chaykin: Lo sé, pero lo que ocurre es que… bueno, no me gustaría empezar una conversación paralela que difamase a personas que puede que pronto estén muertas. [Risas.] Una vez describí a una de las partes involucradas en aquella situación como el tipo de tío que te haría preguntarte si Hitler no tendría algo de razón. [Risas.] Ahora ya sabes por qué me odia la gente.
Me resultaría fácil comentar lo que no me gusta de la situación, pero creo que hacerlo ahora no tendría demasiado sentido. Por supuesto que me gustaría hacer ese tomo, porque los anteriores me encantan. En parte soy un producto de los cincuenta, y eso a pesar de que me hice mayor de edad en los sesenta, pero empecé a sentirme molesto molesto porque en esa época se estaba eliminando la buena apariencia, la depilación de sobacos y piernas y la ropa interior molona.
Es una de las razones por las que me gustaron tanto los setenta, incluso aunque no fuese seguidor de la música disco o punk, pero al menos las mujeres tenían buen aspecto [Anderson se ríe] y eso siempre me ha encantado. Nunca he sido un tío que se sienta cómodo con lo “natural”. Me quedo con lo urbano, aunque ahora esté viviendo en una pequeña ciudad del sur de California. Cuando conseguí limpiarme, lo hice de una forma muy urbana.
Anderson: No sé si querrás responder a la siguiente pregunta, pero si ahora tuvieses la oportunidad de hacer esa tercera parte, ¿crees que cambiaría mucho en relación con los dos primeros tomos?
Chaykin: Creo que sería tan poco lineal y aún más sucio que los otros dos.
Anderson: ¿Más? ¡Me gusta la idea!
Chaykin: ¡Oh, por supuesto! Estamos trabajando en un negocio bastante remilgado, ¿no? Y tengo una verdadera aversión por lo afectado; me gusta el arte de las “pin-up”, me gusta la inmundicia.
Anderson: A mí también.
Chaykin: No soy un tío al que le guste el porno “light”, ya sabes, me gusta lo desagradable, la mierda asquerosa.
Anderson: ¡Adelante!
Chaykin: Para mí… se trata de llegar hasta el centro de lo que se supone que es el erotismo. De nuevo, creo que se trata de hacer lo que a ti te guste. Uno de mis colegas es un tío al que obviamente le encanta la pornografía, pero cuando se enfrenta a ella en la realidad, se comporta como [poniendo una gran voz aguda] “Ohhhhhh, Dios…”, ¿sabes? Y sin embargo yo me encuentro bastante cómodo en la misma situación, porque soy lo suficientemente mayor como para que nada me importe una mierda. Y por supuesto, si hiciese ese tercer tomo sería más desagradable y más sucio que los anteriores porque me gusta ese tipo de material.
Anderson: Por ejemplo, ¿sería más parecido a Black Kiss, o intentarías llevarlo hasta otro nivel?
Chaykin: ¡Sería diferente! En Black Kiss intenté presentar un enfoque sacramental de todos los posibles elementos sucios que se me ocurrieron en ese momento. En Time2 me dije que debía acercarme al material desde un punto de vista más narrativo. Black Kiss también trata en gran parte sobre mi vida en California. Como chico de ciudad que soy, nunca he tenido una sensación paranoica en Nueva York, pero sí que me ha ocurrido cuando estoy en Los Angeles. Los Angeles es una versión espeluznante de una ciudad.
El Valle, el Lado Oeste, me doy cuenta de que en Los Angeles se puede encontrar lo decadente y lo degenerado. La primera semana que pasé en el sur de California, me quedé en casa de mi amigo Dave y estuve durmiendo en una cama Murphy (era más o menos en 1975), mientras me leía “Hollywood Babylon” de cabo a rabo. Es una buena forma de conocer esa ciudad.
Hay personas que piensan sobre Nueva York lo mismo que yo de Los Angeles. Estoy contento de haberme marchado de allí, aunque me sentía completamente a salvo, porque sabía a dónde no tenía que ir. E instintivamente sé lo mismo cuando estoy en Toronto, en Vancouver o en San Francisco. En Los Angeles lo jodido va arrastrándose hacia ti y te deja acojonado.
Anderson: Me doy cuenta de que a menudo tu trabajo trata sobre la concepción del héroe. Muchos de tus personajes parecen ser conscientes de lo que se supone que debe ser el héroe de una pieza, mientras que otros parecen estar por debajo de ese nivel, y la culpa la tienen frases como “Tú no eres el héroe”, o “¿Quién te ha nombrado héroe?”, o “Tú no eres mi héroe”. ¿Qué ocurre para que ese concepto de héroe te atraiga tanto?, ¿ves muchas heroicidades en la vida diaria o cuando te pones a observar el mundo?
Chaykin: En cuanto alcancé el punto en el que era capaz de escribir y dibujar mis propias cosas, también alcancé un estado en el que el mejor de los casos, la limitada motivación de la mayoría de los héroes había empezado a parecerme más limitada todavía, y en el peor, no había motivación alguna.
Como resultado, siempre he disfrutado jugando con un héroe que sea consciente de sí mismo, que el lector casi pueda visualizar como cuando observa su propia vida como si fuese una película, o con un héroe que no tenga más remedio que comportarse de una forma que conduzca hacia lo que suele hacer funcionar el cierre heroico de la historia.
Para que conste, nunca he conocido a nadie al que admire que no me decepcione de una forma u otra, así que suelo rebajar mis estándares y expectativas e intento no conocer a mis héroes cara a cara.
Anderson: También me he dado cuenta de que el tema del “retorno del héroe” suele aparecer en tu trabajo. La Sombra regresó después de cincuenta años, Maxim Glory retornó después de una misteriosa deparición, Tucker Foyle volvió a su hogar de la niñez, e incluso de alguna forma, Reuben Flagg regresa a su hogar ancestral, la Tierra. ¿Es una mera coincidencia o algo que tiene mayor resonancia en tu vida?
Chaykin: El héroe que regresa simplemente es una excusa con la que me gusta jugar de vez en cuando. Es una elección, más que una coincidencia: un dispositivo dramático que me da la oportunidad de permitir que otros personajes hablen con el protagonista de forma que revele tanto su carácter como el de los demás.
Anderson: Estoy bastante interesado en el proceso de creación. Siempre he sentido curiosidad por saber exactamente qué cantidad de tu material has dibujado tú mismo y cuánto ha sido realizado por tu asistente.
Chaykin: Esa es una pregunta fácil de responder. En términos de diseño, yo lo hago todo de principio a fin. Soy quien lo hace todo, objetivamente hablando. Y también dibujo todas las figuras, todas ellas.
Cuando hay elementos fotográficos que bosquejar, vehículos, edificios, etc, eso se lo encargo a mi ayudante y luego yo mismo lo retomo para dar unos últimos ajustes. Mi húmeda mano se puede ver por todos lados. Con Flagg! y Time2 me anticipé al uso de Photoshop, porque muchas cosas estaban hechas con copy-paste, con la fotocopiadora y con la repetición de elementos. Hay muchas cosas sobre los elementos narrativas y sobre cómo se tiene que desarrollar un cómic que aprendí de artistas como Harvey Kurtzman y Wallace Wood. Actualmente utilizo mucho el Photoshop.
Anderson: ¿Realmente te sientas y te pones manos a la obra con el programa, o trabajas junto a otra persona que hace esa labor?
Chaykin: He estado tan lejos del programa durante los últimos cinco años que me había olvidado de todo, así que empecé otra vez a revisar el tutorial. Estoy empezando desde el principio y volviendo a aprender lo mismo. Mientras estoy hablando contigo, estoy también mirando una portada que he dibujado a lápiz y pasado a tinta. Estoy a punto de borrarla y de llenarlo todo de color negro, y así luego podré volver sobre la idea y pulirla un poco más.
En cuanto a tu pregunta sobre el proceso de creación, una de las cosas que tuve que hacer al volver a los cómics en 2002, fue cambiar la forma de hacer las cosas. Estuve un año colaborando con Don Cameron y resultó ser una auténtica curva de aprendizaje. [Don] es alguien que en aquella época trabajaba como mi ayudante y que ahora se ha convertido en mi colega. Es alguien que ha sido amigo mío durante años.
Actualmente está intentando aplicar a los cómics lo que ha podido aprender sobre 3D Max y Maya. He aprendido mucho sobre cómo se pueden hacer cómics desde un punto de vista técnico contemporáneo. Suelo trabajar con páginas de escala once. Empiezo abocetando todo el dibujo a lápiz, luego lo entinto de forma preliminar y a continuación lo borro todo e incluyo los negros. Luego cojo un lápiz azul y vuelvo a dibujar los detalles que han desaparecido en la anterior etapa. Y luego lo vuelvo a entintar todo y se lo paso a mi asistente para que ponga los últimos negros y lo aclare todo un poco.
Luego cojo todo de nuevo para dar los ajustes finales. Las últimas herramientas que utilizo son la Scotch blue Magic Tape, un Rapidograph de punta muy fina, y Sharpies muy finos. Así que la página pasa por encima de la mesa como cinco veces y por eso puedo hacer el material tan rápidamente. Además, este proceso facilita que cada vez gaste menos tiempo en hacer una página.
Es muy similar a mi forma de escribir el guión. Escribo un pequeño esbozo contando todo el rollo que se me ha ocurrido. El ordenador también ha cambiado mi forma de guionizar. Largo todo el rollo, y ya no tengo que volver a escribir lo que ya había impreso y subrayado. El ordenador no es tanto una herramienta para escribir como para reescribir. Aplico la misma técnica que con el dibujo: continúo puliendo el dibujo hasta que está listo para la entrega.
Anderson: ¿Y cuando vuelves a entintar el dibujo, utilizas de nuevo el Rapidograph?
Chaykin: Oh no, lo que hago con él son los últimos ajustes. Entinto con una pluma Pentel, un penstix Alvin y con pinceles baratos...
Anderson: Claro, yo también utilizo pinceles baratos. Una vez leí en una entrevista que utilizabas rotuladores y me quedé anonadado. En realidad pensaba que usabas la plumilla.
Chaykin: Oh no. No podría utilizar una de las tradicionales en mi vida. Nunca he sido un gran entintador; no tengo ni la más jodida idea de cómo hacer el entintado. Sé cómo acabar un dibujo, pero no sé a qué suele referirse la gente del mundo del cómic cuando hablan sobre el entintado. Para mí es un pensamiento alienígena. Suelo quedarme asombrado con tipos como Wallace Wood, Ralph Reese, Kevin Nowlan, Michael Golden, esos tíos son sorprendentes hombres del pincel y el lápiz, y creo que yo entinto con el codo, aunque es cierto que soy capaz de acabar todos mis dibujos.
Anderson: Bueno, otra de las cosas que siempre me ha gustado de tu trabajo es que de alguna forma es áspero, crudo, con un acabado sólido y denso. Aunque no termines la línea de una forma tan fina como lo hace Kevin Nowlan...
Chaykin: ¡Me encantaría poder hacerlo!
Anderson: …definitivamente creo que eres un buen entintador.
Chaykin: No tengo la paciencia suficiente como para aprender a hacerlo bien, pero lo cierto es que envidio esa habilidad.
Anderson: Me parece interesante.
Chaykin: Me gustan las cosas habilidosas (aunque no siempre), y realmente intento hacer muchas de mis cosas de una forma mañosa, porque como a cualquier otra persona me encanta que lo que hago le guste al público. Por lo general, la forma de enfocar mi trabajo me mantiene fuera del podio. Reconozco que soy un artista de culto y me encuentro cómodo en esa categoría.
Anderson: ¿Realmente me acabas de decir que estás fuera del podio? ¿No te das cuenta del tipo de impacto que ha tenido tu trabajo?
Chaykin: Bueno, yo sí, pero creo que nadie más lo ha hecho.
Anderson: Eso es una bobada.
Chaykin: Bueno, no, en realidad es cierto. Soy el Robert Altman o el Van Morrison de los cómics. Soy alguien extremadamente influyente, pero mi trabajo no es capaz de atrapar de una forma particular al público. La comparación más cercana que se me ocurre es con un tipo llamado Robert Fawcett. Robert Fawcett es uno de mis ilustradores favoritos: fue miembro de la Famous Artists School (ahora mismo estoy mirando directamente un Fawcett). Yo mismo tengo varios elementos del estilo de Fawcett. Y aunque él nunca haya logrado el mismo reconocimiento que Norman Rockwell o J.C. Leyendecker, fue un artista increíble, un gran dibujante, alguien que asumió la abstracción en nombre de la narrativa, fue un gran narrador.
Anderson: Dices que no consiguió lo mismo que Leyendecker y Rockwell... pero, bueno, pocos han sido capaces de conseguirlo.
Chaykin: Su trabajo carecía de atractivo sentimental y yo no soy un tipo sentimental, al menos en mi trabajo. En realidad soy por naturaleza demasiado sentimental, pero mi trabajo no se regodea en ello. Esa es la diferencia entre un tipo como James Jean y otro como Dave Johnson. Considero que Dave Johnson tiene un talento muy superior. Me encanta el trabajo de Dave, creo que es un dibujante de portadas brillante, pero siempre ocupa el segundo lugar detrás de James Jean, que es un tipo con mucho talento, aunque en el fondo es muy sentimental y por eso el público suele halagarlo tanto.
Anderson: Claro. Pero aún así no ha habido un solo momento (aparte de las ocasiones en las que has rechazado algún trabajo), en el que no haya habido un cómic de Howard Chaykin a la venta. No es que precisamente te haya faltado trabajo.
Chaykin: Eso puede cambiar en cualquier momento. Ahora estoy trabajando en una de las últimas páginas que tengo por casa. No tengo ni idea de lo que voy a estar haciendo el mes que viene para ganarme la vida.
Anderson: Eso me parece fascinante. Estoy seguro de que puedes conseguir cualquier tipo de encargo.
Chaykin: Es una idea maravillosa, y espero que le llegue a oídos del Dios en el que no creo. Pero no es cierta. Ten en cuenta lo siguiente: no tengo ninguna duda de la valía que poseo, reconozco que soy un jugador y un competidor. Tengo talento, estoy cualificado, pero también me aproximo al campo del cómic de una forma que no despierta un profundo interés en el lector medio. Me gustaría que fuese así, porque Dios sabe que me gustaría ser alabado, pero por la misma razón, tampoco hago nada para cambiar esta situación. Ahí es donde entra en juego mi obstinación, soy un cabrón bastante obstinado.
Anderson: Una cosa que siempre me he preguntado sobre lo que haces, es si realmente te gustan los cómics. Siempre me ha parecido que tu relación hacia ellos era ambivalente.
Chaykin: Me gusta muchísimo el medio. Realmente me gusta mucho. Pero los cómics tampoco me vuelven loco. Los adoro. Últimamente he estado haciendo trabajos de diseño para un amigo mío que ha creado un producto y hemos empezado a hablar sobre el “Taller sin palabras”, algo que probablemente no recordarás porque eres demasiado joven. Apareció en un Popular Science o Popular Mechanics, ya he olvidado en cuál, y estaba hecho por un autor de cómics que se llamaba Roy Doty. Fue entre los años cincuenta y sesenta, era alguien que podría haber sido el asistente de Hank Ketcham.
Eran páginas de entre seis y ocho viñetas realizadas con una línea y un color esquemáticos, enseñaban cómo fabricar cosas o cómo podías reparar tu propia casa. Me encantaba esa mierda. Mi oficina tiene cuatro estanterías con libros y casi todos ellos, aparte del material de referencia que tengo, son cómics europeos, colecciones de Novelas Gráficas y sketchbooks.
Cuando viajo no lo hago con tomos de tapa dura, sino de tapa blanda que pueda terminar desechando. He estado leyendo una novela que pensaba que me daría lectura hasta que me marchase el jueves por la mañana, pero me la he terminado ayer mismo. Y como no tenía nada que leer antes de irme, me he pasado toda la mañana leyendo cómics.
Anderson: Siempre me ha parecido como si te encontrases al margen. Tenía la impresión de que hacías cómics porque eras bueno haciéndolos y te pagaban las facturas, y que, mira tú por dónde, quizá preferirías estar haciendo cualquier otra cosa.
Chaykin: Cuando perdí mi último trabajo en televisión, me volví a casa y me pasé todo un mes pensando qué iba a ser lo siguiente que iba a hacer. Finalmente volé hasta Nueva York, me senté con los editores y les dije: “Escuchad, he decidido que nunca más voy a volver a trabajar para la televisión”, porque me había hecho sentir un miserable, “y me gustaría volver a ser un autor de cómic a tiempo completo”. No creo que me creyesen de verdad, pero parece que ahora se lo están tomando en serio.
Creo que me gusta mucho más hacer cómics que leerlos. Me encanta el proceso. Soy un tío que se levanta a las 4:30 ó 5 de la mañana. Me quedo despierto durante horas. Antes de ponerme a charlar contigo por teléfono, ya había desayunado con mis compinches y también había respondido a todos los e-mails que me han llegado durante la noche. Y ahora ya estoy listo para trabajar.
Estoy esperando que me den el visto bueno al cuarto número de la mini-serie en la que estoy trabajando, sigo a la espera. Tengo esperanzas de poder empezarlo hoy mismo. Desde que he llegado a manejar esa sensación de improvisación, me siento mucho mejor con mi trabajo y con mi forma de hacerlo. Es un verdadero placer. Me siento increíblemente afortunado de tener estas habilidades y te prometo que ahora no te estoy vacilando.
Anderson: ¿Cuál es ese nuevo proyecto en el que estás trabajando?
Chaykin: Es una mini-serie de Dominic Fortune.
Anderson: ¡Oh, wow! Estás haciendo Dominic Fortune; ¿cuándo se va a publicar?
Chaykin: Creo que en julio o en agosto. He terminado el tercer número y también he terminado el color, y ahora estoy mirando qué portada voy a elegir. A continuación voy a empezar con el cuarto número y finalizaré la mini-serie. Trata sobre la estancia de Dominic Fortune en las Olimpiadas de Berlin de 1936.
Anderson: Mola, mola, mola. ¿También has hecho el guión?
Chaykin: Oh, claro, por completo.
Anderson: Hay otro proyecto tuyo por el que me gustaría preguntarte. Había oído hablar sobre él, pero no he vuelto a saber nada desde hace un par de años, Marked Man.
Chaykin: Claro, hay un montón de cómics policíacos por todos lados, pero el único que realmente me gusta es Criminal, de Ed Brubaker y Sean Phillips, aunque también me gusta lo que Kim Thompson me envió de Tardi, “West Coast Blues”, que va a ser publicado por Fantagraphics. Me dan igual algunas otras sensibilidades “pulp-fiction” que se quieren hacer pasar por cómics policíacos.
Me gustaría hacer un par de cómics policíacos. Marked Man y otro que puede que se llame Midnight of the Soul. Uno será una pieza clásica y el otro una contemporánea. Probablemente tomaré la decisión de hacer el de Marked Man el próximo mes más o menos. Lo he ido dejando de lado, pero si no me llega más trabajo, ¡tendré que ponerme con ello!
Anderson: Otra de las cosas que siempre me ha producido mucha curiosidad sobre tu trabajo es algo personal: ¿Por qué nunca pones juntos a hombres y mujeres negras en tus cómics? Siempre los emparejas con gente blanca.
Chaykin: ¿A quiénes no emparejo, a las mujeres negras con hombres blancos?
Anderson: Sí, nunca los he visto juntos en tus cómics, no sé.
Chaykin: En realidad he hecho un número de Blade en el que un personaje tiene una cita con una mujer negra.
Anderson: Para ser honesto, no me he leído Blade.
Chaykin: Bueno, en realidad es una serie bastante divertida. No sé, nunca me había dado cuenta de eso. Me has acusado de que si se revisa mi trabajo de principio a fin no será racialmente consistente, así que voy a tener que echarle otro vistazo.
Anderson: Lo siento, tío.
Chaykin: ¡No te excuses! No hay por qué quejarse, no hay que explicar nada. Me quedo con el juicio de tu palabra y voy a empezar a trabajar a partir de ese punto. Ya sabes, trabajo a toda máquina y si tú te has dado cuenta de algún error, lo anoto e intentaré remediarlo.
Anderson: Bueno, si quieres hacero… sólo era algo que…
Chaykin: ¡No lo tengas en cuenta! Hago lo que tengo que hacer, pero también me tomo en cuenta lo que piensa otra gente, y ciertamente también me tomo en cuenta lo que piensa la gente a la que respeto. Solemos trabajar en un vacío. De vez en cuando no me duele que me recuerden que el tren que ha salido sigue en marcha y que es posible que desee echar un difícil vistazo a lo que está pasando en su interior. Espero no mezclar demasiadas metáforas...
