Entrevista realizada por Barry Kavanagh el 17 de octubre de 2000 para Blather. El autor le agradecía su ayuda a Steve Moore y Alan O’Boyle.Traducida por Frog2000. Primera parte. Segunda parte.
BK: En tu pequeña biografía que viene incluida en “Brought to Light” se comenta que hiciste algo titulado AARGH, Artists against…
...Rampant Government Homophobia. Si, fue... ¿en qué año? ¿En el ‘88? La Cláusula 28.
BK: Oh, me acuerdo.
Bueno, entonces sabrás que todavía no nos hemos librado, ¿verdad? Quiero decir, siguen celebrando todos esos importantes debates de mierda. Pensaba que se habían deshecho de ella para siempre, pero luego veo que siguen celebrando esos grandes debates en Escocia porque todo el mundo está molesto porque el gobierno quiere deshacerse de la Cláusula 28, y la ven como el único frágil baluarte entre sus preciosos hijos y ese ejército de homosexuales que quiere corromperlos, ¿no? Sí, pero cuando Thatcher la sacó a colación en el ´88, en ese momento yo formaba parte de… mi esposa, nuestra novia y yo teníamos un tipo de convivencia muy abierta que era una especie de relación diferente. Duró dos o tres años. Obviamente, en aquel momento estábamos mucho más cerca de la escena lésbica y gay, y cuando se aprobó esa legislación nos pareció bastante alarmante, porque en realidad nunca antes había existido una legislación que reglamentase específicamente en contra de un sub-grupo social en particular. Dicha legislación nazi era un poco desesperante, sobre todo cuando podías ver que entusiastas concejales conservadores decían que “gasear a los maricones” era la solución definitiva para solucionar el problema. Así que lo que decidimos hacer fue movilizar a todos los amigos famosos que pudimos y editar un libro cuyos beneficios fuesen para una organización para la acción lesbiana y gay.
BK: Así que en realidad no montaste una organización, ¿verdad?
No, tan sólo era una revista. Conseguimos un montón de ayuda. Conseguimos a Frank Miller, Robert Crumb, Dave Gibbons, Art Spiegelman, Howard Cruse, Brian Bolland, Hunt Emerson, a todo el mundo, Neil Gaiman, todo el mundo aportó un poco y creo que recaudamos algo así como veinte mil dólares para la organización para la acción lesbiana y gay, que en realidad ni siquiera es que me gustasen demasiado, porque eran como una especie de…
BK:¿Eran militantes?
Ah, eran militantes, fanáticos, unos chapuzas. Cuando al final nos reunimos con ellos ni siquiera les gustó el hecho de que… quiero decir, en realidad eran Phyllis y Debbie quienes trataban con ellos… el hecho es que Phyllis y Debbie les comentaron que ellas eran bisexuales. Fue como, ya sabes, “¡Eh! Aceptad también el dinero de los bisexuales!” Creo que uno de ellos las llegó a decir: “¡La próxima vez puede que aceptemos a heterosexuales y todo!” Sin embargo, en cuanto alcanzamos los diecisiete, veinte mil dólares, lo que fuese, se empezaron a portar de forma muy diferente.
BK: ¿Empezaron a quereros más?
Oh, en ese momento empezamos a gustarles. Pero mantuvimos como una especie de frío desprecio. Les dijimos: “Aquí tenéis vuestro diecisiete mil, pero por favor, entended que la forma en la que nos habéis tratado a lo largo de todo el proceso dice mucho sobre los problemas que tenéis dentro de vuestra propia estructura y que deberíais revisarlo.” [Risas.] Sí. Ya sabes. En realidad valió la pena. Todavía tengo algunas copias de AARGH en alguna parte de arriba. Tenía una bonita portada de Dave McKean.
BK: Oh, “cool”.
Era un pequeño magazine muy “cool”.
BK: Otra obra indicada en esa biografía era algún proyecto con Malcolm McLaren, algo titulado Fashion Beast. ¿Era una película?
Ese fue magnífico. Fue la única vez que… no tenía ningún interés en escribir el guión de una película, o entrar a formar parte de Hollywood o algo parecido, pero Malcolm McLaren se puso en contacto conmigo y me dijo que había conseguido convertirse en propietario de dos o tres películas que quería empezar a desarrollar, y que si me gustaría reunirme con él, elegir una de ellas y ver si podíamos sacarla adelante entre los dos. Así que me reuní con él, es un tío encantador, muy divertido e inteligente, y ciertamente el trato estuvo bastante bien.
BK: Así que entonces te pagaría, ¡claro!
Me pagaron todo el dinero que me prometieron, a pesar de que en realidad nunca llegaron a utilizar nada… es decir, al parecer, según su autobiografía, el guión que le entregué era justo lo que quería, pero para entonces, por circunstancias ajenas a mi voluntad o a la suya, el dinero del proyecto se había agotado desde su mismo origen, por lo que nunca llegaron a hacer nada. Así que por lo menos tuve la experiencia de escribir un guión para una película, pero no sé hasta qué punto sería bueno. Probablemente era demasiado inteligente. Recuerdo que me dijo que debería dejar algo para el director, porque yo escribí el guión de la misma forma en la que escribía uno de mis cómics, indicando ángulos de cámara y composiciones, pero sí, fue muy divertido. Principalmente me metí en el proyecto porque quería trabajar con Malcolm McLaren. Lo admiro mucho, y ya sabes, también me eché unas risas. Me pagaron, pude conocer a Malcolm McLaren y pasar un rato con él y con Lauren Hutton, que es una de las mujeres más bellas y agradables (sin duda entre todas las celebridades) que jamás he conocido. Es magnífica, solía ser supermodelo.
BK: Lo que llamaban “supermodelos” entonces, o…
No, no de ese estilo, quiero decir, en su momento peleó por los derechos de las modelos. Organizó una especie de... es increíble, muy humilde, fue muy agradable pasar la tarde con ella. Es increíblemente bella y aparentemente es completamente inconsciente de ello, lo cual me parece una rara combinación. Creo que ella y Malcolm forman una bonita pareja. Valió la pena hacer Fashion Beast tan sólo por reunirme con ellos, y el hecho de conseguir treinta mil libras o lo que fuese por escribir el guión tampoco estuvo tan mal.
BK: [Risas]... Sólo tengo el primer número de Big Numbers.
En realidad llegaron a salir dos. Sí, esa iba a ser una obra maestra, una obra magna. Sigo pensando que esos dos números están entre las mejores obras en cómic de la época. Tengo escritos los guiones de cinco números.
BK: Bien, porque me gustaría saber hacía donde iba a discurrir.
Sí, bueno, quiero decir, en realidad tengo toda la obra desarrollada. Tengo una enorme hoja de papel A1 con toda la trama, casi es como un gráfico. La idea era que íbamos a producir un buen cómic, publicarlo nosotros mismos (estábamos muy comprometidos con él) y era mi dinero el que iba a actuar como soporte de todo. Lo que sucedió fue que después de prometerme hacerlo, Bill Sienkiewicz, que había hecho un trabajo brillante en esos dos primeros episodios, me comentó que quería dejar de trabajar en la obra mientras parecía que todo el dinero empezaba a desaparecer por un agujero negro, porque todavía tenía gastos generales que cubrir, pero ni siquiera habíamos conseguido sacar ningún número, porque el dibujante no podía afrontarlo, así que terminé diciéndole: “Mira, Bill, si no quieres hacer este trabajo, tan sólo dínoslo y ya pensaremos en otra cosa, conseguiremos a alguien que te reemplace o algo así, pero díme algo para que no sigamos tirando el dinero por el desagüe”, pero durante algunos meses más Bill todavía siguió sin ser capaz de reunir el valor de decirnos que no quería seguir, y llegó un momento en el que nuestra situación se convirtió en desesperada. Ahí fue cuando Kevin Eastman, famoso por las “Teenage Mutant Ninja Turtles”, intervino con su valiente pero condenada aventura editorial, Tundra, e intentó producir “Big Numbers”. Intentamos conseguir que Al Columbia, que había sido ayudante de Bill Sienkiewicz, continuase con la serie. Pero entonces me enteré de que Al hizo un número y entonces, dependiendo de la historia que te creas, o bien destruyó sus dibujos, o bien se los robaron, no sé lo que ocurrió, pero eso significaba que habíamos contratado a dos dibujantes que de repente habían dado marcha atrás antes de realizar el proyecto.
BK: ¿Así que supongo que se quedará sin finalizar?
