Chain Reaction: Stewart Lee entrevista a Alan Moore y Alan Moore entrevista a Brian Eno (2 de 4, traducido por Frog2000.)
AM: Si, pero porque era mucho mejor pasarme un título a punto de ser cancelado.
SL: Bueno, conseguiste subir las ventas desde 17.000 ejemplares a 100.000, ¿no es cierto?
AM: Algo así.
SL: Había otros personajes parecidos. “The Heap”, también El Hombre Cosa en Marvel, y La Cosa del Pantano. Básicamente eran el mismo concepto, un hombre que parecía estar hecho de vegetales y que vivía en un pantano. E hiciste tu movimiento Alan Moore habitual, que es coger a un personaje y cambiar totalmente su historia a partir de cero.
AM: Si, ¡me lo cargué en el primero de mis números! (La audiencia se ríe.) La gente había empezado a pasar de la serie porque la premisa era idiota. Todo la temática del título dependía de ese trágico individuo que básicamente es como un Hamlet cubierto de moco. (La audiencia se ríe.) Lo único que hace es caminar sintiendo lástima de sí mismo. Es comprensible, quiero decir, yo también lo haría, pero todo el mundo sabe que su búsqueda en pos de recuperar su humanidad perdida nunca tendrá éxito. Porque tan pronto como lo consiguiera, la serie se acabaría. Sin duda, incluso el lector más ingenuo era consciente. Así que pensé que había que darle la vuelta y hacer que esa premisa no volviese a ser un problema. Vamos a ver lo que tiene de interesante ser una criatura vegetal. Podrías convertirlo en una especie de dios del pantano, podrías hacer que fuese una especie de fuerza elemental, también usarlo para hablar sobre temas ambientales. ¡Había un montón de cosas que podías hacer con ese gigantesco montón de estiércol animado! (La audiencia se ríe.) Ya sabes, era un montón de compost.
Le llevamos a través de una especie de gira por América, donde utilizamos algunos de los viejos clichés estándar de horror, como vampiros y hombres lobo, y los mezclamos con temas que eran los problemas sociales de la América de esa época. En realidad fue bastante instructivo, porque no tuvimos ningún problema al idear historias que sugerían que los estadounidenses eran racistas, sexistas y todo lo demás. Nos dijeron: “Sí, lo somos, ¡gracias por señalarlo!” (La audiencia se ríe.) Entonces hice una historia que sugería que tal vez si no tuviesen tantas armas de fuego, podría ser que su país se convirtiese en un lugar más agradable donde vivir ¡y se volvieron locos! (Risas del público.)
SL: Es como si alguien hubiese dicho: “me pillé de buena fe este cómic sobre un vegetal sentiente (la audiencia se ríe) y me encuentro que lleva incorporado todo este subtexto izquierdoso.” Después de eso... supongo que fue después de tocar personajes originales de DC cuando creaste “Watchmen”, que hasta la fecha sigue siendo todo un fenómeno en la industria del cómic. Hizo que tu nombre saltase de boca en boca y que la cara sonriente de la portada de “Watchmen” se te asociase a ti y al movimiento acid-house. En gran medida fue un fenómeno de la cultura pop. ¿Cuál era la premisa?
AM: Quise llevar más allá las temáticas de uno de mis proyectos previos, Marvelman. Ese título era una reinvención de un personaje de 1950 que siempre había tenido un estilo en plan superhéroe americano, ingenuo e inocente. Quería que el personaje viviese en el mundo real, o al menos en un mundo realista. Sonaba interesante. Se parece un poco a lo que he dicho acerca de cuál es la motivación de los superhéroes y lo difícil que resulta concedérsela, porque no existe ninguna verdadera motivación para que te vistas como un murciélago y salgas a combatir el crimen. Quiero decir, tus padres han sido asesinados delante de tus ojos, eso es chungo, ya sabes. Nadie está diciendo que sea fácil de superar y que no sea traumático, pero ¿un murciélago? (Risas del público.)
SL: En los primeros cómics de Batman, cuando hace frente a la muerte de sus padres, aparece una imagen clásica. Bruce Wayne dice: “Ahora ¡me vestiré como un murciélago!” (La audiencia se ríe.) Quiero decir, no era una de las respuestas estándar de los manuales de psicología del Siglo XX.
