Entrevista aparecida
en PopImage, 2001 (?), realizada por Dan Coyle. Traducida por Frog2000.
El número 250 de Daredevil se titulaba "Boom". Es un cómic que siempre voy a recordar, porque me causó un tremendo impacto. Incluso soy capaz de acordarme del sitio donde me lo compré, en el
centro comercial Plymouth Meeting, junto con el Transformers nº 36 (con la espantosa
historia "Spacehikers". Y eso que era el primer número de Jose Delbo, pero
eso es otra historia.) Por supuesto, Daredevil luchaba contra un
supervillano llamado Bala, pero lo que se nos contaba no era otra sencilla historia del héroe
peleando-con-un-nuevo-chico-malo. Bala no sólo era un criminal, sino un agente
del Gobierno que conseguía desacreditar a unos ecologistas para ayudar a que una empresa
química ganase un pleito. Matt Murdock intentaba mantener un centro para dar asistencia judicial mientras trabajaba a favor del demandante en el mismo
juicio. Además nos acongojábamos con la historia del hijo de Bala, un niño completamente obsesionado con la Guerra Nuclear.
Puede que
"Boom" sea mejor conocida porque fue el primer número con lápices de John Romita Jr, pero para mí tenía un sabor diferente. Nunca olvidaré
quién guionizó esta historia: Ann Nocenti.
Aunque comenzó a trabajar en Marvel en los años 80, Nocenti tiene en su haber una amplia gama de
títulos tan diversos como MARVEL COMICS PRESENTS, KID ETERNITY, WOLVERINE,
SPIDER-MAN, SPIDER-WOMAN, y su colaboración junto con el dibujante John Bolton
en la novela gráfica SOMEPLACE STRANGE. Pero probablemente Ann sea mejor
conocida por su etapa de cuatro años en El Hombre Sin Miedo: DAREDEVIL. También es la co-creadora de dos de los personajes más excéntricos de la historia de Marvel,
Longshot y María Tifoidea.
La señora Nocenti ha estado los últimos años trabajando fuera del medio de los cómics, y es la actual
editora de “Scenario: The Magazine of Screenwriting Art”. Recientemente me puse
en contacto con ella para celebrar esta breve entrevista. Me gustaría
extender mi profundo agradecimiento a Ms. Nocenti por habernos regalado su
tiempo y accedido a charlar con nosotros.
De acuerdo, ¿cómo
“aterrizaste” en los cómics?
Fue cuando leí un anuncio en el
Village Voice donde se ofertaba ocupar un puesto como asistente editorial. Cuando llamé al teléfono que indicaba,
la mujer no pudo decirme qué empresa lo había publicado exactamente. Naturalmente, me dije que seguro que significaba que
era para algún rollo pornográfico. En ese momento había terminado mi época universitaria y había conseguido un valioso título en Bellas Artes, pero estaba sirviendo
cócteles en algún club de jazz de la ciudad... por lo que de todos modos no
estaba demasiado calificada para nada. Pero acababa de leerme una trilogía de Henry
Miller, esa que empieza con algo así como: "Treinta y tres años, la edad de
Cristo crucificado, un fracasado en todos los sentidos de la palabra", en la que alguien se encuentra buscando trabajo sin ningún tipo de cualificación y se
siente intimidado por la altura de las torres de acero de Nueva York. Pero un
día entra en un rascacielos de forma impulsiva, toma el ascensor, que lo lleva hasta la cima,
y mintiendo y hablando por los codos con alguno de los ejecutivos que se
encuentran en el ático, (casi) consigue un trabajo. Así que empecé a darle vueltas al descaro que se podía encontrar en el relato de Miller y me dije: qué demonios,
puedes probar con este curro a tu jodida manera, incluso aunque sólo sea para escribir pornografía. Cuando llegué a la dirección que indicaba en el
anuncio, lo primero que pude ver fue un troquelado gigante del Capitán América. Nunca había leído un cómic de superhéroes, y por descontado, no sabía que eran una
rica y compleja forma artística, pero lo que tenía claro era que quería trabajar en una oficina
con un troquelado gigante como ese.
Por lo que, recordando de nuevo ese pasaje de Henry Miller,
entré en la oficina de los altos ejecutivos y me puse a hablar por los codos, nombrando a Nietzsche, McLuhan, Warhol y a cualquier otro que se me ocurriese y
que hubiese conjurado superhumanos, pop art o lingüística visual. A la salida,
una mujer muy guapa llamada Virginia Romita me dijo: "Usted no fuma,
¿verdad?" Así que añadiendo una mentira más al cupo, le dije que no.