Anderson: He seguido las cosas que has estado haciendo últimamente. Me interesa más tu faceta como escritor y dibujante, y una de las pocas cosas que he leído tuyas en las que sólo haces el dibujo es la serie que has publicado con Garth Ennis. Ni siquiera sabía que estaba editada. Hace tres o cuatro meses estaba pasando el rato en una tienda de cómics cuando de repente di con ella y me dije: “Joder”. Lo compré inmediatamente y me pareció fantástica. Pero me interesa más tu faceta como artista completo.
Chaykin: A mí también. Prefiero escribir y dibujar mi propio material. Pero algunas veces hay que coger lo que se te ofrece.
Anderson: Bueno, estoy muy sorprendido, porque me acuerdo de que años atrás comentabas que nunca podrías llegar a hacer material super-heróico. Y nunca he pensado que ese fuese tu campo, además parecía que te alejarías de él por completo. Y entonces me doy la vuelta y ahí estás haciendo Blade, Hawkgirl y lo que cojones sea... y me pareció muy raro.
Chaykin: Tengo que ganarme la vida. Me considero una especie de empleado con talento. A diferencia de muchos de mis colegas, que solo saben hacer una cosa, puedo hacer casi de todo. En ese sentido, soy más como Joe Kubert o Alex Toth que como Gil Kane o Carmine Infantino. Creo que Alex y Joe eran una especie de empleados oficiales, gente que era capaz de hacer una mayor variedad de géneros: Oeste, criminal, superhéroes. Tal vez no podían hacer todas esas cosas igual de bien que los maestros de cada género en concreto, pero eran capaces de hacer todo tipo de cosas.
Esa cualidad de empleado es lo que abrió una brecha entre aquella generación y la mía. Soy capaz de hacer un buen trabajo casi en cualquier género, con la excepción del género de terror. No tengo ningún tipo de afinidad por ese género. Pero uno tiene que trabajar en lo que le ofrecen.
Hace años me reuní con un ejecutivo de un estudio. Me preguntó por qué mi currículum estaba tan jodidamente cojo, y por qué había cogido todos esos encargos de mierda. Y yo le contesté: “Por desgracia, sólo cojo los trabajos que me ofrecen. Y eso es lo que sucede en el mundo real, amigo.”
Anderson: ¿Se requiere algún tipo de músculo creativo diferente, uno que sea necesario para poder afrontar todos esos trabajos?
Chaykin: Estoy comprometido de forma paranoica con la consistencia, porque creo que no se me puede tomar en serio a menos que sea capaz de ofrecer un producto basado en la calidad uniforme. Y seamos sinceros, la calidad no conlleva necesariamente ningún tipo de garantía de éxito en el negocio del comic book. Pero eso es todo lo que puedo ofrecer. Cuando te cogen para trabajar exclusivamente como dibujante, es mi responsabilidad intentar entregar el mejor trabajo que me sea posible bajo dichas circunstancias. Y eso se aplica tanto a cuando estoy haciendo un trabajo en el que detento la propiedad intelectual como cuando estoy haciendo un trabajo por encargo.
Hace un par de años vi una tarifa de precios que pasaron los chicos que se encargaban del aspecto técnico (no recuerdo si se encargaban de la rotulación o del color) y la lista de precios era insultante. Parecía algo en plan, “este precio es por el mejor trabajo que podemos hacer, este precio es por un trabajo bien hecho, y este por hacer lo que sea.” Me parece una mierda.
Independientemente de lo que te estén pagando, independientemente de cuál sea tu trabajo, tienes que poner en la mesa lo mejor que te permitan tus habilidades. Hacer las cosas sobre la base de lo que te pagan es una mierda.
Ahora voy a usar una frase que me hace temblar, pero creo yo soy una marca. Así que cuando un tío me contrata, sabe bien lo que va a obtener. Y me gusta estar a la altura de esas expectativas. De vez en cuando puede que te sorprenda, pero prefiero sorprender de forma positiva en vez de negativa.
(Continuará)
Anderson: De acuerdo, está bien, está bien. Te lo he preguntado porque sencillamente creo que es una creación de tu propiedad, deberías poder sentarte y trabajar con ella cuando te plazca.
Chaykin: Lo sé, pero lo que ocurre es que… bueno, no me gustaría empezar una conversación paralela que difamase a personas que puede que pronto estén muertas. [Risas.] Una vez describí a una de las partes involucradas en aquella situación como el tipo de tío que te haría preguntarte si Hitler no tendría algo de razón. [Risas.] Ahora ya sabes por qué me odia la gente.
Me resultaría fácil comentar lo que no me gusta de la situación, pero creo que hacerlo ahora no tendría demasiado sentido. Por supuesto que me gustaría hacer ese tomo, porque los anteriores me encantan. En parte soy un producto de los cincuenta, y eso a pesar de que me hice mayor de edad en los sesenta, pero empecé a sentirme molesto molesto porque en esa época se estaba eliminando la buena apariencia, la depilación de sobacos y piernas y la ropa interior molona.
Es una de las razones por las que me gustaron tanto los setenta, incluso aunque no fuese seguidor de la música disco o punk, pero al menos las mujeres tenían buen aspecto [Anderson se ríe] y eso siempre me ha encantado. Nunca he sido un tío que se sienta cómodo con lo “natural”. Me quedo con lo urbano, aunque ahora esté viviendo en una pequeña ciudad del sur de California. Cuando conseguí limpiarme, lo hice de una forma muy urbana.
Anderson: No sé si querrás responder a la siguiente pregunta, pero si ahora tuvieses la oportunidad de hacer esa tercera parte, ¿crees que cambiaría mucho en relación con los dos primeros tomos?
Chaykin: Creo que sería tan poco lineal y aún más sucio que los otros dos.
Anderson: ¿Más? ¡Me gusta la idea!
Chaykin: ¡Oh, por supuesto! Estamos trabajando en un negocio bastante remilgado, ¿no? Y tengo una verdadera aversión por lo afectado; me gusta el arte de las “pin-up”, me gusta la inmundicia.
Anderson: A mí también.
Chaykin: No soy un tío al que le guste el porno “light”, ya sabes, me gusta lo desagradable, la mierda asquerosa.
Anderson: ¡Adelante!
Chaykin: Para mí… se trata de llegar hasta el centro de lo que se supone que es el erotismo. De nuevo, creo que se trata de hacer lo que a ti te guste. Uno de mis colegas es un tío al que obviamente le encanta la pornografía, pero cuando se enfrenta a ella en la realidad, se comporta como [poniendo una gran voz aguda] “Ohhhhhh, Dios…”, ¿sabes? Y sin embargo yo me encuentro bastante cómodo en la misma situación, porque soy lo suficientemente mayor como para que nada me importe una mierda. Y por supuesto, si hiciese ese tercer tomo sería más desagradable y más sucio que los anteriores porque me gusta ese tipo de material.
Anderson: Por ejemplo, ¿sería más parecido a Black Kiss, o intentarías llevarlo hasta otro nivel?
Chaykin: ¡Sería diferente! En Black Kiss intenté presentar un enfoque sacramental de todos los posibles elementos sucios que se me ocurrieron en ese momento. En Time2 me dije que debía acercarme al material desde un punto de vista más narrativo. Black Kiss también trata en gran parte sobre mi vida en California. Como chico de ciudad que soy, nunca he tenido una sensación paranoica en Nueva York, pero sí que me ha ocurrido cuando estoy en Los Angeles. Los Angeles es una versión espeluznante de una ciudad.
El Valle, el Lado Oeste, me doy cuenta de que en Los Angeles se puede encontrar lo decadente y lo degenerado. La primera semana que pasé en el sur de California, me quedé en casa de mi amigo Dave y estuve durmiendo en una cama Murphy (era más o menos en 1975), mientras me leía “Hollywood Babylon” de cabo a rabo. Es una buena forma de conocer esa ciudad.
Hay personas que piensan sobre Nueva York lo mismo que yo de Los Angeles. Estoy contento de haberme marchado de allí, aunque me sentía completamente a salvo, porque sabía a dónde no tenía que ir. E instintivamente sé lo mismo cuando estoy en Toronto, en Vancouver o en San Francisco. En Los Angeles lo jodido va arrastrándose hacia ti y te deja acojonado.
Anderson: Me doy cuenta de que a menudo tu trabajo trata sobre la concepción del héroe. Muchos de tus personajes parecen ser conscientes de lo que se supone que debe ser el héroe de una pieza, mientras que otros parecen estar por debajo de ese nivel, y la culpa la tienen frases como “Tú no eres el héroe”, o “¿Quién te ha nombrado héroe?”, o “Tú no eres mi héroe”. ¿Qué ocurre para que ese concepto de héroe te atraiga tanto?, ¿ves muchas heroicidades en la vida diaria o cuando te pones a observar el mundo?
Chaykin: En cuanto alcancé el punto en el que era capaz de escribir y dibujar mis propias cosas, también alcancé un estado en el que el mejor de los casos, la limitada motivación de la mayoría de los héroes había empezado a parecerme más limitada todavía, y en el peor, no había motivación alguna.
Como resultado, siempre he disfrutado jugando con un héroe que sea consciente de sí mismo, que el lector casi pueda visualizar como cuando observa su propia vida como si fuese una película, o con un héroe que no tenga más remedio que comportarse de una forma que conduzca hacia lo que suele hacer funcionar el cierre heroico de la historia.
Para que conste, nunca he conocido a nadie al que admire que no me decepcione de una forma u otra, así que suelo rebajar mis estándares y expectativas e intento no conocer a mis héroes cara a cara.
Anderson: También me he dado cuenta de que el tema del “retorno del héroe” suele aparecer en tu trabajo. La Sombra regresó después de cincuenta años, Maxim Glory retornó después de una misteriosa deparición, Tucker Foyle volvió a su hogar de la niñez, e incluso de alguna forma, Reuben Flagg regresa a su hogar ancestral, la Tierra. ¿Es una mera coincidencia o algo que tiene mayor resonancia en tu vida?
Chaykin: El héroe que regresa simplemente es una excusa con la que me gusta jugar de vez en cuando. Es una elección, más que una coincidencia: un dispositivo dramático que me da la oportunidad de permitir que otros personajes hablen con el protagonista de forma que revele tanto su carácter como el de los demás.
Anderson: Estoy bastante interesado en el proceso de creación. Siempre he sentido curiosidad por saber exactamente qué cantidad de tu material has dibujado tú mismo y cuánto ha sido realizado por tu asistente.
Chaykin: Esa es una pregunta fácil de responder. En términos de diseño, yo lo hago todo de principio a fin. Soy quien lo hace todo, objetivamente hablando. Y también dibujo todas las figuras, todas ellas.
Cuando hay elementos fotográficos que bosquejar, vehículos, edificios, etc, eso se lo encargo a mi ayudante y luego yo mismo lo retomo para dar unos últimos ajustes. Mi húmeda mano se puede ver por todos lados. Con Flagg! y Time2 me anticipé al uso de Photoshop, porque muchas cosas estaban hechas con copy-paste, con la fotocopiadora y con la repetición de elementos. Hay muchas cosas sobre los elementos narrativas y sobre cómo se tiene que desarrollar un cómic que aprendí de artistas como Harvey Kurtzman y Wallace Wood. Actualmente utilizo mucho el Photoshop.
Anderson: ¿Realmente te sientas y te pones manos a la obra con el programa, o trabajas junto a otra persona que hace esa labor?
Chaykin: He estado tan lejos del programa durante los últimos cinco años que me había olvidado de todo, así que empecé otra vez a revisar el tutorial. Estoy empezando desde el principio y volviendo a aprender lo mismo. Mientras estoy hablando contigo, estoy también mirando una portada que he dibujado a lápiz y pasado a tinta. Estoy a punto de borrarla y de llenarlo todo de color negro, y así luego podré volver sobre la idea y pulirla un poco más.
En cuanto a tu pregunta sobre el proceso de creación, una de las cosas que tuve que hacer al volver a los cómics en 2002, fue cambiar la forma de hacer las cosas. Estuve un año colaborando con Don Cameron y resultó ser una auténtica curva de aprendizaje. [Don] es alguien que en aquella época trabajaba como mi ayudante y que ahora se ha convertido en mi colega. Es alguien que ha sido amigo mío durante años.
Actualmente está intentando aplicar a los cómics lo que ha podido aprender sobre 3D Max y Maya. He aprendido mucho sobre cómo se pueden hacer cómics desde un punto de vista técnico contemporáneo. Suelo trabajar con páginas de escala once. Empiezo abocetando todo el dibujo a lápiz, luego lo entinto de forma preliminar y a continuación lo borro todo e incluyo los negros. Luego cojo un lápiz azul y vuelvo a dibujar los detalles que han desaparecido en la anterior etapa. Y luego lo vuelvo a entintar todo y se lo paso a mi asistente para que ponga los últimos negros y lo aclare todo un poco.
Luego cojo todo de nuevo para dar los ajustes finales. Las últimas herramientas que utilizo son la Scotch blue Magic Tape, un Rapidograph de punta muy fina, y Sharpies muy finos. Así que la página pasa por encima de la mesa como cinco veces y por eso puedo hacer el material tan rápidamente. Además, este proceso facilita que cada vez gaste menos tiempo en hacer una página.
Es muy similar a mi forma de escribir el guión. Escribo un pequeño esbozo contando todo el rollo que se me ha ocurrido. El ordenador también ha cambiado mi forma de guionizar. Largo todo el rollo, y ya no tengo que volver a escribir lo que ya había impreso y subrayado. El ordenador no es tanto una herramienta para escribir como para reescribir. Aplico la misma técnica que con el dibujo: continúo puliendo el dibujo hasta que está listo para la entrega.
Anderson: ¿Y cuando vuelves a entintar el dibujo, utilizas de nuevo el Rapidograph?
Chaykin: Oh no, lo que hago con él son los últimos ajustes. Entinto con una pluma Pentel, un penstix Alvin y con pinceles baratos...
Anderson: Claro, yo también utilizo pinceles baratos. Una vez leí en una entrevista que utilizabas rotuladores y me quedé anonadado. En realidad pensaba que usabas la plumilla.
Chaykin: Oh no. No podría utilizar una de las tradicionales en mi vida. Nunca he sido un gran entintador; no tengo ni la más jodida idea de cómo hacer el entintado. Sé cómo acabar un dibujo, pero no sé a qué suele referirse la gente del mundo del cómic cuando hablan sobre el entintado. Para mí es un pensamiento alienígena. Suelo quedarme asombrado con tipos como Wallace Wood, Ralph Reese, Kevin Nowlan, Michael Golden, esos tíos son sorprendentes hombres del pincel y el lápiz, y creo que yo entinto con el codo, aunque es cierto que soy capaz de acabar todos mis dibujos.
Anderson: Bueno, otra de las cosas que siempre me ha gustado de tu trabajo es que de alguna forma es áspero, crudo, con un acabado sólido y denso. Aunque no termines la línea de una forma tan fina como lo hace Kevin Nowlan...
Chaykin: ¡Me encantaría poder hacerlo!
Anderson: …definitivamente creo que eres un buen entintador.
Chaykin: No tengo la paciencia suficiente como para aprender a hacerlo bien, pero lo cierto es que envidio esa habilidad.
Anderson: Me parece interesante.
Chaykin: Me gustan las cosas habilidosas (aunque no siempre), y realmente intento hacer muchas de mis cosas de una forma mañosa, porque como a cualquier otra persona me encanta que lo que hago le guste al público. Por lo general, la forma de enfocar mi trabajo me mantiene fuera del podio. Reconozco que soy un artista de culto y me encuentro cómodo en esa categoría.
Anderson: ¿Realmente me acabas de decir que estás fuera del podio? ¿No te das cuenta del tipo de impacto que ha tenido tu trabajo?
Chaykin: Bueno, yo sí, pero creo que nadie más lo ha hecho.
Anderson: Eso es una bobada.
Chaykin: Bueno, no, en realidad es cierto. Soy el Robert Altman o el Van Morrison de los cómics. Soy alguien extremadamente influyente, pero mi trabajo no es capaz de atrapar de una forma particular al público. La comparación más cercana que se me ocurre es con un tipo llamado Robert Fawcett. Robert Fawcett es uno de mis ilustradores favoritos: fue miembro de la Famous Artists School (ahora mismo estoy mirando directamente un Fawcett). Yo mismo tengo varios elementos del estilo de Fawcett. Y aunque él nunca haya logrado el mismo reconocimiento que Norman Rockwell o J.C. Leyendecker, fue un artista increíble, un gran dibujante, alguien que asumió la abstracción en nombre de la narrativa, fue un gran narrador.
Anderson: Dices que no consiguió lo mismo que Leyendecker y Rockwell... pero, bueno, pocos han sido capaces de conseguirlo.
Chaykin: Su trabajo carecía de atractivo sentimental y yo no soy un tipo sentimental, al menos en mi trabajo. En realidad soy por naturaleza demasiado sentimental, pero mi trabajo no se regodea en ello. Esa es la diferencia entre un tipo como James Jean y otro como Dave Johnson. Considero que Dave Johnson tiene un talento muy superior. Me encanta el trabajo de Dave, creo que es un dibujante de portadas brillante, pero siempre ocupa el segundo lugar detrás de James Jean, que es un tipo con mucho talento, aunque en el fondo es muy sentimental y por eso el público suele halagarlo tanto.
Anderson: Claro. Pero aún así no ha habido un solo momento (aparte de las ocasiones en las que has rechazado algún trabajo), en el que no haya habido un cómic de Howard Chaykin a la venta. No es que precisamente te haya faltado trabajo.
Chaykin: Eso puede cambiar en cualquier momento. Ahora estoy trabajando en una de las últimas páginas que tengo por casa. No tengo ni idea de lo que voy a estar haciendo el mes que viene para ganarme la vida.
Anderson: Eso me parece fascinante. Estoy seguro de que puedes conseguir cualquier tipo de encargo.
Chaykin: Es una idea maravillosa, y espero que le llegue a oídos del Dios en el que no creo. Pero no es cierta. Ten en cuenta lo siguiente: no tengo ninguna duda de la valía que poseo, reconozco que soy un jugador y un competidor. Tengo talento, estoy cualificado, pero también me aproximo al campo del cómic de una forma que no despierta un profundo interés en el lector medio. Me gustaría que fuese así, porque Dios sabe que me gustaría ser alabado, pero por la misma razón, tampoco hago nada para cambiar esta situación. Ahí es donde entra en juego mi obstinación, soy un cabrón bastante obstinado.
Anderson: Una cosa que siempre me he preguntado sobre lo que haces, es si realmente te gustan los cómics. Siempre me ha parecido que tu relación hacia ellos era ambivalente.
Chaykin: Me gusta muchísimo el medio. Realmente me gusta mucho. Pero los cómics tampoco me vuelven loco. Los adoro. Últimamente he estado haciendo trabajos de diseño para un amigo mío que ha creado un producto y hemos empezado a hablar sobre el “Taller sin palabras”, algo que probablemente no recordarás porque eres demasiado joven. Apareció en un Popular Science o Popular Mechanics, ya he olvidado en cuál, y estaba hecho por un autor de cómics que se llamaba Roy Doty. Fue entre los años cincuenta y sesenta, era alguien que podría haber sido el asistente de Hank Ketcham.
Eran páginas de entre seis y ocho viñetas realizadas con una línea y un color esquemáticos, enseñaban cómo fabricar cosas o cómo podías reparar tu propia casa. Me encantaba esa mierda. Mi oficina tiene cuatro estanterías con libros y casi todos ellos, aparte del material de referencia que tengo, son cómics europeos, colecciones de Novelas Gráficas y sketchbooks.
Cuando viajo no lo hago con tomos de tapa dura, sino de tapa blanda que pueda terminar desechando. He estado leyendo una novela que pensaba que me daría lectura hasta que me marchase el jueves por la mañana, pero me la he terminado ayer mismo. Y como no tenía nada que leer antes de irme, me he pasado toda la mañana leyendo cómics.
Anderson: Siempre me ha parecido como si te encontrases al margen. Tenía la impresión de que hacías cómics porque eras bueno haciéndolos y te pagaban las facturas, y que, mira tú por dónde, quizá preferirías estar haciendo cualquier otra cosa.
