Varios autores ofrecen sus impresiones sobre Robert Crumb y su trabajo. Artículo aparecido en Blab nº3 (1988). Traducido por Frog2000.
1. JAXON
2. KIM DEITCH
3. JOHN THOMPSON
5. JOEL BECK
6. TRINA ROBBINS
7. HARVEY PEKAR
8. ACE BACKWORDS
9. SAVAGE PENCIL
10. TOM VEITCH
11. SPAIN RODRIGUEZ
12. JOSH ALAN FRIEDMAN
13. BETO HERNANDEZ
14. GEORGE HANSEN
15. DON DONAHUE
16. BOB BURDEN
17. JUSTIN GREEN
18. DANIEL CLOWES
19. LESLIE CABARGA
[Lo primero que publicó Cabarga en su vida, con tan sólo 19 años, fue "The Fleischer Story", la historia del estudio de animación de Max Fleischer. Desde entonces no ha parado: en torno a cuarenta libros llevan su firma, desde un manual de rotulación hasta un tomo donde resolver 24 misterios creados a base de puzzles, pasando por el tomo "Amorosas Chicas en Topless Veraniego, Una guía Sobre Mujeres para el Caballero, Relaciones y Tetas" (y no, aún no está publicado en castellano.) También se convirtió en uno de los ilustradores (con dibujos tan irreverentes como divertidos) más solicitados de Nueva York. En cuanto al cómic, Leslie ha diseñado las recopilaciones de la editorial Archie (rescatando historias de Richie Rich o Casper) y magazines como Dope Comics (Kitchen Sink) o Comix Book (¡con el apoyo de Stan Lee y Marvel Comics en un descarado intento por apropiarse de la cuota de mercado del cómic underground!) Web del autor.]
Acababa de cumplir trece años cuando me encontré el Head Comix de R. Crumb en la librería Brentanos de Nueva York. No me podía creer lo que veía: "¡Guau, no voy a tener que volver a dibujar musculitos en calzones nunca más!" Eso es lo que me dije. Durante años había aspirado a dibujar cosas de superhéroes, porque las tiras de periódico parecían fuera de mi alcance, y cómics como Archie o Richie Rich no eran de mi gusto. Inmediatamente empecé a hacer "tiras de cómic underground" estrafalarias, irreverentes, guarras y algo inmaduras. Por fin edité mi propio cómic: Fungus, y empecé a venderlo en mi instituto. Estaba lleno de cosas impactantes (desnudos, palabrotas, racismo, anti-religiosidad, lo normal), pero nadie excepto mi abuelo puso objeción alguna. La verdad es que creía que el director y los profesores iban a quedarse lo suficientemente impresionados ante mi esfuerzo empresarial, pero pasaron por alto el desagradable cómic que acababa de dibujar.
En aquellos días intentaba, como todo el mundo, dibujar como Crumb. También me puse a utilizar esa técnica difuminada con el rapidógrafo que Crumb hacía mejor que cualquiera. Finalmente, Don Lewis, el director artístico del East Village Other, me enseñó que el trazo de Crumb parecía estar "vivo" porque lograba una amplia variedad de líneas usando un rotulador flexible, mientras que el mío era frío, estéril y parecía un garabato. Que lo que tenía que hacer era desarrollar mi propio estilo...
Llevaba un tiempo dejándome caer por el East Village y en una de las "head shops" que aún existían en 1969 encontré el primer comix underground. Compré mi primer puñado de Zaps allí. Más tarde me reuní con Kim Deitch (el entonces director de Gothic Blimp Works) en una convención de cómics y le dejé impresionado con mi técnica de separación del color, por lo que publicó mis primeras tiras a color en el Blimp. ¡El color era lo mejor de esos cómics! Después me empecé a pasar por la oficina del East Village Other y a dibujar algunas cosas para ellos. Solía rebuscar entre sus pilas de material y empecé a coleccionar los primeros números del EVO, repletos de trabajos de Bodé, Crumb, Deitch, Trina y "Spain". ¿Quién iba a saber entonces que terminaría convirtiéndome en el padrino del hijo de Kim y Trina, aunque yo mismo fuese poco más que un niño?