(Solía fumar Winston, un paquete diario). Pensé que nunca volvería a saber nada de
ellos, porque creía que mi mierda era tan transparente como el glaseado de una
rosquilla, pero Jim Shooter (que fue quien me entrevistó) me llamó al día
siguiente y me contrató. Quién sabe por qué, quizá se pensaba que la mierda es quien
está mejor cualificada para escribir comic books. Por lo tanto dejé de fumar y
servir cócteles, y comencé a trabajar para Marvel Comics.
Irónicamente, también era
una especie de trabajo pornográfico (es broma.)
"¡Caramba, tío!
¡Putas leyendo la biblia!
No quiero vivir en este nuevo mundo..."
Empezaste en Marvel en
los ochenta, ¿cómo era el ambiente que se respiraba en la editorial durante el
“legendario” reinado de Jim Shooter?
La vida bajo el
reinado de Shooter era la misma que la que se puede vivir bajo cualquier otro
dictador benevolente. Por lo menos él tenía una visión de cómo debían ser las
cosas y era muy apasionado en su intento de conseguirla. Además, a escondidas, las masas reprimidas se
divertían celebrando reuniones en pos de la insurgencia hasta que terminaron provocando la eventual
revuelta que derrocó al déspota. Piensa en la Cuba de Castro. Ese hombre lleva hablando sobre elecciones libres durante por lo menos, ¿qué, cuarenta años?
Pero que me condenen si las va a permitir alguna vez.
Shooter amaba los
cómics, los comprendía muy bien, y además, los principios básicos de estructura
narrativa que impuso me parecían muy sólidos, pero su imposición era tan
condenadamente obsesiva que durante el proceso se le olvidó que los grandes
dibujantes y narradores suelen sobresalir cuando no guardan las formas, cuando rompen
las reglas de formas variadas e interesantes. Por lo tanto, al estar todo lo que se publicaba basado en sus
principios e intentar forzar a que las personas más
creativas tragasen con sus teorías de una forma dogmática y dictatorial, terminó fracasando. Justo antes de su caída se había llegado a un punto en el que podías coger cualquier
cómic Marvel de ese año y encontrar el "no se puede / se debe" en
muchas viñetas, era algo que aparecía insertado en todos los cómics, la idea de que el héroe hacía
una pausa y decía: "no puedo (llena el espacio con lo que quieras), pero
debo (llena el espacio con lo que quieras)." Shooter pensaba que esa sentencia añadía conflicto instantáneo a todas las historietas que producía, pero las
viñetas impuestas tan sólo eran crecimientos tumorales en historias que estaban completamente sanas, que quizá no necesitaban de ningún conflicto. Pero una vez dicho esto, a
menudo también me parecía alguien muy valiente... recuerdo que yo quería que Bill
Sienkiewicz hiciese una serie de portadas "experimentales" para los
Nuevos Mutantes y él me apoyó completamente, además de hacerlo en otras muchas cosas que quise experimentar. De
todas formas, como el personal airado se había unido contra sus intimidantes
métodos para hacer las historias, muchos días la oficina parecía una especie
de divertido lugar donde se estaba conspirando a favor de la rebelión.
El lugar estaba lleno
de editores creativos: Mark Gruenwald, Louise Jones, Mike Carlin, Al Milgrom,
Archie Goodwin, Larry Hama, Ralph Macchio y muchos otros, la mayoría de ellos
ingeniosos, cachondos y bromistas que hacían de la oficina un lugar muy
animado. Además por allí se pasaban Steve Ditko, Bill Sienkiewicz, Walt Simonson, etc. Todos estos chicos que nos visitaban y contaban historias absurdas. Básicamente podían pasarse allí durante todo el santo día sin trabajar, pasando el rato. De
todos modos fue una época muy divertida (hasta que dejó de serlo), porque a pesar de
que durante los años que fui la editora de los X-Men y del resto de series
“mutantes”, Shooter y yo nos peleamos denonadamente, siempre he
respetado a este tipo por su pasión por los cómics. Como se pudo
ver más tarde, el apagado régimen que lo reemplazó casi hizo que pareciese que
él hacía gala de una actitud abierta en comparación...
Según tengo entendido, tu primera obra para el medio fueron cuatro números bastante raros de
Spider-Woman que finalizaban con la heroína muerta. ¿Cómo es que llegaste a hacerlos? ¿Qué pensaste acerca de que tu primera tarea fuese lidiar con el asesinato de un personaje que
era el titular de una colección?
