lunes, 14 de septiembre de 2015

FU MANCHÚ E HIJO, INC. (PARTE 2 de 4)

Fu Manchu e Hijo, Inc. Artículo de Lou Mougin para Amazing Heroes nº 12 (1982). Traducido por Frog2000. Parte 1.

Fu Manchú hizo una triunfal aparición en los cómics en la adaptación de 1951 realizada por Wally Wood publicada por Avon con el título de "The Mask of Dr. Fu Manchu". Esta gema presentaba un dibujo del Wally Wood de la mejor época de la EC donde se describía la batalla entre Smith Fu Manchú recogida en el quinto libro de la saga. En la portada, el rostro del Diabólico Doctor se cernía simbólicamente sobre sus dos perseguidores mientras estos descendían las escaleras de caracol hacia la bella rubia Fleurett, vestida con un traje de montar a caballo. Dicho número sería reimpreso por IW-Super en 1964 en su "Dr. Fu Manchu" nº 1, un ejemplar mucho más fácil de conseguir en la actualidad.
ENTRA: SHANG-CHI

Permitidme prologar la siguiente parte del artículo echando un vistazo a las obras escritas por Rohmer en los cincuenta, y rellenar las partes no contadas que, de alguna forma, debieron tener lugar entonces. La historia corta titulada "The Wrath of Fu Manchu", publicada en 1954, detallaba la última aparición de Fah Lo Suee en la serie. De nuevo se enamoraba de Denis Nayland Smith y traicionaba otra vez a su padre, que intentaba asesinarlos a ambos, pero escapaban y terminaban escogiendo caminos separados. En este punto, desesperado, fue seguramente cuando Fu Manchú decidió que intentaría criar otros hijos de nuevo, y que esta vez lo haría bien. Porque fue en torno a ese año cuando una mujer estadounidense dio a luz al hijo de Fu Manchú. Su nombre se escogió por medio del I-Ching: Shang-Chi, o "El Alzamiento y Evolución del Espíritu".

A Shang le permitieron ver a su madre a intervalos, aunque en 1973 sabía bien dónde encontrarla, a pesar de haber sido criado aisladamente en Honan, un retiro de China completamente apartado del Mundo, aprendiendo allí únicamente lo que su padre quiso enseñarle. Específicamente, Fu Manchú quiso enseñarle artes marciales. En ninguno de los libros de Rohmer se describe a Fu Manchú inmerso en combate físico alguno, y tan solo en una rara ocasión nos sorprendemos cuando uno de los chicos buenos le da un puñetazo en la boca. Pero en "Trail of Fu Manchu" quedaba claro que Fu había sido entrenado en las artes del combate. Se graduó en el monasterio de Rache Churan, y según él mismo comenta, ningún hombre que haya estudiado las disciplinas de Rache Churan volverá a temer la violencia física. (Sencillamente puede que se esté refiriendo a su dominio del hipnotismo, aunque todo esto se podría comprender a la inversa. La única vez que se ha descrito a Fu Manchú como un combatiente, incluso en los cómics, fue en una historia de relleno escrita por Scott Edelman y publicada en "Master of Kung Fu", la serie bandera de Doug Moench.) Cho Lin y el resto de tutores sacerdotales de Shang-Chi probablemente también fueron alumnos de Rache Churan.
Mientras tanto, los planes de Fu continuaban rápidamente, tanto en otras tres historias cortas como en las dos últimas novelas de Rohmer. (En algún momento, Fu Manchu reclamaba la atención de Fah Lo Shuee, aunque ella, vengativa, maquinase para promover otra vez un movimiento escindido de los Si-Fan.) Lo último que se supo al respecto apareció en "Emperor Fu Manchu", donde Denis Nayland Smith y el agente americano Tony McKay se hacían con una lista secreta de la logia de maestros Si-Fan. Rohmer falleció al poco tiempo, y no fue hasta 1973 cuando nos enteramos de lo que había ocurrido a continuación: mientras su organización se derrumbaba, Fu Manchú capturó a McKay y lo asesinó en seis segundos "con una inyección de un verde fluido infernal". Luego envió a Tak, un monstruoso luchador de sumo japonés, para que capturase a Smith, rompiéndole su pierna y confinándolo en una silla de ruedas durante los siguientes quince años. Nunca se ha contado cómo escapó Smith de las garras de su enemigo.

Transcurrieron quince años. En el mundo real, Marvel Comics se expandió y empezó a negociar adaptaciones como Conan y Gulliver Jones. Fue entonces cuando se hicieron con los derechos de Fu Manchú, al mismo tiempo que Carradine empezaba a interpretar a Caine en la serie de televisión Kung Fu, y Bruce Lee, justo antes de morir, rodaba su última y mejor película, "Operación Dragón" [Enter The Dragon, 1973]. Una serie de acontecimientos dieron como resultado que el guionista Steve Englehart se hiciese cargo de los guiones de la serie de Shang-Chi, mientras el dibujante Jim Starlin se encargaba de los lápices [ver más sobre la historia de cómo se hicieron con las riendas de la serie aquí y aquí.] La primera portada mostraba a Fu Manchú en una pose que nos traía reminiscencias de la portada del número de Avon, en la que el villano alargaba sus verdes uñas en forma de garra hacia su hijo, que se estaba enfrentando a tres asesinos con manos y pies al desnudo. El logo anunciaba: "Edición Especial de Marvel Presenta ¡Las Manos de Shang-Chi, el Maestro de Kung Fu!"
"Llámame Shang-Chi, como quiso mi padre cuando me crió y modeló mi mente y cuerpo en el vacío de Honan, una fortaleza situada en China. Aprendí muchas cosas de mi padre. Aprendí que mi nombre significa "El Alzamiento y Evolución del Espíritu", aprendí que mi cuerpo podía ser modelado hasta convertirse en un arma viviente. Desde entonces, he aprendido que mi padre es el Dr. Fu Manchu y que quiere extender su maldad por el Mundo... y que honrarle no significa otra cosa que deshonrar el significado de mi nombre."

-Propaganda para la serie "Master of Kung Fu".

En las tres primeras páginas del relato, Shang-Chi se presenta en la guarida de su padre, deshaciéndose de los guardias Si-Fan que hacen gala de una nula experiencia en kung fu y además no saben utilizar sus inútiles sables. Se enfrenta a Tak, quien mutiló a Denis Nayland Smith una década y media atrás, y rápidamente aparece un flashback... (donde la cara de Shang-Chi se va difuminando gradualmente hasta convertirse en la de Fu Manchu.)

Varios días antes del “presente”, Fu Manchú se dirigía a su hijo de 19 años diciéndole: “tu intelecto rivaliza con el mejor del mundo exterior, y más aún ¡eres un arma viviente! ¡Por eso quiero enviarte al mundo por primera vez!” Específicamente, el verdadero motivo era para asesinar al envejecido Dr. Petrie. (Tanto Smith como Petrie tenían 29 años en 1911. Haz tú mismo las cuentas y podrás ver el error. O quizá la longevidad de Smith y Petrie responde a una solución relacionada con los supertipos.) “Ahora, según le van dando alcance los años, su vida se acerca al clímax ¡pero no podemos permitir que muera de causas naturales!”

En una sucesión de cuatro viñetas, Shang-Chi se cuela en la casa de Mayfair mientras Petrie está durmiendo. “Pero… ¡él es tan débil!”, musita el que está a punto de convertirse en asesino. Mientras Shang-Chi masculla qué es lo que debería hacer, los ojos de Petrie se abren de golpe. El joven lanza su mano en un golpe mortal. Luego se da la vuelta y camina hacia la ventana, sólo para ser detenido por un hombre en silla de ruedas que enarbola un arma contra él. “¡El diablo amarillo!¡El demonio inhumano! ¿Nunca podremos ver la conclusión de todo esto?” grita Denis Neyland Smith mientras se prepara para enviar a Shang-Chi al olvido.
Pero tampoco habrá suerte esta vez. Shang es más rápido incluso que un dedo amartillando un gatillo y golpea el arma haciendo que caiga fuera del alcance de Smith. “¡Eres una especie de nuevo sirviente suyo!”, jadea Smith. “Soy Shang-Chi, el hijo de Fu Manchú”, responde la sombría figura. Pero Smith no intenta atacarlo de nuevo. En su lugar agarra la mano de Petrie y empieza a lloriquear.

“¿Por qué lloras por ese hombre?”, le pregunta Shang-Chi. “¿Cómo puedes quererlo tanto? Me dijeron que era el enemigo de la paz mundial, ¡el hombre más diabólico de todos…!”

“¿Diabólico? ¿Diabólico? ¡Te hablaré de lo que es la maldad!” gruñe un enfurecido Smith, y le cuenta la historia del asesinato de McKay y de su mutilación. Angustiado, Shang-Chi sale disparado de la habitación: “¡Sé muy bien el mortal instrumento en el que se puede convertir el ser humano!”, y se va a interrogar a su madre acerca de la verdadera moralidad de su padre. La mujer, una señora rubia sin nombre vestida con una blusa de seda verde, responde a su pregunta: “No deberías preguntar, Shang… él me eligió, ¡me seleccionó entre mujeres de todo el mundo para ser la madre científicamente perfecta para su hijo! No podría amarlo… pero ansiaba su poder… ¡un poder que podría transmitir a un hijo mío! ¡Quería un hijo que pudiera llegar a ser Rey!”, finaliza cabizbaja. Esta es su primera y última aparición en toda la saga de Shang-Chi, y el joven hombre responde, aturdido: “Y yo soy él… tu hijo…”

“¡…el hijo de Fu Manchú!” masculla Shang en dirección a Tak mientras encara a su monstruoso enemigo. Tak golpea el estómago de Shang-Chi con una pierna gigantesca, pero es el único golpe que atina a encajar. El hijo del Diabólico Doctor finta rápidamente a su alrededor, le asesta patadas y puñetazos y finaliza la pelea agarrando la coleta del luchador de sumo para lanzarlo directamente a través de una puerta de madera. "Todo lo que me queda es encontrar a mi padre en este laberinto que él llama su sede internacional..." piensa Shang-Chi. Sin demasiadas sorpresas, se topa con un gorila en un laboratorio. Shang sobrevive a uno de los puñetazos del monstruo, y luego derriba un brasero encima suyo, para a continuación hacer caer al mono por un largo tramo de escaleras.
En ese momento Fu Manchú le felicita. Shang-Chi se gira rápidamente hacia él en postura defensiva. "¡Oh, vamos!", le dice la rígida figura, tan inmóvil como impasible. "Que no haya violencia entre dos miembros de la dinastía manchú, Shang-Chi... la Revolución comunista y Sir Denis Neyland Smith han acabado con gran parte de mi Poder... me he visto forzado a rehacer a los Si-Fan sin el respaldo de Pekín, una tarea que me ha costado más de veinte años... ¡pero lo he conseguido! "Ahora estoy solo, el emperador de un invisible Imperio mundial enfrentado a todos los gobiernos reconocidos... ¡y juro por el dios de Cathay que esta vez los destruiré por toda la estúpida testarudez que están demostrando! Seguramente ahora, hijo mío, entenderás la sabiduría y justicia de mis actuaciones."

"Padre... hablas con absoluta seguridad, completamente convencido de que tu visión es la única adecuada... y como todos los hombres que hablan del mismo modo... ¡también tú estás loco!" Shang-Chi se marcha enojado, el símbolo del ying-yang de su ropa bien visible en un primer plano de la viñeta. Después de que su hijo se haya ido, Fu Manchú declara: "Gobierno todo el mal del planeta, e hijo o no, ¡todo será utilizado para buscar su... condena!" De esta forma quedaba establecido el tono del resto de la serie. Aunque Shang-Chi era la luz y su padre era la oscuridad, cada uno incorporaba elementos del otro, oscilando entre ambos en un precario equilibrio.

(Continuará)

2 comentarios:

Miguel B. Núñez dijo...

Dos de mis personajes preferidos!!! Colosal entrada Frog!!!

frog2000 dijo...

Gracias! y todavía quedan dos entregas más!

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