Un día estaba en una librería del Village pensando en comprar un puñado de comix underground, pero no tenía dinero, por lo que le ofrecí al vendedor una copia del primer número del EVO a cambio de los comix. Me dijo: "¡Oh, Dios, esta noche he soñado que por fin iba a pillar el primer número del East Village Other!" Por algún giro peculiar del destino, hice que el sueño del vendedor se convirtiese en realidad. Giré sobre mis talones y salí del local. Me pareció un momento esencial. ¿Es que me había levantado con el pie derecho? Después de seguir a la pandilla de artistas underground hasta San Francisco, me pasé casi todos los años siguientes escribiendo "The Fleischer Story", que ahora ha reeditado Da Capo Press en una nueva edición revisada (disponible en 233 Spring St. NYC 10013, o enviándome 19 dólares al 316 W. Chelten Ave. Filadelfia, PA 19144 para conseguir una copia autografiada.) También empecé a dibujar comix underground. Entonces pude comprobar que como ilustrador haría diez veces más dinero que como dibujante underground, así que me cambié de profesión. De todas formas no estaba demasiado interesado en contar historias. Prefería trabajar más una ilustración que hacer cientos de dibujos medio acabados para contar una historia. Durante los años que estuve en San Francisco pude reunirme con Crumb algunas veces, y siempre he pensado que me hubiese gustado conocerle mejor, porque me parecía que teníamos muchos intereses en común, como la música antigua y los viejos estilos de rotulado, por ejemplo. Pero siempre me han repugnado los mugrientos coleccionistas que había conocido y que siempre estaban cambiando y vendiendo cosas a "Robert", por lo que no me acerqué nunca más. No soy una "groupie".
Algunos artistas dibujaban tan bien como Crumb. ¡Pero él dibujaba como un cabrón! Su agudeza e ideas, su dibujo y rotulado, su comprensión de los diversos estilos siguen sin tener rival. También me encanta su forma de sombrear. Una vez, Gary Arlington me enseñó algunos de los sketchbooks originales de la infancia de Crumb. Entonces pude ver que Crumb ya estaba algo perturbado por culpa de una mala infancia. Pero incluso entonces dibujaba correctamente, sin lápiz preliminar, y me pareció un condenado buen dibujante. Supongo que también pasó por malas experiencias con su hermano.
Hoy en día sigo teniendo gran respeto y admiración por la obra de Crumb, pero creo que antes de desarrollar todo su potencial se ha terminado extraviando en el camino. Puede que haya sido por de la fama, pero, ¿no es cierto que lo primero que hizo es mejor y que después parece estar parodiando su obra? Una vez mi padre me señaló sabiamente que mientras que muchos historietistas tradicionales hacían caricaturas graciosas de gente masculina al estilo cartoon, normalmente dibujaban a las mujeres de forma más realista (como ocurre en Jig´s Daughter, Tillie the Toiler, Toots and Casper, Polly and her Pals, etc) ¿O me equivoco? Sin embargo, Crumb era consecuente con su estilo, y las mujeres que dibujaba encajaban con los personajes masculinos.
Volviendo a aquel 1969, a la época del East Village Other, creo que había cierta magia en el aire mientras buscábamos los comix de Crumb en las "head shops". También se podía notar cierta cantidad de magia en los primeros setenta en San Francisco, cuando estuve viviendo con los historietistas underground. Pero, ¿y el comix underground de ahora? Eeeejem.
1. JAXON
2. KIM DEITCH
3. JOHN THOMPSON
5. JOEL BECK
6. TRINA ROBBINS
7. HARVEY PEKAR
8. ACE BACKWORDS
9. SAVAGE PENCIL
10. TOM VEITCH
11. SPAIN RODRIGUEZ
12. JOSH ALAN FRIEDMAN
13. BETO HERNANDEZ
14. GEORGE HANSEN
15. DON DONAHUE
16. BOB BURDEN
17. JUSTIN GREEN
18. DANIEL CLOWES
19. LESLIE CABARGA
[Lo primero que publicó Cabarga en su vida, con tan sólo 19 años, fue "The Fleischer Story", la historia del estudio de animación de Max Fleischer. Desde entonces no ha parado: en torno a cuarenta libros llevan su firma, desde un manual de rotulación hasta un tomo donde resolver 24 misterios creados a base de puzzles, pasando por el tomo "Amorosas Chicas en Topless Veraniego, Una guía Sobre Mujeres para el Caballero, Relaciones y Tetas" (y no, aún no está publicado en castellano.) También se convirtió en uno de los ilustradores (con dibujos tan irreverentes como divertidos) más solicitados de Nueva York. En cuanto al cómic, Leslie ha diseñado las recopilaciones de la editorial Archie (rescatando historias de Richie Rich o Casper) y magazines como Dope Comics (Kitchen Sink) o Comix Book (¡con el apoyo de Stan Lee y Marvel Comics en un descarado intento por apropiarse de la cuota de mercado del cómic underground!) Web del autor.]
Acababa de cumplir trece años cuando me encontré el Head Comix de R. Crumb en la librería Brentanos de Nueva York. No me podía creer lo que veía: "¡Guau, no voy a tener que volver a dibujar musculitos en calzones nunca más!" Eso es lo que me dije. Durante años había aspirado a dibujar cosas de superhéroes, porque las tiras de periódico parecían fuera de mi alcance, y cómics como Archie o Richie Rich no eran de mi gusto. Inmediatamente empecé a hacer "tiras de cómic underground" estrafalarias, irreverentes, guarras y algo inmaduras. Por fin edité mi propio cómic: Fungus, y empecé a venderlo en mi instituto. Estaba lleno de cosas impactantes (desnudos, palabrotas, racismo, anti-religiosidad, lo normal), pero nadie excepto mi abuelo puso objeción alguna. La verdad es que creía que el director y los profesores iban a quedarse lo suficientemente impresionados ante mi esfuerzo empresarial, pero pasaron por alto el desagradable cómic que acababa de dibujar.
