Artículo de Patrick Emery para I94-BAR. Traducido por Frog2000.
Kim Salmon afirma que sus recuerdos acerca de la grabación del mini álbum de debut de los Scientists, "Blood Red River", son brumosos. La banda tocará el disco al completo como parte de la serie de conciertos "Don´t Look Back". Grabado en los Richmond Recorders de Melbourne en 1983, dieciocho meses después de que los Scientists hubiesen desembarcado en Sydney persiguiendo un futuro en la música, Salmon describe el proceso de grabación del disco como "...sesiones de grabación ininterrumpidas desde la medianoche hasta que se hacía de día... juergas de speed y agobiante alcohol". Pero el paso del tiempo no ha sofocado el orgullo que Salmon siente por el álbum, o por el período en la vida de los Scientists que representa. "Había muy buena química en la banda", recuerda Salmon. "No sólo fue un período formativo, sino también fueron días de definición. Fue la mejor época para nosotros."
Salmon dejó constituida la primera formación de los Scientists en Perth durante el último tramo de la década de los setenta. Esa primera formación incluía a James Baker, que en paralelo también tocaba en los Victims y posteriormente se convertiría en el miembro fundador de Le Hoodoo Gurus, The Beasts of Bourbon y The Dubrovniks, junto con una puerta giratoria de músicos notables que incluía a Roddy Radalj (Hoodoo Gurus, Dubrovniks, Surf Caesars) y Boris Sudjovic.
La primera encarnación de los Scientists sólo tenía un ligero parecido con la personificación pantanosa y grunge de los ochenta, mientras que el repertorio de la banda estaba más en sintonía con la atracción de Baker por la tradición de garage de los sesenta (la reedición en CD por parte de Citadel de "Pissed on Another Planet" revisa la era Baker-Salmon de los Scientists). "Las canciones de la primera formación de los Scientists provenían de mi asociación con James Baker para componer los temas", dice Salmon. "Los compusimos de una forma que nos resultaba natural, pero ese estilo de música no era exactamente lo que quería hacer cuando me enganché al punk rock", comenta.
El cúlmen de la formación "Mark I" de los Scientists fue su aparición en el programa de música pop australiano "Countdown", donde tocarían "Last Night".
Los Scientists volvieron a Perth, donde sus perspectivas parecían limitadas. Por su parte, Salmon fue gravitando de nuevo hacia la sombra oscura, irregular y pantanosa del punk por la que inicialmente se había sentido atraído. "A medida que la primera formación de la banda se deshacía me empecé a interesar por The Cramps, y renové mi interés por The Stooges", comenta Salmon. El músico contactó con sus colegas residentes en Perth, Kim Williams y Brett Rixon, para formar Louie Louie. "Louie Louie fue el prototipo de la siguiente versión de los Scientists", dice Salmon. "'Swampland" se compuso para esa banda.
Casi al mismo tiempo, Salmon se topó con el ex bajista de los Scientists, Boris Sudjovic, que se había mudado recientemente a Sydney. Sudjovic estaba buscando alguna oportunidad en la música, y le sugirió a Salmon que los Scientists tendrían muchas más probabilidades de encontrar una audiencia receptiva en el litoral oriental. La descripción de Sudjovic de la escena musical de Sydney despertó el interés de Salmon, que se dedicó a reconstruir a los Scientists. "Le pregunté a James Baker si quería formar parte, pero había empezado a militar en Le Hoodoo Gurus", dice Salmon, "mientras que Kim Williams quería quedarse en Perth". El batería de Louie Louie, Brett Rixon, asumió las labores de percusión, mientras que el segundo puesto de guitarra fue definitivamente ocupado por Tony Thewlis, otro residente de Perth.
