Artículo de Tom "The Comics Savant" Stewart para Back Issue nº 13 (2005), traduccion: Félix Frog2000. Parte 1.
Sip, se juntaron tres chavales y se convirtieron en los Hijos del Tigre. En este caso, el Tigre es un amuleto con la forma de la cabeza de un tigre con garras ornamentales. Por un lado tenemos al chico listo de raza negra Abe Brown, un juicioso asiático, Lin Sun, y un actor presumido y mimado, Bob Diamond, todos en deuda con un anciano sensei. (Si esto suena como al episodio anual de Mannix, donde un viejo colega del ejército de Joe llega al pueblo para pasar un fin de semana tranquilo y es eliminado después de los primeros anuncios, por lo que Joe jura vengarse de Peggy, entonces sabrás bien de qué va esto.) ¡Va de VENGANZA! Así que los protagonistas juntan las manos y gritan el juramento del tigre:
"Cuando tres se llaman como uno
Como uno pelearán, y se hará su voluntad,
Porque cada uno nace de nuevo, como EL HIJO DEL TIGRE".
No era el juramento de Green Lantern, pero la serie era divertida (y a veces un poco idiota), material bastante obvio más grande que la vida. Los tres reciben poderes de maestros de las artes marciales muertos hace tiempo y se ponen a patear culos y barrer las calles. Dick Giordano se encargó del dibujo, así como George Pérez. Los guiones eran de Gerry Conway. Gerry habla sobre la serie: "En ese momento las artes marciales estaban de moda. Comenzaron con las primeras películas de Bruce Lee, "Five Fingers of Death" ["De profesión, invencible", aunque Conway se equivoca, no es de Bruce Lee], o algo así. La acción [de la película] era extremadamente exagerada, muy parecida a un cómic, por lo que parecía que iba a encajar de forma natural en el medio". En el número 19 la serie se centró en Hector Ayala, que se encontraba el amuleto que se habían dejado los Hijos del Tigre en el metro de Nueva York (!). Lo usó para convertirse en el Tigre Blanco, el primer superhéroe puertorriqueño de los cómics de la Marvel, sacando a los malos de su propio vecindario a golpes. (De esa forma, como era estudiante universitario, no tenía que viajar). El personaje estaba guionizado por Bill Mantlo, y parecía intentar capturar la magia del primer Spiderman (algo que Marvel ha intentado varias veces, algunas en el propio título del trepamuros.) Al menos, el Tigre Blanco atrajo la atención sobre la serie de los Hijos del Tigre, protagonizada por tres héroes. La familia del Tigre sería aniquilada por una pandilla de delincuentes en una juerga anti-superheróica, así que proclamaba venganza. (Hay mucha venganza en el comic-book, así como en las películas de kung-fu. A menudo me pregunto qué tipo de película podría estar protagonizada por un héroe sin parientes o amigos a los que poder matar. Supongo que casi ninguna.) Mientras tanto, en su propia búsqueda en pos de la venganza, disparaban al Tigre Blanco, que sería auxiliado por el mismísimo Spiderman, y en el "Spectacular Spider-Man" nº 52 decide dejar el negocio de los superhéroes. Llegó su crepúsculo, nunca más se supo de él... durante un tiempo. En los cómics nadie muere o desaparece de verdad. Por cierto, ¿cómo se guioniza un cómic que tiene un montón de acción y artes marciales? Steve Englehart: "Por lo general, dejo la coreografía a los dibujantes, en este caso a Jim, que empezó el cómic a color, y a Al Weiss, que se encargó del cómic en blanco y negro. Los dos eran fans. Honestamente, no sé si Paul Gulacy, que se hizo cargo más tarde, era o no fan de las artes marciales, aunque su trabajo posterior con Doug Moench podría dar una pista de que sí. En cualquier caso, creo que para los dibujantes era muy divertido dibujar los movimientos de kung-fu, tanto como para mí escribir sus pensamientos kung-fu". Pero Marvel tenía otro héroe kung-fu con su propio título.