No veo que haya forma de resucitarlo como cómic. Quiero decir, ¿qué puedo hacer? ¿Debería decir: “Sí, contratemos a este nuevo gran dibujante, empecemos desde el primer número, pero esta vez cómpratelo, porque esta vez sí que llegaremos hasta el número doce? Me refiero a que yo no compraría algo en lo que alguien la ha cagado dos veces al intentar hacerlo y que aseguró que se iba a hacer. Así que el único futuro posible para Big Numbers sería que Alex Usborne, que trabaja en una empresa llamada Picture Palace Productions que hizo The Acid House Trilogy, una adaptación de Irvine Welsh...
BK: ...convertida en película...
Si, es una pequeña película con tres cortos titulada The Acid House Trilogy [The Acid House, 1988], y un par de ellos, que eran muy buenos, los hizo Picture Palace Productions. Actualmente Alex está trabajando conmigo. Tenemos una especie de presentación episodio a episodio que está bastante elaborada…
BK: ¿Para televisión?
Para “Big Numbers, la serie de televisión”. Podría convertirse en una especie de drama gigantesco en doce episodios del estilo de “Our Friends in the North” o algo así.
BK: ¿Vas a hacer que transcurra en la actualidad?
Es probable.
BK: Es que originalmente parecía estar ambientada a finales de los ochenta.
Si, no estoy seguro, podría estar ambientada a finales de los ochenta, o podría estarlo en la actualidad, en realidad tampoco importa demasiado. Pero de nuevo, trata sobre la idea de la venta. Me refiero a que mezclar fractales con ir de compras me parece una gran idea, que tengan que presentarlo los jóvenes presentadores a la última del Channel 4, que principalmente piensan en plan: “Hagamos “Queer as Folk” de nuevo y veamos si podemos sorprender a algunos coroneles retirados en sus hogares para ver qué cifras de audiencia conseguimos”, por lo que tu conjetura de si alguna vez volverá a salir a la superficie es tan buena como la mía, pero si existe alguna forma de llevarla a cabo, sé que Alex sigue dispuesto a hacerla.
BK: Un pequeño asesinato.
Si, Un Pequeño Asesinato es una de mis favoritas.
BK: En realidad, cuando me la leí por primera vez allá por el ‘91, no me gustó, porque el personaje principal no percibe lo más obvio, y lo encontré molesto.
Bueno, el personaje principal es un gilipollas.
BK: Si, pero la segunda vez me encantó. Eso ha sido la semana pasada. En cierto modo resulta misterioso, porque...
...es un productor.
BK: ...parece que Timothy ha estado yendo en contra de su naturaleza innata, porque obviamente no era vender bebidas alcohólicas a los rusos, y tampoco parece que fuesen los ideales de su juventud.
Fue un proyecto que en realidad empezó a evolucionar cuando Oscar Zarate, que se convirtió en uno de mis mejores amigos, se subió a bordo. Quiero decir, me encanta Oscar, me cae muy bien. Es una de las personas más cálidas y sabias que conozco. Pero al principio él acudió a mí y me dijo: “Mira, ya sabes, tenemos que hacer algo juntos”, y le dije: “Sí, me parece bien,” ya sabes, me gustó mucho lo que habían hecho Alexei Sayle y él, habían estado colaborando en varias obras. Así que fuimos dando con la historia entre los dos, como si empezase a crecer a partir de nuestras conversaciones. Oscar tenía una idea muy clara de qué tipo de obra quería desarrollar y había conseguido dar con esa imagen de alguien que está siendo perseguido por un niño pequeño, o alguien que era embrujado por un niño, y creo que esa fue la idea que se le metió en la cabeza, no sabía nada más. Y el tío me la propuso y me dijo algo en plan: “Bueno, ¿qué pasaría si ese niño fuese él mismo?
BK: Se puede adivinar incluso si te fijas en la portada.
Si, si, eso es, es probable que me hubiese gustado enmascararlo un poco más. Pero sí, creo que es una buena obra, estoy muy satisfecho de ella y sí, en la época la gente la encontró aburrida, porque se acababan de leer Watchmen o lo que fuese, o La Broma Asesina, y fue como: “Bueno, ¿cuándo va a ocurrir algo?” Y todo trataba sobre ese tío publicista obsesionado. Aunque en realidad me alegro de que después de diez años te hayas dado cuenta de… sé que está ambientada en los ochenta, pero en realidad, en ese momento de los ochenta no fue demasiado celebrada. Ha sido una obra que la gente ha empezado a descubrir de forma retrospectiva.
BK: Creo que ahora existe un montón de gente como Timothy. En su forma de pensar y en su actitud ante el trabajo y ante la vida, y ante todo lo demás.
Bueno, me refería a que esa clase de gente estaba empezando a aparecer entonces, pero tal vez no lo habían hecho con la suficiente claridad como para que la gente supiese realmente de lo que estábamos hablando. Así que sí, es otra que forma parte de las que lo consiguieron, “Un pequeño asesinato”, es una de mis favoritas. Pero sí, ¿y quién sabe? He hablado con Oscar para buscar otra editorial, para ver si conseguimos que se publique de nuevo.
BK: ¿Está descatalogada?
Eso creo. Me ha pasado con un montón de mierda [sic], que tiende como a perderse su rastro. Ha ocurrido con la mayoría, ni siquiera me puedo acordar de todo, ¿sabes? Así que estaría bien si pudiésemos conseguir que la editasen de nuevo, porque creo que sólo en lo que se refiere a los dibujos de Oscar es una cosa de gran belleza y leerla siempre me produce una enorme alegría.
BK: Si, está muy bien... Me encanta la forma de sombrear, completamente diferente a lo largo de la obra, ya sabes, hay rosas y naranjas al principio, luego, cerca del final, el color toma una tonalidad verde muy oscura. La forma en que está pintada la obra es encantadora. Y va atravesando diferentes fases...
Eso es, estoy de acuerdo, ha conseguido una de las aproximaciones al color más maravillosas que cualquier otro de los dibujantes con los que he trabajado, con la posible excepción de Melinda Gebbie.
BK: Cierto, ¿ella es…? ¿Era la dibujante de Lost…?
De “Lost Girls”.
BK: Si. Nunca he visto algún número de esa serie.
Buento, se editaron dos números antes de... Ya sabes, primero se encargó Kevin Eastman, y luego Dennis Kitchen tomó el relevo de Kevin Eastman, fue cuando ambos tuvieron que dejar el negocio, en ese punto habían aparecido dos números de “Lost Girls”, pero luego se quedó sin hogar. Es una serie muy cara de producir, porque es a todo color. Pero ahora Topshelf se ha hecho cargo y se debería editar a finales del próximo año.
BK: Bien, estaré atento.
Va a ser bastante buena.
BK: De acuerdo, lo siguiente es “From Hell”, donde aparece la malvada Victoria.
Mm-hmm.
BK: ¿Qué piensas sobre el hecho de que la última princesa de Gales muriese en la misma fecha que Polly Nichols, la primera víctima del Destripador?
¿Fue el 31 de agosto?
BK: Si.
Me parece interesante. Si, no me había dado cuenta. Es bastante interesante, porque es como si la Princesa de Gales estuviese conectada de alguna forma con todo ese diabólico pentagrama, porque claro, también tenemos todo aquello de que originalmente iba a casarse en la Abadía de Westminster, pero en el último momento la cambiaron por San Pablo, que por supuesto es un templo de la diosa de la luna Diana... y sí, creo que el significado místico principal detrás de la muerte de la princesa Diana es que probablemente no sea una buena idea circular rugiendo por París a ochenta kilómetros por hora cuando el conductor está encocado hasta las cejas y con la cabeza totalmente ida.
BK: [Risas.] Simplemente tenía curiosidad.
Es interesante. También es la misma fecha en que la que creo que falleció John Bunyan, me parece que su tumba está en Bunhill Fields, ¿era Bunyan, o en realidad se trata de [Daniel] Defoe?
BK: ¿Estás hablando de una que está justo al lado de la de William Blake?
Está justo a su lado, Bunyan o Defoe, los dos murieron… si, es la de Bunyan.
BK: Si, recuerdo el pequeño dibujo que aparecía en “From Hell” [en el capítulo cuarto] cuando visitan la tumba de Blake y se puede ver la de Bunyan en el fondo. Y en las dos aparece la misma fecha.
BK: Si, hay otra cosa interesante en referencia a Elizabeth Stride, ¿Fue su familia la que se hundió en un barco llamado Princess Alice?
Bueno, ella dijo que eso es lo que había ocurrido.