"Me reuní con Tony, que había querido unirse a la versión pop anterior de los Scientists", dice Salmon. Lo que no sabía Thewlis era que la banda a la que se iba a unir era una criatura diferente del grupo en el que había querido estar pocos años antes. Pero eso no impidió que Thewlis emprendiese el largo viaje en coche hasta Sydney para buscar fortuna musical con la banda. "Todos nos fuimos a Sydney", comenta Salmon. "A mí se me ocurrió el concepto de lo que íbamos a hacer. Brett también estaba enterado, porque había formado parte de Louie Louie. Creo que al que le supuso más problemas fue a Boris", se ríe Salmon.
En 1981, Sydney todavía estaba bajo las garras del legado de Radio Birdman. "La primera vez que fuimos a Sydney fue mucho después de que se hubiesen separado Radio Birdman," recuerda Salmon. Pero la fuerte desviación de los Scientists del estilo de guitarras gemelas al estilo Motor City que seguía vigente en la ciudad no pareció obstaculizar lo que buscaban hacer. Cuando nos mudamos a Sydney éramos plenamente conscientes de que allí se llevaba el rollo Radio Birdman", dice Salmon. "Pero no queríamos continuar con la tradición de la camisa paisley y el riff recauchutado al estilo Talk Talk", dice. "Teníamos nuestra propia agenda. Supongo que a muchos de los músicos de Sydney nunca se les ocurrió que si querían podían hacer algo diferente".
Las musas de Salmon para diseñar el sonido Scientists (más tarde le llegarían a catalogar como el progenitor del estilo 'grunge' que se extendió por la industria de la música independiente desde principios de los noventa) parecían ser el espíritu de la época que estaba a punto de estallar. "Cuando grabamos y tocamos 'Swampland', a la gente le encantó", dice Salmon, "así que sabíamos que teníamos algo importante en marcha." Salmon comenta que el sonido que se estaba esforzando por conseguir nació de su interés por la Creedence Clearwater Revival, The Cramps y The Gun Club (podría decirse que en ese momento, los dos últimos estaban en la cima de sus poderes creativos).
"Una banda como The Cramps tiene una especie de "toque" definitivo", dice Salmon. "En nuestro caso (o en el mío) era más una cuestión de buscar algo que no se hubiese hecho antes". Salmon sugiere que parte de la atracción de los Scientists recaía en su carácter multifacético, o por el contrario, en la dificultad de encasillar el sonido del grupo.
"La gente escuchaba en nosotros lo que le apetecía oír", dice Salmon. "Algunos pensaban que éramos una banda psicodélica, otros afirmaban que éramos una banda de garage, y otras personas aseguraban que no éramos ninguna de todas esas cosas", dice riendo. Por lo que... ¿estabas buscando definir el sonido de la banda o explorarlo? "Es una pregunta interesante", responde Salmon. "Creo que era un poco de ambas cosas," dice. "Yo soy capaz de escuchar todas esas cosas en la banda", dice Salmon. "Puedo oír a Can en la banda, y el resto del Krautrock," dice. "Creo que el grupo poseía una buena cantidad de aristas afiladas."
Después de un tiempo en Sydney, los Scientists se empezaron a construir la reputación de que sus conciertos en directo eran impresionantes, a pesar de la falta de entusiasmo por las pruebas de sonido de la banda.
“El otro día Dave Graney me preguntó: "¿qué vas a hacer con la prueba de sonido?", porque en aquella época nunca probábamos. En cuanto llegamos a Melbourne para dar el concierto en el Seaview Ballroom, nos bajamos directamente de la furgoneta y empezamos a tocar", ríe Salmon. Fue también en Melbourne donde los Scientists se reunieron con Bruce Milne y Greta Luna, que en aquel momento llevaban el sello discográfico independiente Au Go Go, que sería el editor de "Blood Red River".
“Me había leído el Fast Forward [el zine de música independiente editado por Milne que contenía una cinta recopilatoria de bandas independientes de la época] y pensé que era una buena idea,” dice Salmon. “Le pasé a Bruce una copia de la cinta que habíamos hecho, e hice una entrevista con él sobre lo que yo creía que era el rock´n’roll. Más tarde me ofreció editar un mini-LP del grupo,” comenta.