Chaykin: Cuando perdí mi último trabajo en televisión, me volví a casa y me pasé todo un mes pensando qué iba a ser lo siguiente que iba a hacer. Finalmente volé hasta Nueva York, me senté con los editores y les dije: “Escuchad, he decidido que nunca más voy a volver a trabajar para la televisión”, porque me había hecho sentir un miserable, “y me gustaría volver a ser un autor de cómic a tiempo completo”. No creo que me creyesen de verdad, pero parece que ahora se lo están tomando en serio.
Creo que me gusta mucho más hacer cómics que leerlos. Me encanta el proceso. Soy un tío que se levanta a las 4:30 ó 5 de la mañana. Me quedo despierto durante horas. Antes de ponerme a charlar contigo por teléfono, ya había desayunado con mis compinches y también había respondido a todos los e-mails que me han llegado durante la noche. Y ahora ya estoy listo para trabajar.
Estoy esperando que me den el visto bueno al cuarto número de la mini-serie en la que estoy trabajando, sigo a la espera. Tengo esperanzas de poder empezarlo hoy mismo. Desde que he llegado a manejar esa sensación de improvisación, me siento mucho mejor con mi trabajo y con mi forma de hacerlo. Es un verdadero placer. Me siento increíblemente afortunado de tener estas habilidades y te prometo que ahora no te estoy vacilando.
Anderson: ¿Cuál es ese nuevo proyecto en el que estás trabajando?
Chaykin: Es una mini-serie de Dominic Fortune.
Anderson: ¡Oh, wow! Estás haciendo Dominic Fortune; ¿cuándo se va a publicar?
Chaykin: Creo que en julio o en agosto. He terminado el tercer número y también he terminado el color, y ahora estoy mirando qué portada voy a elegir. A continuación voy a empezar con el cuarto número y finalizaré la mini-serie. Trata sobre la estancia de Dominic Fortune en las Olimpiadas de Berlin de 1936.
Anderson: Mola, mola, mola. ¿También has hecho el guión?
Chaykin: Oh, claro, por completo.
Anderson: Hay otro proyecto tuyo por el que me gustaría preguntarte. Había oído hablar sobre él, pero no he vuelto a saber nada desde hace un par de años, Marked Man.
Chaykin: Claro, hay un montón de cómics policíacos por todos lados, pero el único que realmente me gusta es Criminal, de Ed Brubaker y Sean Phillips, aunque también me gusta lo que Kim Thompson me envió de Tardi, “West Coast Blues”, que va a ser publicado por Fantagraphics. Me dan igual algunas otras sensibilidades “pulp-fiction” que se quieren hacer pasar por cómics policíacos.
Me gustaría hacer un par de cómics policíacos. Marked Man y otro que puede que se llame Midnight of the Soul. Uno será una pieza clásica y el otro una contemporánea. Probablemente tomaré la decisión de hacer el de Marked Man el próximo mes más o menos. Lo he ido dejando de lado, pero si no me llega más trabajo, ¡tendré que ponerme con ello!
Anderson: Otra de las cosas que siempre me ha producido mucha curiosidad sobre tu trabajo es algo personal: ¿Por qué nunca pones juntos a hombres y mujeres negras en tus cómics? Siempre los emparejas con gente blanca.
Chaykin: ¿A quiénes no emparejo, a las mujeres negras con hombres blancos?
Anderson: Sí, nunca los he visto juntos en tus cómics, no sé.
Chaykin: En realidad he hecho un número de Blade en el que un personaje tiene una cita con una mujer negra.
Anderson: Para ser honesto, no me he leído Blade.
Chaykin: Bueno, en realidad es una serie bastante divertida. No sé, nunca me había dado cuenta de eso. Me has acusado de que si se revisa mi trabajo de principio a fin no será racialmente consistente, así que voy a tener que echarle otro vistazo.
Anderson: Lo siento, tío.
Chaykin: ¡No te excuses! No hay por qué quejarse, no hay que explicar nada. Me quedo con el juicio de tu palabra y voy a empezar a trabajar a partir de ese punto. Ya sabes, trabajo a toda máquina y si tú te has dado cuenta de algún error, lo anoto e intentaré remediarlo.
Anderson: Bueno, si quieres hacero… sólo era algo que…
Chaykin: ¡No lo tengas en cuenta! Hago lo que tengo que hacer, pero también me tomo en cuenta lo que piensa otra gente, y ciertamente también me tomo en cuenta lo que piensa la gente a la que respeto. Solemos trabajar en un vacío. De vez en cuando no me duele que me recuerden que el tren que ha salido sigue en marcha y que es posible que desee echar un difícil vistazo a lo que está pasando en su interior. Espero no mezclar demasiadas metáforas...
Anderson: He seguido las cosas que has estado haciendo últimamente. Me interesa más tu faceta como escritor y dibujante, y una de las pocas cosas que he leído tuyas en las que sólo haces el dibujo es la serie que has publicado con Garth Ennis. Ni siquiera sabía que estaba editada. Hace tres o cuatro meses estaba pasando el rato en una tienda de cómics cuando de repente di con ella y me dije: “Joder”. Lo compré inmediatamente y me pareció fantástica. Pero me interesa más tu faceta como artista completo.
Chaykin: A mí también. Prefiero escribir y dibujar mi propio material. Pero algunas veces hay que coger lo que se te ofrece.
Anderson: Bueno, estoy muy sorprendido, porque me acuerdo de que años atrás comentabas que nunca podrías llegar a hacer material super-heróico. Y nunca he pensado que ese fuese tu campo, además parecía que te alejarías de él por completo. Y entonces me doy la vuelta y ahí estás haciendo Blade, Hawkgirl y lo que cojones sea... y me pareció muy raro.
Chaykin: Tengo que ganarme la vida. Me considero una especie de empleado con talento. A diferencia de muchos de mis colegas, que solo saben hacer una cosa, puedo hacer casi de todo. En ese sentido, soy más como Joe Kubert o Alex Toth que como Gil Kane o Carmine Infantino. Creo que Alex y Joe eran una especie de empleados oficiales, gente que era capaz de hacer una mayor variedad de géneros: Oeste, criminal, superhéroes. Tal vez no podían hacer todas esas cosas igual de bien que los maestros de cada género en concreto, pero eran capaces de hacer todo tipo de cosas.
Esa cualidad de empleado es lo que abrió una brecha entre aquella generación y la mía. Soy capaz de hacer un buen trabajo casi en cualquier género, con la excepción del género de terror. No tengo ningún tipo de afinidad por ese género. Pero uno tiene que trabajar en lo que le ofrecen.
Hace años me reuní con un ejecutivo de un estudio. Me preguntó por qué mi currículum estaba tan jodidamente cojo, y por qué había cogido todos esos encargos de mierda. Y yo le contesté: “Por desgracia, sólo cojo los trabajos que me ofrecen. Y eso es lo que sucede en el mundo real, amigo.”
Anderson: ¿Se requiere algún tipo de músculo creativo diferente, uno que sea necesario para poder afrontar todos esos trabajos?
Chaykin: Estoy comprometido de forma paranoica con la consistencia, porque creo que no se me puede tomar en serio a menos que sea capaz de ofrecer un producto basado en la calidad uniforme. Y seamos sinceros, la calidad no conlleva necesariamente ningún tipo de garantía de éxito en el negocio del comic book. Pero eso es todo lo que puedo ofrecer. Cuando te cogen para trabajar exclusivamente como dibujante, es mi responsabilidad intentar entregar el mejor trabajo que me sea posible bajo dichas circunstancias. Y eso se aplica tanto a cuando estoy haciendo un trabajo en el que detento la propiedad intelectual como cuando estoy haciendo un trabajo por encargo.
Hace un par de años vi una tarifa de precios que pasaron los chicos que se encargaban del aspecto técnico (no recuerdo si se encargaban de la rotulación o del color) y la lista de precios era insultante. Parecía algo en plan, “este precio es por el mejor trabajo que podemos hacer, este precio es por un trabajo bien hecho, y este por hacer lo que sea.” Me parece una mierda.
Independientemente de lo que te estén pagando, independientemente de cuál sea tu trabajo, tienes que poner en la mesa lo mejor que te permitan tus habilidades. Hacer las cosas sobre la base de lo que te pagan es una mierda.
Ahora voy a usar una frase que me hace temblar, pero creo yo soy una marca. Así que cuando un tío me contrata, sabe bien lo que va a obtener. Y me gusta estar a la altura de esas expectativas. De vez en cuando puede que te sorprenda, pero prefiero sorprender de forma positiva en vez de negativa.
(Continuará)
DWARVES AND VARIOUS ARTISTS - GREEDY BOOT 1
Dwarves And Various Artists - Greedy Boot 1
(Mp3, Bootleg, 2005)
1-Dwarves - Drinking Up Christmas
2-Dwarves - Kaotica
3-Dwarves - Massacre (Clean)
4-The Holograms - Are You Ready
5-Dwarves - Big Balls
6-Dwarves - Speed Demon (Live 2005)
7-Earl Lee Grace - Seven Eleven
8-Dwarves and Mondo Generator - Meth, I Hear You Calling
9-Greedy Bros. - Who Put The Methamphetemine In Mr. Everything?
10-The Holograms - One Time Only Play
11-Dwarves And Cool Millions - The KKK Took My Baby Away
12-Blag Dahlia - This Jihad (Live 2006)
13-Dwarves - Dominator (Radio 2005)
14-Sgt. Saltpeter - Shit's It!
15-Dwarves - Fefu (Clean)
16-Dwarves - Blast (Instrumental)
17-Get The Hater - Killa Cali
18-Dwarves - Down By The River (Demo)
19-Blag Dahlia - Travelin' Blag (Live 2006)
20-Blag Dahlia - Metrosexual Man
21-Blag Dahlia - Don't Hate Me
AQUI.
miércoles, 26 de octubre de 2011
DWARVES - THAT´S ROCK N´ROLL 7"
Dwarves – That's Rock'N'Roll 7"
(Sympathy For The Record Industry, 1993)
A-That's Rock'N'Roll
B-I'm A Man
AQUI.
lunes, 24 de octubre de 2011
CONVERSACIONES EN THE COMICS JOURNAL 300: HOWARD CHAYKIN & HO CHE ANDERSON 1 (de 3)
Conversaciones en The Comics Journal 300: Howard Chaykin & Ho Che Anderson 1 (de 3) Por Gary Groth, 2009. Traducido por Frog2000.
Ho Che Anderson y yo empezamos a colaborar cuando respondió a una llamada que le había hecho Fantagraphics para editar cómics eróticos. El resultado fue una serie de cinco números que más tarde sería recopilada en formato novela gráfica con el nombre de “I Want To be Your Dog”. Después, Ho se lanzó a relatar la biografía en cómic de Martin Luther King en tres volúmenes, recopilada más tarde en un enorme tomo único en 2005. También publicó alguna serie en el sello de corta vida de DC de los noventa, Milestone Comics, donde guionizó y dibujó “Wise Son”. “Hoods in Love” (editado por Fantagraphics en 1995) es una recopilación de historias cortas urbanas de género negro. Además de su trabajo en el campo de los cómics, Anderson también ha alcanzado el éxito en la ilustración comercial y es director de cine aficionado.
A lo largo de todo este tiempo que llevo trabajando con Ho, a menudo hemos charlado sobre varios dibujantes, pero en lo más alto del panteón de Ho siempre ha estado Howard Chaykin. No importaba cuánto lo intentara, no era capaz de disuadirle para que cambiase de idea, así que cuando llegó el momento de pensar en juntar a compañeros generacionales para este número, lo primero que se me ocurrió fue, ¿quién mejor para charlar que un artista al que le encanta hablar sobre sí mismo?
Puedo permitirme el lujo de decir ese tipo de cosas sobre Howard porque nos conocemos desde que era adolescente, lo suficientemente bien como para hablar mal el uno del otro (además, Howard sabe que tengo razón al criticarlo.) Chaykin es un artista interesante, no muy diferente de uno de sus mentores, Gil Kane. Fue uno de los Jóvenes Rebeldes de los setenta (junto a Bernie Wrightson, Mike Kaluta, Barry Windsor-Smith, Walt Simonson), lo suficientemente inteligente y atrevido como para asentarse confortablemente en la rutina creativa de los cómics mainstream, pero también lo suficientemente burgués como para guionizar y dibujar mientras vivía la vida instalado en una buhardilla, por lo que se encontraba a horcajadas de las dos posiciones, o lo que es lo mismo, combinó las metáforas propias del cómic mainstream y la irreverencia de lo alternativo con un estilo visual que era más sofisticado que el del cómic orientado para el público general y menos peculiar que el de los artistas alternativos. Nunca fue un artista de superhéroes, por lo que fue gravitando y rebotando entre varios géneros, más intensamente entre la ciencia-ficción y el policiaco, consiguiendo liberarse del eje Marvel-DC al empezar a trabajar en la serie Cody Starbuck para la revista de cómic de acertado aunque poco atractivo título Star*Reach, de Mike Friedrich. También lo hizo para el empresario Byron Preiss con su adaptación del relato de Alfred Bester “The Stars My Destination” y una novela gráfica original escrita por Samuel Delaney, “Empire”, justo antes de desatar todo su potencial en los ochenta con American Flagg!, una de las grandes influencias de Ho Che Anderson.
Ni que decir tiene que ambos autores se pusieron a charlar de inmediato y tan sólo tuve que sentarme para escuchar.
— Gary Groth
Entrevista transcrita por Gavin Lees y Matt Click.
Ho Che Anderson: Has sido uno de mis grandes héroes durante mucho tiempo. Siento como si estuviese obligado a citar American Flagg!, en donde uno de tus personajes siempre solía reverenciar a Flagg tildándole de héroe y cuando por fin iba a poder reunirse con él temía que terminase siendo todo un gilipollas, por lo que estaba bastante aterrado. También yo temo que me ocurra lo mismo, ya que llevo idolatrándote desde hace muchísimo tiempo.
Howard Chaykin: La verdad es que creo a pies juntillas en el síndrome del ídolo con pies de barro. Soy un gilipollas, pero no soy un canalla, y creo que es mejor ser un gilipollas que un canalla.
Anderson: ¿Y cómo se puede distinguir entre ambos?
Chaykin: Si llamas canalla a alguien que lo es, entonces se pondrá nervioso y puede que empiece a actuar de forma desagradable. Si le llamas gilipollas a un gilipollas, lo encajará con bastante entusiasmo. Es como una insignia honorífica. Claramente, [Gary] Groth es un gilipollas… la mayoría de la gente del cómic suele serlo. Es muy frecuente que los más canallas del medio sean los guionistas. Pero es posible que tú, Ho, estés viendo todo esto desde la barrera, ya que eres canadiense.
Anderson: No, en realidad yo también soy bastante gilipollas.
Chaykin: Mi fama en el campo de los cómics es tan sesgada como rara. Tengo la fama de ser un ego-maníaco ( al igual que lo era mi mentor, Gil Kane). A pesar de ser alguien hiper-crítico, lo que nadie fue capaz de entender de Gil es que nunca llegó a acusar a nadie ni dijo algo en plan: “por supuesto, yo lo hago mejor que tú”. Nunca dijo nada parecido en ninguna de sus declaraciones. Al menos era tan crítico consigo mismo como lo era con cualquiera. Se fue a la tumba sin comprender que había sido capaz de superar sus propias influencias.
Anderson: Aunque con algunas excepciones, odio a todos los demás y a todas las cosas, pero creo que he llegado al mismo punto. Soy extremadamente auto-crítico, soy hostil con mi propio material y tengo una relación demasiado cercana con él que ralla en lo ego-maníaco. Me siento cómodo en mi propia insignificancia. Creo que es una actitud bastante saludable.
Chaykin: Yo me considero el menos dotado y con menos talento de toda mi generación. Sé que trabajo duro y soy capaz de asumir la carga extra de trabajo, y no sé si te pasará a ti lo mismo, Ho, pero parece que cuando estoy haciendo una obra tengo que trabajar demasiado para poder conseguir el resultado que puede verse en papel. No es que precisamente parezca que tengo un don natural para el dibujo. ¿Te parece justo?
Anderson: Por supuesto que es justo. Tampoco creo que nadie posea don natural alguno. Creo que la gente puede tener ciertas cualidades, y siempre he pensado que si las trabajas esforzándote lo suficiente, entonces... Nunca he creído que el dibujo fuese una especie de regalo de dios, siempre he pensado que cualquiera podía aprender a hacer las cosas, siempre y cuando estuviese dispuesto a sentarse y gastar el tiempo suficiente frente la mesa de dibujo.
Chaykin: Puede que estés en lo cierto. Siempre digo (paso más tiempo educando que educándome) que el dibujo es una habilidad aprendida. También me parece que hay personas, por ejemplo Bernie Wrightson, que están profundamente dotadas para llevarlo a cabo. En su trabajo se podía ver una naturalidad que yo envidiaba enormemente. En retrospectiva me alegro de no haber tenido el mismo talento, porque hasta cierto punto, lo que fuese que los convertía en una potencia de la naturaleza hace 25 o 30 años, ha desaparecido, era un rasgo de su juventud comparable al de un atleta. Si se considera bien, me alegro de tener que haber aprendido todo de nuevo y volver a enseñarme a mí mismo cada cinco jodidos años.
Anderson: Bueno, tu comentario me parece muy interesante, porque ¿cuánto esfuerzo tuviste que hacer después de volver del mundo de la televisión, donde habías pasado tanto tiempo? Recuerdo que entre Black Kiss y Midnight Men te tomaste un pequeño descanso...
Chaykin: Estuve trabajando un montón en televisión.
Anderson: Claro, estuviste en televisión y luego regresaste y parecía que tu trabajo era mucho más poderoso, pero más tarde es como si te hubieses tomado otro descanso entre “Power and Glory” y “Mighty Love”.
Chaykin: “Power and Glory" la hice mientras estaba trabajando en las series de televisión, pero acabó siendo una decisión desastrosa.
Anderson: ¿Cómo fuiste capaz de hacer ambas cosas?
Chaykin: No tengo ni idea. No estaba muy bien de la cabeza. Era el número dos de una serie de TV. El medio de la televisión requiere un consumo enorme de energía y tiempo. Allí se trabajan ochenta horas semanales, aunque los tíos con los que colaboraba para mí están entre los mejores que he conocido nunca. Era un entorno extremadamente saludable y seguro en el que trabajar. Tampoco es que estuviésemos trabajando en algo muy importante, pero existía un respeto mutuo. Disfrutaba de una buena atmósfera de trabajo.
Esto significa que cada diez días tenía que tomar un avión para Vancouver, reescribir el material de los escritores “freelance”, escribir el mío y participar en reuniones centradas en los guiones y las historias. Literalmente estaba ocupado doce horas al día, además de las tareas que te llevabas a casa. Y al mismo tiempo estaba guionizando y dibujando una serie de cuatro números.
Durante todo un año no pude ver a la mujer con la que entonces tenía una relación desde hacía cuatro años y con la que finalmente me he terminado casando. Fue una lección que debería haber aprendido antes, cuando estaba ocupado con American Flagg!: las relaciones tienen prioridad. Por eso no hice más cómics durante esa época, excepto como guionista, o como co-guionista, hasta que por fin fui despedido de mi último trabajo en televisión.
Anderson: Qué interesante. Pero entonces, ¿cuando te ponías a trabajar en “Power and Glory”? ¿En mitad de la noche?
Chaykin: En realidad lo hacía a primera hora de la mañana. A veces me levantaba a las cuatro de la mañana para seguir con algunas páginas. Yo era el número dos (pero en el trabajo anterior a mi siguiente trabajo era el número uno), y por encima tenía a un poderoso número uno, por lo que tenía un estrecho margen de maniobra. Mi cerebro estaba completamente desconectado. Estuve durmiendo cuatro horas diarias durante cerca de seis meses.
Anderson: ¿Y cuánto tiempo te lleva ahora acabar una página?
Chaykin: Bueno, ahora suelo hacer 25 o 30 páginas al mes.
Anderson: Por cierto, me parece una locura.
Chaykin: Recuerda que no trabajo en solitario, tengo un asistente. Pero creo que mi material tiene un aspecto consistente, lo que que significa que mi asistente y yo solemos intercambiar funciones y pareceres sobre el material en el que colaboramos. Aprendí mucho de una conversación que celebré (hace cerca de 30 años) con Milton Caniff y Noel Sickles...
Anderson: Ah, uno de mis favoritos ¡Milton Caniff!
Chaykin: …que trataba sobre cómo se debía trabajar con asistentes. Pero en aquella época, cada número de “Power and Glory” tenía 28 páginas, ¿no es cierto? Sí, creo que sí. (Cuando me ponía con el dibujo) conseguía acabar una página al día antes de marcharme a mi trabajo en televisión.
Anderson: Me parece una putada, tío.
