"¿Crees que este cómic acabará en la Biblioteca del Congreso?", espeta con cinismo Obnoxio, el Payaso, en la primera página de su único especial de 1983. El tebeo se tituló "Obnoxio The Clown vs The X-Men", y Alan Kupperberg fue su absoluto responsable: guión, dibujo, color y entintado. En la portada, este clown amargado y presunto alcohólico le preguntaba al potencial lector: "¿Qué es de color amarillo y negro y ya no volverá a respirar?" mientras sostenía lo que pensábamos que era el cadáver de Kitty Pryde vestida con su uniforme de guerra mutante, pero si le dabas la vuelta a la portada, se podía leer la auténtica respuesta: "un autobús escolar estropeado". El creador de este extraño bicharraco malparido parecido a Krusty, o a la amenaza de IT (atentos, que Matt Groening y Stephen King siempre han sido poco menos que Marvel Zombies) fue Larry Hama, y lo ingenió mientras estuvo al cargo de la revista CRAZY, la respuesta Marvel a la canónica MAD, que en ese momento seguía bajo el ala de la misma compañía que publicaba los cómics de su eterna competidora, DC Comics. En la estela de otras mascotas como Alfred E. Neuman, de la susodicha Mad, ProJunior de Wild, Irving Forbush de SNAFU, Sylvester P. Smythe, de Cracked, o Huckleberry Fink, de Sick, Obnoxio hacía de presentador toca-narices, daba la puntilla en la sección de números atrasados, se paseaba por alguna historieta de una sola página que otra, o recalcaba a sus lectores lo buena que era su presencia para la revista mientras se fumaba un puro que iluminaba torvamente su cara mal afeitada. Y sobre todo, sustituía a la anterior criatura de Crazy, Irving Nebbish, al que Larry Hama encontró con poca chicha cuando empezó a editar la revista en los ochenta, por lo que no tardó mucho en esbozar su propio fetiche con más malas pulgas. Obnoxio había nacido para triunfar, aunque su carácter próximo al de un Howard el Pato sin la ternura introspectiva, le relegó al olvido, excepto por algunas apariciones esporádicas.
Como se ve, muchas revistas intentaron rebañar el éxito de la inmortal MAD, y no solo sustrayéndole el concepto de "mascota" dicharachera y metomentodo, sino su misma razón de ser, la parodia destructiva de diversos aspectos culturales, artísticos, e incluso políticos, de la sociedad estadounidense. Crazy había tenido una encarnación previa en los cincuenta, y aunque en su segunda etapa en los setenta, Stan Lee quiso que se acercase más al estilo refinado de National Lampoon, otro de los grandes magazines de humor con mala leche norteamericanos, los sucesivos editores de Crazy se decantaron por la MAD, entre ellos Steve Gerber, seguramente porque la revista de Gaines había formado parte de su dieta lectora habitual en la adolescencia. La Crazy de Marvel estuvo funcionando cerca de noventa números en esta segunda encarnación, más algunos especiales, entre 1973 y 1985, y en sus páginas, aparte de las parodias habituales de películas estrenadas en la época como El Resplandor, también se podía degustar un humor descacharrante con las habituales desventuras de un Hulk adolescente o las reinterpretaciones de superhéroes Marvel con nuevos diálogos más ácidos de lo habitual. Por sus páginas pasaron artistas y escritores de la casa como Mike Ploog, Marv Wolfman, Marie Severin o Stan Lee, pero también Vaughn Bodé, Will Eisner, e incluso Harvey Kurtzman o Basil Wolverton. En el futuro título "What The!?" se podrían encontrar algunas notas de lo que fue Crazy, aunque ya solo diluidas, centrándose en la parodia superheróica pura y dura.
En su número especial, Obnoxio llega a la Mansión X para participar como sorpresa de cumpleaños de Espíritu, pero también ronda el edificio un maloso mutante al estilo de Pete Pote de Pasta que se cuela por uno de los recovecos. Su nombre es Eye-Scream, su poder es convertirse en cualquier tipo de helado, y la potra que tiene es que el Profesor Xavier queda en el proverbial fuera de combate antes de poder avisar a sus pupilos de la amenaza. Mientras tanto, Obnoxio se escabulle dentro de la casa y se queda atrapado en el ascensor, aunque lo hace explotar sin más dilación con uno de los cachivaches que lleva en su bolsa para todo. Justo cuando sale por el agujero practicado en la pared, aparece la Patrulla-X en su formación más molona: Kitty, Cíclope, Lobezno, Rondador Nocturno, Ángel, Coloso, y Tormenta. Parte del grupo será derrotado por el malencarado payaso, que no deja de repartir leches con sus trucos: el del saludo electrificado (Coloso directo al banquillo), o la pimienta picajosa (Rondador fuera de combate). Mientras tanto Eye-Scream pone en marcha la Sala de Peligro, y Obnoxio se ve obligado a pasar con nota las pruebas que se le vienen encima. Al final, casi cuando está a punto de ser destripado como un pez por Lobezno, todo vuelve a su cauce y Obnoxio se largará escaldado, no sin decir la "última" palabra. En la otra historia extensa del especial, el payaso será requerido por los tribunales por moroso, y se las arreglará para detener a una banda de malosos con guiños al Batman de los sesenta incluidos. En algunos gags de una página también se chanceará de Stan Lee, o de los correos de los lectores tan habituales en los comic books de Marvel. Obnoxio ha vuelto a aparecer en un par de especiales pretendidamente humorísticos, aunque no han sido capaces de igualar la causticidad desplegada en sus apariciones en Crazy, o en este one-shot apadrinado por Larry Hama y el mismísimo Jim Shooter, inédito en nuestro idioma.
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