En aquellos días intentaba, como todo el mundo, dibujar como Crumb. También me puse a utilizar esa técnica difuminada con el rapidógrafo que Crumb hacía mejor que cualquiera. Finalmente, Don Lewis, el director artístico del East Village Other, me enseñó que el trazo de Crumb parecía estar "vivo" porque lograba una amplia variedad de líneas usando un rotulador flexible, mientras que el mío era frío, estéril y parecía un garabato. Que lo que tenía que hacer era desarrollar mi propio estilo...
Llevaba un tiempo dejándome caer por el East Village y en una de las "head shops" que aún existían en 1969 encontré el primer comix underground. Compré mi primer puñado de Zaps allí. Más tarde me reuní con Kim Deitch (el entonces director de Gothic Blimp Works) en una convención de cómics y le dejé impresionado con mi técnica de separación del color, por lo que publicó mis primeras tiras a color en el Blimp. ¡El color era lo mejor de esos cómics! Después me empecé a pasar por la oficina del East Village Other y a dibujar algunas cosas para ellos. Solía rebuscar entre sus pilas de material y empecé a coleccionar los primeros números del EVO, repletos de trabajos de Bodé, Crumb, Deitch, Trina y "Spain". ¿Quién iba a saber entonces que terminaría convirtiéndome en el padrino del hijo de Kim y Trina, aunque yo mismo fuese poco más que un niño?
Un día estaba en una librería del Village pensando en comprar un puñado de comix underground, pero no tenía dinero, por lo que le ofrecí al vendedor una copia del primer número del EVO a cambio de los comix. Me dijo: "¡Oh, Dios, esta noche he soñado que por fin iba a pillar el primer número del East Village Other!" Por algún giro peculiar del destino, hice que el sueño del vendedor se convirtiese en realidad. Giré sobre mis talones y salí del local. Me pareció un momento esencial. ¿Es que me había levantado con el pie derecho? Después de seguir a la pandilla de artistas underground hasta San Francisco, me pasé casi todos los años siguientes escribiendo "The Fleischer Story", que ahora ha reeditado Da Capo Press en una nueva edición revisada (disponible en 233 Spring St. NYC 10013, o enviándome 19 dólares al 316 W. Chelten Ave. Filadelfia, PA 19144 para conseguir una copia autografiada.) También empecé a dibujar comix underground. Entonces pude comprobar que como ilustrador haría diez veces más dinero que como dibujante underground, así que me cambié de profesión. De todas formas no estaba demasiado interesado en contar historias. Prefería trabajar más una ilustración que hacer cientos de dibujos medio acabados para contar una historia. Durante los años que estuve en San Francisco pude reunirme con Crumb algunas veces, y siempre he pensado que me hubiese gustado conocerle mejor, porque me parecía que teníamos muchos intereses en común, como la música antigua y los viejos estilos de rotulado, por ejemplo. Pero siempre me han repugnado los mugrientos coleccionistas que había conocido y que siempre estaban cambiando y vendiendo cosas a "Robert", por lo que no me acerqué nunca más. No soy una "groupie".
Algunos artistas dibujaban tan bien como Crumb. ¡Pero él dibujaba como un cabrón! Su agudeza e ideas, su dibujo y rotulado, su comprensión de los diversos estilos siguen sin tener rival. También me encanta su forma de sombrear. Una vez, Gary Arlington me enseñó algunos de los sketchbooks originales de la infancia de Crumb. Entonces pude ver que Crumb ya estaba algo perturbado por culpa de una mala infancia. Pero incluso entonces dibujaba correctamente, sin lápiz preliminar, y me pareció un condenado buen dibujante. Supongo que también pasó por malas experiencias con su hermano.
Hoy en día sigo teniendo gran respeto y admiración por la obra de Crumb, pero creo que antes de desarrollar todo su potencial se ha terminado extraviando en el camino. Puede que haya sido por de la fama, pero, ¿no es cierto que lo primero que hizo es mejor y que después parece estar parodiando su obra? Una vez mi padre me señaló sabiamente que mientras que muchos historietistas tradicionales hacían caricaturas graciosas de gente masculina al estilo cartoon, normalmente dibujaban a las mujeres de forma más realista (como ocurre en Jig´s Daughter, Tillie the Toiler, Toots and Casper, Polly and her Pals, etc) ¿O me equivoco? Sin embargo, Crumb era consecuente con su estilo, y las mujeres que dibujaba encajaban con los personajes masculinos.
Volviendo a aquel 1969, a la época del East Village Other, creo que había cierta magia en el aire mientras buscábamos los comix de Crumb en las "head shops". También se podía notar cierta cantidad de magia en los primeros setenta en San Francisco, cuando estuve viviendo con los historietistas underground. Pero, ¿y el comix underground de ahora? Eeeejem.
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