Chaykin: ¡Claro, era una mierda! [Risas.] Me jodí el cuerpo, jodió mi relación. ¿Estás casado?
Anderson: Uhh, no del todo.
Chaykin: [Risas.] ¿Tienes alguna relación?
Anderson: Claro, pero todavía no nos hemos casado.
Chaykin: Vale, pero ¿comprendes lo que intento decirte?
Anderson: Oh, claro, por supuesto.
Chaykin: ¡Tienes que hacerlo! Supuso toda una lección y nunca he vuelto a hacer algo parecido. Entonces me despidieron de mi anterior trabajo en televisión y pensé que iba a quedarme en el paro un par de meses, así que decidí empezar a hacer cómics de nuevo. Y entonces, sencillamente decidí que no quería volver a la televisión.
Hablando de esa relación, las últimas seis semanas de mi carrera en la televisión empecé a vivir en Toronto y estuve trabajando en una serie de TV que se estaba rodando por la zona. Había dejado atrás la primera parte de mi carrera profesional en televisión, donde, como ya he comentado antes, disfruté de uno de los entornos más saludables que haya conocido nunca, pero durante la segunda parte de mi estancia en TV sufrí uno de los entornos más hostiles y tóxicos que he padecido nunca. Durante las últimas seis semanas de mi carrera estuve en Toronto, en Sutton, y pasé por un infierno en vida por culpa de alguien que me gustaría que fuese violado hasta la muerte en prisión.
Anderson: De acuerdo. Bastante encantador.
Chaykin: Lo digo expresando todo el amor y espiritualidad de las que soy capaz.
Anderson: Bueno, bien puedo decirte que lo estoy sintiendo a través de la conexión telefónica.
Chaykin: Era una persona verdaderamente horrible. Cuando me despidieron fue casi un alivio. La forma de funcionar en televisión es que los trabajos deben estar disponibles en junio y luego, de nuevo, en noviembre. En mayo y junio contratan algunos chicos para la nueva temporada, y después en noviembre contratan a los que van a reemplazar a los que han jodido en junio. Así es como funciona.
Anderson: Déjame hacerte una pregunta, Howard. Siempre he sentido curiosidad sobre algo que puede encontrarse en muchas de tus obras. Más específicamente en las mini-series que has hecho a lo largo de estos años. Muchas veces el primer número y el segundo son increíbles (el dibujo despunta del todo), y después, hacia el final parece como si hubieses agotado las pilas.
Chaykin: ¿Es verdad?
Anderson: Eso es lo que me parece. Más específicamente estoy hablando sobre Black Kiss.
Chaykin: Estoy de acuerdo, definitivamente tienes razón. Por supuesto que sí.
Anderson: O incluso en Blackhawk, que probablemente es, muy cerca de Time2, el trabajo tuyo que más me gusta. Los primeros números eran absolutamente preciosos y el tercero también me parece magnífico, pero si echas un vistazo al primero y lo comparas con el tercero, es un poco... buf....
Chaykin: Creo que en cuanto a Black Kiss estás en lo cierto. No puedo hablar de Blackhawk, ya que llevo sin revisarlo mucho tiempo, pero me avergüenzo de que me hayas disparado este tiro. [Risas.] Lo digo en serio, me fastidia mucho, porque siempre he sentido como si tuviese que ser consistente para poder sostener mi carrera. De lo contrario van a saber que soy un impostor y me arrojarán a la basura.
Anderson: ¿También tienes el síndrome del impostor?
Chaykin: Absolutamente. Por ejemplo, ahora mismo estoy trabajando en una mini-serie para Marvel, intentando revivir a un personaje del que me encargué a los 20 años, y he tomado el compromiso de mantener el mismo nivel de entusiasmo a lo largo de toda la serie. Durante el último par de años he hecho alguna mini más para Marvel: por ejemplo “War Is Hell: The First Flight of the Phantom Eagle”, junto con Garth Ennis...
Anderson: Por cierto, era hermosa.
Chaykin: … y creo que he conseguido resolver cualquier problema que creas que has detectado en cuanto a mantener el mismo nivel de entusiasmo del principio hasta el final. Lo mismo ocurría con la serie de “City of Tomorrow” y el material para los “Challengers of the Unknown”.
Anderson: Claro, los Challengers eran magníficos.
Chaykin: Te lo acepto en Black Kiss; pero no puedo hablar de Blackhawk, no sé.
Anderson: ¿Y qué es lo que ocurrió en Black Kiss?
Chaykin: Resulta difícil dar una respuesta adecuada sin tener que hablar de mi estado físico y mental en aquella época. Sufría gran cantidad de trastornos emocionales, y además Black Kiss coincidió con el comienzo de una etapa en mi vida muy intensa y profunda que duró dos años y medio y que finalmente me condujo a quien soy actualmente.
Bebía más de lo que debería, hice cosas que iban en contra de lo que yo soy, (Dios, caí tan bajo...) pero definitivamente pude limpiarme y convertirme en una persona sobria un par de años más tarde. Las personas como yo, que toman drogas y beben en exceso, y a los que me refiero como “entusiastas que se recrean en las drogas”...
Anderson: Yo también he tenido alguna experiencia parecida.
Chaykin: …a menudo nos encontramos en una posición en la que tenemos un trabajo adicional, porque mantener la vida que uno lleva cuando está completamente jodido se convierte en otro trabajo. Así que yo tenía tres trabajos: mi trabajo diario, mi vida personal, y mi vida como drogadicto.
Definitivamente, mi trabajo se resintió por ello y el gran cambio que sufrí se produjo en cuanto me despidieron de mi trabajo en TV, porque antes tenía la idea anal de que sabía hacia donde iba a llegar antes de llegar hacia donde estaba dirigiéndome.
Lo que me ocurrió (y no fui consciente hasta que pasó un año) fue que desarrollé una forma mucho más confortable de improvisación. La mayor parte de mi vida anterior al estado de sobriedad se definía por un perfeccionismo con el que intentaba engañarme a mí mismo. Ya sabes, “si no puedo alcanzar la perfección, ¿cuál es el punto en el cuál me puedo quedar más cerca?” Esa es una buena excusa para nosotros, los hijoputas perezosos. Pero ya no soy ese tipo de perfeccionista.
Anderson: Me parece raro que te catalogues como perezoso, aunque ya lo había leído en otras entrevistas tuyas, pero me resulta tan extraño… porque antes has dicho que te solías levantar a las cuatro de la mañana para finalizar una página, mientras también estabas escribiendo el guión de un programa de TV. ¿Cómo puedes decir que eres un tipo perezoso? No parece que eso encaje.
Chaykin: Esa es mi madre hablándome desde más allá de la tumba, porque de niño siempre fui un vago, y sé que ya no lo soy, pero todavía sigo torturándome con todas esas viejas mierdas. Mira, estoy lejos de ser un milagro de salud mental. Una de las personas más lúcidas del negocio del comic book me dijo una vez que le parecía que él era el hombre más sano que había conocido nunca y yo me tronché de risa al saber cuánto se estaba auto-engañando.
Soy un tío bastante estable. Mucho tiene que ver con el hecho de haber sido capaz de desarrollar un arsenal de herramientas que hacen posible que siga funcionando. Uno de los clichés e imágenes más habituales del mundo en el que estoy viviendo es el de que la gente como yo no venimos equipados desde el nacimiento con una caja de herramientas y un manual de instrucciones que la gente normal sí que posee, y hasta cierto punto es cierto.
Mi vida actual se basa en el aprendizaje de cómo he de comportarme de una forma que resulte aceptable para la sociedad en general. Más o menos estuve 25 años colgado todo el tiempo, pero también fue una buena época. Veinte de aquellos años fueron divertidos y cinco de ellos fueron algo problemáticos. Estamos hablando de tener una mayor conciencia de uno mismo y de ser sincero, intentando reconocer que no soy nadie que tenga nada que decir sobre la salud mental o el estado emocional de alguien, excepto si elijo hacerlo. ¿Tiene todo esto algún sentido?
Anderson: Claro, para mí sí que tiene sentido. En realidad me identifico con el 99 por ciento de lo que acabas de decir.
Chaykin: ¿En qué lugar de Toronto estás viviendo?
Anderson: Parkdale, ¿lo conoces?
Chaykin: Vagamente, tengo una idea general de dónde puede estar.
Anderson: Claro, está cerca del lago.
Chaykin: Sí, es una zona muy agradable.
Anderson: Bueno, a mí me gusta mucho aprender. Hace dos años hiciste una entrevista en Comic Book Artist en la que dijiste que Time2 era una especie de relato autobiográfico. Si revisamos ahora la obra, adquiere pleno sentido. Me preguntaba si podrías hablarnos un poco más sobre el tema.
Chaykin: Soy un hijo Judío de una familia del Frente Popular. A diferencia de muchos de mis correligionarios, nunca he tenido ese tipo de relación de co-dependencia con mi madre que se supone que debería tener. Soy un huérfano feliz. Soy ilegítimo, un dato del que me he enterado hace ahora 10 años; el hombre que pensé que era mi padre no lo era.
Anderson: Sí, lo leí en algún sitio.
Chaykin: Suelo hablar con frecuencia en grupos de apoyo de drogadictos y alcohólicos, y he descrito mi infancia como la típica judía, aunque de sensibilidad muy italiana. Mantengo lo siguiente: en mi vida ha habido mucha violencia y rabia. El material de Time2 era una oportunidad de encontrar una forma metafórica de encajar el mundo en el que había crecido.
Esta mañana he estado desayunando con un montón de colegas que nacieron y se han criado en California, y a uno de esos tíos que era de Brooklyn como yo, le espeté que todos los de California tenían la apariencia de ser fabulosamente ricos, mientras que yo había crecido dentro de una fotografía de Weegee.
Anderson: Mierda.
Chaykin: Time2 es una fantasía sobre mi infancia. Elaboré gran parte de la trama desde la perspectiva de un niño. Ya sabes, crecí rodeado de “hipsters” de pantalón ancho y con zapatos con suela de crepé, eran los amigos de mis padres y los hijos de los amigos de mis padres. Symphony Sid, los temas bebop de la radio, la cultura Judía del Lower-East Side.
Mis abuelos eran vendedores ambulantes y mis padres se estaban pelando constantemente e insultándose el uno al otro. Por lo tanto, Time2 fue la única manera que pude encontrar para poder vengarme cómodamente de aquellas personas y de toda la mierda a la que había estado sometido viviendo con mi familia. Es el único trabajo que siempre tengo presente en mi casa, estoy muy orgulloso de él.
Anderson: Bueno, tienes que estarlo, es un material magnífico. ¿Y qué va a ocurrir al final, vamos a poder ver un tercer tomo?
Chaykin: No lo sé, ciertamente espero que se haga realidad, porque me encantaría hacerlo.
Anderson: ¿Y entonces por qué simplemente no coges y lo haces?
Chaykin: Es algo que mi abogado y yo hemos hablado largo y tendido, pero a lo mejor... ¿quién sabe?
Gary Groth: ¿Por qué has tenido que hablar con tu abogado?
Chaykin: Porque básicamente existe cierto problema con los derechos. Ese es el motivo.
Anderson: ¿No posees los derechos?
Chaykin: Esa es una respuesta compleja a una pregunta compleja.
(Continuará)
Ho Che Anderson y yo empezamos a colaborar cuando respondió a una llamada que le había hecho Fantagraphics para editar cómics eróticos. El resultado fue una serie de cinco números que más tarde sería recopilada en formato novela gráfica con el nombre de “I Want To be Your Dog”. Después, Ho se lanzó a relatar la biografía en cómic de Martin Luther King en tres volúmenes, recopilada más tarde en un enorme tomo único en 2005. También publicó alguna serie en el sello de corta vida de DC de los noventa, Milestone Comics, donde guionizó y dibujó “Wise Son”. “Hoods in Love” (editado por Fantagraphics en 1995) es una recopilación de historias cortas urbanas de género negro. Además de su trabajo en el campo de los cómics, Anderson también ha alcanzado el éxito en la ilustración comercial y es director de cine aficionado.
A lo largo de todo este tiempo que llevo trabajando con Ho, a menudo hemos charlado sobre varios dibujantes, pero en lo más alto del panteón de Ho siempre ha estado Howard Chaykin. No importaba cuánto lo intentara, no era capaz de disuadirle para que cambiase de idea, así que cuando llegó el momento de pensar en juntar a compañeros generacionales para este número, lo primero que se me ocurrió fue, ¿quién mejor para charlar que un artista al que le encanta hablar sobre sí mismo?
Puedo permitirme el lujo de decir ese tipo de cosas sobre Howard porque nos conocemos desde que era adolescente, lo suficientemente bien como para hablar mal el uno del otro (además, Howard sabe que tengo razón al criticarlo.) Chaykin es un artista interesante, no muy diferente de uno de sus mentores, Gil Kane. Fue uno de los Jóvenes Rebeldes de los setenta (junto a Bernie Wrightson, Mike Kaluta, Barry Windsor-Smith, Walt Simonson), lo suficientemente inteligente y atrevido como para asentarse confortablemente en la rutina creativa de los cómics mainstream, pero también lo suficientemente burgués como para guionizar y dibujar mientras vivía la vida instalado en una buhardilla, por lo que se encontraba a horcajadas de las dos posiciones, o lo que es lo mismo, combinó las metáforas propias del cómic mainstream y la irreverencia de lo alternativo con un estilo visual que era más sofisticado que el del cómic orientado para el público general y menos peculiar que el de los artistas alternativos. Nunca fue un artista de superhéroes, por lo que fue gravitando y rebotando entre varios géneros, más intensamente entre la ciencia-ficción y el policiaco, consiguiendo liberarse del eje Marvel-DC al empezar a trabajar en la serie Cody Starbuck para la revista de cómic de acertado aunque poco atractivo título Star*Reach, de Mike Friedrich. También lo hizo para el empresario Byron Preiss con su adaptación del relato de Alfred Bester “The Stars My Destination” y una novela gráfica original escrita por Samuel Delaney, “Empire”, justo antes de desatar todo su potencial en los ochenta con American Flagg!, una de las grandes influencias de Ho Che Anderson.
Ni que decir tiene que ambos autores se pusieron a charlar de inmediato y tan sólo tuve que sentarme para escuchar.
— Gary Groth
Entrevista transcrita por Gavin Lees y Matt Click.
Ho Che Anderson: Has sido uno de mis grandes héroes durante mucho tiempo. Siento como si estuviese obligado a citar American Flagg!, en donde uno de tus personajes siempre solía reverenciar a Flagg tildándole de héroe y cuando por fin iba a poder reunirse con él temía que terminase siendo todo un gilipollas, por lo que estaba bastante aterrado. También yo temo que me ocurra lo mismo, ya que llevo idolatrándote desde hace muchísimo tiempo.
Howard Chaykin: La verdad es que creo a pies juntillas en el síndrome del ídolo con pies de barro. Soy un gilipollas, pero no soy un canalla, y creo que es mejor ser un gilipollas que un canalla.
Anderson: ¿Y cómo se puede distinguir entre ambos?
Chaykin: Si llamas canalla a alguien que lo es, entonces se pondrá nervioso y puede que empiece a actuar de forma desagradable. Si le llamas gilipollas a un gilipollas, lo encajará con bastante entusiasmo. Es como una insignia honorífica. Claramente, [Gary] Groth es un gilipollas… la mayoría de la gente del cómic suele serlo. Es muy frecuente que los más canallas del medio sean los guionistas. Pero es posible que tú, Ho, estés viendo todo esto desde la barrera, ya que eres canadiense.
Anderson: No, en realidad yo también soy bastante gilipollas.
Chaykin: Mi fama en el campo de los cómics es tan sesgada como rara. Tengo la fama de ser un ego-maníaco ( al igual que lo era mi mentor, Gil Kane). A pesar de ser alguien hiper-crítico, lo que nadie fue capaz de entender de Gil es que nunca llegó a acusar a nadie ni dijo algo en plan: “por supuesto, yo lo hago mejor que tú”. Nunca dijo nada parecido en ninguna de sus declaraciones. Al menos era tan crítico consigo mismo como lo era con cualquiera. Se fue a la tumba sin comprender que había sido capaz de superar sus propias influencias.
Anderson: Aunque con algunas excepciones, odio a todos los demás y a todas las cosas, pero creo que he llegado al mismo punto. Soy extremadamente auto-crítico, soy hostil con mi propio material y tengo una relación demasiado cercana con él que ralla en lo ego-maníaco. Me siento cómodo en mi propia insignificancia. Creo que es una actitud bastante saludable.
Chaykin: Yo me considero el menos dotado y con menos talento de toda mi generación. Sé que trabajo duro y soy capaz de asumir la carga extra de trabajo, y no sé si te pasará a ti lo mismo, Ho, pero parece que cuando estoy haciendo una obra tengo que trabajar demasiado para poder conseguir el resultado que puede verse en papel. No es que precisamente parezca que tengo un don natural para el dibujo. ¿Te parece justo?
Anderson: Por supuesto que es justo. Tampoco creo que nadie posea don natural alguno. Creo que la gente puede tener ciertas cualidades, y siempre he pensado que si las trabajas esforzándote lo suficiente, entonces... Nunca he creído que el dibujo fuese una especie de regalo de dios, siempre he pensado que cualquiera podía aprender a hacer las cosas, siempre y cuando estuviese dispuesto a sentarse y gastar el tiempo suficiente frente la mesa de dibujo.
Chaykin: Puede que estés en lo cierto. Siempre digo (paso más tiempo educando que educándome) que el dibujo es una habilidad aprendida. También me parece que hay personas, por ejemplo Bernie Wrightson, que están profundamente dotadas para llevarlo a cabo. En su trabajo se podía ver una naturalidad que yo envidiaba enormemente. En retrospectiva me alegro de no haber tenido el mismo talento, porque hasta cierto punto, lo que fuese que los convertía en una potencia de la naturaleza hace 25 o 30 años, ha desaparecido, era un rasgo de su juventud comparable al de un atleta. Si se considera bien, me alegro de tener que haber aprendido todo de nuevo y volver a enseñarme a mí mismo cada cinco jodidos años.
Anderson: Bueno, tu comentario me parece muy interesante, porque ¿cuánto esfuerzo tuviste que hacer después de volver del mundo de la televisión, donde habías pasado tanto tiempo? Recuerdo que entre Black Kiss y Midnight Men te tomaste un pequeño descanso...
Chaykin: Estuve trabajando un montón en televisión.
Anderson: Claro, estuviste en televisión y luego regresaste y parecía que tu trabajo era mucho más poderoso, pero más tarde es como si te hubieses tomado otro descanso entre “Power and Glory” y “Mighty Love”.
Chaykin: “Power and Glory" la hice mientras estaba trabajando en las series de televisión, pero acabó siendo una decisión desastrosa.
Anderson: ¿Cómo fuiste capaz de hacer ambas cosas?
Chaykin: No tengo ni idea. No estaba muy bien de la cabeza. Era el número dos de una serie de TV. El medio de la televisión requiere un consumo enorme de energía y tiempo. Allí se trabajan ochenta horas semanales, aunque los tíos con los que colaboraba para mí están entre los mejores que he conocido nunca. Era un entorno extremadamente saludable y seguro en el que trabajar. Tampoco es que estuviésemos trabajando en algo muy importante, pero existía un respeto mutuo. Disfrutaba de una buena atmósfera de trabajo.
Esto significa que cada diez días tenía que tomar un avión para Vancouver, reescribir el material de los escritores “freelance”, escribir el mío y participar en reuniones centradas en los guiones y las historias. Literalmente estaba ocupado doce horas al día, además de las tareas que te llevabas a casa. Y al mismo tiempo estaba guionizando y dibujando una serie de cuatro números.
Durante todo un año no pude ver a la mujer con la que entonces tenía una relación desde hacía cuatro años y con la que finalmente me he terminado casando. Fue una lección que debería haber aprendido antes, cuando estaba ocupado con American Flagg!: las relaciones tienen prioridad. Por eso no hice más cómics durante esa época, excepto como guionista, o como co-guionista, hasta que por fin fui despedido de mi último trabajo en televisión.
Anderson: Qué interesante. Pero entonces, ¿cuando te ponías a trabajar en “Power and Glory”? ¿En mitad de la noche?
Chaykin: En realidad lo hacía a primera hora de la mañana. A veces me levantaba a las cuatro de la mañana para seguir con algunas páginas. Yo era el número dos (pero en el trabajo anterior a mi siguiente trabajo era el número uno), y por encima tenía a un poderoso número uno, por lo que tenía un estrecho margen de maniobra. Mi cerebro estaba completamente desconectado. Estuve durmiendo cuatro horas diarias durante cerca de seis meses.
