TODOS MIS DIBUJANTES FAVORITOS
RINGGENBERG: De entre todos los dibujantes con los que has trabajado, ¿quiénes son tus favoritos?
FELDSTEIN: Todos han sido mis
dibujantes favoritos. Porque no podría... Jack Davis era
magnífico dibujando esa especie de terror superficial. Ingels era
genial haciendo verdadero terror clásico. ¿Hablamos de EC, o
también de la época de Mad?
RINGGENBERG: Bueno, para empezar te preguntaba sobre los dibujantes
de la EC, si es que hay alguno que te guste en particular, también de los de la
época de Mad.
FELDSTEIN: No. Me gustaban todos. En
serio. Todos tenían tanto talento, todos manejaban las cosas
a la perfección. Bill y yo empezamos a escribir historias específicas para
dibujantes específicos basadas en su estilo y que
funcionaban muy bien. Kamen siempre hizo esa especie de violencia casera
protagonizada por la esposa, el marido y los hijos, porque tenía ese estilo de
dibujo a lo Marcus Welby, ¿sabes? La familia
americana. Y Graham siempre dibujaba cadáveres y las clásicas
cosas que goteaban.
RINGGENBERG: Tengo curiosidad por saber más de Graham Ingels. ¿Por qué crees que desapareció de la vista después
de su etapa en EC?
FELDSTEIN: Creo que Graham tenía algún problema. Me han dicho que tenía problemas con el alcohol.
RINGGENBERG: He oído rumores, si, pero nunca había escuchado nada definitivo.
FELDSTEIN: Nunca sería capaz de hacer una
declaración en firme, porque la verdad es que no lo sé. Pero me parece que tenía dificultades incluso en la época de EC.
RINGGENBERG: Hace
años que llevo oyendo que Ingels estuvo viviendo en Florida y que era profesor de
dibujo.
FELDSTEIN: Si, era un buen artista y
Bill Gaines tiene una pintura suya maravillosa de la Vieja Bruja.
RINGGENBERG: Estuve en la oficina de
Bill y me fijé en el cuadro, también vi uno de ciencia ficción tuyo. Era de un paisaje.
FELDSTEIN: Si, claro.
RINGGENBERG: ¿Lo pintaste para pasar el rato?
FELDSTEIN: Lo hice para Bill un día que se vino a mi casa. Mientras estaba trabajando en EC y en Mad nunca me dio por ponerme con el dibujo artístico. Cuando me retiré empecé de nuevo a dibujar, y ahora lo hago siempre que puedo porque
tengo mucho tiempo, así que estoy dibujando un montón. Después de la
Guerra me dio por dibujar un paisaje, una especie de paisaje malhumorado
que tenía reminiscencias de cuando estuve en Blytheville, Arkansas, y en él se puede ver una vieja choza destartalada, un camino lleno de baches y un viejo árbol polvoriento con musgo. Bill entró,
cogió la pintura y me dijo: "Quiero esto." Así
que se la llevó.
Se la dejé por un tiempo y luego
me dije: "Caramba, ¿qué va a hacer con ella de todos modos?" Así
que fui a su oficina: "Hagamos un trato. Te cambio la
pintura por un cuadro de ciencia ficción." Y esa es la pintura que estaba en su oficina. La pinté para él. Fue mi primer cuadro de
ciencia ficción, y el precursor de la clase de cosas que estoy
haciendo ahora y que vendo a través de Jerry Weist en Sotheby.
RINGGENBERG: Muy interesante. Al, demos marcha atrás de nuevo, hasta la época en la que te
hiciste cargo de Mad después de la marcha de Harvey, ¿provocó malos rollos entre Harvey y tú?
FELDSTEIN:
Claro que no. Como ejemplo, te contaré otra historia que
no es del dominio público. Harvey venía de Trump, que no es que fracasase por culpa del editor y sus habilidades, sino porque Hefner se
convirtió en omnipresente ¡gracias a Dios [risas] porque fue bueno para nosotros!, fue bueno para Mad, porque en ese momento solo estábamos sobreviviendo y entonces dejamos de sufrir. Después Harvey se puso con Help! y...
RINGGENBERG: Humbug.
FELDSTEIN: Cierto. Humbug estuvo primero,
y luego Help! Humbug terminó fracasando, y entonces empezó con Help!, y yo le dije
a Bill Gaines: “Sabes, cuando formaba parte de la empresa, Harvey era un gran trabajador.” Uno de los motivos por los que Mad
tuvo éxito fue porque algunas cosas rebotaban en su dirección y de alguna
forma empezó a competir con nosotros, y cuando empezó a hacerlo empezamos a volver a conversar un montón. Le dije a Bill: "¿Por qué no le contratamos de nuevo? Podríamos ponerle en Mad u otra revista. Si conseguimos
traernos de vuelta a Harvey y lo respaldamos y le dejamos que haga
con Help! lo que quiera, podríamos convertir el magazine en algo más
adulto o en una revista más orientada para los adolescentes, o viceversa, o
hacer que Mad fuese más adulto. Estaría muy bien. Se parece un poco a lo que hacen las empresas de jabón, que montan sus propias competiciones, ¿sabes? ¿Por qué no traérnoslo de nuevo al redil?" Así que nos reunimos en un restaurante y Harry Chester,
Bill Gaines, él y yo nos sentamos y le ofrecimos el siguiente
acuerdo: “Vuelve, queremos publicar Help! contigo. Tú serás el
editor, será tu bebé. Vamos a ayudarte a
distribuirlo, te podemos echar una mano.” Pero finalmente se echó atrás.
RINGGENBERG: Es la primera vez que lo oigo.