BK: Y luego Alice es…
...el nombre de la hija pequeña. Tuve que ponerme a investigarlo todo. Parece que tal vez afirmase en algún momento que su familia había perecido en el desastre, uno donde el “Princesa Alice” se golpeó contra un vapor que se llamaba Bywater Castle, y no, no fue así. Creo que su marido murió de una forma completamente diferente. Tal vez tenía la esperanza de que la indemnizaran.
BK: Claro. Es un poco extraño.
Sí, a lo largo de todo lo ocurrido se dan todo tipo de pequeñas conexiones extrañas, pequeñas coincidencias, los mismos nombres, ya sabes, es un zona de información extraña y espectral.
BK: Otra cosita que me pareció extraña fue que un peatón vio cómo arrojaban contra el pavimento a Liz Stride.
Si. Hubo un testigo ocular. Vio a un hombre que estaba forcejeando con una mujer. Parecía que el hombre estaba gritando algo que sonaba algo así como “Lipski”, que pudo haber sido una referencia a la propia judeidad del testigo. Lipski era el nombre de un chico judío que había sido, creo, colgado por asesinato un par de años antes y puede que se haya convertido en un término común sobre el maltrato contra los Judíos. Si, eso es (alguien lo vio) y eso sucedió en un patio donde había un fabricante de cajas de embalaje que se llamaba Walter Hindley, y fue justo debajo de la ventana del Club socialista donde William Morris solía ofrecer regularmente sus lecturas. Traté de juntar todo ese mosaico tan exhaustivamente como me fuese posible y dar con cada retazo de información que existiese.
BK: Al igual que las dos Mary Kellys, como los dos Lee Harvey Oswalds, tampoco lo podemos desestimar.
Eso es algo un poco extraño, ya sabes, porque Katherine Eddowes dio el nombre de Mary Ann Kelly y se marchó de la estación de policía después de dar ese nombre falso para ser asesinada a continuación.
BK: Oh, yo hablaba de las otras dos Mary Kellys. El testigo que la vio al día siguiente de su muerte.
Ah! Si, también es muy raro. Fueron dos los testigos que dijeron que la habían visto al día siguiente.
BK: En realidad eso te ofreció una dirección para el final de la historia, ¿no?
Lo hizo. Me refiero a que quería dejar las cosas bien cubiertas. Porque claro, la pura verdad es: ¿cómo podría haberla identificado alguien y decir que estaba en el número 13 de Miller´s Court? Sabes… he visto las fotografías, resulta difícil saber qué camino tomó realmente, por no hablar de si realmente era ella o no. No existe ninguna evidencia positiva. No tenían huellas dactilares o rastros de ADN ni nada parecido en aquel entonces. Lo único que tenían era lo que dijo un novio que se encontraba en estado de shock. Dijo: “Sí, eso es María.”
BK: No había cara, por lo que...
No tenía cara. Algunas partes de ella habían sido cortadas hasta el hueso. No tenía estómago. Me refiero a que era como una especie de, um… Así que… ¿quién sabe? Tan sólo quería darle a la pobre mujer un final feliz, de alguna manera quería… sin tener que ir en contra de lo que era probable, sencillamente quería darle algún tipo de salida… y de hecho incluimos esa escena final, con el fantasma de la gaviota que desciende desde la cima de una colina de Irlanda, donde se puede ver a una mujer que nunca habíamos visto antes y cuatro niñas, me parece una de las escenas más poderosas de la obra. Hay algo escalofriante en la parte en la que ella le dice [al visitante] que se vuelva al infierno del que proviene. Hay algo que creo que... (va en serio) bueno, ya sabes, que me parece emocionante.
BK: Entonces es un poco parecido a una especie de enfado de escritor, ¿no?
Si.
BK: Supongo que por haber tenido que tratar con todo esto, por todos los años que has estado escribiendo sobre este asesino en serie.
Si. Eso es, diez años. Diez años vadeando a lo largo y ancho de todo ese material, esa literatura, no sólo sobre Jack el Destripador, sino sobre todos esos hijos de puta. Todas esas pequeñas disculpas miserables realizadas por seres humanos. No son superhombres. No son superhombres en absoluto. No son Hannibal Lecter. Ya sabes, son Peter Sutcliffe, que era un tipo que tenía una permanente bastante chunga. Y algo fue terriblemente mal en su relación con su madre o algo así. Son pequeños tipejos.
BK: De todos modos eso es lo que el estudio del FBI demostraba, ¿no?
También me leí todo lo de Robert Ressler, ya sabes, libros como “Sexual Homicide”, que probablemente sea el mejor libro sobre asesinos en serie. Pero me los pillé todos, todos esos terribles compendios de Colin Wilson sobre asesinos, tengo como unos treinta libros sobre Jack el Destripador. Fortean Times dejó de enviarme libros sobre el tema cuando les supliqué que dejaran de hacerlo. Los dos últimos que me enviaron fueron “Jack the Ripper: a Psychic Investigation”, sobre algunas mujeres que habían decidido que iban a investigar los crímenes del Destripador desde un punto de vista psicológico; y otro de alguien que había escrito un libro sobre lo que podría haber ocurrido con Jack el Destripador si la policía de 1880 hubiese podido hacer uso de los métodos policiales actuales. Es un poco desconcertante, porque aparecen cosas como la escena de Fred Abberline cogiendo el teléfono para preguntar si ya han acabado el informe de ADN, y piensas: “Bueno, ¿por qué te molestas con todo esto en lugar de coger las imágenes grabadas por la cámara de seguridad después del primer asesinato? ¡con eso se acabaría todo!"
BK: Si vas a llevarte todo eso hasta la década de 1880, también podrías trasladar armas nucleares y microondas.
¿Por qué no? Lo que ocurre es que no hay absolutamente nada más que decir acerca de los asesinatos de Jack el Destripador.
BK: ¿Te has deshecho de todos esos libros?
No, nunca me deshago de ningún libro, más o menos se quedan viviendo en un pequeño espacio entre las pilas del resto de libros. No, nunca están demasiado lejos. Cuando me siento por aquí sigo viendo la mayoría de ellos. Probablemente debería quedarme con algunos y deshacerme del resto. Hay un par que me gustaría guardar. Pero mi colección de libros es de esas que nadie te robaría si alguien entrase a hacerlo. Es de ese tipo de cosas que en un reportaje en el periódico titularían: “¡Tenía muchos libros sobre asesinos en serie, nazis y ocultismo!” [Risas.]
BK: [Risas.] No creo que te gustase demasiado ser el objetivo de una caza de brujas.
Claro, claro que no. Pero sí, From Hell, estoy muy orgulloso de esa obra. Es un gran trabajo, oscuro y monumental. Victoriano.
BK: Hay un par de cosas en el trasfondo… Hay una, creo que a la altura del cuarto capítulo, donde Gull está hablando sobre los sacrificios de niños como la usurpación del símbolo femenino y más tarde…
...¿era él? Espera, déjame pensar. Sacrificios de niños.
BK: Capítulo cuarto. Debe ser cuando él...
...cuando está con Netley dando el paseo por Londres. Intento acordarme. Recuerdo que decían algo sobre que el sacrificio de niños era una forma de negar el poder femenino.
BK: He encontrado la página, [es la página 24]. Dice: “Las Diosas fueron sustituidas por los dioses. Luego vino el sacrificio de niños, matando en primer lugar el símbolo femenino más impresionante, que es la maternidad, su magia y su poder.”
Es algo que no tiene por qué ser necesariamente cierto, pero es en lo que pensaba que podría creer Gull.
BK: Porque más tarde están hablando sobre Ratcliffe Highway, sobre los asesinatos de la familia Marr y él dice: [un] niño [ha] muerto [y le pregunta si fue] “un acto ritual para dar forma a la sociedad”, es decir, [para] la creación de la fuerza policial. Me interesa ese tabú infanticida como… Bueno, lo que ocurrió fue que me di cuenta de que… es probable que existan un montón de razones para llevar a cabo el sacrificio de niños… Creo que un montón se hicieron con los mejores deseos para la víctima en mente, los hacían para convertir a esas personas en algo sagrado. Al mismo tiempo se me ocurrió que sacrificar niños sería como una forma de negar el poder femenino.
BK: Al ser un tabú tan profundo provoca reacciones extremas en la sociedad.
Bueno, mira lo que ocurrió con Myra Hindley. Me refiero a que nunca va a salir de prisión.
BK: Si, o el caso más reciente en Inglaterra, Sarah Payne. Se formaron patrullas de linchamiento.
