Entrevistas de Liz Evans para la revista Deadline nº 17 (1990). Traducción: Frog2000. Foto del encabezado: Mitch Jenkins.
Primero estuve hablando con Bill Sienkiewicz sobre lo que en aquel entonces, hace un año, se titulaba "The Mandelbrot Set". Era su última colaboración con Alan Moore (el famoso autor de Watchmen, La Cosa del Pantano y Brought to Light, así como de otros maravillosos comic-books e historias), y de esa forma me empecé a interesar por la delicada disciplina de las matemáticas fractales, la ciencia del caos. Desde entonces, "The Mandelbrot Set" se ha ganado un cambio de nombre y ha vuelto a la palestra con el ligeramente más accesible título de "Big Numbers", uno que no invita tanto a hacerse preguntas en plan: "¿Mandelbrot? ¿Y eso qué es?", por lo que en consecuencia, me puedo sentir más a gusto con todo lo que Moore y Sienkiewicz han intentado hacer con esta obra curiosa, bella y fascinante. Algo que principalmente la convierte en un producto atractivo para TODO EL MUNDO. No solo para los habituales del cómic, no solo para adolescentes, sino para todos, incluyendo a tu Tía Abuela Hilda.
Por lo que... ¿qué demonios es eso de las matemáticas fractales?
Bueno, no es un tema que se pueda explicar de una forma tan sencilla, aunque Alan y Bill seguirán escribiendo un ejemplar tras otro para intentar esclarecerlo más profundamente. Básicamente es una nueva ciencia, una que trasciende las divisiones entre arte, filosofía, religión, ciencia, economía, de hecho, cualquier cosa, y nos intenta suministrar una nueva forma de ver el mundo que nos rodea. Si esto no está lo suficientemente claro, escucha la explicación que ofrece Bill:
"los fractales son una forma de encontrar un ritmo y una fórmula en el caos, que es como si fuese una forma de ordenarlos. Si puedes elegir un patrón mental rítmico determinado, y uno que se puede encontrar por todos lados, ¿cuál es el que preferirías? Supongo que primero escogerías el rítmico, pero si lo piensas más profundamente, quizá escogieses el que parece haberse vuelto loco. Porque la mente y la memoria son fractales y no discurren en línea recta, hay indicadores que te desvían a lo largo de todo el camino, así que cuando piensas en la primera vez que te fumaste un cigarrillo, y recuerdas que fue durante un partido de fútbol, quizá te acuerdes de que estaba lloviendo, y entonces pensarás en un accidente que sufriste cuando tenías trece años. El pensamiento no discurre en línea recta, va saltando de aquí para allá, pero para que la mente se pueda intentar aferrar a esas líneas, el caos y orden tienen que coexistir al mismo tiempo." "El corazón y los pulmones funcionan de una forma rítmica, y la mente es más caótica, y cuando tomas algo de cocaína, eso hace que la mente se vuelva rítmica y el corazón y los pulmones se internen en el caos. Lo desbarata todo. Y eso es lo que estamos intentando expresar en Big Numbers."
"Su núcleo es un relato que tiene lugar a lo largo del tiempo, pero cuando más parecen cambiar las cosas, más permanecen de la misma forma. Hay como cuarenta y cinco personajes en la obra, y para nosotros la historia es lo más importante, así que queremos que el lector llegue a conocer bien a los personajes. Supongo que después de acabar Stray Toasters tal y como acabó, quería que la gente leyese una obra que reafirmase la existencia, en lugar de algo que fuese tan desolador. Como si fuese una forma de intentar comunicar mis ideas en plan: bueno, me encanta la gente, aunque a veces no me gusten algunas de sus actitudes, pero todo esto va de conectar con los demás. Creo que Big Numbers se acerca a dicho espíritu."
¿Y qué hay de trabajar con alguien tan inspirado e inspirador como Alan Moore? La reunión de estas dos fuerzas creativas ya nos trajo el perturbador docudrama "Brought To Light", así que es obvio que los dos autores funcionan estupendamente juntos, pero, ¿puede resultar difícil en algún momento?
"Creo que Alan es muy controlador, algo que no me parece negativo. Sé que la mayoría de la gente que ha colaborado con él, confían en su criterio de forma implícita, por lo que siguen participando sin problemas. Me gusta proponer cosas que todavía no se le habían ocurrido. Suelo ser más abstracto, como si estuviese haciendo juegos malabares, y sin embargo él es más sólido, así que me gusta ampliar un poco sus expectativas. Sin embargo, gracias a él estoy empezando a controlarme un poco más, y puede sonar como una idiotez, pero él también se está desmadrando un poco, ¡es entonces cuando los opuestos empiezan a dar sus frutos!"