Veinticinco años más tarde, "Blood Red River" resiste incluso el escrutinio más denso. Ritmos retumbantes, guitarras puntiagudas que se lanzan afiladas a través de tus sentidos musicales, con los peculiares cantos vocales guturales de Salmon describiendo cuentos vívidos de confusión y agonía que podrían haber sido recogidos de un relato de Edgar Allan Poe. "Set It On Fire", repleta de los chirriantes salmos del cantante que ponen los pelos de punta, sigue siendo un clásico certificado, mientras que el fatalismo de "When Fate Deals Its Mortal Blow" es tan dura como cualquier novela sobre prisiones.
"Esas canciones fueron mi primer intento de escribir otro tipo de material", dice Salmon. "Era la vida vista a través de los ojos de un veinteañero que vivía en Sydney. Alguien las describió una vez como "un sucio submundo de odio y lujuria", se ríe Salmon.
En cuanto a toda la imaginería presente en las canciones (el tema que da título al disco es digno de un tratado académico de postgrado), Salmon dice que no hay nada más que las letras. "No era especialmente apocalíptica, aunque algunos lo llegasen a pensar", dice Salmon. ¿Qué pasa con la canción "Blood Red River"? "En esa época se llevaba el estilo cow punk, y creo que nos influyó un poco", dice Salmon. "No son más que frases, no significan nada".
Dicho esto, algunas de las canciones (especialmente "Burnout" y "Revhead") ofrecen una pista sobre los antecedentes en Perth de los miembros del grupo. "Todos proveníamos de los suburbios de Perth," dice Salmon, "y no de "Caulfield Grammar".
Salmon está dispuesto a rendir homenaje a Chris Logan, el productor del disco, que logró un sonido "denso" en la grabación que más tarde las siguientes grabaciones de los Scientists serían incapaces de replicar. "Un día estaba controlando nuestro sonido en un concierto, y más tarde se nos acercó y nos dijo: "me parecéis una banda salvaje". Era un tipo bastante peculiar, se parecía inquietantemente a Francis Rossi, de Status Quo. Era muy minucioso en su trabajo y muy dedicado cuando tenía que sacar auténtico arte del sonido, seguía como una especie de regla de cálculo para hacerlo", dice Salmon.
Cuando ahora escucha el disco, Salmon sigue impresionado por los esfuerzos de Logan en la producción. "Es muy denso, y tiene un montón de extremos inferiores de la escala", dice Salmon. "Gracias a su habilidad meticulosa y a esas fantásticas patillas, se las arregló para conseguir un gran sonido", ríe Salmon.
Y no sólo fueron las habilidades de producción de Logan las que hicieron factible el truco. Logan también reclamaba tener una empatía con los Scientists que finalmente resultó ser auténtica. "Chris creía que sabía lo que queríamos hacer, y probablemente lo consiguió", dice Salmon. "Chris merece mucho más crédito del que probablemente haya recibido alguna vez", comenta.
En 1984 los Scientists hicieron las maletas y se marcharon a Europa, uniéndose al éxodo de bandas australianas como The Moodists, The Birthday Party y los Go-Betweens. "Finalmente acabamos yéndonos de Sydney. Brett ya tenía suficiente y estaba algo frustrado, por lo que me dijo: "tenemos que salir de aquí", dice Salmon. "Terminamos en Londres en 1984. Fue una cosa bastante dificultosa, pero en muchos aspectos tuvimos suerte". A pesar de la mitología de la pobreza, los okupas y los alimentos enlatados que han promulgado con regularidad los historiadores de la época (una mitología frente a la que compañeros expatriados de la época como Mick Harvey todavía formulan sus objeciones) Salmon dice que los Scientists encontraron amparo casi de inmediato." Conocimos a Ken West, que nos pasó algunos nombres con los que ponernos en contacto", dice . El manager de New Order organizó un viaje a Manchester de la banda ("le dijo a nuestro bajista que le encantaría"), y las cosas rápidamente se colocaron en su sitio. "De inmediato me encontré hablando con un montón de periodistas entusiastas", dice Salmon. Dicho esto, también tuvieron que soportar los ocasionales comentarios negativos.
Eventualmente la estancia en Europa de los Scientists siguió su curso, mientras que el sonido de la banda comenzó a desviarse de sus intenciones originales. El período "Human Jukebox" de la banda es un precursor de lo que Salmon haría en su siguiente grupo, The Surrealists, y las relaciones dentro de la banda comenzaron a deshilacharse. "Un día me cansé de ese estilo existencial y rabioso de las cosas", dice Salmon. "Entonces Brett se marchó. Después las cosas nos empezaron a ir mal", dice.
Después de romper su relación con Au Go Go, la banda sufrió un montón de problemas legales. Salmon no está dispuesto a discutir los detalles, aunque está claro que durante la experiencia aprendió mucho sobre los contratos musicales(aunque tuvo que ser por la vía más difícil). Basta con decir que Au Go Go reafirmó sus derechos sobre las grabaciones en virtud del contrato que habían firmado, y la banda tuvo que acudir a los tribunales para batallar por los derechos, aunque ambos nunca se pusieron de acuerdo.
Finalmente Salmon regresó a Australia y en 1987 se embarcó en una gira australiana de despedida, antes de aparcar la banda durante casi 20 años. Salmon formó los Surrealists poco después de la desaparición de los Scientists, antes de asociarse con los ex-científicos Boris Sudjovic y James Baker (y Tex Perkins y Spencer Jones) en The Beasts of Bourbon.
En el 2000, Salmon armó una banda de músicos para girar y promocionar el lanzamiento de la reedición de "Blood Red River" en CD, seguido por otra serie de conciertos en 2002 (esta vez con Tony Thewlis a la guitarra y Boris Sudjovic al bajo). En 2004 Salmon formó un nuevo "line-up" de la banda con Stu Thomas (que había estado tocando con Salmon en The Surrealists y en The Business) y Leanne Chock (que se había unido a los Scientists no mucho antes de su desaparición a finales de 1980) para realizar una breve gira por Europa.
En 2006, los Scientists, esta vez con Sudjovic y Thewlis a bordo, fueron invitados al festival All Tomorrow´s Parties en Inglaterra, que se convirtió en el catalizador de la aparición de la banda en el festival "Don´t Look Back". En él los Scientists tocarán "Blood Red River" al completo, junto con una selección de temas de la misma época, entre ellos "Happy Hour", "Swampland", "Fire Scape" y "We Had Love".
A medida que la entrevista serpentea hacia su fin, Salmon reflexiona sobre la potencia de los Scientists en su época de "definición". "No creo que haya existido banda alguna capaz de tocar dos notas tan bien como nosotros", dice. Pero Salmon también se apresura a descartar cualquier sugerencia de que los Scientists fuesen un grupo musical simplista. "Me pasé mucho tiempo explicando con sencillez las cosas y simplificándolas como hacían los Ramones, cuando en realidad no eran tan simples", dice Salmon. "Invertí muchos buenos momentos en esa banda, he vivido un montón de experiencias con ella por las que la gente no ha pasado nunca", dice.
La referencia de Salmon a los Ramones me lleva a pensar en la musa de la auto-indulgencia, la paradójica habilidad del rock'n'roll para explorar continuamente el alcance artístico casi infinito de los tres acordes. En mi opinión, un contraste a la altura de la estratificación orquestal multidimensional de Mozart. La respuesta de Salmon es rápida.
"¡Los Scientists son como Mozart!", dice, sin pizca de sarcasmo.
Kim Salmon afirma que sus recuerdos acerca de la grabación del mini álbum de debut de los Scientists, "Blood Red River", son brumosos. La banda tocará el disco al completo como parte de la serie de conciertos "Don´t Look Back". Grabado en los Richmond Recorders de Melbourne en 1983, dieciocho meses después de que los Scientists hubiesen desembarcado en Sydney persiguiendo un futuro en la música, Salmon describe el proceso de grabación del disco como "...sesiones de grabación ininterrumpidas desde la medianoche hasta que se hacía de día... juergas de speed y agobiante alcohol". Pero el paso del tiempo no ha sofocado el orgullo que Salmon siente por el álbum, o por el período en la vida de los Scientists que representa. "Había muy buena química en la banda", recuerda Salmon. "No sólo fue un período formativo, sino también fueron días de definición. Fue la mejor época para nosotros."