[Risas.] Private Eye sacó una tira sobre un tío que estaba siendo perseguido por una turba y gritaba: “¡Pero que soy pediatra!” y diez días después de publicar ese chiste informaron, por pura coincidencia, que en algún lugar de la costa sur de Gran Bretaña, una turba de, es de suponer, completos analfabetos y subnormales lectores de Noticias del Mundo, habían acudido en manada a la casa de una pediatra y habían pintado en su puerta y paredes “pedófilo” y otras cosas por el estilo. Sí, no sólo se trata de los asesinatos de niños, también del sexo infantil. Sólo tienes que echar un vistazo a la cultura británica. ¿Por qué nos molestamos tanto? Quiero decir, sin duda puede que sea una coincidencia, pero por ejemplo en el periódico The Sun, el ideal de belleza femenina parece ser el cuerpo (el cuerpo excesivamente desarrollado) de una mujer núbil con la cara de alguien de ¿doce años? La pedofilia está totalmente arraigada en nuestra cultura. En los lugares en los que consumen pornografía, Suecia, Dinamarca, lugares como esos, donde se puede ver pornografía abiertamente, no aparecen niños violados, asesinados y arrojados por un canal. Es algo que aquí mantenemos cerrado como una olla a presión, y puede que digamos en alto que deploramos toda esa mierda, pero muchas veces me gustaría ver cómo es la vida en casa de algunos de esos miembros de las turbas de linchamiento.
BK: Si, parecía como si después de que Sarah Payne hubiese sido asesinada, parecía que el lema era: “Vamos a por los pedófilos”, por lo que hicieron automáticamente la conexión por sí mismos, o lo que ellos creían que era una conexión entre…
...mientras que... me refiero a que sí, que es obvio que los niños están en peligro por culpa de los pedófilos y los extraños, es cierto. Pero si te fijas en las estadísticas, peligran mucho más cuando están con sus propias familias.
BK: Si, y las turbas de vigilantes… En realidad, el caso “del Slasher de Halifax” [1938] fue precedido por el asesinato de una niña de ocho años en Bradford, algo que ayudó a elevar a la superficie esa especie de percepción de ataques al azar y así sucesivamente.
Todos ellos contribuyen a provocar la histeria. Sin embargo el caso del “Slasher de Halifax” es interesante, porque no lo protagonizaba nadie real. Tan sólo tomó forma una completa histeria. Era como la histeria que se produjo con el Destripador, pero no había ninguna figura real. Sólo esa misteriosa ausencia.
BK: Bueno, también nos podemos fijar en las grandes cazas de brujas, uno de los casos más importantes de todos, en donde las llamadas brujas eran acusadas de haber asesinado a niños.
Si, y los judíos. Un montón de pogromos. Me refiero a... ¿cómo era, Libelo de Sangre? Lo llaman Libelo de Sangre. Creo que más o menos en la década de 1300, en Northampton acusamos a los Judíos de haber sacrificado a bebés cristianos en arcanos rituales cabalísticos. Es bastante probable que les debiésemos algo de dinero y no quisiéramos devolvérselo, así que fue una buena excusa para coger a todos los Judíos y lapidarlos hasta la muerte.
BK: Hay una... (el infanticido sólo es una parte)... toda una red de tabús que parecen provocar…
...Son botones que se pueden pulsar en las personas... De todos modos, todas las ideas británicas sobre la infancia son bastante jodidas, porque nos la inventamos en el Siglo XIX, cuando la mayoría de los pequeños bastardos estaban muriéndose de difteria en los portales.
BK: Pensaba que había sido antes, quizá a mediados del Siglo XVIII, ¿o la idea de la infancia sólo giraba en torno a los hijos de los ricos?
Probablemente se inventó para describir a los hijos de los ricos. Sé que a mediados o a finales del S. XIX, los niños de los pobres se casaban a los doce años. Se montaban un hogar por su cuenta, es decir, que eran expulsados del nido a los diez años porque seguramente sus padres ya no podían… ya sabes, se esperaba que empezases a trabajar desde el mismo momento en el que pudieses vender cerillas o lo que fuese.
BK: Entonces, ¿crees que “The League of Extraordinary Gentlemen” es más amable?
Si.
BK: Todavía no he visto ni una página.
Oh, bueno, la recopilación saldrá en un mes o dos.
BK: ¿Es un subproducto de tus investigaciones sobre la época Victoriana...?
...En realidad no, sencillamente pensé que me gustaría hacer algunas cosas en el “mainstream”, porque si sólo haces cosas en los márgenes, en realidad no marcas absolutamente ninguna diferencia en el extenso campo de la cultura del cómic. Al igual que Maus nunca va a tener algún tipo de impacto en los cómics “mainstream”, porque está hecho de forma ajena, en los márgenes. Así que pensé que me gustaría hacer algunas cosas interesantes dentro del “mainstream” que siguiesen siendo progresistas y con la suficiente visión de futuro como para que resultara ser un material válido y valioso, pero consiguiendo que formasen parte del “mainstream”, para que pudiesen tener algún impacto, y también esperando que pudiesen contribuir a la regeneración de un medio que actualmente me parece que está en depresión. De ahí surge La Liga de los Hombres Extraordinarios, porque en ese momento estaba pensando en los superhéroes, en los grupos de superhéroes, y me dije, bueno, estaría bien que rebobinásemos la cinta hasta el punto anterior en el que empezaron a surgir todos los clichés sobre los superhéroes. Retomar lo que había antes del primer número de Action Comics y la invención de Superman. Y si haces eso, entonces llegas hasta el material de aventuras pulp que se produjo a partir de los treinta y la literatura fantástica de finales del Siglo XIX, que fue una gran fuente de inspiración para un montón de personajes de cómic. Por ejemplo, Hulk tan sólo es como Jekyll y Hyde. Todos los personajes invisibles de los cómics le deben muchísimo al Hombre Invisible de [Herbert George] Wells, así que me pareció que tal vez se podría reunir a un grupo de personajes interesantes. En cuanto a la segunda pregunta, de repente me dije: “Hey, ¿qué pasaría si hiciese que cualquier personaje al que se mencione por su nombre hubiese sido un personaje de ficción?” Y pensé: “Podría ser muy divertido.”
BK: ¿Un personaje de ficción “real”?
Bueno, un personaje de ficción genuino, alguien que ha existido en la obra de otros escritores. Y creo que fue cuando (posiblemente en el primer número), cuando de repente me di cuenta de que podía hacer que la Nana de Emile Zola fuese asesinada en la calle Morgue por Mister Hyde, y me dije: “Bueno, ¡esto es genial! ¡Esto está empezando a ponerse en marcha!” Y fue entonces cuando empecé a traerme personajes de la pornografía victoriana, como la Perla, en el segundo número. De alguna manera empecé a construir a partir de entonces. Hasta tenemos apariciones de los que probablemente fuesen los antepasados victorianos de los personajes de la serie EastEnders [telenovela británica que empezó a emitirse en 1985] en el sexto número. Me estoy divirtiendo mucho.
BK: Bien, lo buscaré para leérmelo.
Si, la recopilación debería estar disponible en un mes, o en unas semanas.
BK: ¿Hay algún cómic de tus contemporáneos al que tengas un cariño especial? ¿Te gusta Sandman o algún otro título?
A.M: Sandman, había algunos números muy buenos del Sandman de Neil [Gaiman] que pensé que eran absolutamente brillantes. Hay un montón de gente que está haciendo cosas muy buenas. No sé... me gustan las cosas de Chris Ware. Los Hermanos Hernandez siguen haciendo buen material. Aunque Neil ya no está en el medio del cómic. Frank es muy bueno en lo que hace, Frank Miller.
BK: Sin City.
Pero es como si... no sé, es puramente una cuestión de gustos, no es que esté despreciando la obra de Frank o algo parecido… pero Frank suele atenerse a un único género.
BK: El “hard boiled”.
El “hard boiled”, incluso aunque tenga lugar en… como su reciente serie “300”, que se desarrolla en Esparta, ¡es como una especie de “hard boiled”! Es un “hard boiled” con espartanos. Frank es muy bueno en lo que hace, sólo que a veces me gustaría verle haciendo una historia que no tratase sobre tipos duros. No es que esté criticando a Frank, es muy bueno haciendo lo que hace, pero obviamente sus gustos son diferentes de los míos.
BK: ¿Tienes unos gustos amplios?
Bueno, mis gustos son bastante eclécticos. Me gusta que los gustos de la gente tengan cierta variedad. Una de las cosas de las que estoy más orgulloso es de mi variedad. Puedo hacer un montón de mierda diferente, puedo hacer casi de todo y hacerlo bastante bien.
