lunes, 20 de septiembre de 2021

TODO EL MUNDO PRACTICABA LA LUCHA KUNG-FU, LA HISTORIA DEL DEADLY HANDS OF KUNG FU DE LA MARVEL (1 DE 4)

Artículo de Daniel DeAngelo para Back Issue nº 105 (2018). Traducción: Frog2000.

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En la época en la que Deadly Hands of Kung Fu se estrenó como una de las revistas de la Marvel en blanco y negro en 1974, el kung-fu ya estaba absolutamente de moda. El magazine duró 33 números hasta 1977, incluyendo un Special Edition (en el verano de 1974), y un one shot en forma de spin-off titulado Deadliest Heroes of Kung Fu (en el verano de 1975). Aunque tanto Shang-Chi como Puño de Hierro solían aparecer a menudo como estrellas de DHoKF, y la serie de "Hijos del Tigre / Tigre Blanco" lo hacía en cada número, la verdadera estrella de la revista fue probablemente Bruce Lee, el héroe de las artes marciales en la vida real. Lee protagonizó la primera portada, así como las de los números 3, 7, 14, 17, 26, 28, y la de Deadliest Heroes. Solo Shang-Chi, cuya serie era a menudo la principal de la revista, apareció en más cubiertas. Muchos números incluían artículos sobre Lee: raro era el mes en el que no se lo mencionaba en la página del correo, y el número 28 estuvo dedicado completamente a Lee, con una adaptación en cómic de su vida.

EL ENGANCHE DEL KUNG FU

Se considera que la locura americana por el Kung Fu dio comienzo en 1972 con el debut de Lee en el papel de estrella protagonista en Furia Oriental. "Nos impactó del mismo modo que ahora lo suele hacer una adaptación de un cómic a la gran pantalla, su mezcla de acción de fantasía y heroicidades al límite nos parecía liberador", explica el guionista Gerry Conway en su introducción al primer Ómnibus de Deadly Hands of Kung Fu (2016). "Bruce Lee en pantalla parecía un superhéroe, hacía cosas imposibles con su cuerpo que parecían sacadas directamente de las páginas de un comic book. Se movía a súpervelocidad, golpeaba con una fuerza sobrehumana, prácticamente levitaba con cada salto. Y la narrativa visual de la película no tenía nada que ver con lo que se había visto hasta entonces en el cine americano, eran espectaculares escenas peligrosas acompañadas de una intensidad dramática que hacían parecer a los filmes americanos al uso en coma. Nos voló la cabeza." Apenas se acababa de convertir Lee en el más novedoso héroe de acción de la gran pantalla a nivel internacional, y falleció a los 32 años el 20 de julio de 1973, solo un mes después del estreno de la que está considerada como su mejor película, Operación Dragón. Como ocurrió con algunos íconos del cine como Marilyn Monroe o James Dean, la muerte de Lee a una edad tan temprana (y bajo lo que en aquella época parecieron circunstancias de alguna manera bastante misteriosas) lo convirtieron en inmortal para sus fans. La "Bruceploitation" había dado el pistoletazo de salida, y aparentemente, todo el mundo empezó a buscar cómo hacer dinero con la popularidad de Lee en el cine (los estudios empezaron a buscar impersonators de Lee en películas de kung fu que imitaban las del héroe fallecido), libros, y sí, incluso cómics. "Roy [Thomas, el editor de Marvel] quería hacer algo en los cómics que se nutriera de la estética de las películas de artes marciales asiáticas", escribe Conway, "pero en 1972 aún no se había dado con una forma de hacerlo".

Sin embargo, el género incrementaría su popularidad después del estreno de la serie de televisión americana Kung Fu (1972-1975), con la estrella David Carradine en el papel de Kwai Chang Caine, un monje medio chino, medio americano que había estudiado durante la mayor parte de su vida en un templo Shaolin en China, convirtiéndose en monje y en un maestro del Kung Fu. Después de asesinar al sobrino del Emperador para vengar la muerte de uno de sus maestros, se pone precio a su cabeza, y Caine tiene que escapar a América, donde viajará por el lejano Oeste. Con una premisa similar a la serie anterior El Fugitivo (y más tarde, a la del Increíble Hulk), Caine se toparía con varios extraños en sus viajes y usaría sus habilidades para ayudar a aquellos que se encontraban en problemas. Como en realidad el kung fu enseña que hay que evitar todo lo posible las peleas, en la serie primaba la filosofía sobre la acción, aunque esto último fuese lo esperado. Otro motivo fue el de que Carradine, a diferencia de Bruce Lee, no practicaba las artes marciales. "Tío, todas las escenas de lucha son fingidas", confesó Carradine en una entrevista en Deadly Hands of Kung Fu nº 2 (1974). "Están coreografiadas. Quiero decir... ¡yo solo soy un bailarín!" Carradine se dejó ver en la portada del número 4 y en Deadliest Heroes nº 1 (luchando contra Lee). Muchos de los primeros números incluyeron artículos sobre la serie hasta que el éxito empezó a desvanecerse al ser cancelada. Con la popularidad de las artes marciales en su mayor pico, Steve Englehart y Jim Starlin crearon a Shang-Chi, que pronto obtuvo su propio título. El éxito de ese cómic le llevó finalmente a hacer aparición en Deadly Hands of Kung Fu.

