Por Warren Ellis para Wired, 2010. Traducido por Frog2000.
¡Saludos, Terrestres! Me dirijo a vosotros desde el año 2050 a través de una App Backchannel enlazada con mi Colisionador de Hadrones Para El Hogar y usando la magia del iHed.
¿Que por qué poseo un Colisionador de Hadrones Para El Hogar? Bueno... porque esto es el futuro y puedo tenerlo. Esta transmisión la estáis recibiendo por medio de partículas del bosón de Higgs, lo cuál resulta muy interesante, porque vuelven hacia atrás en el tiempo hasta un momento anterior a su creación y ese es el motivo de que todavía no hayáis dado con ellas. ¡Ciencia! Estamos hasta arriba de ella.
Cambiar la trayectoria de los bosones de Higgs mientras se ponen como locos y se escabullen por la Historia es como si tuviésemos al Doctor Who plantado enfrente sin pantalones mientras envío un flujo de datos binario de forma digital que se convertirá en simple texto en el ordenador de la oficina de Wired (aquel que normalmente utilizan para almacenar pornografía alienígena).
Aquí en el futuro hay muchas cosas que son diferentes... y no todas para mejor. No es que recuerde demasiado sobre tu época. Mi memoria a largo plazo ya no es todo lo que era por diversas razones, entre ellas la vejez. Pero mientras permanezca con vida en mi base volcánica islandesa junto con mi tercera esposa, Monólogo Vagina, todo me parecerá relativamente seguro.
Con esto estoy intentando deciros lo siguiente. Todavía no es tan tarde como parece. En 1993, el escritor y matemático Vernor Vinge dijo: "Dentro de 30 años tendremos los medios tecnológicos para crear inteligencia sobrehumana. Poco después la era humana llegará a su fin." De esta manera dio inicio al concepto de la singularidad tecnológica, algo que en tu época ha sido abrazado por un núcleo duro de creyentes con ferocidad religiosa.
Puede que no te hayas dado cuenta, pero hemos superado más de la mitad de la cuenta atrás vaticinada por el profesor Vinge, y ni siquiera hemos conseguido una mera porción de conocimientos que nos resulten útiles para llevar a cabo el desarrollo de un programa de Inteligencia Artificial sobrehumana. Pero no es tan tarde como crees, aunque la esperanza de que algunos codiciosos manipuladores de poderosas Inteligencias Artificiales te vayan a quitar esa responsabilidad de las manos es algo que aún no se ha perdido.
Es normal que en un mundo post-privacidad que progresivamente está siendo manejado por generaciones conectadas que comercian con la privacidad y con la interactividad, aparezca el molesto espectro de la vigilancia. Pero ese es el futuro hacia el que te diriges a toda mecha, que en realidad se caracterizará por la vigilancia a la inversa: la monitorización por parte de todo el mundo de los elementos autoritarios. El flujo de estadísticas en plena calle. La idea de "ciudad digital" donde se te informa a ti, no que informa sobre ti.
Expande esa idea hasta el exterior de las ciudades. Edifica tus redes 3G y enlaces mediante routers Wi-Fi para que tus campos, bosques y senderos se puedan comunicar contigo tan claramente como las carreteras y las esquinas de las ciudades. Deberíais ser la última generación en la que un niño se pueda perder. Aunque no será a menudo, a algunas personas les gustará repetirte que estás viviendo el "final del capitalismo", pero no es cierto.
Sabes que la gente lleva diciendo algo parecido desde el jodido 1880. Nadie debería esperar que alcancemos el período final del capitalismo como si fuese un hechizo o una maldición que pudiese tomar forma si se repite con la frecuencia suficiente. El capitalismo no está en buena forma, pero es que nunca lo ha estado. Es un sistema imperfecto y generalmente indeseable en el que vivir. Sin embargo, es el sistema que tenemos. Y si bien aún no se puede eliminar y tampoco es que muestre signos de que se vaya a marchitar a corto plazo, podría transformarse en algo más humano. Deja de intentar sobrecargar tu cerebro humano. Resulta que en ciertos aspectos, un cerebro humano es muy parecido a un equipo: aunque lo apagues, no se perderá toda la información. Lo mismo ocurre con el cerebro humano.
Concretamente, mejor no desenterremos a Margaret Thatcher y la actualicemos. Además, creo que también sería necesario matar a cualquiera que hablase sobre construir un Dalek "sólo por diversión" (ambos productos no están relacionados). Deja de tratar a tu vivienda como si fuese un edificio cuyas mejores épocas ya han pasado y en el que te puedes escabullir en su interior como si fueses una rata anciana. No estás viviendo dentro de la carcasa de un dinosaurio, sino operando con una tecnología madura diseñada para sobrevivir a sus usuarios originales y a ti mismo, una tecnología que aprende continuamente de los cambios que se producen a lo largo y ancho del mundo.
2010, terrestres. No es que sea el fin de los tiempos antes de que en 2012 el mundo se vaya a la mierda o de que llegue el punto en el que Skynet se subleve. Sencillamente os lo parece porque el Siglo XX ha sido muy largo y os ha dejado exhaustos.
Ha llevado toda una década reponerse... y tampoco es que hayáis estado descansado, ¿no? Es igual. Estoy aquí para intentar deciros desde el futuro que aún no es demasiado tarde. Ha llegado la hora de levantarse y empezar a hacer que el nuevo siglo sea más raro y maravilloso que el anterior. Aunque creo que lo más justo será avisaros: aquí, en el 2050, finalmente he podido conseguir mi rayo de la muerte orbital.