Anderson: ¿Y cuánto tiempo te lleva ahora acabar una página?
Chaykin: Bueno, ahora suelo hacer 25 o 30 páginas al mes.
Anderson: Por cierto, me parece una locura.
Chaykin: Recuerda que no trabajo en solitario, tengo un asistente. Pero creo que mi material tiene un aspecto consistente, lo que que significa que mi asistente y yo solemos intercambiar funciones y pareceres sobre el material en el que colaboramos. Aprendí mucho de una conversación que celebré (hace cerca de 30 años) con Milton Caniff y Noel Sickles...
Anderson: Ah, uno de mis favoritos ¡Milton Caniff!
Chaykin: …que trataba sobre cómo se debía trabajar con asistentes. Pero en aquella época, cada número de “Power and Glory” tenía 28 páginas, ¿no es cierto? Sí, creo que sí. (Cuando me ponía con el dibujo) conseguía acabar una página al día antes de marcharme a mi trabajo en televisión.
Anderson: Me parece una putada, tío.
Chaykin: ¡Claro, era una mierda! [Risas.] Me jodí el cuerpo, jodió mi relación. ¿Estás casado?
Anderson: Uhh, no del todo.
Chaykin: [Risas.] ¿Tienes alguna relación?
Anderson: Claro, pero todavía no nos hemos casado.
Chaykin: Vale, pero ¿comprendes lo que intento decirte?
Anderson: Oh, claro, por supuesto.
Chaykin: ¡Tienes que hacerlo! Supuso toda una lección y nunca he vuelto a hacer algo parecido. Entonces me despidieron de mi anterior trabajo en televisión y pensé que iba a quedarme en el paro un par de meses, así que decidí empezar a hacer cómics de nuevo. Y entonces, sencillamente decidí que no quería volver a la televisión.
Hablando de esa relación, las últimas seis semanas de mi carrera en la televisión empecé a vivir en Toronto y estuve trabajando en una serie de TV que se estaba rodando por la zona. Había dejado atrás la primera parte de mi carrera profesional en televisión, donde, como ya he comentado antes, disfruté de uno de los entornos más saludables que haya conocido nunca, pero durante la segunda parte de mi estancia en TV sufrí uno de los entornos más hostiles y tóxicos que he padecido nunca. Durante las últimas seis semanas de mi carrera estuve en Toronto, en Sutton, y pasé por un infierno en vida por culpa de alguien que me gustaría que fuese violado hasta la muerte en prisión.
Anderson: De acuerdo. Bastante encantador.
Chaykin: Lo digo expresando todo el amor y espiritualidad de las que soy capaz.
Anderson: Bueno, bien puedo decirte que lo estoy sintiendo a través de la conexión telefónica.
Chaykin: Era una persona verdaderamente horrible. Cuando me despidieron fue casi un alivio. La forma de funcionar en televisión es que los trabajos deben estar disponibles en junio y luego, de nuevo, en noviembre. En mayo y junio contratan algunos chicos para la nueva temporada, y después en noviembre contratan a los que van a reemplazar a los que han jodido en junio. Así es como funciona.
Anderson: Déjame hacerte una pregunta, Howard. Siempre he sentido curiosidad sobre algo que puede encontrarse en muchas de tus obras. Más específicamente en las mini-series que has hecho a lo largo de estos años. Muchas veces el primer número y el segundo son increíbles (el dibujo despunta del todo), y después, hacia el final parece como si hubieses agotado las pilas.
Chaykin: ¿Es verdad?
Anderson: Eso es lo que me parece. Más específicamente estoy hablando sobre Black Kiss.
Chaykin: Estoy de acuerdo, definitivamente tienes razón. Por supuesto que sí.
Anderson: O incluso en Blackhawk, que probablemente es, muy cerca de Time2, el trabajo tuyo que más me gusta. Los primeros números eran absolutamente preciosos y el tercero también me parece magnífico, pero si echas un vistazo al primero y lo comparas con el tercero, es un poco... buf....
Chaykin: Creo que en cuanto a Black Kiss estás en lo cierto. No puedo hablar de Blackhawk, ya que llevo sin revisarlo mucho tiempo, pero me avergüenzo de que me hayas disparado este tiro. [Risas.] Lo digo en serio, me fastidia mucho, porque siempre he sentido como si tuviese que ser consistente para poder sostener mi carrera. De lo contrario van a saber que soy un impostor y me arrojarán a la basura.
Anderson: ¿También tienes el síndrome del impostor?
Chaykin: Absolutamente. Por ejemplo, ahora mismo estoy trabajando en una mini-serie para Marvel, intentando revivir a un personaje del que me encargué a los 20 años, y he tomado el compromiso de mantener el mismo nivel de entusiasmo a lo largo de toda la serie. Durante el último par de años he hecho alguna mini más para Marvel: por ejemplo “War Is Hell: The First Flight of the Phantom Eagle”, junto con Garth Ennis...
Anderson: Por cierto, era hermosa.
Chaykin: … y creo que he conseguido resolver cualquier problema que creas que has detectado en cuanto a mantener el mismo nivel de entusiasmo del principio hasta el final. Lo mismo ocurría con la serie de “City of Tomorrow” y el material para los “Challengers of the Unknown”.
Anderson: Claro, los Challengers eran magníficos.
Chaykin: Te lo acepto en Black Kiss; pero no puedo hablar de Blackhawk, no sé.
Anderson: ¿Y qué es lo que ocurrió en Black Kiss?
Chaykin: Resulta difícil dar una respuesta adecuada sin tener que hablar de mi estado físico y mental en aquella época. Sufría gran cantidad de trastornos emocionales, y además Black Kiss coincidió con el comienzo de una etapa en mi vida muy intensa y profunda que duró dos años y medio y que finalmente me condujo a quien soy actualmente.
Bebía más de lo que debería, hice cosas que iban en contra de lo que yo soy, (Dios, caí tan bajo...) pero definitivamente pude limpiarme y convertirme en una persona sobria un par de años más tarde. Las personas como yo, que toman drogas y beben en exceso, y a los que me refiero como “entusiastas que se recrean en las drogas”...
Anderson: Yo también he tenido alguna experiencia parecida.
Chaykin: …a menudo nos encontramos en una posición en la que tenemos un trabajo adicional, porque mantener la vida que uno lleva cuando está completamente jodido se convierte en otro trabajo. Así que yo tenía tres trabajos: mi trabajo diario, mi vida personal, y mi vida como drogadicto.
Definitivamente, mi trabajo se resintió por ello y el gran cambio que sufrí se produjo en cuanto me despidieron de mi trabajo en TV, porque antes tenía la idea anal de que sabía hacia donde iba a llegar antes de llegar hacia donde estaba dirigiéndome.
Lo que me ocurrió (y no fui consciente hasta que pasó un año) fue que desarrollé una forma mucho más confortable de improvisación. La mayor parte de mi vida anterior al estado de sobriedad se definía por un perfeccionismo con el que intentaba engañarme a mí mismo. Ya sabes, “si no puedo alcanzar la perfección, ¿cuál es el punto en el cuál me puedo quedar más cerca?” Esa es una buena excusa para nosotros, los hijoputas perezosos. Pero ya no soy ese tipo de perfeccionista.
Anderson: Me parece raro que te catalogues como perezoso, aunque ya lo había leído en otras entrevistas tuyas, pero me resulta tan extraño… porque antes has dicho que te solías levantar a las cuatro de la mañana para finalizar una página, mientras también estabas escribiendo el guión de un programa de TV. ¿Cómo puedes decir que eres un tipo perezoso? No parece que eso encaje.
Chaykin: Esa es mi madre hablándome desde más allá de la tumba, porque de niño siempre fui un vago, y sé que ya no lo soy, pero todavía sigo torturándome con todas esas viejas mierdas. Mira, estoy lejos de ser un milagro de salud mental. Una de las personas más lúcidas del negocio del comic book me dijo una vez que le parecía que él era el hombre más sano que había conocido nunca y yo me tronché de risa al saber cuánto se estaba auto-engañando.
Soy un tío bastante estable. Mucho tiene que ver con el hecho de haber sido capaz de desarrollar un arsenal de herramientas que hacen posible que siga funcionando. Uno de los clichés e imágenes más habituales del mundo en el que estoy viviendo es el de que la gente como yo no venimos equipados desde el nacimiento con una caja de herramientas y un manual de instrucciones que la gente normal sí que posee, y hasta cierto punto es cierto.
Mi vida actual se basa en el aprendizaje de cómo he de comportarme de una forma que resulte aceptable para la sociedad en general. Más o menos estuve 25 años colgado todo el tiempo, pero también fue una buena época. Veinte de aquellos años fueron divertidos y cinco de ellos fueron algo problemáticos. Estamos hablando de tener una mayor conciencia de uno mismo y de ser sincero, intentando reconocer que no soy nadie que tenga nada que decir sobre la salud mental o el estado emocional de alguien, excepto si elijo hacerlo. ¿Tiene todo esto algún sentido?
Anderson: Claro, para mí sí que tiene sentido. En realidad me identifico con el 99 por ciento de lo que acabas de decir.
Chaykin: ¿En qué lugar de Toronto estás viviendo?
Anderson: Parkdale, ¿lo conoces?
Chaykin: Vagamente, tengo una idea general de dónde puede estar.
Anderson: Claro, está cerca del lago.
Chaykin: Sí, es una zona muy agradable.
Anderson: Bueno, a mí me gusta mucho aprender. Hace dos años hiciste una entrevista en Comic Book Artist en la que dijiste que Time2 era una especie de relato autobiográfico. Si revisamos ahora la obra, adquiere pleno sentido. Me preguntaba si podrías hablarnos un poco más sobre el tema.
Chaykin: Soy un hijo Judío de una familia del Frente Popular. A diferencia de muchos de mis correligionarios, nunca he tenido ese tipo de relación de co-dependencia con mi madre que se supone que debería tener. Soy un huérfano feliz. Soy ilegítimo, un dato del que me he enterado hace ahora 10 años; el hombre que pensé que era mi padre no lo era.
Anderson: Sí, lo leí en algún sitio.
Chaykin: Suelo hablar con frecuencia en grupos de apoyo de drogadictos y alcohólicos, y he descrito mi infancia como la típica judía, aunque de sensibilidad muy italiana. Mantengo lo siguiente: en mi vida ha habido mucha violencia y rabia. El material de Time2 era una oportunidad de encontrar una forma metafórica de encajar el mundo en el que había crecido.
Esta mañana he estado desayunando con un montón de colegas que nacieron y se han criado en California, y a uno de esos tíos que era de Brooklyn como yo, le espeté que todos los de California tenían la apariencia de ser fabulosamente ricos, mientras que yo había crecido dentro de una fotografía de Weegee.
Anderson: Mierda.
Chaykin: Time2 es una fantasía sobre mi infancia. Elaboré gran parte de la trama desde la perspectiva de un niño. Ya sabes, crecí rodeado de “hipsters” de pantalón ancho y con zapatos con suela de crepé, eran los amigos de mis padres y los hijos de los amigos de mis padres. Symphony Sid, los temas bebop de la radio, la cultura Judía del Lower-East Side.
Mis abuelos eran vendedores ambulantes y mis padres se estaban pelando constantemente e insultándose el uno al otro. Por lo tanto, Time2 fue la única manera que pude encontrar para poder vengarme cómodamente de aquellas personas y de toda la mierda a la que había estado sometido viviendo con mi familia. Es el único trabajo que siempre tengo presente en mi casa, estoy muy orgulloso de él.
Anderson: Bueno, tienes que estarlo, es un material magnífico. ¿Y qué va a ocurrir al final, vamos a poder ver un tercer tomo?
Chaykin: No lo sé, ciertamente espero que se haga realidad, porque me encantaría hacerlo.
Anderson: ¿Y entonces por qué simplemente no coges y lo haces?
Chaykin: Es algo que mi abogado y yo hemos hablado largo y tendido, pero a lo mejor... ¿quién sabe?
Gary Groth: ¿Por qué has tenido que hablar con tu abogado?
Chaykin: Porque básicamente existe cierto problema con los derechos. Ese es el motivo.
Anderson: ¿No posees los derechos?
Chaykin: Esa es una respuesta compleja a una pregunta compleja.
(Continuará)
domingo, 23 de octubre de 2011
DWARVES - I WILL DENY YOU 7"
Dwarves – I Will Deny You 7"
(Reptilian Records, 1997)
1-I Will Deny You
2-Dwarves Are Young And Good Looking
3-One Life To Live
AQUI.
DWARVES - SALT LAKE CITY 7"
DWARVES - SALT LAKE CITY 7"
(Sympathy for the Record Industry, 2004)
01-Salt lake city
02-Go!
03-Kaotica
AQUI.
sábado, 22 de octubre de 2011
DWARVES - TOOLIN´ FOR LUCIFERS CRANK
Dwarves – Toolin' For Lucifers Crank CD
(Recess Records, 1996)
1-Eat You To Survive
2-It's Your Party (Die If You Want To)
3-Fukkin' Life
4-Free Cocaine
5-Dead Brides In White
6-Let's Get Pregnant
7-She's Dead
8-Fuckhead 1
9-I'm In A Head
10-Bounce (Andy's Poem)
11-Sit On My Face
12-Real Creepy
13-Hate St.
14-Motherfukker
15-Fuckhead 2
AQUI.
viernes, 21 de octubre de 2011
DWARVES - SEX AND VIOLENCE... LIVE! 7"
Dwarves – Sex And Violence ... Live! 7"
(Monkey Tech – 1993)
A1-Sex & Violence
A2-Hate Street
A3-Real Creepy
A4-Sit On My Face
B1-Skin Poppin' Slut
B2-Free Cocaine
B3-Nobody Likes Me
AQUI.
miércoles, 19 de octubre de 2011
DWARVES - EVERYBODIES GIRL 7"
Dwarves – Everybodies Girl
(Theologian Records, 1997)
A1-Everybodies Girl
A2-Throw That Girl Away
B-You Gotta Burn
AQUI.
martes, 18 de octubre de 2011
¡FABULOSO! ¡COMBO! ¡ESPECTRO! ¡EN DIRECTO EL SABADO!
¡FABULOSO COMBO ESPECTRO EN DIRECTO EL SABADO, 22 DE OCTUBRE DE 2011, JUNTO A CAPITAN ENTRESIJOS! El evento será en Wurlitzer y presentarán su primer LP.
PRESENTACION REALIZADA POR EL PROPIO GRUPO:
La banda madrileña, FABULOSO COMBO ESPECTRO, presenta su primer larga duración.
El álbum contiene diez canciones que coquetean con el post-punk, la new wave, la psicodelia.
El disco, producido y grabado por Krater en los estudios D GR Sónica, saldrá a la venta en vinilo.
Se podrá bajar gratuitamente en el bandcamp del grupo.
Tras cuatro años de andadura, más de 100 conciertos, y cuatro siete pulgadas, la banda madrileña por Sara (batería), Roberto (bajo), Raúl (guitarra) y Miguel (saxo y teclados) saca a la calle su LP.
Para su primer disco el FABULOSO COMBO ESPECTRO ha contado con la producción de Krater, algo que ha influido enormemente en el resultado final y ha añadido color, velocidad y contundencia a todas las canciones, que fueron grabadas durante los meses de junio y julio de 2011 en los estudios D GR de Madrid. En este nuevo trabajo el combo ha consolidado su sonido, y ha encontrado un camino para plasmar el caos que ha caracterizado gran parte de su trayectoria.
El disco contiene diez cortes, con letras en castellano –cantadas por los cuatro miembros del grupo–, que abarcan multitud de estilos, del post-punk a la new wave, del garage a la psicodelia; y es precisamente el eclecticismo musical –siempre desde el filtro punk, aquí no hay mestizaje, ni músicas del mundo– el que define el trabajo del FABULOSO COMBO ESPECTRO. Si bien se pueden encontrar conexiones musicales con bandas fetiches del combo, como The Ex, Wire, Old Time Relijun, Los Ilegales o Man or Astroman?, es difícil ubicarles, y solo una escucha detallada puede hacer entrever sus múltiples influencias.
En el disco encontramos canciones tan dispares como Alfa Sextante (un corte de cinco minutos que coquetea con el krautrock y la psicodelia), Perfil Siniestro (uno de los hit-singles del LP, de cadencia nueva olera y regusto a los Contortions), Reingeniería Aplicada a los Procesos del Mal (la canción que abre el disco, pura contundencia punk), ¿Pincho o Pellizco? (el tema más amable del álbum, de cadencia reggae) o Tarada (una sinuosa tonada de cariz siniestra).
El disco, licenciado bajo Creative Commons, saldrá a la venta solo en vinilo, en una tirada limitada a 500 copias. En su edición han participado los sellos Producciones Esporádicas (Madrid), Ghost Highway Recordings (Madrid) y Discos Humeantes (Oviedo), con los que ya había trabajado la banda en sus anteriores trabajos. El LP se podrá bajar gratuitamente desde el Bandcamp del grupo, a partir del 17 de octubre .
El diseño artístico del disco es obra del ilustrador madrileño Fadrique González (guitarrista de Juanita y los Feos y Paco Frutos y Esposa). La portada es una adaptación de una de sus ilustraciones, “Tercera Muerte”, que ha dado nombre a uno de los cortes del disco.
Para entrevistas, fotos promocionales, contratación, o cualquier otra cosa, puedes escribir directamente a la banda, a través del correo combo.espectro@gmail.com. El disco se podrá adquirir a través de las páginas de los sellos Discos Humeantes y Ghost Highway Recordings a partir del 22 de octubre.
¡FABULOSO! ¡COMBO! ¡ESPECTRO! ¡EN DIRECTO EL SABADO!
lunes, 17 de octubre de 2011
25 COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE THE DWARVES
25 COSAS QUE NO CONOCIAS SOBRE THE DWARVES, traducido por Frog2000.
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THE DWARVES empezaron en los ochenta en Illinois como grupo de garage, haciendo versiones de todo el mundo, desde los Seeds y Moving Sidewalks hasta Gang of Four y Devo. Todavía guardan sus corbatas paisley y sus botines de estilo Beatles para poder probarlo.
THE DWARVES han grabado para muchos de los sellos independientes más importantes: Sympathy For The Record Industry, Epitaph, Fat, Sub/Pop, BOMP, Midnight, Amphetamine Reptile, Man’s Ruin, No Balls, Zodiac Killer, MVD, Reptilian y Greedy. Algunos de ellos todavía les pagan royalties.
THE DWARVES fue la primera banda punk en usar samples de forma regular, loops de batería y sonidos casuales, incluso para sus primeras grabaciones, donde usaron cintas de cassette para generarlos.
THE DWARVES fueron expulsados de un tour de Motorhead por dormir con las chicas que los envejecidos metalheads habían contratado para pasar el rato en el backstage. Fueron vetados en el venerable club punk CBGBs por romper una mesa y sangrar sobre el suelo, aunque de esa forma lograsen que el club quedase más limpio y mejorase su decoración.
THE DWARVES formaron equipo con el productor “Top Ten” Eric Valentine (Third Eye Blind, All American Rejects, Slash) para grabar sus últimos cinco álbumes de estudio. ¡Incluso llegó a presentarse a algunas sesiones! Valentine y Blag Dahlia también ayudaron en la composición de algunas canciones de Smashmouth, Good Charlotte y Skye Sweetnam.
THE DWARVES han sido apuñalados, golpeados, aporreados, detenidos, censurados, hospitalizados, saboteados e incluso felados sobre el escenario. Gran parte de todo esto está recogido en vídeo y se puede ver en el dvd incluido en “Dwarves Are Born Again”.
THE DWARVES tocaron con Minutemen una semana antes de que lamentablemente D. Boon falleciese, visitaron a GG Allin en una prisión de máxima seguridad y se metieron cocaína junto a Evan Dando en una habitación de hotel de mala muerte. ¡Y todo en un día! La lista de colaboradores en sus discos es amplia, y algunas de las personas que incluye y que nos dejan mencionarlos son Dexter Holland, Josh Freese, San Quinn, Kato Nash, Gary Owens, Slawson Spike, Marz DJ y Nick Oliveri.
THE DWARVES tocan un estilo de música que cruza todos los géneros. Su último LP “The Dwarves Must Die”, combina todos los estilos de rock moderno, incluyendo hardcore, garage, pop punk, surf, noise, experimental, industrial, hip/hop, grunge y amable pop a la antigua usanza. También son legendarios por su modestia.