Fue bastante
divertido, pero yo era demasiado novata en el juego como para comprender que
matar a personajes muy queridos puede ser bastante canallesco. Si reviso la situación desde mi punto de vista actual, me parece que me engañaron. Creo que Mark Gruenwald, que era el editor de la colección, podría haber tenido algún tipo de agenda personal oculta para la
serie, pero realmente no sé cuál podía ser. ¿Tal vez porque no quise enterarme en ese momento?
Bueno, estaba muy contenta porque me habían dado el trabajo, y con él solía divertirme un montón, porque era un tipo muy creativo.
En realidad ese no fue
mi primer trabajo. Mi primer cómic lo escribí gracias a Denny O'Neil. Me
preguntó si podía guionizar una historia para la revista BIZARRE ADVENTURES. Creo que mi guión iba sobre un tío que “perseguía a una perra",
tal y como él decía, se esforzaba todo lo que podía por alcanzar la suerte jugando en los casinos. Finalmente
superaba todos los pronósticos, pero no puedo recordar cómo acababan las cosas, aunque supongo que mal.
Longshot... ¿de dónde
proviene ese tío? Cuando estás leyendo la miniserie original, parece que al principio
quería estar enraizado en la fantasía tradicional, pero aparentemente más tarde todo se convertía en un tema totalmente diferente: Mundo Mojo, 57 canales y nada
en ninguno de ellos. ¿Fue evolucionando el personaje según estabas
escribiendo el guión?
Realmente no sé cómo responder a tu pregunta.
Nunca he leído mucha fantasía o ciencia ficción, por lo que la idea no provenía
de esos dos géneros. Creo que apliqué algún tipo de confusa idea existencial, como si
Mundo Mojo fuese una especie de versión de la Casa de la Risa de nuestro propio
mundo obsesionado con los medios de comunicación. Mojo produce seres que están
completamente manipulados, empapados en un tibio y displicente baño de
“cultura”, y Longshot se quedaba apartado, como una pizarra en blanco que tenía
que rellenarse a sí misma. Se parecía un poco al concepto de: ¿qué sería de un ser humano si
pudieses borrarle todo su mundo?, o algo parecido.
Creo que nada de lo que hice en esa serie estaba demasiado planificado o que yo fuese muy consciente de lo que estaba haciendo, acababa de empezar con la
primera página y solo quería divertirme. Recuerdo el momento en el que se me ocurrió lo del ojo
que brillaba intensamente. Me vino la idea cuando me fijé en un gato con un solo ojo que
estaba viviendo conmigo en ese momento. Parecía que ese único ojo
refulgía en la oscuridad de la noche. Pensé que era un concepto tan fresco y misterioso
que se lo tenía que regalar a Longshot. Me acuerdo que a los editores a los que les
mostré la serie (Carl Potts y Louise Jones) sencillamente les parecía increíble, y ofrecieron todo su apoyo para el proyecto, pero Carl a veces decía cosas
como, ¿qué quieres decir, que sus ojos se iluminan? ¿Cómo podrías dibujar algo así?
¿Por qué se le iluminan? Louise Jones estaba más bien en plan: ¿a quién le
importa lo que significa?, es genial. Pero al final todo terminó encajando gracias al dibujo de Art Adams, eso nadie lo duda. Parece que con el tiempo ha ido llamando mucho más la atención, porque el año pasado hubo decenas de
personajes con un ojo que les brillaba intensamente. Sé que el extraño encanto
y la inocencia de Longshot eran cosa de Art Adams... por su forma de
interpretar y dibujar al personaje. A pesar de que a veces el guionista es quien diseña todos los
detalles de un nuevo personaje, en realidad estos no cobran vida hasta que son
dibujados, por lo que la respuesta a tu pregunta sobre si el personaje fue
evolucionando es que sí, que Art influyó enormemente en él. Su trabajo en
Longshot era tan condenadamente delicioso que... cada nueva página era emocionante.
Sus diseños para Rita Carambola y Espiral (¡guau!) y para ese pequeño cachorro, del que me he olvidado el nombre, ¡ese cachorrito que crecía cada vez más! No
te puedes ni imaginar lo maravilloso que era trabajar con Art Adams.
Estuviste guionizando DAREDEVIL
durante una buena temporada a partir del número 236, no mucho después del “Born
Again” de Frank Miller, hasta el 291, con algunos descansos de vez en cuando.
Era una serie bastante sorprendente, sobre todo si se compara con los cómics de
superhéroes actuales, sobre todo por esa buena ración de comentarios sociales y porque en Daredevil y en el resto de cómics de superhéroes que has escrito intentabas hablar sobre temas más inteligentes de lo habitual. En aquella época, leer "Boom" (DD 250) o "The Billion Dollar Ashtray"
(DD 273) eran experiencias bastante reveladoras.