¡Saludos, Terrestres! Me dirijo a vosotros desde el año 2050 a través de una App Backchannel enlazada con mi Colisionador de Hadrones Para El Hogar y usando la magia del iHed.
¿Que por qué poseo un Colisionador de Hadrones Para El Hogar? Bueno... porque esto es el futuro y puedo tenerlo. Esta transmisión la estáis recibiendo por medio de partículas del bosón de Higgs, lo cuál resulta muy interesante, porque vuelven hacia atrás en el tiempo hasta un momento anterior a su creación y ese es el motivo de que todavía no hayáis dado con ellas. ¡Ciencia! Estamos hasta arriba de ella.
Cambiar la trayectoria de los bosones de Higgs mientras se ponen como locos y se escabullen por la Historia es como si tuviésemos al Doctor Who plantado enfrente sin pantalones mientras envío un flujo de datos binario de forma digital que se convertirá en simple texto en el ordenador de la oficina de Wired (aquel que normalmente utilizan para almacenar pornografía alienígena).
Aquí en el futuro hay muchas cosas que son diferentes... y no todas para mejor. No es que recuerde demasiado sobre tu época. Mi memoria a largo plazo ya no es todo lo que era por diversas razones, entre ellas la vejez. Pero mientras permanezca con vida en mi base volcánica islandesa junto con mi tercera esposa, Monólogo Vagina, todo me parecerá relativamente seguro.
Con esto estoy intentando deciros lo siguiente. Todavía no es tan tarde como parece. En 1993, el escritor y matemático Vernor Vinge dijo: "Dentro de 30 años tendremos los medios tecnológicos para crear inteligencia sobrehumana. Poco después la era humana llegará a su fin." De esta manera dio inicio al concepto de la singularidad tecnológica, algo que en tu época ha sido abrazado por un núcleo duro de creyentes con ferocidad religiosa.
Puede que no te hayas dado cuenta, pero hemos superado más de la mitad de la cuenta atrás vaticinada por el profesor Vinge, y ni siquiera hemos conseguido una mera porción de conocimientos que nos resulten útiles para llevar a cabo el desarrollo de un programa de Inteligencia Artificial sobrehumana. Pero no es tan tarde como crees, aunque la esperanza de que algunos codiciosos manipuladores de poderosas Inteligencias Artificiales te vayan a quitar esa responsabilidad de las manos es algo que aún no se ha perdido.
Es normal que en un mundo post-privacidad que progresivamente está siendo manejado por generaciones conectadas que comercian con la privacidad y con la interactividad, aparezca el molesto espectro de la vigilancia. Pero ese es el futuro hacia el que te diriges a toda mecha, que en realidad se caracterizará por la vigilancia a la inversa: la monitorización por parte de todo el mundo de los elementos autoritarios. El flujo de estadísticas en plena calle. La idea de "ciudad digital" donde se te informa a ti, no que informa sobre ti.
Expande esa idea hasta el exterior de las ciudades. Edifica tus redes 3G y enlaces mediante routers Wi-Fi para que tus campos, bosques y senderos se puedan comunicar contigo tan claramente como las carreteras y las esquinas de las ciudades. Deberíais ser la última generación en la que un niño se pueda perder. Aunque no será a menudo, a algunas personas les gustará repetirte que estás viviendo el "final del capitalismo", pero no es cierto.
Sabes que la gente lleva diciendo algo parecido desde el jodido 1880. Nadie debería esperar que alcancemos el período final del capitalismo como si fuese un hechizo o una maldición que pudiese tomar forma si se repite con la frecuencia suficiente. El capitalismo no está en buena forma, pero es que nunca lo ha estado. Es un sistema imperfecto y generalmente indeseable en el que vivir. Sin embargo, es el sistema que tenemos. Y si bien aún no se puede eliminar y tampoco es que muestre signos de que se vaya a marchitar a corto plazo, podría transformarse en algo más humano. Deja de intentar sobrecargar tu cerebro humano. Resulta que en ciertos aspectos, un cerebro humano es muy parecido a un equipo: aunque lo apagues, no se perderá toda la información. Lo mismo ocurre con el cerebro humano.
Concretamente, mejor no desenterremos a Margaret Thatcher y la actualicemos. Además, creo que también sería necesario matar a cualquiera que hablase sobre construir un Dalek "sólo por diversión" (ambos productos no están relacionados). Deja de tratar a tu vivienda como si fuese un edificio cuyas mejores épocas ya han pasado y en el que te puedes escabullir en su interior como si fueses una rata anciana. No estás viviendo dentro de la carcasa de un dinosaurio, sino operando con una tecnología madura diseñada para sobrevivir a sus usuarios originales y a ti mismo, una tecnología que aprende continuamente de los cambios que se producen a lo largo y ancho del mundo.
2010, terrestres. No es que sea el fin de los tiempos antes de que en 2012 el mundo se vaya a la mierda o de que llegue el punto en el que Skynet se subleve. Sencillamente os lo parece porque el Siglo XX ha sido muy largo y os ha dejado exhaustos.
Ha llevado toda una década reponerse... y tampoco es que hayáis estado descansado, ¿no? Es igual. Estoy aquí para intentar deciros desde el futuro que aún no es demasiado tarde. Ha llegado la hora de levantarse y empezar a hacer que el nuevo siglo sea más raro y maravilloso que el anterior. Aunque creo que lo más justo será avisaros: aquí, en el 2050, finalmente he podido conseguir mi rayo de la muerte orbital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario