Entrevista con Warren Ellis centrada en Transmetropolitan de mayo de 1999 para POP CULTURE CORN, por Matt
Springer, traducida por Frog2000.
Nuestro amor por Transmetropolitan, la brillante sátira de
ciencia ficción de Warren Ellis, ha sido bien documentado en estas páginas.
Baste decir que si todavía no te has aventurado hasta tu tienda de cómics
habitual y convertido en un adicto de las pruebas y tribulaciones por las que
pasa Spider Jerusalem, no tienes ni idea de lo que te pierdes. Si ya eres un
drogadicto de “Transmet”, tal y como nos ocurrió a nosotros, probablemente entonces habrás sufrido un gran impacto
al leer las ideas que a Warren se le ocurrieron para su obra maestra del cómic. Tuvimos la suerte de poder realizar esta
entrevista con Warren Ellis por correo electrónico, tocando todos los palos,
desde la censura en la industria del cómic y el proyecto “End Times” cancelado
por Marvel, hasta el paradero actual de Spider Jerusalem. También tuvimos la
suerte de escapar con el mínimo de arañazos, golpes y chistes a nuestra costa.
¿Cuándo decidiste que querías convertirte en guionista de
cómic?
Dios, no lo sé. Siempre había tenido mucho interés en los
comics, en mi adolescencia había auto-editado algo y también me habían publicado alguno,
pero perdí el interés hasta que cumplí los veinte años, cuando en primer lugar
empecé a trabajar para un magazine de crítica de cómics, y luego cuando empecé
a guionizarlos (cuando la revista para la que escribía decidió convertirse en
una editorial de cómics y me atreví a presentar un pequeño proyecto). Todo esto ha sido un
largo y horrible accidente, Matthew...
¿Cuál es la parte favorita de tu trabajo?
Poder comprar toneladas de libros y no tener que pagar
impuestos. O los viajes. Tengo la suerte de que me pagan por hacer cosas como
hablar sobre tebeos e internet en Universidades italianas, dar charlas en bares
de Noruega, y jurar copiosamente en islandés. Nah. La mejor parte es escribir. No hay mejor trabajo en la
Tierra.
¿Quiénes son algunas de tus grandes influencias, tanto de la
industria como de fuera de ella?
Oh, muchas y variadas. Dentro de la industria, desde luego, autores como Alan Moore, Bryan Talbot, John Wagner, Moebius, Druillet, Will
Eisner, Frank Hampson, Matt Wagner, Eddie Campbell, Dave Sim... externas al cómic,
la lista se hace demasiado larga: JG Ballard, Jack Kerouac, Philip K. Dick,
John Brunner, James Ellroy, Raymond Chandler, Dennis Potter, Troy Kennedy
Martin, Tom Wolfe, Hunter Thompson, Umberto Eco, William Burroughs, Hemingway,
Orwell, Iain Sinclair ... sin duda, músicos como Lou Reed, Laurie Anderson, K
Shields, Nick Cave y los Pixies afectaron la forma en la que escribo...
Empecemos a hablar sobre Transmetropolitan, que podría
ser uno de los títulos actuales más literales e hilarantes que se pueden
encontrar en las estanterías. ¿Cuáles fueron las semillas de su creación?
¿Semillas? Qué afortunado bastardo. Recibí una llamada de Stuart Moore para pedirme un título de ciencia
ficción para su línea Helix... y entonces me pregunté qué diablos podía hacer
con la ciencia ficción. Había escrito ciencia ficción adulta antes, pero si hablamos de aventura-ficción, sólo había acometido proyectos de corta
duración. Sabía que quería hacer una obra a gran escala, de más o menos un millar de páginas. La historia, la que fuera, necesitaba chicha para poder sobrevivir a toda una
etapa de esa envergadura. Y la ciencia ficción con la que más había disfrutado
siempre, desde HG Wells, pasando por Michael Moorcock hasta llegar a Norman
Spinrad, también era ficción social: ficción que hablaba sobre la vida tal como se
vive hoy en día, no importa bajo qué parafernalia. Quería usar el futuro como
una herramienta con la que destapar y examinar el presente.