Salmon dejó constituida la primera formación de los Scientists en Perth durante el último tramo de la década de los setenta. Esa primera formación incluía a James Baker, que en paralelo también tocaba en los Victims y posteriormente se convertiría en el miembro fundador de Le Hoodoo Gurus, The Beasts of Bourbon y The Dubrovniks, junto con una puerta giratoria de músicos notables que incluía a Roddy Radalj (Hoodoo Gurus, Dubrovniks, Surf Caesars) y Boris Sudjovic.
La primera encarnación de los Scientists sólo tenía un ligero parecido con la personificación pantanosa y grunge de los ochenta, mientras que el repertorio de la banda estaba más en sintonía con la atracción de Baker por la tradición de garage de los sesenta (la reedición en CD por parte de Citadel de "Pissed on Another Planet" revisa la era Baker-Salmon de los Scientists). "Las canciones de la primera formación de los Scientists provenían de mi asociación con James Baker para componer los temas", dice Salmon. "Los compusimos de una forma que nos resultaba natural, pero ese estilo de música no era exactamente lo que quería hacer cuando me enganché al punk rock", comenta.
El cúlmen de la formación "Mark I" de los Scientists fue su aparición en el programa de música pop australiano "Countdown", donde tocarían "Last Night".
Los Scientists volvieron a Perth, donde sus perspectivas parecían limitadas. Por su parte, Salmon fue gravitando de nuevo hacia la sombra oscura, irregular y pantanosa del punk por la que inicialmente se había sentido atraído. "A medida que la primera formación de la banda se deshacía me empecé a interesar por The Cramps, y renové mi interés por The Stooges", comenta Salmon. El músico contactó con sus colegas residentes en Perth, Kim Williams y Brett Rixon, para formar Louie Louie. "Louie Louie fue el prototipo de la siguiente versión de los Scientists", dice Salmon. "'Swampland" se compuso para esa banda.
Casi al mismo tiempo, Salmon se topó con el ex bajista de los Scientists, Boris Sudjovic, que se había mudado recientemente a Sydney. Sudjovic estaba buscando alguna oportunidad en la música, y le sugirió a Salmon que los Scientists tendrían muchas más probabilidades de encontrar una audiencia receptiva en el litoral oriental. La descripción de Sudjovic de la escena musical de Sydney despertó el interés de Salmon, que se dedicó a reconstruir a los Scientists. "Le pregunté a James Baker si quería formar parte, pero había empezado a militar en Le Hoodoo Gurus", dice Salmon, "mientras que Kim Williams quería quedarse en Perth". El batería de Louie Louie, Brett Rixon, asumió las labores de percusión, mientras que el segundo puesto de guitarra fue definitivamente ocupado por Tony Thewlis, otro residente de Perth.
"Me reuní con Tony, que había querido unirse a la versión pop anterior de los Scientists", dice Salmon. Lo que no sabía Thewlis era que la banda a la que se iba a unir era una criatura diferente del grupo en el que había querido estar pocos años antes. Pero eso no impidió que Thewlis emprendiese el largo viaje en coche hasta Sydney para buscar fortuna musical con la banda. "Todos nos fuimos a Sydney", comenta Salmon. "A mí se me ocurrió el concepto de lo que íbamos a hacer. Brett también estaba enterado, porque había formado parte de Louie Louie. Creo que al que le supuso más problemas fue a Boris", se ríe Salmon.