La música de THE DWARVES ha aparecido en shows de TV como Viva La Bam, Nash Bridges, Rob and Big, Laguna Beach, 16 and Pregnant, Homewrecker, Jackass y docenas más. Han aparecido desnudos en Monster Garage y en Playboy After Dark, donde HeWhoCanNotBeNamed se cubría con una calabaza.
La primera gira de THE DWARVES fue en 1988, cubrió 6.000 millas y sus momentos álgidos fueron cubiertos por el Village Voice. El tour pasó por tres ciudades, hicieron cuatro conciertos y ganaron 165 dólares. La banda viajó en una furgoneta y contrató los conciertos con tarjetas de teléfono robadas.
THE DWARVES son el grupo con mejores pintas de todo el “show business”.
THE DWARVES hicieron un concierto de una hora en el fabuloso canal japonés NHK. En la cena posterior se comieron literalmente un caballo. Inhabilitados en Suiza por culpa de la venta de merchandising obsceno, nunca han vuelto a tolerar el queso con agujeros.
THE DWARVES tocaron para el colectivo punk de Berkeley Gilman Street el primer mes en el que abrió sus puertas y lo hicieron junto a bandas clásicas como Green Day, NOFX y Didjits. Más tarde se los expulsó por golpear a uno de los fans, pero que nadie se preocupe, era fan de otro grupo.
THE DWARVES son una verdadera banda independiente que no tiene ni manager ni casa de discos oficial, serán Do It Yourself para siempre. Cuando se mueran no dejarán restos, sólo rastros en la nieve.
El bajista de THE DWARVES, Rex Everything, ha sido disparado con un táser por resistirse a un arresto. Le encantan los gatitos, los perritos y los largos paseos por la playa. Los Guitarristas HeWhoCanNotBeNamed y The Fresh Prince of Darkness intentan enseñar a los adolescentes que no consuman cocaína y que tampoco se masturben con pornografía de la dura.
THE DWARVES han formado parte de grupos como KMFDM, Gnarls Barkley, Mondo Generator, Motochrist, Excel, Penetration Moon, Juliette and The Licks, The Queers, Scream, N.Y. Loose, My Head, John Cougar Concentration Camp, Kyuss, The Uncontrollable y End of Power. No te pongas en su contra.
THE DWARVES son OG’s (Original Grunge) y tocaron junto a Nirvana, Mudhoney, L7, Supersuckers, Rev. Horton Heat y The Fluid. Vieron a Kurt Cobain durmiendo noqueado por las drogas en una habitación de hotel y a Courtney Love chupándosela a su representante de conciertos.
THE DWARVES fueron atacados en 2005 por una enloquecida persona que se había quedado enajenada con uno de sus discos. El primer disco de rock ‘n’ roll de combate, “Massacre”, demostró el viejo adagio de que la verdad duele, pero también lo hace el ser asaltado.
THE DWARVES son sofisticados liberales arty que viven en San Francisco. Su famosa portada para el disco “Blood, Guts and Pussy”, que representa a un hombrecillo tapando sus partes con un conejo muerto cubierto de sangre y rodeado por amazonas desnudas, cuelga con orgullo en el Museo del Louvre. (No en ese en el que piensas, sino en el de Muncie, Indiana.)
El guitarrista de THE DWARVES, HeWhoCanNotBeNamed, falleció en 1993, tal y como se informó en SPIN, Alternative Press, SF Weekly y Harper, entre otras publicaciones. Al negarse su entrada al infierno volvió a su forma mortal, comentando más adelante: “lo que no me mata me hace más fuerte”.
La música de THE DWARVES ha aparecido en películas como Ghostworld, Hostel, Observe And Report y Yo, yo mismo e Irene, en la que Jim Carrey canturrea su canción “Motherfucker” mientras sufre un ataque nervioso. Aparecieron en la película “Kurt & Courtney”, donde eran descritos como “una de los grupos más violentos” y en la película hardcore porno “Rocksuckers”, donde se dice de ellos que “la tienen más grande de la media habitual en un hombre blanco”.
El cantante de THE DWARVES, Blag the Ripper, cantó la exitosa canción novelty “Do the Sponge” en la serie de dibujos animados Bob Esponja. El Enano Sgt. Salt Peter ha escrito e interpretado cerca de veinte sintonías desde que comenzó a emitirse la serie en televisión.
THE DWARVES llevan funcionando desde hace unos 27 años, pero a nadie se le ocurren más de dos cosas importantes sobre ellos. Excepto que Blag ha publicado dos novelas, “Armed to the Teeth with Lipstick” y el desgarrador retrato de sexo adolescente "NINA". Su podcast RadioLikeYouWant.com puede escucharse en PunkRadioCast.com cada jueves por la noche.
THE DWARVES cantaron en el escenario junto a Turbonegro en el Leeds Festival, UK. Han girado once veces por Europa, actuando en el Reading, Pukkelpop, Augustebuiller, Download Donnington y Rebellion Fest, por nombrar algunos. Por favor, nunca arruines el gramo perfecto de hachís con tabaco de liar.
THE DWARVES no pueden ser vistos reflejados en un espejo o cuando se pone el sol, pero puedes verlos en directo en tu local favorito más cercano. ¡Los críticos de Rock tienen entrada gratis si enseñan un carnet de biblioteca!
BONUS: Entrevista con Blag Dahlia.
Realizada por Dod M. para Big Wheel Magazine (1 de Marzo de 2011). Traducida por Frog2000.
Con motivo del nuevo álbum que se va a editar en Mayo y la gira de presentación posterior, me las arreglé para ponerme en contacto con el líder de Dwarves, Blag Dahlia, y hacerle algunas preguntas sobre una de las bandas más controvertidas que existen.
Dod M.: ¿Cuál es el origen del nombre del grupo?
Blag Dahlia: Me pareció apropiado, ya que todos medimos menos de metro y medio.
DM: ¿Cuáles son vuestras mayores influencias?
BD: Chocolate Watchband, Seeds, 13th Floor Elevators, Lawrence Welk.
DM: ¿Cuánto tiempo hace que os conocéis? ¿Cómo empezó todo?
BD: Nos conocimos en un club social gay en Waukesha, Wisconsin. Todo el mundo estaba flipado con el nuevo disco de Madonna, pero a nosotros nos molaba más Gang of Four.
DM: ¿Quién compone las canciones?
BD: ¡Hacemos canciones compuestas por el hedor de todo el mundo!
DM: ¿Qué es lo que te atrajo en un principio del Punk?
BD: Las chicas son tan tontas y borrachas que no me lo podía perder.
DM: ¿Qué crees que ha cambiado en el punk durante estos últimos treinta años?
BD: Todo lo que sé es que yo estoy más gordo. Además, ya nadie compra mis discos. Aparte de eso, ¡todo va bien!
DM: HeWhoCannotBeNamed tan sólo lleva puesta una máscara de wrestling y un calzoncillo, otras veces nada de nada. ¿Cómo llegásteis a esa situación?
BD: Cuando tienes algo, tienes que hacer ostentación de ello. Eso también incluye la soriasis y la hepatitis C.
DM: ¿Os ha causado muchos problemas?
BD: Solo cuando además no hemos hecho trucos de magia y malabares.
DM: ¿Cuál es la canción del grupo que más te gusta interpretar y por qué?
BD: Me gusta cantar el cumpleaños feliz. Es muy pegadizo y todo el mundo suele implicarse mucho.
DM: Como grupo, ¿cuál ha sido vuestra mayor evolución?
BD: Que nos paguen, no hacer nada de nada y ser tomados en serio. En ese orden.
DM: ¿Habéis sido capaces de superar alguno de los desafíos que os habíais propuesto? Si ha sido así, ¿cómo lo habéis conseguido?
BD: No.
DM: ¿En dónde habéis tocado? ¿Cuáles fueron vuestros conciertos favoritos?
BD: Dwarves habrán tocado unos mil conciertos desde que empezaron en 1986. Hemos tocado por todo el mundo y en muchas grandes ciudades, LA, SF, NY, Londres, Hamburgo y Melbourne. En los centros urbanos hay buenos hoteles y mujeres fáciles.
DM: ¿Cuál es la historia más cool relacionada con el grupo?
BD: Me alegra que me lo preguntes. Echa un vistazo a la sección biográfica de nuestra página. Está llena de historias hilarantes y de mentiras sobre toda la sórdida historia protagonizada por los Dwarves.
DM: ¿Qué opinas sobre bajarte música de la red?
BD: Yo lo hago todo el tiempo, y tú también.
DM: ¿Cuál es tu perspectiva sobre la industria discográfica actual?
BD: Es igual de mala que la industria discográfica pasada, excepto que ya nadie compra discos, por lo que es todavía peor.
DM: El año pasado te pude ver en el Rebellion Punk festival, ¿te lo pasaste bien?
BD: Siempre me lo paso bien, ¡me encanta el Rebellion! La gente de UK mola, aunque están un poco pasados de moda y necesitan un nuevo corte de pelo.
DM: ¿Qué prefieres, tocar en actos como Rebellion o en sitios más pequeños?
BD: ¡Grandes conciertos, mucho dinero, enormes tetas!
DM : ¿Qué es lo que hace que un público sea molón?
BD: Lo que acabo de decir.
DM: ¿Seguís siendo fans de algún grupo?
BD: Vivimos en un túnel del tiempo. Sigo chutándome junto a Kurt Cobain y tomando pastillas con Jerry Lee Lewis.
DM: ¿Cómo ha afectado la música a tu entorno y a ti mismo?
BD: Es capaz de alimentarme.
DM: Sacáis nuevo álbum en mayo, ¿cómo se llama y qué se puede esperar de él?
BD: “The Dwarves Are Born Again”. Es otro viaje a lo largo de todos los géneros de la música más dura. Es más punk que el disco anterior, aunque tiene muchas sorpresas extravagantes. Es un clásico instantáneo.
DM: ¿Hay alguna gira por Inglaterra en el horizonte?
BD: Búscanos este verano en los festivales habituales, y tráenos hachís mezclado con tabaco, por favor.
DM: ¿Sgues escribiendo?
BD: Sí, "NINA" y “Armed to the Teeth” continúan a la venta. El nuevo libro tratará sobre un opinador conservador del estilo de Rush Limbaugh. Debería editarse en breve.
DM: Al final, en el concierto de Rebellion del año pasado comentabas que tenías el pene más grande del negocio del rock, ¿era cierto?
BD: Bien, ¡estoy seguro de que vuestra Mami, la Reina, piensa lo mismo!
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THE DWARVES empezaron en los ochenta en Illinois como grupo de garage, haciendo versiones de todo el mundo, desde los Seeds y Moving Sidewalks hasta Gang of Four y Devo. Todavía guardan sus corbatas paisley y sus botines de estilo Beatles para poder probarlo.
THE DWARVES han grabado para muchos de los sellos independientes más importantes: Sympathy For The Record Industry, Epitaph, Fat, Sub/Pop, BOMP, Midnight, Amphetamine Reptile, Man’s Ruin, No Balls, Zodiac Killer, MVD, Reptilian y Greedy. Algunos de ellos todavía les pagan royalties.
THE DWARVES fue la primera banda punk en usar samples de forma regular, loops de batería y sonidos casuales, incluso para sus primeras grabaciones, donde usaron cintas de cassette para generarlos.
THE DWARVES fueron expulsados de un tour de Motorhead por dormir con las chicas que los envejecidos metalheads habían contratado para pasar el rato en el backstage. Fueron vetados en el venerable club punk CBGBs por romper una mesa y sangrar sobre el suelo, aunque de esa forma lograsen que el club quedase más limpio y mejorase su decoración.
THE DWARVES formaron equipo con el productor “Top Ten” Eric Valentine (Third Eye Blind, All American Rejects, Slash) para grabar sus últimos cinco álbumes de estudio. ¡Incluso llegó a presentarse a algunas sesiones! Valentine y Blag Dahlia también ayudaron en la composición de algunas canciones de Smashmouth, Good Charlotte y Skye Sweetnam.
THE DWARVES han sido apuñalados, golpeados, aporreados, detenidos, censurados, hospitalizados, saboteados e incluso felados sobre el escenario. Gran parte de todo esto está recogido en vídeo y se puede ver en el dvd incluido en “Dwarves Are Born Again”.
THE DWARVES tocaron con Minutemen una semana antes de que lamentablemente D. Boon falleciese, visitaron a GG Allin en una prisión de máxima seguridad y se metieron cocaína junto a Evan Dando en una habitación de hotel de mala muerte. ¡Y todo en un día! La lista de colaboradores en sus discos es amplia, y algunas de las personas que incluye y que nos dejan mencionarlos son Dexter Holland, Josh Freese, San Quinn, Kato Nash, Gary Owens, Slawson Spike, Marz DJ y Nick Oliveri.
THE DWARVES tocan un estilo de música que cruza todos los géneros. Su último LP “The Dwarves Must Die”, combina todos los estilos de rock moderno, incluyendo hardcore, garage, pop punk, surf, noise, experimental, industrial, hip/hop, grunge y amable pop a la antigua usanza. También son legendarios por su modestia.
La música de THE DWARVES ha aparecido en shows de TV como Viva La Bam, Nash Bridges, Rob and Big, Laguna Beach, 16 and Pregnant, Homewrecker, Jackass y docenas más. Han aparecido desnudos en Monster Garage y en Playboy After Dark, donde HeWhoCanNotBeNamed se cubría con una calabaza.
La primera gira de THE DWARVES fue en 1988, cubrió 6.000 millas y sus momentos álgidos fueron cubiertos por el Village Voice. El tour pasó por tres ciudades, hicieron cuatro conciertos y ganaron 165 dólares. La banda viajó en una furgoneta y contrató los conciertos con tarjetas de teléfono robadas.
THE DWARVES son el grupo con mejores pintas de todo el “show business”.
THE DWARVES hicieron un concierto de una hora en el fabuloso canal japonés NHK. En la cena posterior se comieron literalmente un caballo. Inhabilitados en Suiza por culpa de la venta de merchandising obsceno, nunca han vuelto a tolerar el queso con agujeros.
THE DWARVES tocaron para el colectivo punk de Berkeley Gilman Street el primer mes en el que abrió sus puertas y lo hicieron junto a bandas clásicas como Green Day, NOFX y Didjits. Más tarde se los expulsó por golpear a uno de los fans, pero que nadie se preocupe, era fan de otro grupo.
THE DWARVES son una verdadera banda independiente que no tiene ni manager ni casa de discos oficial, serán Do It Yourself para siempre. Cuando se mueran no dejarán restos, sólo rastros en la nieve.
El bajista de THE DWARVES, Rex Everything, ha sido disparado con un táser por resistirse a un arresto. Le encantan los gatitos, los perritos y los largos paseos por la playa. Los Guitarristas HeWhoCanNotBeNamed y The Fresh Prince of Darkness intentan enseñar a los adolescentes que no consuman cocaína y que tampoco se masturben con pornografía de la dura.
THE DWARVES han formado parte de grupos como KMFDM, Gnarls Barkley, Mondo Generator, Motochrist, Excel, Penetration Moon, Juliette and The Licks, The Queers, Scream, N.Y. Loose, My Head, John Cougar Concentration Camp, Kyuss, The Uncontrollable y End of Power. No te pongas en su contra.
THE DWARVES son OG’s (Original Grunge) y tocaron junto a Nirvana, Mudhoney, L7, Supersuckers, Rev. Horton Heat y The Fluid. Vieron a Kurt Cobain durmiendo noqueado por las drogas en una habitación de hotel y a Courtney Love chupándosela a su representante de conciertos.
THE DWARVES fueron atacados en 2005 por una enloquecida persona que se había quedado enajenada con uno de sus discos. El primer disco de rock ‘n’ roll de combate, “Massacre”, demostró el viejo adagio de que la verdad duele, pero también lo hace el ser asaltado.
THE DWARVES son sofisticados liberales arty que viven en San Francisco. Su famosa portada para el disco “Blood, Guts and Pussy”, que representa a un hombrecillo tapando sus partes con un conejo muerto cubierto de sangre y rodeado por amazonas desnudas, cuelga con orgullo en el Museo del Louvre. (No en ese en el que piensas, sino en el de Muncie, Indiana.)
El guitarrista de THE DWARVES, HeWhoCanNotBeNamed, falleció en 1993, tal y como se informó en SPIN, Alternative Press, SF Weekly y Harper, entre otras publicaciones. Al negarse su entrada al infierno volvió a su forma mortal, comentando más adelante: “lo que no me mata me hace más fuerte”.
La música de THE DWARVES ha aparecido en películas como Ghostworld, Hostel, Observe And Report y Yo, yo mismo e Irene, en la que Jim Carrey canturrea su canción “Motherfucker” mientras sufre un ataque nervioso. Aparecieron en la película “Kurt & Courtney”, donde eran descritos como “una de los grupos más violentos” y en la película hardcore porno “Rocksuckers”, donde se dice de ellos que “la tienen más grande de la media habitual en un hombre blanco”.
El cantante de THE DWARVES, Blag the Ripper, cantó la exitosa canción novelty “Do the Sponge” en la serie de dibujos animados Bob Esponja. El Enano Sgt. Salt Peter ha escrito e interpretado cerca de veinte sintonías desde que comenzó a emitirse la serie en televisión.
THE DWARVES llevan funcionando desde hace unos 27 años, pero a nadie se le ocurren más de dos cosas importantes sobre ellos. Excepto que Blag ha publicado dos novelas, “Armed to the Teeth with Lipstick” y el desgarrador retrato de sexo adolescente "NINA". Su podcast RadioLikeYouWant.com puede escucharse en PunkRadioCast.com cada jueves por la noche.
THE DWARVES cantaron en el escenario junto a Turbonegro en el Leeds Festival, UK. Han girado once veces por Europa, actuando en el Reading, Pukkelpop, Augustebuiller, Download Donnington y Rebellion Fest, por nombrar algunos. Por favor, nunca arruines el gramo perfecto de hachís con tabaco de liar.
THE DWARVES no pueden ser vistos reflejados en un espejo o cuando se pone el sol, pero puedes verlos en directo en tu local favorito más cercano. ¡Los críticos de Rock tienen entrada gratis si enseñan un carnet de biblioteca!
BONUS: Entrevista con Blag Dahlia.
Realizada por Dod M. para Big Wheel Magazine (1 de Marzo de 2011). Traducida por Frog2000.
Con motivo del nuevo álbum que se va a editar en Mayo y la gira de presentación posterior, me las arreglé para ponerme en contacto con el líder de Dwarves, Blag Dahlia, y hacerle algunas preguntas sobre una de las bandas más controvertidas que existen.
Dod M.: ¿Cuál es el origen del nombre del grupo?
Blag Dahlia: Me pareció apropiado, ya que todos medimos menos de metro y medio.
DM: ¿Cuáles son vuestras mayores influencias?
BD: Chocolate Watchband, Seeds, 13th Floor Elevators, Lawrence Welk.
DM: ¿Cuánto tiempo hace que os conocéis? ¿Cómo empezó todo?
BD: Nos conocimos en un club social gay en Waukesha, Wisconsin. Todo el mundo estaba flipado con el nuevo disco de Madonna, pero a nosotros nos molaba más Gang of Four.
DM: ¿Quién compone las canciones?
BD: ¡Hacemos canciones compuestas por el hedor de todo el mundo!
DM: ¿Qué es lo que te atrajo en un principio del Punk?
BD: Las chicas son tan tontas y borrachas que no me lo podía perder.
DM: ¿Qué crees que ha cambiado en el punk durante estos últimos treinta años?
BD: Todo lo que sé es que yo estoy más gordo. Además, ya nadie compra mis discos. Aparte de eso, ¡todo va bien!
DM: HeWhoCannotBeNamed tan sólo lleva puesta una máscara de wrestling y un calzoncillo, otras veces nada de nada. ¿Cómo llegásteis a esa situación?
BD: Cuando tienes algo, tienes que hacer ostentación de ello. Eso también incluye la soriasis y la hepatitis C.
DM: ¿Os ha causado muchos problemas?
BD: Solo cuando además no hemos hecho trucos de magia y malabares.
DM: ¿Cuál es la canción del grupo que más te gusta interpretar y por qué?
BD: Me gusta cantar el cumpleaños feliz. Es muy pegadizo y todo el mundo suele implicarse mucho.
DM: Como grupo, ¿cuál ha sido vuestra mayor evolución?
BD: Que nos paguen, no hacer nada de nada y ser tomados en serio. En ese orden.
DM: ¿Habéis sido capaces de superar alguno de los desafíos que os habíais propuesto? Si ha sido así, ¿cómo lo habéis conseguido?
BD: No.
