lunes, 12 de febrero de 2018

LOST IN TRANSLATION: SEMEJANZAS (4 de 4), por Bill Randall

Artículo de Bill Randall para The Comics Journal nº 290 (2008). Parte 1parte 2, parte 3.

EL INFINITO Y MÁS ALLÁ

Nijishima parece mucho más cómodo en un mundo especulativo, lejos del realismo. Me refiero a la fantasía y la ciencia ficción, pero también a internet, donde en el mejor de los casos, los lazos con el mundo de los sentidos son más tenues. Este mundo representa el juego, no el trabajo; la mezcla, no la mímesis.

En los dos tomos de Atmosphere el autor explora este mundo mejorado en su obra más compleja y atrevida. Al igual que O-son War, también lo publicó un editor de libros de ciencia ficción. Como la mayoría de lo que ha hecho, Nijishima diseñó los tomos como si fuesen libros. Su aspecto es excelente. Los dos volúmenes lucen cubiertas en blanco y negro y plateado invertidas una de la otra. De hecho, todas sus obras hacen gala de un atractivo diseño, pero en el caso de Atmosphere es especialmente bueno.

La historia trata sobre uno de los temas favoritos del autor: el doble. La protagonista, una joven mujer sin nombre, vive una vida de indiferencia. Comparte piso con un compañero, pero un día llega a casa en el momento equivocado e interrumpe su vida sexual. Sorprendentemente, él está acostado en la cama con ella, su doble exacta. Todos menos la Doble se quedan conmocionados. Más tarde, la Doble decide que será mejor para todos si sencillamente elimina a su original con un cuchillo de cocina. Ella la tiende una trampa en la calle y corta su brazo. Antes de que pueda terminar de asesinarla, aparece de la nada una pandilla armada con bates de béisbol que apaliza a la Doble hasta la muerte.

Aliviado, la original reanuda su vida. Sin embargo, pronto desparecerá de los registros. La policía ha encontrado el cadáver de la Doble y declara muerta a la original. Ahora ni siquiera va a poder sentarse en casa y jugar a vídeo-juegos como de costumbre: está preocupada porque ya no existe. Pero las nuevas posibilidades son infinitas. Pronto será adoptada por una misteriosa organización denominada "Grupo de Protección". Eran los que la ayudaron con los bates de béisbol. Todos han tenido su propio doble y se han ido deshaciendo de ellos. Pronto descubrirá que el mayor problema reside en que es muy difícil mantener nuevos dobles fuera del Grupo, por lo que es difícil confiar en cualquiera. Así que empieza a trabajar para el Grupo. Mientras tanto, en los fondos empiezan a aparecer algunos remolinos de tinta...
Aunque Nijishima juega con algunos de los conceptos más trillados de la ciencia ficción, como el del doble y la naturaleza de la realidad, la obra no repite los hallazgos de Phillip K. Dick. En su lugar, utiliza estos temas en su cómic de una forma novedosa. Como si fuese una especie de los últimos Cerebus, Atmosphere está plagado de grandes cantidades de texto. Pero Dave Sim se fijó en la literatura en prosa y la convirtió en su modelo, por lo que diseñó sus páginas de forma que combinasen y parodiaran las de los libros impresos. Nijishima utiliza una narración más estricta, el monólogo interno de la Original. Usa diálogo, pero sin bocadillos con palabras, sino que flota dentro de las viñetas. Cuando por ejemplo, la protagonista ingresa en el "Grupo de Protección", en las dos páginas siguientes solo hay seis viñetas en total y en la segunda aparece un letrero colgante donde se puede leer "Grupo de protección". El resto contiene el monólogo de la Original flotando libremente dentro del espacio en blanco de la viñeta.

Esta técnica hace que contraste mucho el ritmo de las viñetas del cómic con el ritmo de lo que se dice en ellas. Para una obra que inicialmente podría parecer aburrida, esta mixtura funciona sorprendentemente bien, con algunos de los capítulos divididos por igual entre la prosa y el dibujo. Además, establece una forma visual de narrar en un medio pictórico que va más allá de los torpes cuadros de texto. También subraya la subjetividad de la Original: con su monólogo, ella filtra casi todo lo que vemos. Y además le permite a Nishijima utilizar la rotulación de forma brillante.

La mayoría de los textos del manga están escritos a mano o usan esa aburrida fuente "hand-lettering", pero un buen diseñador es capaz de hacerlo de una forma atractiva. Como gran parte de la historia habla sobre el contraste entre lo real y la copia, el autor marca "la copia" con un punto puesto al lado de cada personaje. El efecto, que más o menos parece un subrayado, agrega un ritmo curioso a la escritura, y le ofrece a Nijishima un poderoso grafismo con el que jugar. Cuando empiezan a aparecer las copias de las copias, aparecen marcadas con dos puntos, luego con tres. El punto recuerda a una elipsis, pero también se parece un poco a la información que suministra la tarjeta perforada de un antiguo ordenador. Nijishima no lo explica, en su lugar permite que la tipografía haga el trabajo. Cuando los pobres tipos empiezan a duplicarse sin control, los puntos se estiran hasta salirse de la página, porque aparentemente los dobles se han empezado a multiplicar hasta el infinito. Si el doble fuese un reflejo, Atmosphere sería una sala de espejos.

Las ideas detrás de esta regresión infinita (ontología, el mundo digital, la percepción) importan lo mismo que el propio progreso del Original como personaje. Ella se da cuenta de que su relación con los dobles está cambiando. Lo mismo la ocurre con el "Grupo de Protección", e incluso con el mundo. Al final, la protagonista se las arregla para encontrar algo de la alegría que le había sido negada, aunque no en su apartamento, sino jugando con su Game Boy. Aquí Nijishima solo utiliza su dibujo, sin palabras, y el final es el más impresionante y quizás el más cálido de todas sus obras.
En Atmosphere también podemos encontrar la misma generosidad que reside en el núcleo de todas su obras. Nijishima sabe que el arte del cómic es una especie de compañero de los jóvenes lectores. El autor creció viendo Evangelion, por lo que conoce de primera mano cuán peligrosa puede llegar a ser esa fría compañía. La cuestión es cómo hay que emplearlo. Bajo la visión de Nijishima, las obras continuamente tienen que ofrecerle al lector una mayor responsabilidad. Su afán por hacer que sus obras y el mundo sean mutables lo catalogan como alguien absolutamente contemporáneo. Incluso aunque utilice ideas usadas una y otra vez, las hace parecer frescas. Es un autor muy prolífico, pero espero que lo sea más.

Debería serlo. Entre la finalización de este ensayo y su publicación, se editará una nueva versión por capítulos de The Witch at the End of the World en la revista Morning Two. Al menos hay dos obras más que todavía no he podido revisar que mezclan la crítica con los cómics. Una, Doyoubi no Jikkenshitsu ("Saturday's Laboratory"), ofrece una deliciosa muestra de su trabajo en las revistas, incluido su cómic "Iou Kuroda 2050", que apareció en Eureka. Incluso ha creado un blog sobre "Mangacchi 2.0", otro de sus preciosos mangas. Estaría bien bien que apareciese un blog titulado Mangacchi 2.0.0. Estaremos atentos por si acaso. Hasta entonces seguiré agradecido por el trabajo de un artista que entiende bien cómo funciona la ficción en este mundo y sigue siendo tan generoso con su público.

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