EL TRAJÍN DEL KUNG FU

Roy Thomas contó lo siguiente: "La creación de Deadly Hands of Kung Fu (aunque algunos de nosotros bromeábamos con que debería haberse llamado Los Mortales PIES del Kung Fu) era inevitable, porque en ese momento Marvel se encontraba en pleno proceso de producción de cómics en blanco y negro sobre la mayoría de temáticas que también se estaban haciendo en los cómics a color. El Kung Fu parecía encajar también en ese tipo de revistas". El editor y guionista David Anthony Kraft, que estuvo trabajando en Deadly durante casi toda la existencia de la serie, recuerda: "Cuando empezó fue una época magnífica, porque teníamos mucha libertad. ¡Roy, Don McGregor y yo nos dedicábamos a supervisar todos los cómics a color! Tony [Isabella] era el editor del departamento de blanco y negro, y Chris Claremont su ayudante. Como cortesía, porque a veces puede que les supervisáramos algunas cosas, sugeríamos ideas para las historias o los títulos, y nos incluían en los créditos, así que empecé a aparecer en la revista desde el principio, aunque en realidad no contribuyese gran cosa, pero más tarde fue como jugar al juego de las sillas musicales... todos cambiamos de sitio, y de repente estaba trabajando en el magazine como editor adjunto. Finalmente me fui labrando mi sitio hasta que terminé editando un montón de series." Además de muchos artículos, David escribía una columna de forma habitual titulada "Fighting Art Review", donde hablaba de futuras películas y libros de Kung fu. Apareció entre los números 24 y 32, a excepción del 25.

En su propia introducción al DHoKF Omnibus, el editor y guionista Tony Isabella escribió: "Queríamos que [los magazines en blanco y negro] fuesen revistas de actualidad donde se combinasen artículos informativos y cómics sobre los respectivos temas de los que trataba cada colección. Pero había otra razón más para esa mezcla de artículos y cómics. No teníamos presupuesto suficiente para poder llegar a las 68 páginas de cómic. Solo podíamos permitirnos entre 30 y 32 páginas de nuevas páginas de cómic en cada número. Esto no supuso problema alguno en el caso de revistas como Dracula Lives! y Monsters Unleashed, porque podíamos revisar los archivos de la Marvel y reimprimir buenas, e incluso magníficas historias de terror de los cincuenta y sesenta. Pero en Deadly Hands los editores no tenían la misma oportunidad. Marvel nunca había publicado series de artes marciales como Shang-Chi, Master of Kung Fu..."

Aún así, Deadly Hands dio definitivamente en el clavo, y fue más allá de las reseñas de películas relacionadas con las artes marciales, los programas de televisión, y los libros. También incluyó entrevistas con estrellas de las artes marciales de actualidad, artículos sobre la historia del Kung Fu y el uso de armas, e incluso reseñas de torneos de artes marciales. Además de ocuparse del Kung Fu, la revista se ocupó de otras películas relacionadas como la serie de Kung Fu y western Billy Jack, James Bond, películas de espada y brujería, y las de los Yakuza japoneses (películas de mafiosos). Además de los creadores habituales de comic books, Marvel contrató a escritores que también eran considerados "expertos" del tema: el editor y guionista John David Warner contribuyó con muchos artículos, así como con una columna recurrente titulada "Under The Pagoda". El profesor de artes marciales Frank McLaughlin (creador del Judeomaster para la Charlton) proporcionó una serie de lecciones de Kung Fu ilustradas. Incluso Denny O´Neil participó con el alias de "Wan Chang O´Shaugnessy". Thomas le contó a Back Issue que "Denny había utilizado el nombre de "Sergius O´Shaugnessy" como seudónimo en la Charlton mientras aún seguía haciendo algunos guiones para la Marvel... y solía revivirlo de cuando en cuando. Supongo que la adaptación asiática del nombre tenía sentido, aunque fuese medio en broma, cuando empezó a escribir para "Hands". Hasta el mismísimo "karate kid" de la Marvel Ralph Macchio empezó escribiendo al correo de la revista como fan. Después de conocer a McGregor en una Convención, Macchio fue contratado como asistente para ayudar a Warner en las revistas en blanco y negro.

ENTRAN LOS DRAGONES

El primer número de Deadly Hands of Kung Fu apareció en las tiendas con fecha de portada de abril de 1974 y tenía una cubierta pintada de Bruce Lee realizada por el afamado dibujante Neal Adams. "Por el motivo que sea, creyeron que mi estilo de dibujo poseía el poder suficiente como para lanzar esta revista, así que cuando me preguntaron, no pude decir que no", contaba Neal Adams en una entrevista en el Comic Book Artist nº 3 (1999). Adams también se ocupó de las portadas de los números 2 a 4, del 11 al 14, y el 17. Los siguientes números aparecerían con portadas pintadas de varios dibujantes, las más notables de Bob Larkin y Earl Norem. 

(Continuará)

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