(Continuará)
BK: En tu pequeña biografía que viene incluida en “Brought to Light” se comenta que hiciste algo titulado AARGH, Artists against…
...Rampant Government Homophobia. Si, fue... ¿en qué año? ¿En el ‘88? La Cláusula 28.
BK: Oh, me acuerdo.
Bueno, entonces sabrás que todavía no nos hemos librado, ¿verdad? Quiero decir, siguen celebrando todos esos importantes debates de mierda. Pensaba que se habían deshecho de ella para siempre, pero luego veo que siguen celebrando esos grandes debates en Escocia porque todo el mundo está molesto porque el gobierno quiere deshacerse de la Cláusula 28, y la ven como el único frágil baluarte entre sus preciosos hijos y ese ejército de homosexuales que quiere corromperlos, ¿no? Sí, pero cuando Thatcher la sacó a colación en el ´88, en ese momento yo formaba parte de… mi esposa, nuestra novia y yo teníamos un tipo de convivencia muy abierta que era una especie de relación diferente. Duró dos o tres años. Obviamente, en aquel momento estábamos mucho más cerca de la escena lésbica y gay, y cuando se aprobó esa legislación nos pareció bastante alarmante, porque en realidad nunca antes había existido una legislación que reglamentase específicamente en contra de un sub-grupo social en particular. Dicha legislación nazi era un poco desesperante, sobre todo cuando podías ver que entusiastas concejales conservadores decían que “gasear a los maricones” era la solución definitiva para solucionar el problema. Así que lo que decidimos hacer fue movilizar a todos los amigos famosos que pudimos y editar un libro cuyos beneficios fuesen para una organización para la acción lesbiana y gay.
BK: Así que en realidad no montaste una organización, ¿verdad?
No, tan sólo era una revista. Conseguimos un montón de ayuda. Conseguimos a Frank Miller, Robert Crumb, Dave Gibbons, Art Spiegelman, Howard Cruse, Brian Bolland, Hunt Emerson, a todo el mundo, Neil Gaiman, todo el mundo aportó un poco y creo que recaudamos algo así como veinte mil dólares para la organización para la acción lesbiana y gay, que en realidad ni siquiera es que me gustasen demasiado, porque eran como una especie de…
BK:¿Eran militantes?
Ah, eran militantes, fanáticos, unos chapuzas. Cuando al final nos reunimos con ellos ni siquiera les gustó el hecho de que… quiero decir, en realidad eran Phyllis y Debbie quienes trataban con ellos… el hecho es que Phyllis y Debbie les comentaron que ellas eran bisexuales. Fue como, ya sabes, “¡Eh! Aceptad también el dinero de los bisexuales!” Creo que uno de ellos las llegó a decir: “¡La próxima vez puede que aceptemos a heterosexuales y todo!” Sin embargo, en cuanto alcanzamos los diecisiete, veinte mil dólares, lo que fuese, se empezaron a portar de forma muy diferente.
BK: ¿Empezaron a quereros más?
Oh, en ese momento empezamos a gustarles. Pero mantuvimos como una especie de frío desprecio. Les dijimos: “Aquí tenéis vuestro diecisiete mil, pero por favor, entended que la forma en la que nos habéis tratado a lo largo de todo el proceso dice mucho sobre los problemas que tenéis dentro de vuestra propia estructura y que deberíais revisarlo.” [Risas.] Sí. Ya sabes. En realidad valió la pena. Todavía tengo algunas copias de AARGH en alguna parte de arriba. Tenía una bonita portada de Dave McKean.
BK: Oh, “cool”.
Era un pequeño magazine muy “cool”.
BK: Otra obra indicada en esa biografía era algún proyecto con Malcolm McLaren, algo titulado Fashion Beast. ¿Era una película?
Ese fue magnífico. Fue la única vez que… no tenía ningún interés en escribir el guión de una película, o entrar a formar parte de Hollywood o algo parecido, pero Malcolm McLaren se puso en contacto conmigo y me dijo que había conseguido convertirse en propietario de dos o tres películas que quería empezar a desarrollar, y que si me gustaría reunirme con él, elegir una de ellas y ver si podíamos sacarla adelante entre los dos. Así que me reuní con él, es un tío encantador, muy divertido e inteligente, y ciertamente el trato estuvo bastante bien.
BK: Así que entonces te pagaría, ¡claro!
Me pagaron todo el dinero que me prometieron, a pesar de que en realidad nunca llegaron a utilizar nada… es decir, al parecer, según su autobiografía, el guión que le entregué era justo lo que quería, pero para entonces, por circunstancias ajenas a mi voluntad o a la suya, el dinero del proyecto se había agotado desde su mismo origen, por lo que nunca llegaron a hacer nada. Así que por lo menos tuve la experiencia de escribir un guión para una película, pero no sé hasta qué punto sería bueno. Probablemente era demasiado inteligente. Recuerdo que me dijo que debería dejar algo para el director, porque yo escribí el guión de la misma forma en la que escribía uno de mis cómics, indicando ángulos de cámara y composiciones, pero sí, fue muy divertido. Principalmente me metí en el proyecto porque quería trabajar con Malcolm McLaren. Lo admiro mucho, y ya sabes, también me eché unas risas. Me pagaron, pude conocer a Malcolm McLaren y pasar un rato con él y con Lauren Hutton, que es una de las mujeres más bellas y agradables (sin duda entre todas las celebridades) que jamás he conocido. Es magnífica, solía ser supermodelo.
BK: Lo que llamaban “supermodelos” entonces, o…
No, no de ese estilo, quiero decir, en su momento peleó por los derechos de las modelos. Organizó una especie de... es increíble, muy humilde, fue muy agradable pasar la tarde con ella. Es increíblemente bella y aparentemente es completamente inconsciente de ello, lo cual me parece una rara combinación. Creo que ella y Malcolm forman una bonita pareja. Valió la pena hacer Fashion Beast tan sólo por reunirme con ellos, y el hecho de conseguir treinta mil libras o lo que fuese por escribir el guión tampoco estuvo tan mal.
BK: [Risas]... Sólo tengo el primer número de Big Numbers.
En realidad llegaron a salir dos. Sí, esa iba a ser una obra maestra, una obra magna. Sigo pensando que esos dos números están entre las mejores obras en cómic de la época. Tengo escritos los guiones de cinco números.
BK: Bien, porque me gustaría saber hacía donde iba a discurrir.
Sí, bueno, quiero decir, en realidad tengo toda la obra desarrollada. Tengo una enorme hoja de papel A1 con toda la trama, casi es como un gráfico. La idea era que íbamos a producir un buen cómic, publicarlo nosotros mismos (estábamos muy comprometidos con él) y era mi dinero el que iba a actuar como soporte de todo. Lo que sucedió fue que después de prometerme hacerlo, Bill Sienkiewicz, que había hecho un trabajo brillante en esos dos primeros episodios, me comentó que quería dejar de trabajar en la obra mientras parecía que todo el dinero empezaba a desaparecer por un agujero negro, porque todavía tenía gastos generales que cubrir, pero ni siquiera habíamos conseguido sacar ningún número, porque el dibujante no podía afrontarlo, así que terminé diciéndole: “Mira, Bill, si no quieres hacer este trabajo, tan sólo dínoslo y ya pensaremos en otra cosa, conseguiremos a alguien que te reemplace o algo así, pero díme algo para que no sigamos tirando el dinero por el desagüe”, pero durante algunos meses más Bill todavía siguió sin ser capaz de reunir el valor de decirnos que no quería seguir, y llegó un momento en el que nuestra situación se convirtió en desesperada. Ahí fue cuando Kevin Eastman, famoso por las “Teenage Mutant Ninja Turtles”, intervino con su valiente pero condenada aventura editorial, Tundra, e intentó producir “Big Numbers”. Intentamos conseguir que Al Columbia, que había sido ayudante de Bill Sienkiewicz, continuase con la serie. Pero entonces me enteré de que Al hizo un número y entonces, dependiendo de la historia que te creas, o bien destruyó sus dibujos, o bien se los robaron, no sé lo que ocurrió, pero eso significaba que habíamos contratado a dos dibujantes que de repente habían dado marcha atrás antes de realizar el proyecto.
BK: ¿Así que supongo que se quedará sin finalizar?
No veo que haya forma de resucitarlo como cómic. Quiero decir, ¿qué puedo hacer? ¿Debería decir: “Sí, contratemos a este nuevo gran dibujante, empecemos desde el primer número, pero esta vez cómpratelo, porque esta vez sí que llegaremos hasta el número doce? Me refiero a que yo no compraría algo en lo que alguien la ha cagado dos veces al intentar hacerlo y que aseguró que se iba a hacer. Así que el único futuro posible para Big Numbers sería que Alex Usborne, que trabaja en una empresa llamada Picture Palace Productions que hizo The Acid House Trilogy, una adaptación de Irvine Welsh...