Al ser una obra para los cómics comerciales, la serie tenía
que estar impulsada por los personajes, lo que requería a un solo protagonista
(¡especialmente después de estar años guionizando colecciones de equipos de
héroes para Marvel!). Necesitaba una sola figura que pudiese funcionar como mi
dispositivo para explorar ese futuro ficticio, y por lo tanto mi visión de la
actualidad. Alguien que pudiese explicar, tanto en su mundo como para mis lectores, lo que estaba pasando. Y eso parecía mendigar la atención de
un periodista. Siempre he tenido un gran interés en el periodismo, desde el de
Ben Hecht y Hunter Thompson (obviamente) hasta el de Tom Wolfe, Woodward y
Bernstein, así como el de los periodistas ingleses del pop de los años ochenta como Chris
Roberts y Simon Reynolds. En cuanto a los dispositivos de la prosa narrativa
del cómic, era algo que tenía mucho sentido, todo lo que tenía que hacer era intentar
que funcionase en términos visuales. Cronenberg tuvo el mismo problema en
El almuerzo desnudo, hacer que el acto de escribir pareciese interesante. Resuelto
ese problema, o por lo menos al haberlo intentado, me dirigí directamente hacía
la escena final de “Back on the street”, donde Spider se encontraba situado precariamente en la esquina de la azotea de un stripclub con su ordenador
portátil, observando la revuelta que sucedía abajo mientras estaba tecleando...
¿Te inspiraste en algunas fuentes externas para elaborar el
paisaje futurista de la Ciudad?
Fue más un caso de reordenar un listado de cosas propio.
Verás, la Ciudad marcha en contra de todas las ideas actuales sobre la distribución
de la población en el futuro. Sus aspectos de mayor importancia podrían entrar en desacuerdo con la palabra de moda para el próximo siglo, "descentralización", porque las grandes ciudades se irán dividiendo
según todos sus habitantes se vayan instalando en pequeñas comunidades lejos de la
metrópoli. Si lo extrapolamos a puros términos de densa ciencia ficción, sencillamente
TRANSMET puede no estar en lo cierto. Por suerte, nunca he querido inspirarme en
nada de buena parte de la ciencia ficción a la que le gusta extrapolar esos temas,
porque no es divertido.
Así que me lo inventé todo a medida que avanzaba. Necesitaba
una mezcla cultural que no se pudiese ver en ninguna de las ciudades actuales.
Tampoco necesitaba edificios altos porque la ciudad es muy amplia. (Intentar
evitar las anotaciones sobre Blade Runner formó gran parte de mi trabajo en este tramo.) Etcétera. Necesitaba que fuese una Ciudad abierta, porque quería que estuviese llena de luz, necesitaba que pareciese viva. E
ignoré todas las ideas ajenas sobre ciudades del futuro para hacerlo.
¿Te aterrorizaría que nuestra realidad se llegase parecer alguna vez a
tu Ciudad?
Sí y no. Obviamente, su situación política es insostenible, aún
así mira la nuestra. Socialmente la Ciudad es bastante desastrosa, pero si miras a tu alrededor tampoco es nada nuevo. Pero aunque nosotros hemos crecido en un lugar
donde se conserva la historia físicamente, allí los confusos humanos pueden derrochar
milagros por la calle, es un lugar donde parece que la mayoría de enfermedades se han erradicado, donde se puede llamar directamente a Marte, y donde los
perros son torturados y destruidos con crueldad verdaderamente eficaz... bueno,
creo que no sería un mal lugar en el que vivir.