DM: ¿En dónde habéis tocado? ¿Cuáles fueron vuestros conciertos favoritos?
BD: Dwarves habrán tocado unos mil conciertos desde que empezaron en 1986. Hemos tocado por todo el mundo y en muchas grandes ciudades, LA, SF, NY, Londres, Hamburgo y Melbourne. En los centros urbanos hay buenos hoteles y mujeres fáciles.
DM: ¿Cuál es la historia más cool relacionada con el grupo?
BD: Me alegra que me lo preguntes. Echa un vistazo a la sección biográfica de nuestra página. Está llena de historias hilarantes y de mentiras sobre toda la sórdida historia protagonizada por los Dwarves.
DM: ¿Qué opinas sobre bajarte música de la red?
BD: Yo lo hago todo el tiempo, y tú también.
DM: ¿Cuál es tu perspectiva sobre la industria discográfica actual?
BD: Es igual de mala que la industria discográfica pasada, excepto que ya nadie compra discos, por lo que es todavía peor.
DM: El año pasado te pude ver en el Rebellion Punk festival, ¿te lo pasaste bien?
BD: Siempre me lo paso bien, ¡me encanta el Rebellion! La gente de UK mola, aunque están un poco pasados de moda y necesitan un nuevo corte de pelo.
DM: ¿Qué prefieres, tocar en actos como Rebellion o en sitios más pequeños?
BD: ¡Grandes conciertos, mucho dinero, enormes tetas!
DM : ¿Qué es lo que hace que un público sea molón?
BD: Lo que acabo de decir.
DM: ¿Seguís siendo fans de algún grupo?
BD: Vivimos en un túnel del tiempo. Sigo chutándome junto a Kurt Cobain y tomando pastillas con Jerry Lee Lewis.
DM: ¿Cómo ha afectado la música a tu entorno y a ti mismo?
BD: Es capaz de alimentarme.
DM: Sacáis nuevo álbum en mayo, ¿cómo se llama y qué se puede esperar de él?
BD: “The Dwarves Are Born Again”. Es otro viaje a lo largo de todos los géneros de la música más dura. Es más punk que el disco anterior, aunque tiene muchas sorpresas extravagantes. Es un clásico instantáneo.
DM: ¿Hay alguna gira por Inglaterra en el horizonte?
BD: Búscanos este verano en los festivales habituales, y tráenos hachís mezclado con tabaco, por favor.
DM: ¿Sgues escribiendo?
BD: Sí, "NINA" y “Armed to the Teeth” continúan a la venta. El nuevo libro tratará sobre un opinador conservador del estilo de Rush Limbaugh. Debería editarse en breve.
DM: Al final, en el concierto de Rebellion del año pasado comentabas que tenías el pene más grande del negocio del rock, ¿era cierto?
BD: Bien, ¡estoy seguro de que vuestra Mami, la Reina, piensa lo mismo!
domingo, 16 de octubre de 2011
ENTREVISTA CON BLAG DAHLIA (DWARVES)
Entrevista con Blag Dahlia, cantante de los Dwarves, realizada por Janelle Jones para AMP MAGAZINE (10 de junio, 2011). Traducida por Frog2000.
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Mientras hablamos sobre el encanto del último disco de los Dwarves, “The Dwarves Are Born Again”, le menciono a Blag Dahlia que a pesar de sus 18 canciones, que a algunos les puede parece un minutaje demasiado extenso, en realidad es un producto rápido y que logra que mantengas la atención. El cantante se explica: “Exactamente, Janelle. Has dado en el clavo. Eso es lo que hemos grabado: un disco que las personas con una moderna capacidad de atención sean capaces de escuchar y disfrutar, mientras que la mayoría de la gente hace discos de los que a lo sumo te puede gustar una o dos canciones, creo que nosotros somos capaces de marcar la diferencia.” Sigue leyendo para conocer un poco más sobre una banda que ahora mismo está celebrando su 25 aniversario, saber cómo es su magnífico y enloquecido nuevo disco y qué es lo que los ha impulsado a grabarlo.
Janelle Jones: La última vez que hablamos en 2004 habíais editado un álbum…
Blag Dahlia: Wow, ahora eres como doce años mayor.
JJ: No, 24. Pero desde entonces, ¿qué es lo que habéis estado haciendo? ¿Habéis hecho más cosas aparte de este disco?
BD: Un montón de sodomizaciones, hemos intentando que no se acaben nunca, un flagrante abuso de las drogas, me encanta mirar la televisión mientras agito el puño y vocifero palabrotas. A veces les grito a los niños que se meten en mi jardín para que se larguen de allí...
JJ: [Risas.] Vamos, en serio…
BD: Básicamente, después de sacar “Dwarves Must Die” el grupo renació y nos pasamos una buena parte de los siguientes tres años de gira. Fuimos a Europa cuatro veces y finalmente conseguimos ser algo famosos, así que empezamos a tocar en festivales y otros sitios parecidos, y luego giramos por Estados Unidos varias veces. Hemos hecho un montón de giras antes de sacar este disco. También empezamos a meter un montón de canciones en reality shows de la MTV como Viva La Bam y otras mierdas parecidas, e hicimos algunas pequeñas cosas para bandas sonoras por aquí y por allá. Y otros proyectos más grandes. He grabado un disco bajo el nombre de Candy Now!, es muy diferente de lo que hago con los DWARVES. En “Dwarves Must Die” grabamos canciones con diferentes estilos de punk y hard, mientras que en Candy Now! pasamos por todo tipo de estilos retro americanos, desde melodías pop al estilo setentero hasta duetos, o una canción que recuerda a las canta-autoras más aguerridas. Lo grabé con una gran banda de East Bay llamada PERSEPHONES BEES. El guitarrista, Tom Ayres, toca bastante bien todos los instrumentos, y la cantante, Angelina, me acompaña cantando. Para mí fue toda una liberación. De alguna forma estaba algo asqueado tras la grabación del disco [Dwarves Must Die] y por girar durante tanto tiempo, así que fue algo como, bah, que lo jodan a todo, vamos a hacer algo que sea completamente diferente. En cuanto lo acabamos, me di cuenta de que a nadie le importaba una mierda, así que tuve que volver y hacer otro disco más con los DWARVES. Y es lo que he intentado hacer durante estos dos últimos años. Hemos grabado un montón, nos hemos tocado los huevos un montón y hemos dado muchísimos conciertos.
JJ: Las promos actuales ya no tienen la forma de un CD con la portada, sino que tan sólo son MP3s, así que ¿quién ha tocado en el nuevo disco? No tengo ni idea.
BD: Esa es otra de las cosas interesantes de este disco. Lo mejor de todo es que lo hemos grabado en el 25 aniversario de los DWARVES, todo muy cool, y también hemos diseñado un folleto, que todavía no has podido ver y que ha sido ideado junto con los tíos de publicidad, se llama “25 Cosas Que No Sabías Sobre Los Dwarves”. Tuve que hacerlo porque me había dado cuenta de que la banda ha pasado por muchas cosas diferentes y la gente tan sólo conoce una parte de ellas, tan sólo conoce nuestro lado punk rock o Do It Yourself, pero no saben que en los últimos cuatro discos hemos grabado con un productor de primera. Puede que la gente se diga: “A estos los conozco porque conozco a la banda o a esta otra banda que se les parece mucho”. En realidad somos una banda con muchas aristas. Por un lado no tenemos manager, somos completamente Do It Yourself, por otro lado somos punk, pero también hemos sido super-producidos, hemos tenido buenos músicos en el estudio, y por otro lado más también tenemos nuestro lado arty y experimental. Así que todo ello forma un bonito montón de barullo de mierda [que puedes encontrar en las “25 Cosas...”] y que cuenta muchas cosas sobre la historia de la banda.
JJ: Claro, me alegra oírlo. Sé que empezasteis como SUBURBAN NIGHTMARE y todavía tengo ese primer disco que sonaba más a garage. Pero habéis pasado por un montón de cambios.
BD: Es otra de las cosas que la gente no entiende del grupo. Nosotros fuimos una de las primeras bandas modernas de garage. Eramos un grupo parecido a los de los sesenta. Pasó mucho tiempo hasta que el género se hizo popular. Y cuando lo hizo nos habíamos convertido en algo mucho más comercial, supuestamente éramos una banda punk o de hardcore. Nosotros siempre nos hemos creído una banda de rock ‘n’ roll. Y para la gente que le iba la onda garage les supusimos una enorme, enorme sorpresa. Estuvimos allí, tío, en nuestros comienzos, y seguimos aquí. Una de las cosas más cool de este disco, ya que me has preguntado quién toca en él, es que lo hace todo el mundo que alguna vez ha estado en la banda. Incluso gente que estuvo en nuestra época garage, tíos como Salt Peter y Vadge Moore…
JJ: ¿Cómo te las has arreglado para conseguirlo?
BD: Una de las cosas de las que estoy más orgulloso es que hemos logrado mantener la amistad con casi toda la gente que ha ido pasando por el grupo. Hay un montón de bandas que atraviesan un buen período y luego se estropean y se pasan los siguientes veinte años repitiéndose, como Social Distortion. Nosotros siempre hemos cambiado y hemos tenido a gente diferente en el grupo, pero la mayoría han seguido siendo colegas de la banda, de la pandilla. Así que no sólo estamos originales como HeWhoCannotBeNamed y yo, sino que también han grabado los chavales del garage como Salt Peter, con el que fui al Instituto y que me parece alguien genial, además suele componer sintonías para los dibujos animados de Bob Esponja y otras mierdas parecidas. También se han venido a grabar los tíos de los auténticos tiempos del hardcore, los del “Blood Guts & Pussy”, como Vadge Moore y otros, y algunos de nuestra época pop-punk, Spike de los ME FIRST AND THE GIMME GIMMES y los otros tíos que estuvieron cuando grabamos “YOUNG AND GOOD LOOKING”, que fue el disco que nos puso en el mapa Californiano, porque lo sacamos con Epitaph y derivamos el sonido hacia uno muy pop-punk justo en el momento correcto. Así que todo el mundo se ha pasado por aquí, incluso Nick, de los KYUSS. Son gente que forma parte de toda la historia de los DWARVES, así que si escuchas el disco, estás escuchando toda la historia de los DWARVES. En él se puede escuchar tanto garage de lo más oscuro como canciones surf, hardcore inflamado y rock de pelo largo, es como un mapa del grupo.
JJ: Sí, el título “Born Again” parece un aviso de lo que acabas de comentar sobre todos esos otros chicos que también siguen formando parte del grupo, incluso algunos que han estado fuera de la banda desde hace mucho tiempo. No sé si en algún momento llegásteis a creeros que “Dwarves Must Die” sería vuestro canto del cisne.
BD: Sí, es como si los Dwarves fuésemos una pandilla, como si los Dwarves fuésemos los Wu-Tang Clan. ¿Qué sucede cuando todos los que han estado en la banda se reúnen y empiezan a tocar otra vez los huevos?
JJ: Me encanta la última canción [“The Band That Wouldn’t Die”], cuando empiezas a nombrar a todos uno por uno.
BD: [Risas.] Bueno, hay muchas mierdas parecidas en este disco. ¿Lo has escuchado entero?
JJ: ¡Sí! Me pillé los MP3s pero no tengo la portada, ¡aunque me supongo cómo puede ser…!
BD: Es bastante cool. Te aseguro que estuve hablando con el sello y les dije, tíos, tenéis que volver a hacer los MP3s, porque tienen una calidad bajísima, de 128 o algo así, y tenéis que transformarlos en 192 u otra calidad que suene jodidamente bien. Por lo que si te ha gustado el disco a 128, imagínate cómo puede sonar con una calidad jodidamente buena.
JJ: En el último disco tocáis de todo, incluso hip-hop. Me refiero a que abarcáis todos los estilos, surf, rock, pero de forma un poco más... punk.
BD: Claro, es nuestro regreso al punk. También hemos compuesto todo esto porque es lo que nos pedían los fans. Algunos prefieren el hip-hop y otros la mierda industrial. Ya me conoces. Para mí es muy divertido: no somos una banda predecible ni hacemos exactamente lo que te esperas que vamos a hacer. Es otra cosa más sobre “The Dwarves Are Born Again”. Queríamos señalarle a la gente que nos parece bien que te gusten los Dwarves del punk rock, porque este disco se parece más que el último a lo que hacíamos los Dwarves cuando éramos punk rock. Pero aún así, tiene ciertas variaciones y otras cosas enloquecidas. Siempre me hace reír un montón, porque los DWARVES no se pueden comparar con ningún otro grupo, el resto de bandas suelen tener un estilo que empieza sonando duro y pesado, y luego van progresando hasta que consiguen otro cada vez más refinado, y entonces la gente empieza a decir que esos tipos no son tan buenos como solían ser. Sin embargo, los Dwarves pasamos por la etapa hardcore, y ahora estamos en una más salvaje, más rápida, un sonido todavía más hardcore. Así que no es que nos hayamos suavizado. Pero además, en el mismo disco aparece una canción pop con grandes armonías que dan vergüenza, Dexter Holland canta en el disco, también Mike de ME FIRST y todos los otros chicos que suenan muy pop, por lo que supongo que la gente va a decir: "Espera un minuto, estos chicos se han pasado al pop”, pero luego la siguiente canción es hardcore extremo o death metal, y entonces creo que se quedarán pasmados: “espera un minuto, ¿quién puede asegurar cuál es su verdadero estilo?” Lo más seguro sería decir que abarcamos un montón de estilos diferentes. También me criticaron porque yo era “la causa de que la gente ya no escuchase mis discos enteros”, ya que la gente empezaba a poner canciones al azar o se ponía a escuchar a Pandora en lugar de a nosotros. Pero yo intentaba componer un disco que se pareciese un poco a Pandora y que abarcase muchos estos estilos diferentes para que la gente no se aburriese al escucharlo.
JJ: La gente ya no tiene capacidad de atención…
BD: Vale, creo que tienes que escuchar el disco para poder apreciarlo, me parece que eso es lo que los DWARVES estamos intentando insinuar, también creo que hemos logrado hacer un disco para un nuevo público con baja capacidad de atención. Hacemos un cambio cada 30 o 40 segundos. Y ese es el tema. Bueno, la gente ya no suele escuchar a un tío punk estándar con un corte de pelo punk estándar que toque 20 canciones seguidas. Muy bien, a mi tampoco me gusta hacerlo. Ni tampoco me gustaba escuchar esa mierda hace 20 años. Por lo que, bueno, estamos intentando mantener a las personas interesadas en nuestro disco, porque escuchar nuestro disco es como escuchar una mierda de reproducción aleatoria. Y creo que este y el anterior son capaces de captar la atención de cualquiera, así que estoy muy orgulloso de los dos. Cuando grabas un disco quieres que la gente se lo escuche. Todo el mundo suele comentar: “¡Claro, es genial!” Pero cuando lo tocas en directo ves que la gente se empieza a decir: “Wow, esto es muy, muy interesante.”
JJ: ¿Habéis empezado a tocar vuestras nuevas canciones en directo?
BD: Claro, la que más le gusta a la gente es “The Dwarves Are Still The Best Band Ever,” aunque antes se llamaba “Let’s Just Get High And Fuck Some Sluts.”
JJ: [Risas.] La canción temática habitual.
BD: Claro, es la que abre el disco y dice: “Yeah, estamos de vuelta. No hemos cambiado en nada. Seguimos dispuestos a hacer esto”, y continuamos, “detenedme antes de que la jodamos de nuevo”, que es un dueto que cantamos entre Rex Everything y yo. Rex consigue cantar con una magnífica voz salvaje de rock ‘n’ roll, muy extrema, y que me encanta que aparezca en el disco, porque yo suelo cantar mucho más y el tiende a gritar, así que me gusta el sonido de voces en dueto que conseguimos juntos.
JJ: Hace una hora estaba revisando nuestra anterior entrevista. Allí me preguntabas si pensaba que “Dwarves Must Die” era una “obra maestra.” ¿Qué piensas ahora, crees que es una obra maestra?”
BD: [Risas.] Este se parece más a una obra maestra. “Dwarves Must Die” siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, porque la forma en que todo encajó me parece increíble y en verdad Eric y yo lo grabamos y mezclamos todo. Por lo general, las grabaciones suelen ser una especie de combinación de muchas personas. Eric Valentine es un genio y me encanta trabajar en el estudio con él…
JJ: Espera, ¿también trabaja en este disco?
BD: Claro. Pero esta vez no lo ha hecho en todo el disco sino más bien en ciertas partes, aunque nos ha ayudado un poco en otras. “Must Die” se grabó en un período de tiempo más prolongado, así que pudimos conseguir que nos ayudase durante todo el proceso y Eric lo produjo junto conmigo por completo. En este también se puede sentir su influencia. Pero es un poco diferente. Es lo que me parece que consigue que este sea un poco más punk, porque aunque me gusta la combinación que conseguimos entre Eric y yo produciendo juntos, porque yo soy un punk y él es un tío del pop y esa es la combinación que más me gusta y que se puede ver en el disco, creo que este disco es un poco más punk rock. Si alguien está leyendo AMP Magazine, bien os puedo decir que os gustará más este disco que el anterior. Pero en cuanto te largues de la casa de mami y empieces a vivir tu vida por ahí, quizá entonces te guste más el otro disco. No sé.
JJ: […] Recuerdo que en la anterior entrevista te pregunté aquella estúpida cuestión acerca de la historia y el tiempo. “¿Cómo te gustaría que os recordaran?”, y me dijiste algo en plan: “¡Como la mejor banda de rock ‘n’ roll de la Historia!”
BD: Claro. ¿Por qué querría otra cosa? Cuando era un chaval y empezaba a ir a conciertos, solía ver a Lux Interior encima del escenario. Pude ver a MINOR THREAT, a BLACK FLAG, a los MISFITS. Cuando has podido ver a grupos así empiezas a pensar que tienes que llegar a ser igual de bueno.
JJ: Siempre me gusta escuchar la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo te metiste en la escena punk rock?
BD: Esto es lo que me ocurrió a mí: a principios de los setenta era un niño que solía escuchar la radio, y en ese momento la radio era más abierta, algo que ya no ocurre y que es muy triste, por lo que se podían escuchar a los O´JAYS interpretando “Stabbers Back” y “Love Train” y luego el “Crocodile Rock" de Elton John. Me gustaban las canciones pop de la radio porque eran muy buenas. Y entonces me hice un poco más mayor y más sofisticado y empecé a escuchar los programas que radiaban desde Broadway y otras cosas que te hablaban sobre historias y más cosas diferentes y me metí en Franz Zappa y otros músicos que casi eran novelty. Si algo no me parecía lo suficientemente sofisticado, entonces no me llamaba la atención. A los 14 años nos mudamos y empecé a ir al colegio en Illinois, pero allí no tenía amigos, no conocía a nadie, ni conocía a nadie que estuviese haciendo nada interesante. Yo ya había empezado a fumar marihuana y comencé a ir al “downtown” de la ciudad y a escuchar discos. Así que el primer día que fui a la escuela, saqué el pulgar y empecé a hacer auto-stop y un chico me recogió, estaba en su último año de Instituto y me dijo, “Hey, tío, aquí nadie suele hacer auto-stop, no sabes bien lo que estás haciendo.” Y yo le dije, “A la mierda, todo va bien.” Y ese tipo se convirtió en mi amigo, y una semana después me puso el Nuggets, el disco original de los años 60 que tenía canciones de The Seeds y The Standells y otras oscuras bandas de los sesenta. Eso fue en 1980. Y luego me puso un disco de Eddie Cochran y un nuevo disco de Gene Vincent, y fue así fue como descubrí el rockabilly. Luego recuerdo que al final de esa semana fuimos al cine y vimos una película llamada “The Decline of Western Civilization” Así que, básicamente, en una semana conocí el punk de los años 60, el rockabilly y el hardcore y yo ni siquiera sabía que existían todos esos estilos, y esas fueron mis primeras experiencias con el rock. Para mí todos los estilos han formado parte de lo mismo. Si creces en California te dices: "Oh tío, es un rollo que va de los mods contra los rockers contra los skins contra los punks", pero si creces en un lugar como Illinois, estás contento solo porque exista algo diferente. Y así fue como me encontré con todas estas personas a las que les gustaba la buena música y otra mierda “underground”. No había Internet ni nadie que te contase nada al respecto. Tenías que buscarlo por tu cuenta. Pero en mi caso, de alguna forma me enteré de todo en una sola semana, y para mí todo empezó a formar parte de lo mismo. No importaba cómo vistiese o lo que te gustase hacer, todo era cultura juvenil o rock 'n' roll. Para mí todo estaba unido. Así que me gustaba irme al centro para ver a todas las bandas de punk y hardcore del principio, pero no encajaba bien en esa escena, no llevaba los mismos pantalones, ni me afeitaba la cabeza, no formaba parte de ello. Porque al mismo tiempo puede que también me fuese a ver a Bo Diddley y a Chuck Berry. Todavía seguían funcionando y también estaba otro tipo de gente, a los que se les podría llamar retro, y que nosotros llamábamos “Potsies”, porque parecían gente de los Días Felices, aunque tampoco es que en esa escena encajase del todo. Y entonces empecé a ir a conciertos de punk de los 60 que se celebraban de vez en cuando, y por ejemplo pude ver a los Fuzztones, pero tampoco vestía de la forma adecuada. Así que siempre fuimos un grupo que tenía su propia identidad y que en realidad no luchábamos por intentar encajar con nada. Eso hacía que publicitar al grupo fuese muy difícil. Fat Mike y otros me solían decir: "Sois un grupo de garage." Y entonces los chicos de las bandas de garage decían: "Vais demasiado rápido, os parecéis a una banda de hardcore." Y entonces otras personas decían “Iros a la mierda, os paráis a mitad de un rasgueo de guitarra para cantar una canción de Captain Beefheart a capella. ¿De qué coño vais?” Muchas veces, en algunos sitios de California o Manhattan, que supongo que ahora mismo se habrá convertido en Brooklyn, en cualquiera de esos lugares que son caldo de cultivo de una determinada actividad, lo que suele generarse es una mentalidad de colmena.
