viernes, 3 de abril de 2015

VAUGHN BODÉ, por Frog2000

Contemplé por primera vez el arte de Vaughn Bodé en uno de los fascículos redistribuidos (quizá fuese una segunda edición) que conformaban la afamada Historia de los Comics de Toutain. La colección aparecía en el quiosco con una cadencia ideal, uno a la semana, por lo que su lectura me descubrió a buen ritmo, aunque sin saturarme, muchos mundos que están dentro de este y que me provocaron hondas frustraciones ante la enorme tarea que tenía ante mí: poder leer algún día todos esos tebeos y tiras de prensa que hasta ese momento habían permanecido ocultos ante mi ansiosa curiosidad. Afortunadamente, aunque no se podía conseguir ni un uno por ciento del material minuciosamente retratado en sus páginas, los editores habían tenido la pericia de incluir una separata central con lo más representativo de aquello a lo que hacían referencia en cada capítulo. Así es como juré amor eterno a gigantes de la talla de Bernard Krigstein y el resto de la plantilla de la EC mientras repasaba a Richard Corben, siempre de moda en las revistas de Josep Toutain, y descubría la soberbia serie "Polly and her Pals" de Cliff Sterrett... ¡cuánta sabiduría en tan poco espacio, qué festival de información codificada en forma de cómic pude absorber en tan poco tiempo! También fue allí, en la zona central del coleccionable, donde aparecieron un puñado de las historias firmadas por Vaughn Bodé que se centraban en la interminable guerra entre unos "reptiles" o "patos" y su némesis encarnada en el ejército de los "sapos". Las diatribas existenciales de estos animales antropomórficos militarizados eran en ocasiones amargas y crueles, otras tiernas. Bodé hacía sangre con la guerra de Vietnam y la política que se enfrentaba con el ciudadano de a pie de su país como si fuese su peor enemigo. Era la época de Nixon... el final del sueño progresista y el principio de la pesadilla neo-liberal que aún vivimos... pero estoy divagando. 

Muchas veces el contenido surrealista de Bodé suponía un juego lúdico con poco significado, pero muy bien dibujado, en el que tenías que meterte como entra uno en Krazy Kat, con los sentidos listos para el deleite, intentando dejar atrás vetustos conceptos relacionados con el mensaje, para disfrutar simplemente de la magia del artista. Y el dibujo... llevaba el estilo Disney y las influencias del primer comix hasta maravillosas cotas de economía en el trazo, un cruce inaudito entre el talento de los mejores autores de tiras de la prensa y el estilo sucio y desgastado de las primeras oleadas hippies. Podría apostar a que Vaughn Bodé es uno de los últimos autores verdaderamente undeground que continúa siendo tremendamente desconocido en nuestro país, y me atrevo porque no soy capaz de rastrear su influencia en ninguno de los autores actuales que tan bien han sabido forjar sus talentos en los mimbres del reciente pasado de la historieta. Luis Vigil se hacía eco del fallecimiento del autor en uno de los números de 1976 de la pionera revista Star, publicando además otro puñado de historietas del autor mucho antes de que la citada Historia con mayúscula de los tebeos de Toutain saliese a la luz. 








2 comentarios:

Senseless dijo...

...y para quien no lo pillara...la colección completa de Star en pdf aquí...

http://www.lwsn.net/article/revista-star-1974-1980#.VEkDS9Tk4Vc.facebook


frog2000 dijo...

Millones de gracias!!!

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