BK: ...convertida en película...
Si, es una pequeña película con tres cortos titulada The Acid House Trilogy [The Acid House, 1988], y un par de ellos, que eran muy buenos, los hizo Picture Palace Productions. Actualmente Alex está trabajando conmigo. Tenemos una especie de presentación episodio a episodio que está bastante elaborada…
BK: ¿Para televisión?
Para “Big Numbers, la serie de televisión”. Podría convertirse en una especie de drama gigantesco en doce episodios del estilo de “Our Friends in the North” o algo así.
BK: ¿Vas a hacer que transcurra en la actualidad?
Es probable.
BK: Es que originalmente parecía estar ambientada a finales de los ochenta.
Si, no estoy seguro, podría estar ambientada a finales de los ochenta, o podría estarlo en la actualidad, en realidad tampoco importa demasiado. Pero de nuevo, trata sobre la idea de la venta. Me refiero a que mezclar fractales con ir de compras me parece una gran idea, que tengan que presentarlo los jóvenes presentadores a la última del Channel 4, que principalmente piensan en plan: “Hagamos “Queer as Folk” de nuevo y veamos si podemos sorprender a algunos coroneles retirados en sus hogares para ver qué cifras de audiencia conseguimos”, por lo que tu conjetura de si alguna vez volverá a salir a la superficie es tan buena como la mía, pero si existe alguna forma de llevarla a cabo, sé que Alex sigue dispuesto a hacerla.
BK: Un pequeño asesinato.
Si, Un Pequeño Asesinato es una de mis favoritas.
BK: En realidad, cuando me la leí por primera vez allá por el ‘91, no me gustó, porque el personaje principal no percibe lo más obvio, y lo encontré molesto.
Bueno, el personaje principal es un gilipollas.
BK: Si, pero la segunda vez me encantó. Eso ha sido la semana pasada. En cierto modo resulta misterioso, porque...
...es un productor.
BK: ...parece que Timothy ha estado yendo en contra de su naturaleza innata, porque obviamente no era vender bebidas alcohólicas a los rusos, y tampoco parece que fuesen los ideales de su juventud.
Fue un proyecto que en realidad empezó a evolucionar cuando Oscar Zarate, que se convirtió en uno de mis mejores amigos, se subió a bordo. Quiero decir, me encanta Oscar, me cae muy bien. Es una de las personas más cálidas y sabias que conozco. Pero al principio él acudió a mí y me dijo: “Mira, ya sabes, tenemos que hacer algo juntos”, y le dije: “Sí, me parece bien,” ya sabes, me gustó mucho lo que habían hecho Alexei Sayle y él, habían estado colaborando en varias obras. Así que fuimos dando con la historia entre los dos, como si empezase a crecer a partir de nuestras conversaciones. Oscar tenía una idea muy clara de qué tipo de obra quería desarrollar y había conseguido dar con esa imagen de alguien que está siendo perseguido por un niño pequeño, o alguien que era embrujado por un niño, y creo que esa fue la idea que se le metió en la cabeza, no sabía nada más. Y el tío me la propuso y me dijo algo en plan: “Bueno, ¿qué pasaría si ese niño fuese él mismo?
BK: Se puede adivinar incluso si te fijas en la portada.
Si, si, eso es, es probable que me hubiese gustado enmascararlo un poco más. Pero sí, creo que es una buena obra, estoy muy satisfecho de ella y sí, en la época la gente la encontró aburrida, porque se acababan de leer Watchmen o lo que fuese, o La Broma Asesina, y fue como: “Bueno, ¿cuándo va a ocurrir algo?” Y todo trataba sobre ese tío publicista obsesionado. Aunque en realidad me alegro de que después de diez años te hayas dado cuenta de… sé que está ambientada en los ochenta, pero en realidad, en ese momento de los ochenta no fue demasiado celebrada. Ha sido una obra que la gente ha empezado a descubrir de forma retrospectiva.
BK: Creo que ahora existe un montón de gente como Timothy. En su forma de pensar y en su actitud ante el trabajo y ante la vida, y ante todo lo demás.
Bueno, me refería a que esa clase de gente estaba empezando a aparecer entonces, pero tal vez no lo habían hecho con la suficiente claridad como para que la gente supiese realmente de lo que estábamos hablando. Así que sí, es otra que forma parte de las que lo consiguieron, “Un pequeño asesinato”, es una de mis favoritas. Pero sí, ¿y quién sabe? He hablado con Oscar para buscar otra editorial, para ver si conseguimos que se publique de nuevo.
BK: ¿Está descatalogada?
Eso creo. Me ha pasado con un montón de mierda [sic], que tiende como a perderse su rastro. Ha ocurrido con la mayoría, ni siquiera me puedo acordar de todo, ¿sabes? Así que estaría bien si pudiésemos conseguir que la editasen de nuevo, porque creo que sólo en lo que se refiere a los dibujos de Oscar es una cosa de gran belleza y leerla siempre me produce una enorme alegría.
BK: Si, está muy bien... Me encanta la forma de sombrear, completamente diferente a lo largo de la obra, ya sabes, hay rosas y naranjas al principio, luego, cerca del final, el color toma una tonalidad verde muy oscura. La forma en que está pintada la obra es encantadora. Y va atravesando diferentes fases...
Eso es, estoy de acuerdo, ha conseguido una de las aproximaciones al color más maravillosas que cualquier otro de los dibujantes con los que he trabajado, con la posible excepción de Melinda Gebbie.
BK: Cierto, ¿ella es…? ¿Era la dibujante de Lost…?
De “Lost Girls”.
BK: Si. Nunca he visto algún número de esa serie.
Buento, se editaron dos números antes de... Ya sabes, primero se encargó Kevin Eastman, y luego Dennis Kitchen tomó el relevo de Kevin Eastman, fue cuando ambos tuvieron que dejar el negocio, en ese punto habían aparecido dos números de “Lost Girls”, pero luego se quedó sin hogar. Es una serie muy cara de producir, porque es a todo color. Pero ahora Topshelf se ha hecho cargo y se debería editar a finales del próximo año.
BK: Bien, estaré atento.
Va a ser bastante buena.
BK: De acuerdo, lo siguiente es “From Hell”, donde aparece la malvada Victoria.
Mm-hmm.
BK: ¿Qué piensas sobre el hecho de que la última princesa de Gales muriese en la misma fecha que Polly Nichols, la primera víctima del Destripador?
¿Fue el 31 de agosto?
BK: Si.
Me parece interesante. Si, no me había dado cuenta. Es bastante interesante, porque es como si la Princesa de Gales estuviese conectada de alguna forma con todo ese diabólico pentagrama, porque claro, también tenemos todo aquello de que originalmente iba a casarse en la Abadía de Westminster, pero en el último momento la cambiaron por San Pablo, que por supuesto es un templo de la diosa de la luna Diana... y sí, creo que el significado místico principal detrás de la muerte de la princesa Diana es que probablemente no sea una buena idea circular rugiendo por París a ochenta kilómetros por hora cuando el conductor está encocado hasta las cejas y con la cabeza totalmente ida.
BK: [Risas.] Simplemente tenía curiosidad.
Es interesante. También es la misma fecha en que la que creo que falleció John Bunyan, me parece que su tumba está en Bunhill Fields, ¿era Bunyan, o en realidad se trata de [Daniel] Defoe?
BK: ¿Estás hablando de una que está justo al lado de la de William Blake?
Está justo a su lado, Bunyan o Defoe, los dos murieron… si, es la de Bunyan.
BK: Si, recuerdo el pequeño dibujo que aparecía en “From Hell” [en el capítulo cuarto] cuando visitan la tumba de Blake y se puede ver la de Bunyan en el fondo. Y en las dos aparece la misma fecha.
BK: Si, hay otra cosa interesante en referencia a Elizabeth Stride, ¿Fue su familia la que se hundió en un barco llamado Princess Alice?
Bueno, ella dijo que eso es lo que había ocurrido.
BK: Y luego Alice es…
...el nombre de la hija pequeña. Tuve que ponerme a investigarlo todo. Parece que tal vez afirmase en algún momento que su familia había perecido en el desastre, uno donde el “Princesa Alice” se golpeó contra un vapor que se llamaba Bywater Castle, y no, no fue así. Creo que su marido murió de una forma completamente diferente. Tal vez tenía la esperanza de que la indemnizaran.