Lo que más me sorprende sobre Transmet es la forma en que es
capaz de elaborar esa aguda sátira y al mismo tiempo ofrecer personajes
realistas, activos y convincentes. A veces parece como si las necesidades de
los personajes y las necesidades de la sátira pudiesen no ponerse de
acuerdo. Es raro encontrar ficción satírica que no se limite a abandonar toda
esperanza de sensibilidad e ir a la yugular. ¿Te resulta difícil hacer
malabarismos con tus responsabilidades duales, por un lado elaborando en tus guiones sátira
aguda y por otro creando personajes compasivos?
Nunca me ha interesado la creación de personajes compasivos
porque, francamente, la mayoría de la gente es horrible. Lo que siempre he
intentado hacer es crear personajes reales, personas a las que puedas conocer, figuras
que se realicen plenamente como personas completas, con el bien y el mal en su
interior. Y si bien no quiero darme tanta importancia, creo que eso es lo que aparece en
Transmet, y por eso la gente ha respondido de forma tan entusiasta, porque los personajes pueden
ser fuertes y débiles, agradables y violentos, buenos y malos, jodida y
positivamente imperfectos.
Satíricas o no, en última instancia todas las historias que se precien tienen que
tratar sobre gente. En TRANSMET las personas son lo
primero, todo lo demás que aparece en el cómic es secundario, sea la sátira,
los elementos de ciencia ficción, o lo que sea. Es probable que sea el
motivo de que consiga premios por parte del gremio del terror en lugar de por las
asociaciones de ciencia ficción.
Está planeado que Transmet concluya en el año 2002. ¿Qué
tipo de viaje pueden esperar los lectores según se vaya desarrollando la serie y llegue a su conclusión? ¿Tienes previsto algún proyecto “spin off” originado en Transmetropolitan?
A partir de aquí el paseo se llenará de baches. El Tercer
Año verá cómo la vida se pone más áspera, y francamente, a los Cuatro Años se
convertirá en una puta pesadilla. El Quinto será bastante desmadejado, aparte
del número final, que ya he escrito.
Sólo tengo dos títulos “spin off” en mente, precuelas de un
solo número, que puede que se lleguen a editar. O no. Uno se llama
“Transcontinental”, y es la historia de Spider y Royce en Europa, concluyendo
con aquella terrible noche al teléfono en Praga. El otro se llama “Transoceánicas”,
y es la historia de los años de retiro de Spider en Santa Lucía. Tal vez los
haga, o tal vez no. De cualquier forma, son los dos únicos “spin offs” que
verían la luz.
¿Cuál es el estado del proyecto de la película de Transmet?
Su situación es que actualmente no está en ningún estado. La otra
noche estuve cenando con un actor bastante conocido y con su prometida para
charlar sobre el tema, los abogados siguen batallando, y se ha avanzado en un 60% del esbozo del guión, ¡pero todavía no existe ningún "estado"...!
Ahora estás trabajando en una novela policíaca
protagonizada por Daredevil, el personaje de Marvel. ¿Qué opinas sobre la
escritura narrativa en contraste con los guiones para cómics?
Es jodidamente difícil. Los cómics van sobre cortar las
cosas cuando hay que hacerlo, tratan sobre concisión y exactitud. En la prosa
puedes estirar un poco las piernas, darte algo de espacio, tomarte un poco de
tiempo. Me he pasado tanto tiempo bajo la disciplina de los cómics que quitarme
esa rigidez ha supuesto un duro trabajo. Pero lo estoy consiguiendo.
Hablando de Marvel, ¿por qué se tomó la decisión de
abandonar el proyecto “End Times”? Een mi humilde opinión, el guión que se puede ver en tu web era
fantástico... ¿Te supuso una molesta pérdida creativa?
Hasta donde sé, sencillamente Marvel decidió que no podían conseguir
una línea de juguetes con ello o algo parecido… simplemente se desechó después
de todo un año de desarrollo y de una escritura que seguía la dirección marcada por Bob Harras. De nuevo, la directiva de Marvel no tuvo los redaños suficientes. Supongo
que la idea de hacer una serie de doce números sin superhéroes los dejó acojonados.