Iron Fist apareció por primera vez en Marvel Premiere nº 15, y se quedó hasta el nº 25, para luego conseguir su propio título durante 15 entregas. El Puño era Danny Rand, cuyos padres habían muerto mientras la familia se encontraba de expedición en el Tibet buscando la ciudad perdida de K´un-Lun. (Me pregunto: ¿Cuántos héroes se habrán generado en el Tíbet? Allí deben tener una fábrica abierta las 24 horas del día para satisfacer la demanda.) Sus padres son asesinados durante dicha búsqueda, y Danny, casi a punto de morir, es rescatado por los habitantes de la ciudad que estaban buscando. Luego le ponen a cargo del maestro de las artes marciales Lei Kung (¡El Tronador!), para que lo entrene. Y entrena un poco más de lo normal. Finalmente es entrenado hasta alcanzar la perfección física y mental (¿significa eso que nunca tendrá problemas románticos?). También dispone de un acelerado factor de curación, y puede sentir cosas "más allá del plano de la realidad". Por si no fuese suficiente, Danny acaba con la serpiente Shou-Lao, y es marcado a fuego con un tatuaje místico de un dragón en el pecho, desarrollando el poder de Puño de Hierro, mediante el que concentra todo su poder místico en una mano. Un gran poder, aunque más tarde lo deje derrengado.
Chris Claremont escribió la serie, y el dibujante más recordado fue el compañero de Chris en los mutantes, John Byrne, pero Puño también sería dibujado por Rudy Nebres y, por supuesto (si nos retrotraemos a aquel Marvel Premiere nº 15), Larry Hama. Puño de Hierro fue una serie clásica del tándem Claremont / Byrne, con gran guión y dibujo, y la acción kung-fu tuvo que ser un agradable descanso del angst desplegado en los X-Men (que se dejaron ver en el último número de Puño para pelear contra la novia de Danny y destrozar su apartamento. ¡Supongo que Danny sí que sufrió algunos problemas románticos después de todo!)
Puño de Hierro también se dejó caer en algunos números (19 a 24) de Deadly Hands of Kung Fu, reemplazando a Shang-Chi. Luego Puño, Shang-Chi, y los Hijos del Tigre, harían equipo en los números 29 a 31 en un gran festival de artes marciales, pero el título se canceló en su número 33. La moda del kung-fu se estaba acabando...
...pero no antes de que DC la aprovechara, aunque casi al final, con un par de series propias de golpear y patear. Desde mediados de la década de los 60, DC siempre parecía llegar un día tarde. Se generaba una tendencia, desde comienzos de los 70, y luego pasaba todo un año hasta que DC se subía al carro después de que Marvel ya hubiese escudriñado el territorio (y construido algunos condominios). Así que DC ingresó en el Dojo con:
RICHARD DRAGON, LUCHADOR DE KUNG FU
Richard Dragon fue el primer héroe de kung-fu de los setenta que provenía de una novela. El libro era "Master of Kung Fu: Dragon´s Fists", de Jim Dennis. Parecía que iba a ser el protagonista de una saga de libros al estilo de las de El Ejecutor, pero solo se editó el primero. De acuerdo, han pasado algunos años, y se ha sabido antes (quiero decir, no es como lo del asunto "Garganta Profunda"), pero se sabía que "Jim Dennis" era realmente la firma del guionista y editor de DC Denny O´Neil a medias con su socio Jim Berry. Ahí lo dejo. La serie estaba escrita por Denny (quien solo se acredita en los primeros números como editor, el crédito de la historia del primer número va de nuevo para ese tal "Jim Dennis") y muy bien ilustrada por Leopoldo Durañona (¿qué fue de él?), luego por Jim Starlin, ¡e incluso por Jack Kirby! Richard Dragon era un ladronzuelo, un niño que había intentado robar en un monasterio, y que era atrapado por los monjes, pero más tarde era aceptado como alumno y le enseñaban artes marciales. Richard se unió a su compañero de estudios Ben Turner y dio un paso adelante para, ahí lo tienes, patear traseros. Más tarde Turner se convirtió en el superhéroe de kung-fu Tigre de Bronce. (Está bien. En serio. ¿Por qué todos los superhéroes negros deberían tener un "Black lo que sea" en el nombre? ¿O una bandana en la cabeza? Suspiro...) Dragon protagonizó algunos números divertidos, pero difícilmente se podría considerar como un gran O´Neil, en su mayoría era un muy débil y tardío desembarco en la fiesta de las artes marciales. Más tarde, Denny convirtió a Dragon en un buen secundario de su serie The Question, pero eso daría para otro artículo. Hablando de llegar tarde, aquí tenemos una serie por la que parece extraño que no se hubiese apostado antes:
KARATE KID
Un año después de que Richard Dragon tuviese su saga a cuatro colores en el medio, de repente Karate Kid se desencantó del Siglo 30 y de la Legión de Superhéroes y se marchó por su cuenta hasta el Siglo XX. Allí encontró un apartamento en Nueva York (un super-poder en sí mismo), una novia, y se conformó con una carrera de 15 números en los que encontrarse a sí mismo. Uno pensaría que un héroe llamado Karate Kid, cuyo concepto en general era ser un maestro de kárate, sería un héroe de kárate interesante sin el resto de la Legión. Bueno, me temo que aquí no lo fue. Toda la saga (que lo sacó del siglo 30, y de repente lo inculcó pensamientos interiores) golpeó (¿abofeteó?) al lector de puro aburrimiento. La verdad es que la serie nunca pareció cobrar fuerza, y tampoco ayudó que el dibujante Ric Estrada no pareciese tener idea de cómo dibujar héroes practicando kárate. Karate Kid prácticamente terminó con el intento de DC de subirse el tren después de haber salido de la estación.
Lo que no he dicho al principio es un hecho que la mayoría de los lectores que se han detenido a leer este artículo (¡muchas gracias!) ya sabían: Bruce Lee no vivió para ver la fama que se había ganado, o el alcance de la moda que había generado. Pero fue quien la dio comienzo. Lee murió ese mismo año mientras "Enter the Dragon" [Operación Dragón] estaba rompiendo récords en la taquilla. Por eso no hubo ningún cómic de Bruce Lee en los 70, y probablemente por eso la moda no fue sino eso, una moda. Bruce no estaba cerca para alimentar y sostener el movimiento del kung-fu, y aquellos que intentaron hacer que siguiese adelante simplemente no tenían el carisma o el poder mediático de la estrella... ah, qué demonios, simplemente no eran lo suficientemente geniales para mantener la moda en marcha. Quién sabe, es probable que hubiese desaparecido incluso si Bruce Lee hubiese seguido viviendo, pero me encantaría que hubiese tenido la oportunidad de demostrarme que estaba equivocado.
Verás, en 1973, Bruce Lee era el hombre más cool del planeta. En 1973, Lee, la televisión, el rock n´roll y los cómics gobernaron el mundo, y la vida estaba bien.
Últimas palabras de parte de Steve Englehart, acerca de por qué su co-creación de Shang-Chi resistió la desaparición de la moda. ¿Steve?
"Como casi todas mis cosas, creía mucho en la serie; para mí no solo era una moda. Y de hecho, como probablemente sabrás, abandoné la serie cuando Marvel quiso usarla como una moda más. Yo creía en la filosofía y creía en Shang-Chi como personaje. Y como probablemente sabes, lo llamé "Shan-Chi" después de una prolongada contemplación del I Ching. Significa, al menos aproximadamente, "levantamiento y progresión del espíritu". No tengo ni idea de si alguien hablará en su idioma de esa forma, pero casar esos dos conceptos fue mi forma de decir lo que opinaba del personaje. Hablaba en serio, y por eso ha permanecido como el personaje n. ° 1 del kung-fu".
Gracias a Doug Moench, Steve Englehart y Gerry Conway. Y a Bruce Lee, por supuesto.
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