BK: Claro. Es un poco extraño.
Sí, a lo largo de todo lo ocurrido se dan todo tipo de pequeñas conexiones extrañas, pequeñas coincidencias, los mismos nombres, ya sabes, es un zona de información extraña y espectral.
BK: Otra cosita que me pareció extraña fue que un peatón vio cómo arrojaban contra el pavimento a Liz Stride.
Si. Hubo un testigo ocular. Vio a un hombre que estaba forcejeando con una mujer. Parecía que el hombre estaba gritando algo que sonaba algo así como “Lipski”, que pudo haber sido una referencia a la propia judeidad del testigo. Lipski era el nombre de un chico judío que había sido, creo, colgado por asesinato un par de años antes y puede que se haya convertido en un término común sobre el maltrato contra los Judíos. Si, eso es (alguien lo vio) y eso sucedió en un patio donde había un fabricante de cajas de embalaje que se llamaba Walter Hindley, y fue justo debajo de la ventana del Club socialista donde William Morris solía ofrecer regularmente sus lecturas. Traté de juntar todo ese mosaico tan exhaustivamente como me fuese posible y dar con cada retazo de información que existiese.
BK: Al igual que las dos Mary Kellys, como los dos Lee Harvey Oswalds, tampoco lo podemos desestimar.
Eso es algo un poco extraño, ya sabes, porque Katherine Eddowes dio el nombre de Mary Ann Kelly y se marchó de la estación de policía después de dar ese nombre falso para ser asesinada a continuación.
BK: Oh, yo hablaba de las otras dos Mary Kellys. El testigo que la vio al día siguiente de su muerte.
Ah! Si, también es muy raro. Fueron dos los testigos que dijeron que la habían visto al día siguiente.
BK: En realidad eso te ofreció una dirección para el final de la historia, ¿no?
Lo hizo. Me refiero a que quería dejar las cosas bien cubiertas. Porque claro, la pura verdad es: ¿cómo podría haberla identificado alguien y decir que estaba en el número 13 de Miller´s Court? Sabes… he visto las fotografías, resulta difícil saber qué camino tomó realmente, por no hablar de si realmente era ella o no. No existe ninguna evidencia positiva. No tenían huellas dactilares o rastros de ADN ni nada parecido en aquel entonces. Lo único que tenían era lo que dijo un novio que se encontraba en estado de shock. Dijo: “Sí, eso es María.”
BK: No había cara, por lo que...
No tenía cara. Algunas partes de ella habían sido cortadas hasta el hueso. No tenía estómago. Me refiero a que era como una especie de, um… Así que… ¿quién sabe? Tan sólo quería darle a la pobre mujer un final feliz, de alguna manera quería… sin tener que ir en contra de lo que era probable, sencillamente quería darle algún tipo de salida… y de hecho incluimos esa escena final, con el fantasma de la gaviota que desciende desde la cima de una colina de Irlanda, donde se puede ver a una mujer que nunca habíamos visto antes y cuatro niñas, me parece una de las escenas más poderosas de la obra. Hay algo escalofriante en la parte en la que ella le dice [al visitante] que se vuelva al infierno del que proviene. Hay algo que creo que... (va en serio) bueno, ya sabes, que me parece emocionante.
BK: Entonces es un poco parecido a una especie de enfado de escritor, ¿no?
Si.
BK: Supongo que por haber tenido que tratar con todo esto, por todos los años que has estado escribiendo sobre este asesino en serie.
Si. Eso es, diez años. Diez años vadeando a lo largo y ancho de todo ese material, esa literatura, no sólo sobre Jack el Destripador, sino sobre todos esos hijos de puta. Todas esas pequeñas disculpas miserables realizadas por seres humanos. No son superhombres. No son superhombres en absoluto. No son Hannibal Lecter. Ya sabes, son Peter Sutcliffe, que era un tipo que tenía una permanente bastante chunga. Y algo fue terriblemente mal en su relación con su madre o algo así. Son pequeños tipejos.
BK: De todos modos eso es lo que el estudio del FBI demostraba, ¿no?
También me leí todo lo de Robert Ressler, ya sabes, libros como “Sexual Homicide”, que probablemente sea el mejor libro sobre asesinos en serie. Pero me los pillé todos, todos esos terribles compendios de Colin Wilson sobre asesinos, tengo como unos treinta libros sobre Jack el Destripador. Fortean Times dejó de enviarme libros sobre el tema cuando les supliqué que dejaran de hacerlo. Los dos últimos que me enviaron fueron “Jack the Ripper: a Psychic Investigation”, sobre algunas mujeres que habían decidido que iban a investigar los crímenes del Destripador desde un punto de vista psicológico; y otro de alguien que había escrito un libro sobre lo que podría haber ocurrido con Jack el Destripador si la policía de 1880 hubiese podido hacer uso de los métodos policiales actuales. Es un poco desconcertante, porque aparecen cosas como la escena de Fred Abberline cogiendo el teléfono para preguntar si ya han acabado el informe de ADN, y piensas: “Bueno, ¿por qué te molestas con todo esto en lugar de coger las imágenes grabadas por la cámara de seguridad después del primer asesinato? ¡con eso se acabaría todo!"
BK: Si vas a llevarte todo eso hasta la década de 1880, también podrías trasladar armas nucleares y microondas.
¿Por qué no? Lo que ocurre es que no hay absolutamente nada más que decir acerca de los asesinatos de Jack el Destripador.
BK: ¿Te has deshecho de todos esos libros?
No, nunca me deshago de ningún libro, más o menos se quedan viviendo en un pequeño espacio entre las pilas del resto de libros. No, nunca están demasiado lejos. Cuando me siento por aquí sigo viendo la mayoría de ellos. Probablemente debería quedarme con algunos y deshacerme del resto. Hay un par que me gustaría guardar. Pero mi colección de libros es de esas que nadie te robaría si alguien entrase a hacerlo. Es de ese tipo de cosas que en un reportaje en el periódico titularían: “¡Tenía muchos libros sobre asesinos en serie, nazis y ocultismo!” [Risas.]
BK: [Risas.] No creo que te gustase demasiado ser el objetivo de una caza de brujas.
Claro, claro que no. Pero sí, From Hell, estoy muy orgulloso de esa obra. Es un gran trabajo, oscuro y monumental. Victoriano.
BK: Hay un par de cosas en el trasfondo… Hay una, creo que a la altura del cuarto capítulo, donde Gull está hablando sobre los sacrificios de niños como la usurpación del símbolo femenino y más tarde…
...¿era él? Espera, déjame pensar. Sacrificios de niños.
BK: Capítulo cuarto. Debe ser cuando él...
...cuando está con Netley dando el paseo por Londres. Intento acordarme. Recuerdo que decían algo sobre que el sacrificio de niños era una forma de negar el poder femenino.
BK: He encontrado la página, [es la página 24]. Dice: “Las Diosas fueron sustituidas por los dioses. Luego vino el sacrificio de niños, matando en primer lugar el símbolo femenino más impresionante, que es la maternidad, su magia y su poder.”
Es algo que no tiene por qué ser necesariamente cierto, pero es en lo que pensaba que podría creer Gull.
BK: Porque más tarde están hablando sobre Ratcliffe Highway, sobre los asesinatos de la familia Marr y él dice: [un] niño [ha] muerto [y le pregunta si fue] “un acto ritual para dar forma a la sociedad”, es decir, [para] la creación de la fuerza policial. Me interesa ese tabú infanticida como… Bueno, lo que ocurrió fue que me di cuenta de que… es probable que existan un montón de razones para llevar a cabo el sacrificio de niños… Creo que un montón se hicieron con los mejores deseos para la víctima en mente, los hacían para convertir a esas personas en algo sagrado. Al mismo tiempo se me ocurrió que sacrificar niños sería como una forma de negar el poder femenino.
BK: Al ser un tabú tan profundo provoca reacciones extremas en la sociedad.
Bueno, mira lo que ocurrió con Myra Hindley. Me refiero a que nunca va a salir de prisión.
BK: Si, o el caso más reciente en Inglaterra, Sarah Payne. Se formaron patrullas de linchamiento.