AM: Hace poco, en uno de mis últimos cómics, he escrito una parodia donde acribillaban a una pareja frente a uno de los personajes principales. Y entonces dice: “mis padres han sido acribillados frente a mis propios ojos. Me convertiré en un una persona callejera que balbucea y asustaré a todo el mundo, ¡no sólo a los criminales!” (Risas del público.)
SL: Hablemos sobre tu obra de 500 páginas sobre los asesinatos de Jack, el Destripador, que probablemente sea una de las cosas que un oyente casual puede conocer gracias a la película que hizo Hollywood hace un par de años protagonizada por Johnny Depp.
AM: “From Hell.”
SL: Claro, “From Hell,” que era una adaptación de tu obra y que nunca has llegado a ver.
AM: Bueno, era una adaptación muy floja.
SL: Supongo que la belleza del cómic es que tiene cuarenta páginas de notas, y que en realidad no trata sobre Jack el Destripador, sino sobre cómo nos relacionamos con la ciudad de Londres y sobre los matices psicológicos que se pueden ver en la obra. La película se reducía a algo sobre un tipo que iba por ahí matando mujeres.
AM: Qué era algo que tratamos de evitar en nuestro proyecto. Se han rodado innumerables películas sobre Jack el Destripador y a mí me enfermaba un poco la forma en la que se presentaba al personaje... era como una especie de pornografía. No me refiero en el buen sentido. (La audiencia se ríe.) Era como una pornografía de la violencia. Con esa ambientación en la que aparecía una prostituta de Whitechapel irrealmente atractiva que, obviamente, tiene contratado un administrador personal para llenar su armario ropero y a un gran especialista en el cuidado de la piel, y ella va caminando hacia su casa, tal vez cantando una canción con la voz un poco ebria y entonces baja por un callejón y puedes ver que la está siguiendo una sombra. Se atisba la sombra de un sombrero, los guantes y una bolsa. Sus pasos empiezan a ser más rápidos, empiezas a ver el miedo en sus ojos. Entonces se da cuenta de que está en un callejón sin salida. Se da la vuelta, comienza a gritar, se ve el cuchillo levantado, luego hay un corte de escena y se ve a un policía diciendo: (con profundo tono de voz) “¡Oh, Dios mío!” (risas del público) y sopla su silbato. Eso es pornografía.
SL: ¿Estás diciendo que es como una especie de erotización de la violencia sexual?
AM: Así es. No resulta muy emocionante. Es horrible. De nuevo, cuando hicieron la película, inevitablemente tuvieron que hacerla de la forma en que la hicieron. Es inevitable que las prostitutas sean atractivas de forma inverosímil. Me pareció que habría sido mucho mejor que, por decir algo, adaptaran las cosas a partir del segundo capítulo. Sí, este es William Gull, que fue la persona que elegí como culpable ficticio de los crímenes de Jack el Destripador. Entonces, como no quieres hablar de quién lo hizo, tienes que hablar de lo que ocurrió. Porque hasta cierto punto creo que convirtieron el asesinato, que es un acontecimiento humano horrible, en esa especie de juego de salón de clase media, y estaba guionizado por una gran cantidad de novelistas que saben muy bien lo que significa.
SL: Entonces parece como si le hubieses aplicado a la historia de Jack el Destripador el mismo tipo de cosas que les hiciste a los súperhéroes, porque la historia no trata de quiénes son, sino de lo que son capaces de hacer.
AM: Bueno, exactamente.
SL: Asumo que no has visto la película de “La Liga de los Hombres Extraordinarios”.