FELDSTEIN: [Risas.]
Si, bueno, hay cosas de las que nadie habla nunca. Esta es una. Fue
idea mía, y comimos con Harry Chester, pero Harvey dijo que no. Supongo
que tenía miedo de que le arrebatásemos la revista. No creo que
Harvey confiase demasiado en Bill, no sé. Pero yo estaba abierto a colaborar con él, porque pensaba que podría ser maravilloso… una editorial con diferentes tipos de enfoque en sus publicaciones.
RINGGENBERG: Sé que Harvey volvió
finalmente e hizo algún trabajo como “freelance” para Mad.
FELDSTEIN: Fue mucho
más tarde. Después de que me retirase. Fue cuando Harvey
estaba financieramente con el culo al aire y habían quitado Little
Annie Fanny del Playboy, que era su fuente principal de ingresos. Así
que volvió y empezó a hacer algunos trabajos para Mad de nuevo. Que Bill le dejase me pareció muy dulce, aunque creo que
en ese momento Harvey ya estaba empezando a sufrir alguno de sus problemas
físicos. Fue después del '84. Yo me retiré en ese año. En una ocasión intenté que Bill Elder trabajase con nosotros, pero tenía miedo
de enemistarse con Harvey.
RINGGENBERG: ¿No te parecía incómodo que volviesen artistas como Davis y Wood después de haber estado con
Kurtzman?
FELDSTEIN: Wood nunca se
fue.
RINGGENBERG: Wood continuó
trabajando para Harvey y para ti.
FELDSTEIN: Wood nunca
trabajó para Harvey.
RINGGENBERG: Creo que lo
hizo en Humbug.
FELDSTEIN: Oh, sí. Quizá.
No lo sé, ¿lo hizo?
RINGGENBERG: Si, sé que también hizo algo para Trump.
FELDSTEIN: Espera un
minuto. Estuvo trabajando para Humbug después de que le dejase marchar.
Creo que no volvió a trabajar para Mad. Wood nunca dejó Mad para
irse con Hefner, porque estuvo en Trump. Wood fue uno de los dibujantes con
los que me quedé cuando asumí el control, hizo historias protagonizadas por ese pequeño ratón, ya sabes, esa cosa del espacio. Pero Wood también tenía problemas. Yo era un
profesional consumado y tan sólo quería trabajar con profesionales
consumados.
RINGGENBERG: ¿Fue por eso
por lo que Wood comenzó a hacer cada vez menos trabajo y terminó dejándolo finalmente?
FELDSTEIN: Si, no era muy fiable y le tuve que exigir plazos de entrega. Una
publicación con 400.000 copias en imprenta es insostenible si te retrasas un solo día. Quiero decir, si él no entregaba a tiempo, yo no me lo podía
permitir. Por eso me encargué de amortiguar las cosas
cuando empecé como editor de Mad. Dejé casi tres números
archivados, en parte porque quería hacerlo de esa forma, y en parte por los guionistas y dibujantes. Cualquier dibujante que
terminase un trabajo siempre tenía más trabajo esperándole, porque
yo era muy empático con las necesidades del artista “freelance”. Además, cualquier guionista que me ofreciese una buena idea, podía seguir adelante, aunque no necesitara el material en ese momento, porque lo dejaba en el archivo. Bill era consciente, pero no creo que fuese
realmente consciente de la cantidad económica de dinero que teníamos
archivado en inventario. Era bastante más de tres números, es probable que fuesen cerca de cuatro, lo que significa cerca de 200
páginas.
RINGGENBERG: Bueno
supongo, que dado el éxito que tuvo Mad, la revista no sufriría problemas
económicos.
FELDSTEIN: Sí. Y desde mi
punto de vista era genial. Podía irme de vacaciones, y cuando llegaba el momento de hacer el siguiente número, había una especie de equilibrio. Lo único que archivaba en inventario eran las
cosas poco oportunas para el momento, si era oportuno, lo programaba de inmediato. En cuanto a los artículos
archivados, siempre tenían que tener dos características: que fuesen buenos
para la editorial y que fuesen buenos para los dibujantes
y los guionistas. Tampoco había tanto dinero invertido en
el archivo.
RINGGENBERG: Cuando Davis
regresó después de irse con Kurtzman, ¿se produjo alguna situación
incómoda?
FELDSTEIN: Puede que
alguna. Yo estaba contento de poder verlo. Era un dibujante
“freelance” y también un guionista “freelance”, así que sé
lo que quería. Si tienes esposa e hijos y una
hipoteca, tienes que acudir donde se puede ganar dinero. Si dejas
que tus sentimientos se interpongan en tu camino y dices: "bueno,
te fuiste con Harvey, así que no quiero que vuelvas," sería una completa estupidez. Sería como cortarme mi propia nariz. Jack
Davis era un artista fantástico. Cuando volvió y se puso a hacer "El
hombre del traje gris" me quedé encantado. Creo que se sintió
un poco incómodo y también algo preocupado, porque nunca
le gustaron mucho las cosas de terror que había hecho. Se avergonzaba un poco de ellas.
RINGGENBERG: Lo ha
mencionado en algunas entrevistas.
FELDSTEIN: Sí. Pero seguía siendo uno de los mejores, hizo un gran trabajo. Porque como he dicho, era un profesional consumado. Es el tipo
de profesional con el que me gustaba trabajar. Cuando hacía una portada
de terror, hacía una buena portada de terror. Cuando hacía una de
ciencia ficción, era muy buena. Había sido un placer trabajar con todos
esos autores, y cuando regresó, no estoy seguro de quién se acercó a
quién, me quedé encantado de poder contar con él, y lo mismo
con Al Jaffee.
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