Recientemente tuve la oportunidad de hablar con el guionista, Alan Moore. Es evidente que está intentando que esta obra tenga un profundo impacto entre el público de los cómics, y más aún, también está intentando conseguir una audiencia de lectores más amplia que nunca. Moore no tiene más que ofrecer que puro entusiasmo por su obra "Big Numbers", y está convencido de que es lo mejor que ha hecho nunca. Cree que los fractales son la clave para tratar con el estado del mundo en la actualidad, y tiene verdadera fe en sus propios y particulares métodos para intentar involucrar al resto del mundo: su cómic. (Debería decir que se va a publicar en doce ejemplares en la editorial propiedad de Alan Moore, Mad Love.)
Pero primero hablemos un poco sobre el cambio del título. ¿Por qué "The Mandelbrot Set" se llama ahora "Big Numbers"?
"Después de que decidiésemos llamarlo "The Mandelbrot Set", pensamos que deberíamos rendir homenaje al Doctor Mandelbrot (el creador de la teoría) preguntándole directamente si podíamos usar su nombre o no. Así que le escribimos y nos envió una amorosa carta de respuesta en la que nos indicaba que, aunque por lo general su forma de ver las cosas es que las matemáticas fractales deberían explorarse tanto como sea posible en los campos de la educación y el entretenimiento, y que por lo general, no habría problema en darnos su permiso, en ese momento concreto existía cierta controversia en el extraño y de alguna forma críptico mundillo de los matemáticos. Aparentemente, había un cierto número de molestos elementos entre la comunidad de matemáticos que estaba atacando la teoría fractal en general y a Mandelbrot en particular, basándose principalmente en que les parecía alguien egomaníaco, por lo que le acusaron de estar dándose mucho autobombo. A mí ni se me habría ocurrido, pero popularizar las matemáticas fractales se podría haber enarbolado como una prueba de su manifiesta inutilidad. Desafortunadamente, esta controversia tenía lugar en el mundo de la comunidad científica, lo que le habría indispuesto contra su propia gente y sus ideas. La gente suele cotillear a las espaldas, y no me gustaría que pasara algo así con las matemáticas fractales. Visto en retrospectiva, es probable que "Big Numbers" sea un título mucho mejor, porque me parece más llamativo. Es menos extraño y resulta mucho más atractivo."
Si ser más accesible era la idea, el nuevo título, tal y como asegura Alan, es un movimiento saludable, nada premeditado y bastante llamativo. De inmediato, el título del cómic suena menos increíble, más con los pies en la tierra que algo que antes parecía tan esotérico. Y cuando le das vueltas a lo que está intentando hacer Alan (lograr que una nueva disciplina de la ciencia se convierta en algo relevante y que se pueda aplicar de forma que cualquiera pueda tomar conciencia de lo que está ocurriendo en el mundo presentándola en un medio que sigue siendo poco aceptado), ¡dicho nuevo título bien podría marcar la diferencia!
Es posible que el mejor sitio para empezar sea por las propias explicaciones de Alan sobre las matemáticas fractales, que son ligeramente más comprensibles y extensas que las descripciones de Bill.
¿Estás cómodo? ¡Será lo mejor!
"La mejor forma de describirlas es cogiendo una hoja de papel y dibujar una línea en él. En términos matemáticos, esa línea tiene una sola dimensión. Ignoramos su anchura, tan solo nos fijamos en la longitud. Si ahora dibujas esa misma línea a base de muchos pequeños rasguños, podría cubrir más espacio en el papel. La línea no tiene dos dimensiones del todo, pero es mucho más que algo unidimensional. Lo mismo se puede aplicar a una hoja de papel que tiene dos dimensiones y que arrugamos hasta formar una bola. Las bolas tienen tres dimensiones sólidas, pero la hoja de papel es un objeto con dos dimensiones que has ido arrugando hasta que casi se ha convertido en algo con tres dimensiones. Así que si decimos que la línea a base de rasguños tiene una dimensión y media, la bola de papel tendría dos y media. En cuanto te haces a la idea de las medias dimensiones y las dimensiones fraccionadas, se abre todo un nuevo campo de geometría posible, así que puedes empezar a explorar las reglas de una geometría que te permite probar con dos dimensiones y media. La gente que ha empezado a indagar en todo esto, está empezando también a darse cuenta de que las ecuaciones de las dimensiones fractales pueden generar formas bastante peculiares. Luego han comenzado a descubrir que la mayoría de las formas aleatorias que se producían en la naturaleza eran exactamente similares a las formas fractales generadas por sus ordenadores, lo que indica que las cosas que antes considerábamos aleatorias, caóticas y turbulentas son, de hecho, expresiones perfectas de una forma superior de geometría que previamente no habíamos sido capaces de apreciar."