En 1981, Sydney todavía estaba bajo las garras del legado de Radio Birdman. "La primera vez que fuimos a Sydney fue mucho después de que se hubiesen separado Radio Birdman," recuerda Salmon. Pero la fuerte desviación de los Scientists del estilo de guitarras gemelas al estilo Motor City que seguía vigente en la ciudad no pareció obstaculizar lo que buscaban hacer. Cuando nos mudamos a Sydney éramos plenamente conscientes de que allí se llevaba el rollo Radio Birdman", dice Salmon. "Pero no queríamos continuar con la tradición de la camisa paisley y el riff recauchutado al estilo Talk Talk", dice. "Teníamos nuestra propia agenda. Supongo que a muchos de los músicos de Sydney nunca se les ocurrió que si querían podían hacer algo diferente".
Las musas de Salmon para diseñar el sonido Scientists (más tarde le llegarían a catalogar como el progenitor del estilo 'grunge' que se extendió por la industria de la música independiente desde principios de los noventa) parecían ser el espíritu de la época que estaba a punto de estallar. "Cuando grabamos y tocamos 'Swampland', a la gente le encantó", dice Salmon, "así que sabíamos que teníamos algo importante en marcha." Salmon comenta que el sonido que se estaba esforzando por conseguir nació de su interés por la Creedence Clearwater Revival, The Cramps y The Gun Club (podría decirse que en ese momento, los dos últimos estaban en la cima de sus poderes creativos).
"Una banda como The Cramps tiene una especie de "toque" definitivo", dice Salmon. "En nuestro caso (o en el mío) era más una cuestión de buscar algo que no se hubiese hecho antes". Salmon sugiere que parte de la atracción de los Scientists recaía en su carácter multifacético, o por el contrario, en la dificultad de encasillar el sonido del grupo.
"La gente escuchaba en nosotros lo que le apetecía oír", dice Salmon. "Algunos pensaban que éramos una banda psicodélica, otros afirmaban que éramos una banda de garage, y otras personas aseguraban que no éramos ninguna de todas esas cosas", dice riendo. Por lo que... ¿estabas buscando definir el sonido de la banda o explorarlo? "Es una pregunta interesante", responde Salmon. "Creo que era un poco de ambas cosas," dice. "Yo soy capaz de escuchar todas esas cosas en la banda", dice Salmon. "Puedo oír a Can en la banda, y el resto del Krautrock," dice. "Creo que el grupo poseía una buena cantidad de aristas afiladas."
Después de un tiempo en Sydney, los Scientists se empezaron a construir la reputación de que sus conciertos en directo eran impresionantes, a pesar de la falta de entusiasmo por las pruebas de sonido de la banda.
“El otro día Dave Graney me preguntó: "¿qué vas a hacer con la prueba de sonido?", porque en aquella época nunca probábamos. En cuanto llegamos a Melbourne para dar el concierto en el Seaview Ballroom, nos bajamos directamente de la furgoneta y empezamos a tocar", ríe Salmon. Fue también en Melbourne donde los Scientists se reunieron con Bruce Milne y Greta Luna, que en aquel momento llevaban el sello discográfico independiente Au Go Go, que sería el editor de "Blood Red River".
“Me había leído el Fast Forward [el zine de música independiente editado por Milne que contenía una cinta recopilatoria de bandas independientes de la época] y pensé que era una buena idea,” dice Salmon. “Le pasé a Bruce una copia de la cinta que habíamos hecho, e hice una entrevista con él sobre lo que yo creía que era el rock´n’roll. Más tarde me ofreció editar un mini-LP del grupo,” comenta.
Veinticinco años más tarde, "Blood Red River" resiste incluso el escrutinio más denso. Ritmos retumbantes, guitarras puntiagudas que se lanzan afiladas a través de tus sentidos musicales, con los peculiares cantos vocales guturales de Salmon describiendo cuentos vívidos de confusión y agonía que podrían haber sido recogidos de un relato de Edgar Allan Poe. "Set It On Fire", repleta de los chirriantes salmos del cantante que ponen los pelos de punta, sigue siendo un clásico certificado, mientras que el fatalismo de "When Fate Deals Its Mortal Blow" es tan dura como cualquier novela sobre prisiones.