¿Tenía la editorial la impresión de que al no estar ya ligado el nombre de Miller al
personaje, muy bien podías hacer lo que quisieras?
Escribir esas
historias de Daredevil fue maravilloso y durante mi etapa en la serie siempre estuve colaborando con grandes dibujantes, pero tal vez podría haber utilizado más mierda divertida y
despreocupada y menos cosas con mallas. Hace años que no reviso mi material, pero si me lo leyese de nuevo, probablemente pensaría que aparece demasiada política y "comentario social". Siempre he tenido algunos problemas con el hecho de que los cómics de súperhéroes van girando en torno a un conflicto
violento, y así es como se resuelve toda la historia. La vida real es muy
compleja, y a menudo la forma de resolver un conflicto no es utilizando la violencia. Por lo tanto, las peleas eran como tumores en la historia, por lo
menos en mi caso. Por un lado las peleas son las que hacen que los cómics sean
emocionantes, porque la acción es cinemática y fluye muy bien entre viñetas, pero si tienes que construir todas las historias de la
misma forma, se termina por volver aburrido. Así que lo que intento hacer es una mezcla en la que incorporo la introducción de la historia y en la que el conflicto no trata sólo sobre un
enorme y malvado villano o una amenaza monstruosa para todo el planeta. Quiero
que la historia sea un poco más compleja, por lo que su resolución tiene que ser
más compleja que una simple pelea.
"¡El cielo explota!
¡Papi! ¡Ahí está! ¡El fin del Mundo!
¡Papi! ¡Eso fue una explosión nuclear!
¡Atrás! ¡Ya llega la radiación!"
Es posible que en algunos momentos la serie funcione bastante bien, como esa historia con el personaje de Bala y su pequeño hijo Lance en el refugio, pero a veces las historias estaban repletas de demasiada charla de mierda y dejaban de fluir como una película. Había un exceso de Oliver Stone y carecíamos de la cantidad suficiente de Kurosawa. Pero el motivo por el que fui capaz de hacer esas historias fue porque Ralph Macchio, el editor, era un hombre inteligente al que le gustaban las historias inteligentes. Me apoyó en todo lo que hice y siempre nos aseguramos de que las historias rockeasen y pateasen culos lo suficiente como para mantener unas ventas saludables.
Hablemos sobre María Tifoidea. Se
podría argumentar que nadie ha creado un villano más plenamente femenino en el
medio del cómic. ¿De dónde sacaste tu idea para el personaje?
Supongo que estaba
harta de ver a las chicas que solían aparecer en los cómics. Siempre eran las
desventuradas y dulces novias de los héroes, o eran reinas muy perras o brujas
malvadas, o diosas-más-santas-que-tú, o lo que fuese, y era algo que me molestaba bastante.
Quería quebrantar a esas hembras y formar una sola mujer con todos los
fragmentos que había conseguido en el proceso. Así que Tifoidea era en parte la dulce y desgraciada María, pero
¿era en realidad tan desgraciada? También era la reina perra, pero era una a la
que le gustaba sacar de quicio a los hombres. Y por su parte, la inocente María, ¿solo se veía obligada en su fuero interno a observar y participar? Bloody Mary era la
feminista extrema, tanto que era como si ella misma se estuviese aniquilando a sí misma. Superficialmente, Tifoidea siempre se relacionaba con los hombres, los hombres la prestaban toda su atención. Pero en realidad el personaje estaba formado por un grupo de mujeres que
conversaban entre ellas.
De todas formas,
cualquiera de los “modos” de Tifoidea siempre fue algo que tenía que ser
visto en relación con las partes que habían sido suprimidas en ese momento.
Intentaba que el lector sintiese la obsesiva, vigilante y dolorida presencia de
las "otras". De nuevo, estos personajes no fueron creados de
manera consciente, sino que eran mucho más intuitivos. Estoy segura de
que una "verdadera" feminista podría destruir a Tifoidea, sólo con
que el personaje le empezase a hablar sobre su “misión”. Sí, Tifoidea es la parte más superficial, pero
era tan divertido guionizarla... Me encantaría hacer otra historia con ella
algún día. Pero quién sabe, tal vez ya se la hayan cargado. En realidad no la he
prestado demasiada atención
"sssh. Escucha.”
"¿Qué es lo que
estás escuchando?"
"Lo que siempre
supe que estaba ahí fuera…
…la parte oscura de la
naturaleza humana."