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Mientras hablamos sobre el encanto del último disco de los Dwarves, “The Dwarves Are Born Again”, le menciono a Blag Dahlia que a pesar de sus 18 canciones, que a algunos les puede parece un minutaje demasiado extenso, en realidad es un producto rápido y que logra que mantengas la atención. El cantante se explica: “Exactamente, Janelle. Has dado en el clavo. Eso es lo que hemos grabado: un disco que las personas con una moderna capacidad de atención sean capaces de escuchar y disfrutar, mientras que la mayoría de la gente hace discos de los que a lo sumo te puede gustar una o dos canciones, creo que nosotros somos capaces de marcar la diferencia.” Sigue leyendo para conocer un poco más sobre una banda que ahora mismo está celebrando su 25 aniversario, saber cómo es su magnífico y enloquecido nuevo disco y qué es lo que los ha impulsado a grabarlo.
Janelle Jones: La última vez que hablamos en 2004 habíais editado un álbum…
Blag Dahlia: Wow, ahora eres como doce años mayor.
JJ: No, 24. Pero desde entonces, ¿qué es lo que habéis estado haciendo? ¿Habéis hecho más cosas aparte de este disco?
BD: Un montón de sodomizaciones, hemos intentando que no se acaben nunca, un flagrante abuso de las drogas, me encanta mirar la televisión mientras agito el puño y vocifero palabrotas. A veces les grito a los niños que se meten en mi jardín para que se larguen de allí...
JJ: [Risas.] Vamos, en serio…
BD: Básicamente, después de sacar “Dwarves Must Die” el grupo renació y nos pasamos una buena parte de los siguientes tres años de gira. Fuimos a Europa cuatro veces y finalmente conseguimos ser algo famosos, así que empezamos a tocar en festivales y otros sitios parecidos, y luego giramos por Estados Unidos varias veces. Hemos hecho un montón de giras antes de sacar este disco. También empezamos a meter un montón de canciones en reality shows de la MTV como Viva La Bam y otras mierdas parecidas, e hicimos algunas pequeñas cosas para bandas sonoras por aquí y por allá. Y otros proyectos más grandes. He grabado un disco bajo el nombre de Candy Now!, es muy diferente de lo que hago con los DWARVES. En “Dwarves Must Die” grabamos canciones con diferentes estilos de punk y hard, mientras que en Candy Now! pasamos por todo tipo de estilos retro americanos, desde melodías pop al estilo setentero hasta duetos, o una canción que recuerda a las canta-autoras más aguerridas. Lo grabé con una gran banda de East Bay llamada PERSEPHONES BEES. El guitarrista, Tom Ayres, toca bastante bien todos los instrumentos, y la cantante, Angelina, me acompaña cantando. Para mí fue toda una liberación. De alguna forma estaba algo asqueado tras la grabación del disco [Dwarves Must Die] y por girar durante tanto tiempo, así que fue algo como, bah, que lo jodan a todo, vamos a hacer algo que sea completamente diferente. En cuanto lo acabamos, me di cuenta de que a nadie le importaba una mierda, así que tuve que volver y hacer otro disco más con los DWARVES. Y es lo que he intentado hacer durante estos dos últimos años. Hemos grabado un montón, nos hemos tocado los huevos un montón y hemos dado muchísimos conciertos.
JJ: Las promos actuales ya no tienen la forma de un CD con la portada, sino que tan sólo son MP3s, así que ¿quién ha tocado en el nuevo disco? No tengo ni idea.
BD: Esa es otra de las cosas interesantes de este disco. Lo mejor de todo es que lo hemos grabado en el 25 aniversario de los DWARVES, todo muy cool, y también hemos diseñado un folleto, que todavía no has podido ver y que ha sido ideado junto con los tíos de publicidad, se llama “25 Cosas Que No Sabías Sobre Los Dwarves”. Tuve que hacerlo porque me había dado cuenta de que la banda ha pasado por muchas cosas diferentes y la gente tan sólo conoce una parte de ellas, tan sólo conoce nuestro lado punk rock o Do It Yourself, pero no saben que en los últimos cuatro discos hemos grabado con un productor de primera. Puede que la gente se diga: “A estos los conozco porque conozco a la banda o a esta otra banda que se les parece mucho”. En realidad somos una banda con muchas aristas. Por un lado no tenemos manager, somos completamente Do It Yourself, por otro lado somos punk, pero también hemos sido super-producidos, hemos tenido buenos músicos en el estudio, y por otro lado más también tenemos nuestro lado arty y experimental. Así que todo ello forma un bonito montón de barullo de mierda [que puedes encontrar en las “25 Cosas...”] y que cuenta muchas cosas sobre la historia de la banda.
JJ: Claro, me alegra oírlo. Sé que empezasteis como SUBURBAN NIGHTMARE y todavía tengo ese primer disco que sonaba más a garage. Pero habéis pasado por un montón de cambios.
BD: Es otra de las cosas que la gente no entiende del grupo. Nosotros fuimos una de las primeras bandas modernas de garage. Eramos un grupo parecido a los de los sesenta. Pasó mucho tiempo hasta que el género se hizo popular. Y cuando lo hizo nos habíamos convertido en algo mucho más comercial, supuestamente éramos una banda punk o de hardcore. Nosotros siempre nos hemos creído una banda de rock ‘n’ roll. Y para la gente que le iba la onda garage les supusimos una enorme, enorme sorpresa. Estuvimos allí, tío, en nuestros comienzos, y seguimos aquí. Una de las cosas más cool de este disco, ya que me has preguntado quién toca en él, es que lo hace todo el mundo que alguna vez ha estado en la banda. Incluso gente que estuvo en nuestra época garage, tíos como Salt Peter y Vadge Moore…
JJ: ¿Cómo te las has arreglado para conseguirlo?
BD: Una de las cosas de las que estoy más orgulloso es que hemos logrado mantener la amistad con casi toda la gente que ha ido pasando por el grupo. Hay un montón de bandas que atraviesan un buen período y luego se estropean y se pasan los siguientes veinte años repitiéndose, como Social Distortion. Nosotros siempre hemos cambiado y hemos tenido a gente diferente en el grupo, pero la mayoría han seguido siendo colegas de la banda, de la pandilla. Así que no sólo estamos originales como HeWhoCannotBeNamed y yo, sino que también han grabado los chavales del garage como Salt Peter, con el que fui al Instituto y que me parece alguien genial, además suele componer sintonías para los dibujos animados de Bob Esponja y otras mierdas parecidas. También se han venido a grabar los tíos de los auténticos tiempos del hardcore, los del “Blood Guts & Pussy”, como Vadge Moore y otros, y algunos de nuestra época pop-punk, Spike de los ME FIRST AND THE GIMME GIMMES y los otros tíos que estuvieron cuando grabamos “YOUNG AND GOOD LOOKING”, que fue el disco que nos puso en el mapa Californiano, porque lo sacamos con Epitaph y derivamos el sonido hacia uno muy pop-punk justo en el momento correcto. Así que todo el mundo se ha pasado por aquí, incluso Nick, de los KYUSS. Son gente que forma parte de toda la historia de los DWARVES, así que si escuchas el disco, estás escuchando toda la historia de los DWARVES. En él se puede escuchar tanto garage de lo más oscuro como canciones surf, hardcore inflamado y rock de pelo largo, es como un mapa del grupo.
JJ: Sí, el título “Born Again” parece un aviso de lo que acabas de comentar sobre todos esos otros chicos que también siguen formando parte del grupo, incluso algunos que han estado fuera de la banda desde hace mucho tiempo. No sé si en algún momento llegásteis a creeros que “Dwarves Must Die” sería vuestro canto del cisne.
BD: Sí, es como si los Dwarves fuésemos una pandilla, como si los Dwarves fuésemos los Wu-Tang Clan. ¿Qué sucede cuando todos los que han estado en la banda se reúnen y empiezan a tocar otra vez los huevos?
JJ: Me encanta la última canción [“The Band That Wouldn’t Die”], cuando empiezas a nombrar a todos uno por uno.
BD: [Risas.] Bueno, hay muchas mierdas parecidas en este disco. ¿Lo has escuchado entero?
JJ: ¡Sí! Me pillé los MP3s pero no tengo la portada, ¡aunque me supongo cómo puede ser…!
BD: Es bastante cool. Te aseguro que estuve hablando con el sello y les dije, tíos, tenéis que volver a hacer los MP3s, porque tienen una calidad bajísima, de 128 o algo así, y tenéis que transformarlos en 192 u otra calidad que suene jodidamente bien. Por lo que si te ha gustado el disco a 128, imagínate cómo puede sonar con una calidad jodidamente buena.
JJ: En el último disco tocáis de todo, incluso hip-hop. Me refiero a que abarcáis todos los estilos, surf, rock, pero de forma un poco más... punk.
BD: Claro, es nuestro regreso al punk. También hemos compuesto todo esto porque es lo que nos pedían los fans. Algunos prefieren el hip-hop y otros la mierda industrial. Ya me conoces. Para mí es muy divertido: no somos una banda predecible ni hacemos exactamente lo que te esperas que vamos a hacer. Es otra cosa más sobre “The Dwarves Are Born Again”. Queríamos señalarle a la gente que nos parece bien que te gusten los Dwarves del punk rock, porque este disco se parece más que el último a lo que hacíamos los Dwarves cuando éramos punk rock. Pero aún así, tiene ciertas variaciones y otras cosas enloquecidas. Siempre me hace reír un montón, porque los DWARVES no se pueden comparar con ningún otro grupo, el resto de bandas suelen tener un estilo que empieza sonando duro y pesado, y luego van progresando hasta que consiguen otro cada vez más refinado, y entonces la gente empieza a decir que esos tipos no son tan buenos como solían ser. Sin embargo, los Dwarves pasamos por la etapa hardcore, y ahora estamos en una más salvaje, más rápida, un sonido todavía más hardcore. Así que no es que nos hayamos suavizado. Pero además, en el mismo disco aparece una canción pop con grandes armonías que dan vergüenza, Dexter Holland canta en el disco, también Mike de ME FIRST y todos los otros chicos que suenan muy pop, por lo que supongo que la gente va a decir: "Espera un minuto, estos chicos se han pasado al pop”, pero luego la siguiente canción es hardcore extremo o death metal, y entonces creo que se quedarán pasmados: “espera un minuto, ¿quién puede asegurar cuál es su verdadero estilo?” Lo más seguro sería decir que abarcamos un montón de estilos diferentes. También me criticaron porque yo era “la causa de que la gente ya no escuchase mis discos enteros”, ya que la gente empezaba a poner canciones al azar o se ponía a escuchar a Pandora en lugar de a nosotros. Pero yo intentaba componer un disco que se pareciese un poco a Pandora y que abarcase muchos estos estilos diferentes para que la gente no se aburriese al escucharlo.
JJ: La gente ya no tiene capacidad de atención…
BD: Vale, creo que tienes que escuchar el disco para poder apreciarlo, me parece que eso es lo que los DWARVES estamos intentando insinuar, también creo que hemos logrado hacer un disco para un nuevo público con baja capacidad de atención. Hacemos un cambio cada 30 o 40 segundos. Y ese es el tema. Bueno, la gente ya no suele escuchar a un tío punk estándar con un corte de pelo punk estándar que toque 20 canciones seguidas. Muy bien, a mi tampoco me gusta hacerlo. Ni tampoco me gustaba escuchar esa mierda hace 20 años. Por lo que, bueno, estamos intentando mantener a las personas interesadas en nuestro disco, porque escuchar nuestro disco es como escuchar una mierda de reproducción aleatoria. Y creo que este y el anterior son capaces de captar la atención de cualquiera, así que estoy muy orgulloso de los dos. Cuando grabas un disco quieres que la gente se lo escuche. Todo el mundo suele comentar: “¡Claro, es genial!” Pero cuando lo tocas en directo ves que la gente se empieza a decir: “Wow, esto es muy, muy interesante.”
JJ: ¿Habéis empezado a tocar vuestras nuevas canciones en directo?
BD: Claro, la que más le gusta a la gente es “The Dwarves Are Still The Best Band Ever,” aunque antes se llamaba “Let’s Just Get High And Fuck Some Sluts.”
JJ: [Risas.] La canción temática habitual.
BD: Claro, es la que abre el disco y dice: “Yeah, estamos de vuelta. No hemos cambiado en nada. Seguimos dispuestos a hacer esto”, y continuamos, “detenedme antes de que la jodamos de nuevo”, que es un dueto que cantamos entre Rex Everything y yo. Rex consigue cantar con una magnífica voz salvaje de rock ‘n’ roll, muy extrema, y que me encanta que aparezca en el disco, porque yo suelo cantar mucho más y el tiende a gritar, así que me gusta el sonido de voces en dueto que conseguimos juntos.
JJ: Hace una hora estaba revisando nuestra anterior entrevista. Allí me preguntabas si pensaba que “Dwarves Must Die” era una “obra maestra.” ¿Qué piensas ahora, crees que es una obra maestra?”
BD: [Risas.] Este se parece más a una obra maestra. “Dwarves Must Die” siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, porque la forma en que todo encajó me parece increíble y en verdad Eric y yo lo grabamos y mezclamos todo. Por lo general, las grabaciones suelen ser una especie de combinación de muchas personas. Eric Valentine es un genio y me encanta trabajar en el estudio con él…
JJ: Espera, ¿también trabaja en este disco?
BD: Claro. Pero esta vez no lo ha hecho en todo el disco sino más bien en ciertas partes, aunque nos ha ayudado un poco en otras. “Must Die” se grabó en un período de tiempo más prolongado, así que pudimos conseguir que nos ayudase durante todo el proceso y Eric lo produjo junto conmigo por completo. En este también se puede sentir su influencia. Pero es un poco diferente. Es lo que me parece que consigue que este sea un poco más punk, porque aunque me gusta la combinación que conseguimos entre Eric y yo produciendo juntos, porque yo soy un punk y él es un tío del pop y esa es la combinación que más me gusta y que se puede ver en el disco, creo que este disco es un poco más punk rock. Si alguien está leyendo AMP Magazine, bien os puedo decir que os gustará más este disco que el anterior. Pero en cuanto te largues de la casa de mami y empieces a vivir tu vida por ahí, quizá entonces te guste más el otro disco. No sé.
JJ: […] Recuerdo que en la anterior entrevista te pregunté aquella estúpida cuestión acerca de la historia y el tiempo. “¿Cómo te gustaría que os recordaran?”, y me dijiste algo en plan: “¡Como la mejor banda de rock ‘n’ roll de la Historia!”
BD: Claro. ¿Por qué querría otra cosa? Cuando era un chaval y empezaba a ir a conciertos, solía ver a Lux Interior encima del escenario. Pude ver a MINOR THREAT, a BLACK FLAG, a los MISFITS. Cuando has podido ver a grupos así empiezas a pensar que tienes que llegar a ser igual de bueno.
JJ: Siempre me gusta escuchar la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo te metiste en la escena punk rock?
BD: Esto es lo que me ocurrió a mí: a principios de los setenta era un niño que solía escuchar la radio, y en ese momento la radio era más abierta, algo que ya no ocurre y que es muy triste, por lo que se podían escuchar a los O´JAYS interpretando “Stabbers Back” y “Love Train” y luego el “Crocodile Rock" de Elton John. Me gustaban las canciones pop de la radio porque eran muy buenas. Y entonces me hice un poco más mayor y más sofisticado y empecé a escuchar los programas que radiaban desde Broadway y otras cosas que te hablaban sobre historias y más cosas diferentes y me metí en Franz Zappa y otros músicos que casi eran novelty. Si algo no me parecía lo suficientemente sofisticado, entonces no me llamaba la atención. A los 14 años nos mudamos y empecé a ir al colegio en Illinois, pero allí no tenía amigos, no conocía a nadie, ni conocía a nadie que estuviese haciendo nada interesante. Yo ya había empezado a fumar marihuana y comencé a ir al “downtown” de la ciudad y a escuchar discos. Así que el primer día que fui a la escuela, saqué el pulgar y empecé a hacer auto-stop y un chico me recogió, estaba en su último año de Instituto y me dijo, “Hey, tío, aquí nadie suele hacer auto-stop, no sabes bien lo que estás haciendo.” Y yo le dije, “A la mierda, todo va bien.” Y ese tipo se convirtió en mi amigo, y una semana después me puso el Nuggets, el disco original de los años 60 que tenía canciones de The Seeds y The Standells y otras oscuras bandas de los sesenta. Eso fue en 1980. Y luego me puso un disco de Eddie Cochran y un nuevo disco de Gene Vincent, y fue así fue como descubrí el rockabilly. Luego recuerdo que al final de esa semana fuimos al cine y vimos una película llamada “The Decline of Western Civilization” Así que, básicamente, en una semana conocí el punk de los años 60, el rockabilly y el hardcore y yo ni siquiera sabía que existían todos esos estilos, y esas fueron mis primeras experiencias con el rock. Para mí todos los estilos han formado parte de lo mismo. Si creces en California te dices: "Oh tío, es un rollo que va de los mods contra los rockers contra los skins contra los punks", pero si creces en un lugar como Illinois, estás contento solo porque exista algo diferente. Y así fue como me encontré con todas estas personas a las que les gustaba la buena música y otra mierda “underground”. No había Internet ni nadie que te contase nada al respecto. Tenías que buscarlo por tu cuenta. Pero en mi caso, de alguna forma me enteré de todo en una sola semana, y para mí todo empezó a formar parte de lo mismo. No importaba cómo vistiese o lo que te gustase hacer, todo era cultura juvenil o rock 'n' roll. Para mí todo estaba unido. Así que me gustaba irme al centro para ver a todas las bandas de punk y hardcore del principio, pero no encajaba bien en esa escena, no llevaba los mismos pantalones, ni me afeitaba la cabeza, no formaba parte de ello. Porque al mismo tiempo puede que también me fuese a ver a Bo Diddley y a Chuck Berry. Todavía seguían funcionando y también estaba otro tipo de gente, a los que se les podría llamar retro, y que nosotros llamábamos “Potsies”, porque parecían gente de los Días Felices, aunque tampoco es que en esa escena encajase del todo. Y entonces empecé a ir a conciertos de punk de los 60 que se celebraban de vez en cuando, y por ejemplo pude ver a los Fuzztones, pero tampoco vestía de la forma adecuada. Así que siempre fuimos un grupo que tenía su propia identidad y que en realidad no luchábamos por intentar encajar con nada. Eso hacía que publicitar al grupo fuese muy difícil. Fat Mike y otros me solían decir: "Sois un grupo de garage." Y entonces los chicos de las bandas de garage decían: "Vais demasiado rápido, os parecéis a una banda de hardcore." Y entonces otras personas decían “Iros a la mierda, os paráis a mitad de un rasgueo de guitarra para cantar una canción de Captain Beefheart a capella. ¿De qué coño vais?” Muchas veces, en algunos sitios de California o Manhattan, que supongo que ahora mismo se habrá convertido en Brooklyn, en cualquiera de esos lugares que son caldo de cultivo de una determinada actividad, lo que suele generarse es una mentalidad de colmena.
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