(Continuará)
Primero estuve hablando con Bill Sienkiewicz sobre lo que en aquel entonces, hace un año, se titulaba "The Mandelbrot Set". Era su última colaboración con Alan Moore (el famoso autor de Watchmen, La Cosa del Pantano y Brought to Light, así como de otros maravillosos comic-books e historias), y de esa forma me empecé a interesar por la delicada disciplina de las matemáticas fractales, la ciencia del caos. Desde entonces, "The Mandelbrot Set" se ha ganado un cambio de nombre y ha vuelto a la palestra con el ligeramente más accesible título de "Big Numbers", uno que no invita tanto a hacerse preguntas en plan: "¿Mandelbrot? ¿Y eso qué es?", por lo que en consecuencia, me puedo sentir más a gusto con todo lo que Moore y Sienkiewicz han intentado hacer con esta obra curiosa, bella y fascinante. Algo que principalmente la convierte en un producto atractivo para TODO EL MUNDO. No solo para los habituales del cómic, no solo para adolescentes, sino para todos, incluyendo a tu Tía Abuela Hilda.
Por lo que... ¿qué demonios es eso de las matemáticas fractales?
Bueno, no es un tema que se pueda explicar de una forma tan sencilla, aunque Alan y Bill seguirán escribiendo un ejemplar tras otro para intentar esclarecerlo más profundamente. Básicamente es una nueva ciencia, una que trasciende las divisiones entre arte, filosofía, religión, ciencia, economía, de hecho, cualquier cosa, y nos intenta suministrar una nueva forma de ver el mundo que nos rodea. Si esto no está lo suficientemente claro, escucha la explicación que ofrece Bill:
"los fractales son una forma de encontrar un ritmo y una fórmula en el caos, que es como si fuese una forma de ordenarlos. Si puedes elegir un patrón mental rítmico determinado, y uno que se puede encontrar por todos lados, ¿cuál es el que preferirías? Supongo que primero escogerías el rítmico, pero si lo piensas más profundamente, quizá escogieses el que parece haberse vuelto loco. Porque la mente y la memoria son fractales y no discurren en línea recta, hay indicadores que te desvían a lo largo de todo el camino, así que cuando piensas en la primera vez que te fumaste un cigarrillo, y recuerdas que fue durante un partido de fútbol, quizá te acuerdes de que estaba lloviendo, y entonces pensarás en un accidente que sufriste cuando tenías trece años. El pensamiento no discurre en línea recta, va saltando de aquí para allá, pero para que la mente se pueda intentar aferrar a esas líneas, el caos y orden tienen que coexistir al mismo tiempo." "El corazón y los pulmones funcionan de una forma rítmica, y la mente es más caótica, y cuando tomas algo de cocaína, eso hace que la mente se vuelva rítmica y el corazón y los pulmones se internen en el caos. Lo desbarata todo. Y eso es lo que estamos intentando expresar en Big Numbers."
"Su núcleo es un relato que tiene lugar a lo largo del tiempo, pero cuando más parecen cambiar las cosas, más permanecen de la misma forma. Hay como cuarenta y cinco personajes en la obra, y para nosotros la historia es lo más importante, así que queremos que el lector llegue a conocer bien a los personajes. Supongo que después de acabar Stray Toasters tal y como acabó, quería que la gente leyese una obra que reafirmase la existencia, en lugar de algo que fuese tan desolador. Como si fuese una forma de intentar comunicar mis ideas en plan: bueno, me encanta la gente, aunque a veces no me gusten algunas de sus actitudes, pero todo esto va de conectar con los demás. Creo que Big Numbers se acerca a dicho espíritu."
¿Y qué hay de trabajar con alguien tan inspirado e inspirador como Alan Moore? La reunión de estas dos fuerzas creativas ya nos trajo el perturbador docudrama "Brought To Light", así que es obvio que los dos autores funcionan estupendamente juntos, pero, ¿puede resultar difícil en algún momento?
"Creo que Alan es muy controlador, algo que no me parece negativo. Sé que la mayoría de la gente que ha colaborado con él, confían en su criterio de forma implícita, por lo que siguen participando sin problemas. Me gusta proponer cosas que todavía no se le habían ocurrido. Suelo ser más abstracto, como si estuviese haciendo juegos malabares, y sin embargo él es más sólido, así que me gusta ampliar un poco sus expectativas. Sin embargo, gracias a él estoy empezando a controlarme un poco más, y puede sonar como una idiotez, pero él también se está desmadrando un poco, ¡es entonces cuando los opuestos empiezan a dar sus frutos!"