"Esas canciones fueron mi primer intento de escribir otro tipo de material", dice Salmon. "Era la vida vista a través de los ojos de un veinteañero que vivía en Sydney. Alguien las describió una vez como "un sucio submundo de odio y lujuria", se ríe Salmon.
En cuanto a toda la imaginería presente en las canciones (el tema que da título al disco es digno de un tratado académico de postgrado), Salmon dice que no hay nada más que las letras. "No era especialmente apocalíptica, aunque algunos lo llegasen a pensar", dice Salmon. ¿Qué pasa con la canción "Blood Red River"? "En esa época se llevaba el estilo cow punk, y creo que nos influyó un poco", dice Salmon. "No son más que frases, no significan nada".
Dicho esto, algunas de las canciones (especialmente "Burnout" y "Revhead") ofrecen una pista sobre los antecedentes en Perth de los miembros del grupo. "Todos proveníamos de los suburbios de Perth," dice Salmon, "y no de "Caulfield Grammar".
Salmon está dispuesto a rendir homenaje a Chris Logan, el productor del disco, que logró un sonido "denso" en la grabación que más tarde las siguientes grabaciones de los Scientists serían incapaces de replicar. "Un día estaba controlando nuestro sonido en un concierto, y más tarde se nos acercó y nos dijo: "me parecéis una banda salvaje". Era un tipo bastante peculiar, se parecía inquietantemente a Francis Rossi, de Status Quo. Era muy minucioso en su trabajo y muy dedicado cuando tenía que sacar auténtico arte del sonido, seguía como una especie de regla de cálculo para hacerlo", dice Salmon.
Cuando ahora escucha el disco, Salmon sigue impresionado por los esfuerzos de Logan en la producción. "Es muy denso, y tiene un montón de extremos inferiores de la escala", dice Salmon. "Gracias a su habilidad meticulosa y a esas fantásticas patillas, se las arregló para conseguir un gran sonido", ríe Salmon.
Y no sólo fueron las habilidades de producción de Logan las que hicieron factible el truco. Logan también reclamaba tener una empatía con los Scientists que finalmente resultó ser auténtica. "Chris creía que sabía lo que queríamos hacer, y probablemente lo consiguió", dice Salmon. "Chris merece mucho más crédito del que probablemente haya recibido alguna vez", comenta.
En 1984 los Scientists hicieron las maletas y se marcharon a Europa, uniéndose al éxodo de bandas australianas como The Moodists, The Birthday Party y los Go-Betweens. "Finalmente acabamos yéndonos de Sydney. Brett ya tenía suficiente y estaba algo frustrado, por lo que me dijo: "tenemos que salir de aquí", dice Salmon. "Terminamos en Londres en 1984. Fue una cosa bastante dificultosa, pero en muchos aspectos tuvimos suerte". A pesar de la mitología de la pobreza, los okupas y los alimentos enlatados que han promulgado con regularidad los historiadores de la época (una mitología frente a la que compañeros expatriados de la época como Mick Harvey todavía formulan sus objeciones) Salmon dice que los Scientists encontraron amparo casi de inmediato." Conocimos a Ken West, que nos pasó algunos nombres con los que ponernos en contacto", dice . El manager de New Order organizó un viaje a Manchester de la banda ("le dijo a nuestro bajista que le encantaría"), y las cosas rápidamente se colocaron en su sitio. "De inmediato me encontré hablando con un montón de periodistas entusiastas", dice Salmon. Dicho esto, también tuvieron que soportar los ocasionales comentarios negativos.
"Algún periodista de Perth que trabajaba para el NME dijo que estábamos copiando a Birthday Party", dice Salmon entornando los ojos. La muy voluble prensa musical inglesa tenía mucho que decir sobre los Scienitsts, no siempre en sintonía con lo que la banda pensaba sobre sí misma. "Lo que ocurrió con el NME fue que más adelante, cuando habíamos perdido la capacidad de sorpresa, afirmaron que "han perdido ese rollo blues de post-crucifixión", se ríe Salmon.