AM: No, no, no, no. (La audiencia se ríe.) De hecho, en cuanto a esa película, con el tiempo mi opinión empeora en lugar de mejorar. Tuve una rabieta espectacular, incluso para mis estándares, que me dejó sorprendido. He decidido que no quiero volver a tener nada que ver con el cine. Después de todas las cosas por las que pasé con “La Liga ”, me llegó una pequeña demanda legal de parte de alguien que me decía que se me había ocurrido esa idea al plagiar a algún guionista americano de Hollywood, y ya te puedes imaginar cómo me sentí al respecto. Por lo tanto me dije que si iba a reaccionar, lo mejor sería que super-reaccionase. (La audiencia se ríe) Así que me dije, bien, eso es todo, no habrá más películas de Hollywood. Y si ruedan más a partir de mis obras, entonces quiero que mi nombre no aparezca en pantalla y quiero que le den a los dibujantes todo el dinero que me corresponde a mí. Pensé, Dios, eso suena como si tuviese principios (la audiencia se ríe) ¡y casi, casi, es heroico! (La audiencia se ríe.) Entonces recibí una llamada telefónica de Karen Berger el siguiente lunes, ella es una editora de DC Comics, y me dijo: “Sí, te enviaremos una gran cantidad de dinero antes de finales de año, porque están haciendo una película con uno de tus personajes, Constantine, que estará intepretado por Keanu Reeves”. Y le dije: “Bien, bien. (La audiencia se ríe.) Bueno, eliminad mi nombre de la misma y distribuid mi dinero entre los dibujantes.” Me sentí... bueno, fue un poco más difícil, pero lo hice y me sentí muy bien conmigo mismo. Entonces vi a David Gibbons, el dibujante con el que había hecho “Watchmen” y me dijo, “Oh, Alan, ¿sabes qué? están haciendo la película de “Watchmen”. Y le contesté con las lágrimas corriendo por mi rostro: “Que saquen mi nombre de ella, Dave. (Sorbiendo por la nariz).” (La audiencia se ríe.) “Quédate todo el dinero.” Entonces me empezaron a sondear para la película de “V de Vendetta”. ¡Y todo eso fue justo en el transcurso de tres días!
SL: Creerías que era algún tipo de castigo divino.
AM: O que al menos Dios tenía una especie de sentido del humor extraño. (La audiencia se ríe.) No sé en lo que estaba pensando, pero hice una promesa, así que tengo que mantenerla. Pero por otro lado, sólo por la mirada que apareció en los rostros de los productores de Hollywood mereció la pena: “Si no quiere dinero, entonces, ¿qué es lo que quiere?” (Risas del público.)
SL: Eso no tiene precio.
AM: No, no lo tiene en ese medio. (La audiencia se ríe.)
SL: Lo más extraño de toda esa oscuridad que aparece en “From Hell”, y de esas nociones tan siniestras es que el enfoque de tu siguiente obra centrada en los superhéroes era mucho más inocente. Me refiero a Supreme y algunas de tus cosas posteriores para el sello ABC. No te avergonzaste por presentarnos a un super-perro.
AM: Me encanta todo ese material y disfrutaba mucho con él cuando era niño. Si, claro, supongo que ahí se podía encontrar toda esa fantasía sobre el poder. Algo parecido a que, caramba, si yo fuese Superman, entonces la gente nunca podría conmigo, pero no creo que ese fuese el motivo de que me gustasen esos cómics. Creo que era simplemente porque Superman y esos otros personajes te abrían repentinamente esa especie de dimensión maravillosa de la imaginación a la que anteriormente no habías tenido acceso, y lo hacían a través de esas ideas tan brillantemente estúpidas. Me refiero a los perros con capa y a que el perro de Batman llevaba una máscara para que cualquiera de los otros perros no lo reconociese. (Risas del público.)
SL: Lo que siempre he lamentado del pastiche Supreme / Superman es que a pesar de que recogiese un montón de cosas realmente ridículas de los títulos de Superman, nunca llegaste a incluir un super Moby Dick espacial. No sé si lo recuerdas.
AM: Fue un maravilloso sueño que solo tuviste tú. (La audiencia se ríe.)
SL: No, era una ballena. Salía en uno de los cómics de Superman de principios de los setenta, era una ballena espacial con una capa roja (la audiencia se ríe) y aparecía volando por el espacio.
AM: ¡Me gustaría haberlo sabido! Ahora que lo has mencionado voy a tener que investigarlo.
SL: Podría ser la oportunidad de retomarlo con un enfoque más oscuro, quizá haciendo que volviese a la tierra con cierto rencor contra los balleneros o algo así. (Risas de la audiencia.)
AM: Si, le daría profundidad, traumas y algunos otros asuntos más.
SL: Y también mala suerte. (La audiencia se ríe.)
AM: Y definitivamente mala suerte.