[Risas.] Private Eye sacó una tira sobre un tío que estaba siendo perseguido por una turba y gritaba: “¡Pero que soy pediatra!” y diez días después de publicar ese chiste informaron, por pura coincidencia, que en algún lugar de la costa sur de Gran Bretaña, una turba de, es de suponer, completos analfabetos y subnormales lectores de Noticias del Mundo, habían acudido en manada a la casa de una pediatra y habían pintado en su puerta y paredes “pedófilo” y otras cosas por el estilo. Sí, no sólo se trata de los asesinatos de niños, también del sexo infantil. Sólo tienes que echar un vistazo a la cultura británica. ¿Por qué nos molestamos tanto? Quiero decir, sin duda puede que sea una coincidencia, pero por ejemplo en el periódico The Sun, el ideal de belleza femenina parece ser el cuerpo (el cuerpo excesivamente desarrollado) de una mujer núbil con la cara de alguien de ¿doce años? La pedofilia está totalmente arraigada en nuestra cultura. En los lugares en los que consumen pornografía, Suecia, Dinamarca, lugares como esos, donde se puede ver pornografía abiertamente, no aparecen niños violados, asesinados y arrojados por un canal. Es algo que aquí mantenemos cerrado como una olla a presión, y puede que digamos en alto que deploramos toda esa mierda, pero muchas veces me gustaría ver cómo es la vida en casa de algunos de esos miembros de las turbas de linchamiento.
BK: Si, parecía como si después de que Sarah Payne hubiese sido asesinada, parecía que el lema era: “Vamos a por los pedófilos”, por lo que hicieron automáticamente la conexión por sí mismos, o lo que ellos creían que era una conexión entre…
...mientras que... me refiero a que sí, que es obvio que los niños están en peligro por culpa de los pedófilos y los extraños, es cierto. Pero si te fijas en las estadísticas, peligran mucho más cuando están con sus propias familias.
BK: Si, y las turbas de vigilantes… En realidad, el caso “del Slasher de Halifax” [1938] fue precedido por el asesinato de una niña de ocho años en Bradford, algo que ayudó a elevar a la superficie esa especie de percepción de ataques al azar y así sucesivamente.
Todos ellos contribuyen a provocar la histeria. Sin embargo el caso del “Slasher de Halifax” es interesante, porque no lo protagonizaba nadie real. Tan sólo tomó forma una completa histeria. Era como la histeria que se produjo con el Destripador, pero no había ninguna figura real. Sólo esa misteriosa ausencia.
BK: Bueno, también nos podemos fijar en las grandes cazas de brujas, uno de los casos más importantes de todos, en donde las llamadas brujas eran acusadas de haber asesinado a niños.
Si, y los judíos. Un montón de pogromos. Me refiero a... ¿cómo era, Libelo de Sangre? Lo llaman Libelo de Sangre. Creo que más o menos en la década de 1300, en Northampton acusamos a los Judíos de haber sacrificado a bebés cristianos en arcanos rituales cabalísticos. Es bastante probable que les debiésemos algo de dinero y no quisiéramos devolvérselo, así que fue una buena excusa para coger a todos los Judíos y lapidarlos hasta la muerte.
BK: Hay una... (el infanticido sólo es una parte)... toda una red de tabús que parecen provocar…
...Son botones que se pueden pulsar en las personas... De todos modos, todas las ideas británicas sobre la infancia son bastante jodidas, porque nos la inventamos en el Siglo XIX, cuando la mayoría de los pequeños bastardos estaban muriéndose de difteria en los portales.
BK: Pensaba que había sido antes, quizá a mediados del Siglo XVIII, ¿o la idea de la infancia sólo giraba en torno a los hijos de los ricos?
Probablemente se inventó para describir a los hijos de los ricos. Sé que a mediados o a finales del S. XIX, los niños de los pobres se casaban a los doce años. Se montaban un hogar por su cuenta, es decir, que eran expulsados del nido a los diez años porque seguramente sus padres ya no podían… ya sabes, se esperaba que empezases a trabajar desde el mismo momento en el que pudieses vender cerillas o lo que fuese.
BK: Entonces, ¿crees que “The League of Extraordinary Gentlemen” es más amable?
Si.
BK: Todavía no he visto ni una página.
Oh, bueno, la recopilación saldrá en un mes o dos.
BK: ¿Es un subproducto de tus investigaciones sobre la época Victoriana...?
...En realidad no, sencillamente pensé que me gustaría hacer algunas cosas en el “mainstream”, porque si sólo haces cosas en los márgenes, en realidad no marcas absolutamente ninguna diferencia en el extenso campo de la cultura del cómic. Al igual que Maus nunca va a tener algún tipo de impacto en los cómics “mainstream”, porque está hecho de forma ajena, en los márgenes. Así que pensé que me gustaría hacer algunas cosas interesantes dentro del “mainstream” que siguiesen siendo progresistas y con la suficiente visión de futuro como para que resultara ser un material válido y valioso, pero consiguiendo que formasen parte del “mainstream”, para que pudiesen tener algún impacto, y también esperando que pudiesen contribuir a la regeneración de un medio que actualmente me parece que está en depresión. De ahí surge La Liga de los Hombres Extraordinarios, porque en ese momento estaba pensando en los superhéroes, en los grupos de superhéroes, y me dije, bueno, estaría bien que rebobinásemos la cinta hasta el punto anterior en el que empezaron a surgir todos los clichés sobre los superhéroes. Retomar lo que había antes del primer número de Action Comics y la invención de Superman. Y si haces eso, entonces llegas hasta el material de aventuras pulp que se produjo a partir de los treinta y la literatura fantástica de finales del Siglo XIX, que fue una gran fuente de inspiración para un montón de personajes de cómic. Por ejemplo, Hulk tan sólo es como Jekyll y Hyde. Todos los personajes invisibles de los cómics le deben muchísimo al Hombre Invisible de [Herbert George] Wells, así que me pareció que tal vez se podría reunir a un grupo de personajes interesantes. En cuanto a la segunda pregunta, de repente me dije: “Hey, ¿qué pasaría si hiciese que cualquier personaje al que se mencione por su nombre hubiese sido un personaje de ficción?” Y pensé: “Podría ser muy divertido.”
BK: ¿Un personaje de ficción “real”?
Bueno, un personaje de ficción genuino, alguien que ha existido en la obra de otros escritores. Y creo que fue cuando (posiblemente en el primer número), cuando de repente me di cuenta de que podía hacer que la Nana de Emile Zola fuese asesinada en la calle Morgue por Mister Hyde, y me dije: “Bueno, ¡esto es genial! ¡Esto está empezando a ponerse en marcha!” Y fue entonces cuando empecé a traerme personajes de la pornografía victoriana, como la Perla, en el segundo número. De alguna manera empecé a construir a partir de entonces. Hasta tenemos apariciones de los que probablemente fuesen los antepasados victorianos de los personajes de la serie EastEnders [telenovela británica que empezó a emitirse en 1985] en el sexto número. Me estoy divirtiendo mucho.
BK: Bien, lo buscaré para leérmelo.
Si, la recopilación debería estar disponible en un mes, o en unas semanas.
BK: ¿Hay algún cómic de tus contemporáneos al que tengas un cariño especial? ¿Te gusta Sandman o algún otro título?
A.M: Sandman, había algunos números muy buenos del Sandman de Neil [Gaiman] que pensé que eran absolutamente brillantes. Hay un montón de gente que está haciendo cosas muy buenas. No sé... me gustan las cosas de Chris Ware. Los Hermanos Hernandez siguen haciendo buen material. Aunque Neil ya no está en el medio del cómic. Frank es muy bueno en lo que hace, Frank Miller.
BK: Sin City.
Pero es como si... no sé, es puramente una cuestión de gustos, no es que esté despreciando la obra de Frank o algo parecido… pero Frank suele atenerse a un único género.
BK: El “hard boiled”.
El “hard boiled”, incluso aunque tenga lugar en… como su reciente serie “300”, que se desarrolla en Esparta, ¡es como una especie de “hard boiled”! Es un “hard boiled” con espartanos. Frank es muy bueno en lo que hace, sólo que a veces me gustaría verle haciendo una historia que no tratase sobre tipos duros. No es que esté criticando a Frank, es muy bueno haciendo lo que hace, pero obviamente sus gustos son diferentes de los míos.
BK: ¿Tienes unos gustos amplios?
Bueno, mis gustos son bastante eclécticos. Me gusta que los gustos de la gente tengan cierta variedad. Una de las cosas de las que estoy más orgulloso es de mi variedad. Puedo hacer un montón de mierda diferente, puedo hacer casi de todo y hacerlo bastante bien.
(Continuará)
3 comentarios:
Se te ha colado de nuevo la segunda parte de la entrevista, ejjejee
jjajaja, ha sido una buena metedura de pezuña. Ya está arreglado!
Jajaajajja, nada grave, ya está leida y disfrutada, ahora a esperar a la siguient parte!
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