Fue todo un dolor en el culo, y algo molesto, más que
molesto. Pero uno se termina acostumbrando a estas jodiendas. Sigo pensando que
“End Times” habría sido bueno para Marvel (y también para mí, ¿verdad?) Dejaría
atrás todas las expectativas y produciría una poderosa (esperemos) obra de
ficción y aventura que no estaba basada en ninguna de las cosas en las que se han estado
apoyando los cómics de superhéroes de Marvel durante todos estos años... y que,
en última instancia, no estaba basada en el subgénero de los superhéroes. Pero,
qué sabré yo, ¿verdad?
Parece como si a lo largo de tu carrera hubieses sido víctima de mucha reescritura y
compromisos forzados, e incluso de cierta censura, como ocurrió con el proyecto
de Satana. ¿Cómo haces para lidiar con la
interferencia de los editores y cómo quieren ellos que “encaje” tu trabajo?
Por lo general, mediante la creación de un clima de terror. La mayoría, si no todas las veces, las situaciones a las que te
refieres provienen de mi época como asalariado de Marvel. Me pasé un montón de años
trabajando en Marvel, sobre todo porque no podía conseguir otro
trabajo pagado en otro sitio, y ni siquiera podía irme a DC. (TRANSMET surgió como
resultado de una llamada de teléfono que me hicieron ellos, en un momento en el
que ni siquiera había hablado con nadie de esa empresa.) Así que me pasé el
tiempo tratando de hacer que Marvel fuese la empresa que pensaba que debía
ser, junto con otros amigos y defensores míos en la editorial como Marie
Javins. Lo que significa que reescribieron mucho material mío y me censuraron mucho, y
también me cancelaron muchas cosas de forma arbitraria.
Actualmente sufro las mínimas interferencias. Si sufro algún problema en Vertigo, puedo argumentarlo para que
entiendan mi postura, lo que finalmente es algo como “tengo treinta años y no
voy a volver a jugar en este juego de mierda nunca más”, y así las cosas se
terminan resolviendo. Vertigo y yo todavía estamos en nuestra primera etapa, aún no me
conocen de verdad y necesitamos espacio y aire limpio entre nosotros. No he
tenido problemas y tampoco espero que se presenten. Son gente inteligente, trabajan
duro y Stuart Moore y Axel Alonso son dos de los mejores editores del negocio.
Vertigo es un sello muy subestimado, ¿quién demonios más se dedica de forma tan
pura a editar ficción inteligente para adultos en forma de cómic? Jodidamente
nadie. Creo que ahora Vertigo se ha colocado en una posición en la que tan sólo se puede volver más poderosa.
Con Wildstorm he sufrido algunos problemas desde que DC se
hizo con ella, porque DC pasó a alinear el contenido de Wildstorm bajo sus
propios esquemas. La violencia se ha diluido, y parece que ahora tenga un límite
para “bastardo” en cada número. Es irritante, pero sigo trabajando con ellos por el
momento. Escojo mis batallas. ¿Qué sería capaz de hacer para tratar con interferencias tales
como una demanda? Dejaría el trabajo. No tienes ni idea del coste que me supondría.
¿Crees que existe un serio problema de censura en la
industria del cómic?
Bastante serio. Incluso en Vertigo el lenguaje sufre limitaciones que pueden ser arbitrarias y estúpidas. Algunas son propias de la
cultura americana, como la palabra "cunt", que en Londres se usa
prácticamente como una puntuación, pero entiendo que en América esa palabra
pueda fastidiar a la gente.
Obviamente no estoy de acuerdo con la censura, y no me
gustan las limitaciones del lenguaje. Nos hemos pasado un montón de jodido
tiempo con este lenguaje, y como guionistas deberíamos poder tener acceso al
mismo, poder decir desde “culo” hasta “coño”. Por así decirlo, cualquier cosa menor
me parece un crimen contra la cultura.
¿Qué podemos esperarnos de The Authority, tu nueva serie de
superhéroes para Wildstorm?
Destrucción de la propiedad a escala masiva. Es un título de
superhéroes en pantalla grande y con 200 milliones de dólares gastados en
efectos especiales. Es una producción de Jerry Bruckheimer con guión de Sylvester
Stallone, Cecil B DeMille y Timothy Leary. Es enorme y bonita y tan enloquecida
como hemos podido elaborarla Bryan Hitch y yo. Si los adolescentes necesitan
cómics de superhéroes, entonces estos son los que deberían gustarles, pura y jodida
adrenalina, momentos extraños y cosas grandes explotando, ¿Por qué no?
¿Te ves dejando de escribir superhéroes y comics
de ficción estándar?
Si, y pronto.
No soy, ni nunca lo he sido, un gran fan de los superhéroes.
He tenido que aprender a guionizarlos mientras encontraba un hueco o dos del
subgénero que pudiese aprovechar y divertirme con él, pero el disfrute se está
desvaneciendo rápidamente. No tengo la energía juvenil suficiente que se
necesita para trabajar más en el género, y no tengo la fuerza suficiente para
simularla. Sospecho que para escribir satisfactoriamente títulos de superhéroes
a los treinta y a los cuarenta, tienes que tener el cerebro genuinamente
estropeado, me vienen a la mente Grant Morrison y Alan Moore, o ser alguien
genuinamente infantil. Grant y Alan, y otro puñado de ellos, están entre los
mejores guionistas de cómic de superhéroes porque están locos y esa energía
enfermiza se queda pegada en su trabajo. Muchos otros parecen cada vez más y más
confusos, escritores de edad convertidos en mercenarios que imitan
vampíricamente la vida de juventud. No quiero terminar siendo la versión de
cómic de Art Linkletter. O de Krusty el payaso.
Hasta cierto punto, durante los próximos dos años dejaré los superhéroes (tengo un par de promesas apalabradas y esas serán las únicas
excepciones). Seguiré en el medio del cómic como guionista
de obras exclusivamente para “lectores adultos”, y trataré de abrirme camino de
nuevo. Espero que esta vez la diferencia sea que consigo un jodido público…
¿Qué cómics actuales sueles leer?
PREACHER, THE INVISIBLES, HITMAN, BERLIN, PULP, CHANNEL
ZERO... me pillo casi todo lo que hace Alan Moore, aunque me divierte más su
trabajo serio como FROM HELL en lugar de (aunque me entretiene, no me
malinterpretes) TOM STRONG o lo que sea... el SIN CITY de Frank Miller... cualquiera
de las cosas que hace Bryan Talbot, cualquier nuevo Will Eisner... cuando
Steven Grant guioniza un cómic de género negro, ahí estoy…
Piensa rápido, cinco discos que te llevarías a una isla
desierta.
TRANSFORMER,
Lou Reed. LOVELESS, My Bloody Valentine. MURDER BALLADS, Nick Cave and the Bad
Seeds. El primer disco de THIS MORTAL COIL. BAYAKA, la música de
Babenzele Pygmies.
Por supuesto, esta lista podría cambiar en el futuro.
Y finalmente, si Spider Jerusalem viviese y estuviese
escribiendo en la actualidad, ¿qué es lo que más le cabrearía? (Si, es otra de
esas insípidas entrevistas.)
Ah, bueno, me has robado la primera respuesta.
La falta de agallas
en la vida pública, porque incluso actualmente los activistas parecen postrarse
y esperar debatir de forma cortés. Si Spider viviese hoy, probablemente lo haría en una cabaña en Colorado fabricando bombas.
2 comentarios:
Cual es el cómic titulado "Pulp" al que se refiere?
Yo creo que por la fecha de la entrevista y basándome también en que por la misma época Warren Ellis escribió varios artículos sobre manga, se refiere a la revista antológica "Pulp: Manga for Grownups".
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