"El tercer disco de Pharoah Sanders como líder absoluto lo definió como músico hasta la actualidad. Después de la muerte de Coltrane, hicieron aparición muchos artistas que estuvieron buscando hacer una música espiritual que abarcase sus propias ideas y anhelos mientras seguían evolucionando, pero nadie pudo dar con algo demasiado efectivo hasta que Sanders lo hizo en 1969. En Karma sólo hay dos temas, los 32 minutos de "The Creator Has a Master Plan" y los cinco minutos y medio de "Colours." El grupo es uno de los mejores de los que comandó Sanders, y cuenta con el vocalista Leon Thomas, el batería Billy Hart, Julius Watkins, James Spaulding, un Lonnie Liston Smith pre-funk, Richard Davis, Reggie Workman al bajo y Nathaniel Bettis en la percusión. "Creator" empieza con una cita de "A Love Supreme," un guiño a la continua influencia de Coltrane sobre Sanders. Pero también aparece algo más: el propio y profundo compromiso lírico de Sanders, y su ahora inherente conocimiento de las técnicas modales y de respiración orientales. Con su habilidad para utilizar la técnica del ostinato no estaba intentando celebrar las melodías mientras el resto interpretaba los solos, sino que en realidad era una forma de empujar la música inconteniblemente hacia adelante. Manteniendo una gama sonora limitada (más o menos durante los primeros ocho minutos), Sanders explora todos los colores alrededor de las llaves clave, construyendo poco a poco las dinámicas del tema mientras la banda compone los dos acordes en segundo plano con diversos grados de inventivos timbres. Cuando Thomas se une a los nueve minutos, el tema comienza a abrirse. Su "yodel" libera al mismo mientras la sección rítmica inventa el sonido a su alrededor. A los 18 minutos la canción explota, apresurándose en una búsqueda del silencio con un enfoque tan profundo como ruidoso. Sanders emplea técnicas de microfonía y sopla apuntando al cielo, y Thomas grita. Están abandonando completamente el mundo material. Cuando llegan al siguiente plano, libres de las limitaciones modales y de los intervalos, emerge una nueva especie de lirismo que no depende del tiempo, sino del ritmo, y Thomas y Sanders aparecen como nada más que dos improvisadores en un universo sonoro rítmico de dimensión universal. No hay forma de describir la emoción que se siente cuando termina la melodía, excepto que "Colors", con Ron Carter uniéndose a Workman en el bajo, era la única canción que sería capaz de seguir a la primera. No te lo podrás creer hasta que no escuches el disco."
-Por Thom Yurek para AllMusicGuide. Traducido por Frog2000 en facebook.
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