Hace poco he encontrado una entrevista con James Romberger de 1996 donde comentaba que estaba realizando un
proyecto de novela gráfica en el que estaba colaborando contigo, JEZEBEL'S VIRTUE,
pero DC lo canceló antes de que estuviese terminado. ¿Sobre qué
trataba el proyecto? Más importante aún, ¿qué diablos pasó con él?
JEZEBEL'S VIRTUE
surgió de un artículo periodístico que yo había escrito sobre un “serial
killer” que mataba prostitutas, pero la policía consideró que los asesinatos no eran lo suficientemente dignos como para ser investigados, ya que tan sólo
eran unas "putas". Finalmente, ese hombre mató a una chica blanca de clase
media-alta de los suburbios, y sólo fue entonces cuando la policía empezó a
investigar los asesinatos. Por mi parte investigué un montón, fui a las reuniones “Pony” (una organización
de ayuda a las prostitutas), entrevisté a un montón de chicas antes de escribir
la historia. Creo que es lo mejor que he escrito nunca, pero justo cuando se
suponía que tenía que ser publicado (1994 o algo así), tanto DC como
Marvel sufrieron un tremendo daño por culpa de una caídas generalizada de las ventas, y
tuvieron que realizar grandes recortes. Así que detuvieron la producción de
“Jezebel's Virtue” junto con un montón de cosas más. En cuanto a lo que sucedió
con la obra, estará esperando sentada en un cajón de las oficinas de DC, y tal
vez la veamos impresa algún día. Eso espero. Me sigue pareciendo una
gran historia.
La miniserie de 1995 de “Typhoid” era un buen cómic que lamentablemente no obtuvo la atención que a mí me parece que se merecía. Aún así es una de las mejores series que Marvel ha publicado durante la última década. ¿Cuál fue la génesis de esa serie?
Es un poco la misma
respuesta que la anterior. En la miniserie de Tifoidea fue donde de alguna forma escribí la
verdadera historia del caso sobre las prostitutas asesinadas, mientras que
“Jezebel's Virtue” era más como una especie de historia sobre "un día en
la vida de una prostituta". Para ello utilizaba uno de los asesinatos como
trampolín para dirigir la acción en direcciones diferentes. Jezabel estaba
inspirada por algunas de las chicas a las que había entrevistado y por las historias
que me contaron. En cuanto a la miniserie de Tifoidea, la hicimos porque a
Marie Javins y a su asistente Polly les gustaba mucho el personaje y querían hacer una historia protagonizada por ella, así que en cuanto se me ocurrió una trama policíaca para la historia, sugirieron a John Van Fleet como dibujante. Y tenían razón, la combinación era perfecta. John
es brillante. Realmente entendió la historia y agregó bastante de su parte. De todas las grandes páginas que dibujó, mi favorita era la escena en la que
Tifoidea hace que un policía se coma su propia arma. (¡Guau!) Espero que el
próximo año hagamos juntos una serie con Batman y Poison Ivy.
"No me gustan los hombres que chupan piruletas."
Para acabar, por favor, ofréceles a los espectadores que nos están
viendo desde su casa ahora mismo la respuesta que todos estaban esperando:
¿dónde diablos ha estado Ann Nocenti durante todo este tiempo y qué es lo que
ha estado haciendo últimamente?
... he sido la editora de
Prison Life Magazine, donde publicábamos relatos, dibujos y artículos periodísticos
realizados por los condenados para intentar ofrecer una visión ecléctica de la vida
"detrás de las paredes." Mi primer contacto con el sistema de
prisiones de EE.UU. formó una buena parte de lo que más tarde pudo verse en mi
novela “Prisoner X”, protagonizada por los X-Men. Durante el último decenio
también he escrito algunos artículos periodísticos, ensayos e historias cortas
para diferentes revistas, además de un par de obras de teatro que se han llegado a estrenar. Una de ellas en el Lincoln Center como parte
de las series "Out of Doors". Después de eso conseguí vender unos cuantos guiones, y luego empecé a trabajar como editora de la revista Scenario. Como parte de mi trabajo, he entrevistado a algunos directores y guionistas. Mis últimos guiones de cine, "Full
Tilt" y "Hotline", uno que ya he vendido y el otro que espera en reserva, están a su
vez en una temprana fase de pre-producción. Ahora mismo también estoy escribiendo
un par de proyectos protagonizados por Batman y Catwoman para DC Comics, porque todavía me
encantan los cómics.
*** OTRA ENTREVISTA CON ANN NOCENTI
*** DAREDEVIL, POR ANN NOCENTI
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