SL: Lo último de lo que quería hablar es sobre ese cómic que sacaste con ABC titulado “Promethea”, que era como una especie de derivación de Wonder Woman y que estaba protagonizado por una chica joven con una identidad secreta y una especie de magia amazónica... (fallo de la conexión en la radio)... como un zumbido mágico disfrazado de cómic de superhéroes. Es de suponer que encajaba con la posición en la que te encuentras actualmente y que forma una parte muy importante de tu vida.
AM: Cuando estaba a punto de cumplir 40 años empecé a revisar mis opciones y pensé que podría sufrir una crisis de la mediana edad, así que sería mejor sacarla a la luz para que todo el mundo viese el sinsentido de todo esto, para mostrar cuál es el secreto de la vida. O también podía intentar perturbar y aterrorizar a la gente (risas del público) diciendo que sí, que en realidad he decidido convertirme en un mago. Que he decidido ser un maestro brujo. Realmente eso les puso en un aprieto porque sonaba como que obviamente me había vuelto loco, pero no parecían querer discutirlo conmigo porque parecía que lo estaba llevando muy bien. Quiero decir, mi postura inicial era decirle a todos mis amigos y seres queridos, mira, no sé lo que estoy haciendo con esto, si todo lo que he leído sobre el tema está en lo cierto, parece que es probable que sea peligroso, y nueve de cada diez de los que han hecho lo mismo han acabado enloquecidos. Por lo tanto, si parece que me estoy volviendo loco, tal vez podríais ayudarme a salirme de ello de alguna forma. Y me contestaron: “Bueno, ¿y cómo podríamos saberlo?” (La audiencia se ríe.) Yo les dije, esa es muy, muy buena. Lo único que podía pensar era en si el nivel de mi trabajo, o el nivel de mi producción bajaría al empezar a afrontar esta nueva disciplina, es lo que más me preocupaba en esa época. No ocurrió nada parecido. (Se vuelve a caer la conexión)...
SL: …no sé si el escritor americano Robert Anton Wilson estará en la lista de los diez héroes de Alan Moore, pero él experimentó mucho a base de seguir los preceptos de diferentes religiones cada semana, o de diferentes sistemas de creencias, para ver si funcionaba alguno o no lo hacía... Empezó utilizando el catolicismo, luego el budismo, o lo que fuese, y al final de su vida empezó a probar la adivinación, cosas con runas y otras. Era de la opinión de que si te apegas a un sistema de creencias podrás observar que al final todo el mundo alrededor tuyo lo terminará aceptando. ¿Se parece un poco a lo que intentabas hacer tú, elegir una opción y ver si funcionaba?
AM: Creo que sí. En lo más básico es cierto. Cuando adoptas un sistema de creencias, crees que podrá cambiar tu forma entera de ver las cosas.
SL: Es gracioso, porque cuando estaba haciendo una especie de esquema para esta entrevista, pensé que debías hablar sobre tus experimentos con la magia y que al final supondría un buen cierre, pero lo que ha hecho en realidad es que quiera hacerte más preguntas...
AM: Es como una lata llena de gusanos, si.
SL: Así que en realidad no sé cómo acabar esta entrevista. (La audiencia se ríe.) Sería bueno que dijeras algo un poco conciso que nos ayudará a poner punto final.
AM: Eres muy optimista. Supongo que lo que ocurre con la magia es que gran parte de la misma tiene que ver de todos modos con la escritura. Lanzar un hechizo es una forma elegante de decir “ortografía”. El Grimorio, el gran libro de los secretos mágicos, es otra buena forma de denominar la gramática francesa. Todo trata sobre lenguaje y escritura. Todo trata sobre encantamientos. En realidad, al final la Magia sólo es una continuación de todas las cosas que he estado haciendo antes. Usar ciertos arreglos de palabras o imágenes para afectar la conciencia de la gente.
SL: ¿Sabes qué? Suena como un buen final. Señoras y caballeros, gracias por venir.
Alan Moore. (El público aplaude.)
(Continuará)
2 comentarios:
El público aplaude y yo también. Y extiendo mi aplauso a tu labor. Todas las mañanas, una de las primeras cosas que hago en el "internete" es ver si hay una actualización en tu blog y descubrir estas maravillas que nos tienes preparadas. Gracias.
Gracias a ti por seguir el blog!!!
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