Recientemente tuve la oportunidad de hablar con el guionista, Alan Moore. Es evidente que está intentando que esta obra tenga un profundo impacto entre el público de los cómics, y más aún, también está intentando conseguir una audiencia de lectores más amplia que nunca. Moore no tiene más que ofrecer que puro entusiasmo por su obra "Big Numbers", y está convencido de que es lo mejor que ha hecho nunca. Cree que los fractales son la clave para tratar con el estado del mundo en la actualidad, y tiene verdadera fe en sus propios y particulares métodos para intentar involucrar al resto del mundo: su cómic. (Debería decir que se va a publicar en doce ejemplares en la editorial propiedad de Alan Moore, Mad Love.)
Pero primero hablemos un poco sobre el cambio del título. ¿Por qué "The Mandelbrot Set" se llama ahora "Big Numbers"?
"Después de que decidiésemos llamarlo "The Mandelbrot Set", pensamos que deberíamos rendir homenaje al Doctor Mandelbrot (el creador de la teoría) preguntándole directamente si podíamos usar su nombre o no. Así que le escribimos y nos envió una amorosa carta de respuesta en la que nos indicaba que, aunque por lo general su forma de ver las cosas es que las matemáticas fractales deberían explorarse tanto como sea posible en los campos de la educación y el entretenimiento, y que por lo general, no habría problema en darnos su permiso, en ese momento concreto existía cierta controversia en el extraño y de alguna forma críptico mundillo de los matemáticos. Aparentemente, había un cierto número de molestos elementos entre la comunidad de matemáticos que estaba atacando la teoría fractal en general y a Mandelbrot en particular, basándose principalmente en que les parecía alguien egomaníaco, por lo que le acusaron de estar dándose mucho autobombo. A mí ni se me habría ocurrido, pero popularizar las matemáticas fractales se podría haber enarbolado como una prueba de su manifiesta inutilidad. Desafortunadamente, esta controversia tenía lugar en el mundo de la comunidad científica, lo que le habría indispuesto contra su propia gente y sus ideas. La gente suele cotillear a las espaldas, y no me gustaría que pasara algo así con las matemáticas fractales. Visto en retrospectiva, es probable que "Big Numbers" sea un título mucho mejor, porque me parece más llamativo. Es menos extraño y resulta mucho más atractivo."
Si ser más accesible era la idea, el nuevo título, tal y como asegura Alan, es un movimiento saludable, nada premeditado y bastante llamativo. De inmediato, el título del cómic suena menos increíble, más con los pies en la tierra que algo que antes parecía tan esotérico. Y cuando le das vueltas a lo que está intentando hacer Alan (lograr que una nueva disciplina de la ciencia se convierta en algo relevante y que se pueda aplicar de forma que cualquiera pueda tomar conciencia de lo que está ocurriendo en el mundo presentándola en un medio que sigue siendo poco aceptado), ¡dicho nuevo título bien podría marcar la diferencia!
Es posible que el mejor sitio para empezar sea por las propias explicaciones de Alan sobre las matemáticas fractales, que son ligeramente más comprensibles y extensas que las descripciones de Bill.
¿Estás cómodo? ¡Será lo mejor!
"La mejor forma de describirlas es cogiendo una hoja de papel y dibujar una línea en él. En términos matemáticos, esa línea tiene una sola dimensión. Ignoramos su anchura, tan solo nos fijamos en la longitud. Si ahora dibujas esa misma línea a base de muchos pequeños rasguños, podría cubrir más espacio en el papel. La línea no tiene dos dimensiones del todo, pero es mucho más que algo unidimensional. Lo mismo se puede aplicar a una hoja de papel que tiene dos dimensiones y que arrugamos hasta formar una bola. Las bolas tienen tres dimensiones sólidas, pero la hoja de papel es un objeto con dos dimensiones que has ido arrugando hasta que casi se ha convertido en algo con tres dimensiones. Así que si decimos que la línea a base de rasguños tiene una dimensión y media, la bola de papel tendría dos y media. En cuanto te haces a la idea de las medias dimensiones y las dimensiones fraccionadas, se abre todo un nuevo campo de geometría posible, así que puedes empezar a explorar las reglas de una geometría que te permite probar con dos dimensiones y media. La gente que ha empezado a indagar en todo esto, está empezando también a darse cuenta de que las ecuaciones de las dimensiones fractales pueden generar formas bastante peculiares. Luego han comenzado a descubrir que la mayoría de las formas aleatorias que se producían en la naturaleza eran exactamente similares a las formas fractales generadas por sus ordenadores, lo que indica que las cosas que antes considerábamos aleatorias, caóticas y turbulentas son, de hecho, expresiones perfectas de una forma superior de geometría que previamente no habíamos sido capaces de apreciar."
(Continuará)
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