Eventualmente la estancia en Europa de los Scientists siguió su curso, mientras que el sonido de la banda comenzó a desviarse de sus intenciones originales. El período "Human Jukebox" de la banda es un precursor de lo que Salmon haría en su siguiente grupo, The Surrealists, y las relaciones dentro de la banda comenzaron a deshilacharse. "Un día me cansé de ese estilo existencial y rabioso de las cosas", dice Salmon. "Entonces Brett se marchó. Después las cosas nos empezaron a ir mal", dice.
Después de romper su relación con Au Go Go, la banda sufrió un montón de problemas legales. Salmon no está dispuesto a discutir los detalles, aunque está claro que durante la experiencia aprendió mucho sobre los contratos musicales(aunque tuvo que ser por la vía más difícil). Basta con decir que Au Go Go reafirmó sus derechos sobre las grabaciones en virtud del contrato que habían firmado, y la banda tuvo que acudir a los tribunales para batallar por los derechos, aunque ambos nunca se pusieron de acuerdo.
Finalmente Salmon regresó a Australia y en 1987 se embarcó en una gira australiana de despedida, antes de aparcar la banda durante casi 20 años. Salmon formó los Surrealists poco después de la desaparición de los Scientists, antes de asociarse con los ex-científicos Boris Sudjovic y James Baker (y Tex Perkins y Spencer Jones) en The Beasts of Bourbon.
En el 2000, Salmon armó una banda de músicos para girar y promocionar el lanzamiento de la reedición de "Blood Red River" en CD, seguido por otra serie de conciertos en 2002 (esta vez con Tony Thewlis a la guitarra y Boris Sudjovic al bajo). En 2004 Salmon formó un nuevo "line-up" de la banda con Stu Thomas (que había estado tocando con Salmon en The Surrealists y en The Business) y Leanne Chock (que se había unido a los Scientists no mucho antes de su desaparición a finales de 1980) para realizar una breve gira por Europa.
En 2006, los Scientists, esta vez con Sudjovic y Thewlis a bordo, fueron invitados al festival All Tomorrow´s Parties en Inglaterra, que se convirtió en el catalizador de la aparición de la banda en el festival "Don´t Look Back". En él los Scientists tocarán "Blood Red River" al completo, junto con una selección de temas de la misma época, entre ellos "Happy Hour", "Swampland", "Fire Scape" y "We Had Love".
A medida que la entrevista serpentea hacia su fin, Salmon reflexiona sobre la potencia de los Scientists en su época de "definición". "No creo que haya existido banda alguna capaz de tocar dos notas tan bien como nosotros", dice. Pero Salmon también se apresura a descartar cualquier sugerencia de que los Scientists fuesen un grupo musical simplista. "Me pasé mucho tiempo explicando con sencillez las cosas y simplificándolas como hacían los Ramones, cuando en realidad no eran tan simples", dice Salmon. "Invertí muchos buenos momentos en esa banda, he vivido un montón de experiencias con ella por las que la gente no ha pasado nunca", dice.
La referencia de Salmon a los Ramones me lleva a pensar en la musa de la auto-indulgencia, la paradójica habilidad del rock'n'roll para explorar continuamente el alcance artístico casi infinito de los tres acordes. En mi opinión, un contraste a la altura de la estratificación orquestal multidimensional de Mozart. La respuesta de Salmon es rápida.
"¡Los Scientists son como Mozart!", dice, sin pizca de sarcasmo.
1 comentario:
Tony Thewlis formó Interstellar Villains después de su paso por Scientists. En este grupo dio rienda suelta a lo que realmente le gustaba, un rock psicodélico con tintes pop que poco o nada tenía que ver con los pantanosos Scientists. Sonaban realmente bien en directo (en Sevilla tuve ocasión de verles y me gustaron), pero en disco a mí me resultaban un poco ‘’espesos’’. Un músico polivalente, desde luego, como todos los que se citan en la entrevista. Madre mia, que cantera la del rock australiano.
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